Evolución de la Ciudad Española a lo Largo del Tiempo
La Ciudad Preindustrial
Gran parte de las ciudades más importantes del país presentan un largo pasado histórico, donde cada época ha dejado su huella. Las primeras ciudades de la península se remontan a la época de la colonización fenicia, púnica y griega. Estos pueblos de comerciantes fundaron poblaciones a lo largo del litoral mediterráneo como Cádiz, Málaga y Almuñécar.
La Época Romana
Representó un avance en la consolidación de la urbanización de la península. Los romanos utilizaron la ciudad como vehículo de romanización, surgiendo ciudades o colonias romanas como Córdoba, Huelva, Barcelona o Sevilla. La aportación romana fue la implantación de un plano urbano de carácter geométrico configurado a partir de dos ejes que se cortaban perpendicularmente. En su interior se ordenaba en torno a un lugar central donde se localizaban edificios públicos. Todavía podemos ver este plano en Sevilla o Italia.
Tras la Caída del Imperio Romano
La urbanización peninsular sufrió un retroceso en la época medieval como consecuencia de la invasión visigoda. Se produjo un resurgimiento de las ciudades propiciado por la apertura del Camino de Santiago y la Reconquista, que dio lugar a la creación de ciudades con razones militares como Segovia, Ávila o Salamanca. La población de la ciudad cristiana vivía de la ganadería y de la agricultura de secano, y la actividad industrial y mercantil era muy escasa. Las ciudades desempeñaban una función militar, de ahí que se caracterizaran por tener recintos amurallados. En el centro se situaba la iglesia y sus calles eran estrechas.
Gran parte de las ciudades musulmanas se fundaron sobre poblados anteriores. Solían emplazarse en lugares estratégicos por su carácter defensivo, como Loja o Antequera, aunque otras se situaron en lugares llanos como Valencia, Sevilla o Córdoba. El paisaje se caracterizaba por un conjunto apretado de edificios rodeados por una muralla que los separaba radicalmente del exterior.
El Renacimiento y la Ilustración
Significaron etapas de prosperidad con un aumento demográfico e intensificación del proceso de urbanización, que trajo la mejora de los puentes, la introducción de la plaza mayor y la creación de murallas. Tras el paréntesis del siglo XVII, la ciudad experimentó una nueva etapa de florecimiento. Se llevaron a cabo reformas para mejorar las condiciones estéticas e higiénico-sanitarias, y se introdujeron puertas monumentales, avenidas, alumbrado y saneamiento.
La Ciudad Industrial
Con las reformas iniciadas en el siglo XVIII y que continuaron en el XIX, las ciudades pusieron en marcha una serie de operaciones de crecimiento y remodelación de su espacio interior que se concretaron en los planes de alineación y reforma interior, y en los de ensanche.
Los proyectos de reforma interior perseguían aliviar la presión social, mejorar las condiciones de vida y los servicios urbanos. Lo que caracterizó a este proyecto fue la remodelación de la trama viaria, que supuso la apertura de nuevas calles con el fin de adaptarlas a las necesidades circulatorias.
Los planes de ensanche son una de las aportaciones más interesantes del urbanismo español de esta época. Los ensanches consistían en la yuxtaposición de un nuevo conjunto urbano diferente unido a la ciudad consolidada. Se pretendía facilitar la construcción de viviendas y el crecimiento de la ciudad.
El Sistema Interurbano: Jerarquía, Funciones y Zonas de Influencia
Las ciudades se organizan de forma jerárquica sobre el territorio, pues no todas tienen la misma importancia ni desarrollan las mismas funciones. En definitiva, nos informa sobre el nivel de centralidad urbana. En España, el sistema urbano se diferencia en:
Metrópolis Nacionales
Forman el primer nivel jerárquico y en él se encuentran Madrid y Barcelona, que superan los 3 millones de habitantes. Ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional y se relacionan con otras metrópolis.
Metrópolis Nacionales de Primer Orden
Se integran ciudades como Valencia, Sevilla, Bilbao y Zaragoza, con una población entre 500.000 y 1.500.000 de habitantes, y cuya influencia se extiende al ámbito regional y mantiene lazos intensos con las nacionales.
Metrópolis Regionales de Segundo Orden
Se encuentran ciudades como Murcia, Granada, Alicante, con una población entre los 200.000 y los 500.000 habitantes. Son centros de especialización del sector secundario y terciario menos especializadas.
Ciudades Medianas
Engloba capitales de provincia como Burgos, Castellón o Avilés. Son centros comerciales de ámbito provincial.
La Función de la Ciudad
Es la actividad principal que se realiza en ella y sirve para relacionarla con el territorio circundante. Las personas que habitan en ellas son las que le dan la función general a la ciudad. Los diferentes tipos de funciones son:
- Función Militar: Explica el emplazamiento de muchas ciudades y hoy en día se observa en ciudades como Rota o Cartagena.
- Función Comercial: La ubicación de mercados y ferias favoreció la aparición de estas ciudades en lugares bien comunicados. Actualmente, las ciudades son el centro comercial de un amplio territorio como Algeciras, Málaga o Valencia.
- Función Cultural: La concentración de actividades culturales y sociales explica la supervivencia de ciudades en entornos económicos hostiles, como Venecia o Santiago. También favoreció el crecimiento de ciudades donde la población era de estudiantes, como Granada o Salamanca.
- Función de Acogida: Son lugares cuya finalidad es la de ofrecer alojamiento y diversión a turistas, como Marbella.
- Función Política y Administrativa: La designación de la capitalidad de un territorio para una ciudad le supone la instalación de organismos públicos y la necesidad de funcionarios.
Principales Áreas y Ejes Urbanos
Un sistema de ciudades tiende a articularse formando ejes de desarrollo. Los ejes son:
- Eje Mediterráneo: Desde Girona a Murcia. Es uno de los que tiene mayor potencial de desarrollo.
- Eje del Ebro: Discurre desde Bilbao hasta Tarragona y ofrece potencial.
- Eje Cantábrico: Desde el País Vasco a Galicia.
- Eje Atlántico Gallego: Concentra la mayor parte del sector gallego y se prolonga hacia Portugal.
- Madrid: Su situación central le confiere una conexión entre varios ejes.
- Eje Andaluz: Se articula en torno a la A92 y es de gran importancia turística.
- Eje Madrid-Andalucía y Eje Ruta de la Plata.