1. Evolución General de la Población Española
Hasta principios del siglo XX, la población española fue siempre escasa. En 1900 el total de la población española era de 9 millones de habitantes. Durante el siglo XX, se produce un constante incremento del ritmo de la población, llegando a los 28 millones en la primera mitad del siglo. Tal transformación se debió a los avances médicos, higiénicos y sanitarios junto a una mejoría en los recursos alimentarios. Con ello, se redujo la tasa de mortalidad aunque se notó el efecto de negativos sucesos coyunturales como la guerra en el norte de África, la epidemia de gripe española o el terrible drama de la guerra civil.
El crecimiento de la población española alcanzará sus mayores cotas en las décadas de 1950-1970. Confirmadas las mejoras que confirmaron el declive de las tasas de mortalidad, se mantienen altas tasas de natalidad y una continua mejora económica y sanitaria.
En la década de los 80 se produce un cambio de tendencia que ralentizará el ritmo de crecimiento. Permanecen bajas tasas de mortalidad pero caen en picado las tasas de natalidad.
A partir del 2000, se rompe la tendencia bajista debido a las aportaciones migratorias y a un comportamiento más natalista de esta población formada fundamentalmente por jóvenes. Parece que en la actualidad giramos al descenso. España cuenta en la actualidad en torno a los 47 millones de habitantes.
2. Rasgos Básicos de la Distribución Espacial de la Población
Rasgos básicos:
- Generalizado aumento de la densidad de la población. Hoy está en torno a los 94 hab/km2, índice bajo comparado con la media de la Unión Europea: 116 hab/km2.
- Concentración en las áreas urbanas frente al despoblamiento de las zonas rurales: urbanización versus éxodo rural.
- Oposición entre un litoral densamente poblado y un interior semivacío salvo el caso de Madrid. Contrasta las bajas densidades de Teruel, Cáceres y Jaén con las de Málaga, Barcelona, Cádiz.
Causas de la distribución española:
- Factores físicos: Resulta más atractivo un clima costero que otro de interior sometido a los rigores continentalizados de su clima. También zonas de especial altitud e irregularidades topográficas son poco atractivas para la ocupación humana. Por ello, las provincias con densidades más bajas son aquellas donde localizados climas más continentalizados o los mayores sistemas montañosos.
- Factores demográficos: En el interior, el menor crecimiento se asocia al envejecimiento de la población frente a la mayoría de población joven en el litoral.
- Factores socioeconómicos: La emigración interior ha sido el motor impulsor de la redistribución de la población española a causa de la concentración de las actividades económicas más productivas en unas pocas áreas: Madrid, Valencia, Cataluña.
3. Dinámica Demográfica: Natural y Migratoria
El crecimiento natural se conforma según se desarrolle la natalidad, la fecundidad y la mortalidad.
A. Natalidad y Fecundidad
- Hasta fechas muy recientes, España ha sido un país de altas tasas de natalidad y fertilidad. Su desarrollo demográfico ha tenido una especial relación con esas altas tasas. No obstante, en un giro radical desarrollado en un corto periodo de tiempo, se situaron entre las más bajas del mundo.
- Tal descenso se inició a principios del siglo XX, pero desde un alto punto de partida, con tasas altas del 34%. No obstante, la bajada más drástica se produce en los años 90, donde la tasa de natalidad se reduce al 9,17% y una fecundidad en 1998 que se limita a un 1,15 hijos por mujer.
- La posterior recuperación desde los años 2000 se debe a la llegada de extranjeros con un comportamiento más natalista que permite en 2008 llegar a una TBN de 11,37%, y una fecundidad de 1,45 hijos por mujer.
- Desde el 2009, y la crisis, tanto natalidad como fecundidad, han vuelto a frenarse como resultado del efecto combinado de una reducción progresiva del número de mujeres en edad fértil y una mentalidad femenina poco proclive a una rápida fecundidad. Así, las causas del descenso de la natalidad y la fecundidad se relacionan con la emancipación de la mujer y su incorporación al mercado laboral, el coste de la educación y crianza de los hijos, el aumento del nivel de renta y a las circunstancias propias de cada país.
- Distribución espacial: Se produjo una reducción general de la TBN en todas las CCAA salvo en Asturias. No obstante, sigue siendo la comunidad, junto con Galicia y Castilla y León, las comunidades con las tasas de natalidad más baja. Las comunidades con TBN superiores a la media nacional fueron Murcia, Madrid, Cataluña, Navarra y Andalucía.
B. La Mortalidad
- Ha sufrido, también, una transformación radical. A principios del siglo XX, las tasas de mortalidad eran altas y baja la esperanza de vida. Hoy, principios del siglo XXI, se ha reducido a un 8,35% y la esperanza de vida es de las más altas del mundo. Desde los 35 años de 1900 a los más de ochenta años actuales. Especialmente significativo ha sido el aumento en la mujer. La tasa de mortalidad infantil también ha tenido una trayectoria similar, pasando del 181% al 6% actual.