Sector Secundario en España: Un Análisis Detallado
El 30% de la población activa se dedica a este sector, aportando un 26% al PIB. Sin embargo, la industrialización en España se inició con retraso con respecto a otros países europeos, debido al poco espíritu empresarial (la tierra era el único valor social), la falta de capital para invertir y un atraso tecnológico. Por ejemplo, las explotaciones mineras se cedieron a compañías extranjeras para su explotación.
Al principio, la industria siderúrgica y textil comenzó en Málaga, aunque pronto el País Vasco y Cataluña ocuparon los primeros puestos en estos sectores. Hasta los años 60, no se puede hablar de un verdadero desarrollo industrial. Cabe destacar las obras públicas de la época de Primo de Rivera, que impulsaron la fabricación de cemento y de hierro tanto en pantanos como en ferrocarriles.
Durante el franquismo, se llegaron a prohibir las importaciones. En esta época, los sectores predominantes fueron la siderurgia, las refinerías petrolíferas, las petroquímicas y la industria naval, todas controladas por el INI. En los años 60, aparecen los años de desarrollo y de planes de promoción con una fuerte intervención del estado. Esta etapa de crecimiento industrial se debe al capital de las multinacionales y a los ingresos del turismo, cada vez mayores. Los sectores que más crecieron fueron los de bienes de consumo.
Los principales sectores fueron el automóvil, los electrodomésticos, el textil y el calzado. Sin embargo, tuvieron menos desarrollo los bienes de equipo, que había que importarlos, como la maquinaria, el material de transporte y el material eléctrico, etc.
Uno de los grandes problemas de la industria ha sido la dependencia energética, sobre todo de carbón, petróleo y gas. Sin embargo, en la actualidad disponemos de centrales nucleares, centrales hidroeléctricas, parques eólicos y placas solares, por lo que nos abastecemos cada vez mejor de energías limpias.
Crisis Industrial
A partir de los años 70, se inicia una crisis en el sector que afectó a todos los países industriales, pero especialmente a España. Las causas fueron la subida del precio del petróleo, la introducción de nuevos sectores industriales relacionados con las nuevas tecnologías como la robótica o la microelectrónica, y, sobre todo, la competencia feroz de los llamados NPI (casi todos asiáticos) que se especializaron en sectores como la siderurgia, la naval, la textil y el calzado con un bajísimo coste en su mano de obra.
También en España, la crisis se debió a una insuficiente modernización tecnológica, así como a una dependencia financiera. Para acabar con esta crisis, se intentó hacer una reconversión y el estado concedió subvenciones, deducciones fiscales, jubilaciones anticipadas, regulaciones de plantillas, cierre de empresas no productivas y, también a veces, modernización tecnológica.
Las principales áreas afectadas por la reconversión fueron Valladolid, Zaragoza, Logroño, La Coruña, Algeciras, Huelva, Burgos y Sevilla, aunque será al final el País Vasco, Barcelona y Madrid junto a Cádiz las que se lleven la mayor parte de las inversiones.
Localización Industrial
Hasta 1975, la industria se situaba en los espacios que ofrecen más ventajas para sacar el máximo beneficio: tener cerca las materias primas y fuentes de energía, que haya un mercado de consumo amplio, que haya mano de obra abundante o que haya buenos transportes. En general, la tendencia fue concentrarse en grandes ciudades o bien en zonas cercanas a los yacimientos minerales. Por ejemplo, la siderúrgica se situó en Málaga, Asturias, Cantabria y el País Vasco; cerca de los puertos como Bilbao, Avilés, Barcelona o Valencia; o también en zonas de interior que recibieron muchas inversiones como Puertollano, Ponferrada, Valladolid y Zaragoza.
Poco a poco aparecieron los polígonos industriales donde el suelo era más barato y, en la actualidad, los factores de localización han cambiado porque las empresas se difunden por el territorio buscando lugares donde los costes sean menores. Además, la mundialización de la economía ha producido una división internacional del trabajo. Así, en la actualidad y gracias a las nuevas tecnologías, lo más rentable son las pymes organizadas en redes o las empresas multiplanta que subcontratan a otras empresas, por lo que la industria actual está más repartida, aunque se mantienen zonas muy especializadas en las grandes capitales, sobre todo del litoral.
Sectores Industriales Dinámicos
Para tener la demanda asegurada, en estos sectores es muy importante la presencia de capital extranjero.
El sector del automóvil
Las plantas industriales pertenecen a empresas multinacionales y la producción se exporta en gran parte, siendo España el tercer país exportador de Europa. Entre las fábricas principales destacan las de Palencia, Valencia, Valladolid, Zaragoza y Madrid.
El sector químico
Es una de las bases de la industria española. Comprende dos subsectores:
- La petroquímica con refinerías.
- La química de transformación que fabrica colorantes, pinturas, material fotográfico y fertilizantes.
El sector agroalimentario
Cuenta con industrias pequeñas y dispersas, aunque también tiene gran peso las multinacionales.
Sectores Industriales Punta o de Alta Tecnología
Son los que cuentan con una elevada intensidad tecnológica. Los sectores más destacados son material eléctrico y electrónico, ordenadores, instrumentos ópticos y de precisión. En España, estos sectores se han implantado con retraso y tienen menos desarrollo que en otros países europeos debido a la dependencia del exterior en investigación y en tecnología, y al predominio de pymes de competitividad escasa.