1. La evolución histórica de la industria
1.1 Industrialización hasta los inicios del siglo XX. Diversos factores explican la tardía incorporación española al proceso industrializador:
- Un importante atraso tecnológico respecto a otros países europeos.
- La escasez de capitales ocasionada por una burguesía que no se comprometió con el proceso industrializador.
- Necesidad de capitales extranjeros para suplir la escasa inversión nacional.
- Importantes desequilibrios territoriales en determinadas zonas que presentaban abundantes recursos mineros.
- La existencia de una baja densidad de población con un poder adquisitivo muy limitado mermó en gran medida la demanda de productos industriales.
- Una situación política inestable condicionada por la pérdida de las colonias, la Guerra de Independencia o la inestabilidad política que le siguió.
El escaso desarrollo industrial que se produjo en este periodo se debió a las políticas proteccionistas y a la construcción del ferrocarril. En este momento los sectores que tienen un mayor protagonismo son la minería, la siderurgia y la industria textil. El desarrollo industrial afectó a Andalucía, Asturias, País Vasco y Cataluña. La excepción sería Madrid, cuyo crecimiento se relaciona con la abundante población y su importancia como centro administrativo y financiero del país.
1.2 1900-1959: años de crecimiento discontinuo
Hasta los años cuarenta se alternarían etapas de crisis y prosperidad que presentan las siguientes características:
- El hecho de no participar en la I Guerra Mundial tuvo consecuencias positivas para el desarrollo industrial ya que convirtió a España en abastecedor de las economías europeas.
- España se vio afectada por las consecuencias de la crisis internacional de 1929 con lo que se produjo un estancamiento de la producción industrial que ya enlazaría con la crisis de la Guerra Civil.
- Recurso de políticas proteccionistas que intentaban proteger la producción española.
- Diversificación en que la química, el cemento, la papelera y la alimentaria cobran importancia.
La Guerra Civil española supone una paralización del proceso industrial. La destrucción de recursos, la falta de capitales que impidieron financiar la industria o la crisis demográfica generan una situación de crisis.
El modelo autárquico
Se establece una autarquía que caracteriza toda la posguerra. El objetivo primordial será la explotación de los recursos propios intentando sustituir las importaciones. Esta política limitó la importancia de bienes de equipo y materias primas necesarias para un desarrollo industrial significativo ya que su finalidad era producir para un mercado muy limitado. El INI, con su creación en 1941, el Estado toma las riendas de la industria y se convierte en empresario industrial, sustituyendo de este modo la escasa iniciativa privada necesaria para la financiación de muchas empresas. Se centra en el carbón, la electricidad, el petróleo, el metal, los vehículos, la construcción naval o la defensa nacional.
Principales áreas geográficas
En el mapa industrial apreciamos como en estos momentos se consolidan las diferencias entre el litoral y el interior.
1.3 El despegue industrial: de la prosperidad de los sesenta a la crisis de los setenta
Supondrá una apertura al exterior y un proceso de modernización que la hará mucho más competitiva. La empresa pública irá teniendo una menos importancia dejando paso a capitales privados.
El plan de estabilización de 1959
El plan supone una ruptura con el modelo autárquico y sigue las directrices económicas propuestas por los grandes organismos internacionales. El nuevo modelo económico pretende la internacionalización y la liberalización de la economía. Esta apertura al exterior permitió abastecer a la industria española de elementos que eran fundamentales para hacerla más competitiva. Para su financiación fue relevante la llegada de capital procedente del turismo, de las remesas de emigrantes y de las inversiones extranjeras. Destacan la siderurgia, automóvil, juguetes, alimentación y química.
Los planes de desarrollo
En el año 1964 se inicia el primer plan de desarrollo seguido de otros dos. En ellos se busca propiciar el desarrollo de la producción industrial, generar puestos de trabajo y equilibrar la distribución espacial de la industria creando nuevo suelo industrial mediante el establecimiento de los denominados polos de desarrollo. Esta planificación se conoce como desarrollismo y se mantuvo durante diez años en los que se favoreció el crecimiento económico. Se consolidó también la diversificación industrial y perdieron peso algunos sectores como el textil, el alimenticio o las actividades extractivas. Sin embargo, se incrementaron actividades relacionadas con la tecnología, como la química, la metálica o el transporte.
Principales áreas geográficas
La localización industrial es heredera de la situación anterior y se acentúan los desequilibrios territoriales. La industria se concentra en los focos tradicionales. También se pretende propiciar el desarrollo de nuevos espacios industriales que favorecerá el establecimiento industrial en localidades como Vigo, A Coruña, Sevilla, Valladolid, Oviedo o Granada.
1.4 1975-1985: de la crisis del petróleo a la reconversión industrial. La integración en la UE
El extraordinario crecimiento de la industria española en los años sesenta se vio frenado en la década de los setenta. Entraron en juego nuevos factores que frenaron el ritmo de producción industrial.
La crisis del petróleo
Con el importante incremento de los precios del crudo en 1973 y la posterior subida de 1979 comienza una etapa de crisis. Esto supuso el declive del sector industrial y el despegue de actividades relacionadas con los servicios. En este sentido se sigue una tendencia mundial y dio comienzo a un proceso de clara terciarización de las actividades económicas.
Otros factores de la crisis
No solo fue la subida del precio del petróleo el detonante de la crisis:
- La competencia de los MPI (Nuevos Países Industriales) con una producción mucho más barata (Corea y Brasil).
- La mala adaptación a las nuevas tecnologías que permiten aumentar la productividad y la competitividad.
- Problemas sociales y de gestión empresarial como los altos costes salariales que no permiten competir con los precios de producción de otros países.
- Las crisis propias de sectores maduros muy condicionados por la energía y la irrupción en el mercado de nuevos materiales.
La reconversión industrial. Se adoptaron una serie de medidas inspiradas en las que habían llevado a cabo otros países europeos que se enfrentaron antes a este problema. La Ley de Reconversion y Reindustrialización establece las líneas de actuación para la recomposición del entramado industrial español.
2. La industria española en la actualidad
Las transformaciones producidas en los últimos años han propiciado que haya disminuido la importancia de muchos sectores que tradicionalmente encabezaron la producción industrial.
2.1 Los sectores industriales
Han crecido sectores en los que no existía una gran tradición, lo que supuso una diversificación de la producción y el desarrollo de ciertas industrias punteras. Los sectores que han tenido una evolución más importante son:
- Alimentario: su crecimiento se relaciona con el aumento de la demanda interna y la mayor oferta de alimentos elaborados.
- Automóvil: tras la reconversión ha vivido un destacado crecimiento por el aumento de la demanda interna y por la exportación al resto de Europa.
- Textil: con el plan de reconversión industrial se intentó hacerlo más competitivo dotándolo de una mayor tecnología y cuidando el diseño y la calidad de los productos.
- Metal: ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis de mediados de los setenta, asentada en la cornisa cantábrica.
- Química: sector con una fuerte implantación de multinacionales extranjeras.
- Nuevas tecnologías: el rápido crecimiento del sector en los últimos años se debe a la superación de unas muy malas condiciones de partida.
2.2 La estructura empresarial
En España predomina la pequeña y mediana empresa dentro del sector industrial. Se debe destacar el proceso de privatización desarrollado a lo largo de los últimos años. Dicho proceso se debe a la labor de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) que sustituyó al INI en 1995 y tiene como principal objetivo el saneamiento del sector público para incrementar su rentabilidad y mejorar la eficiencia y competitividad de las empresas financiadas con capital público.
2.3 El Estado de las Autonomías y la industrialización endógena
El establecimiento del Estado de las Autonomías significó el traspaso de competencias a las instituciones autonómicas, lo que suscitaría una regionalización del sector industrial. Este contexto ayuda a entender el desarrollo de las industrias endógenas cuyo objetivo es la explotación de recursos propios de un lugar determinado.
2.4 I+D (investigación y desarrollo)
La I+D es un elemento básico para el progreso industrial. Se trata de la inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan multiplicar la productividad de las empresas y mejorar la calidad de los productos, consiguiendo así incrementar la competitividad y los beneficios.
Políticas ambientales
La sensibilidad de la opinión pública respecto a los problemas del medio natural ha permitido el desarrollo de políticas medioambientales. Los problemas más acuciantes son la contaminación atmosférica, la contaminación de las aguas o la gestión adecuada de los residuos.
La deslocalización
España se ha visto afectada por las consecuencias del nuevo orden económico internacional. La deslocalización de fábricas que prefieren trasladarse a países en vías de desarrollo donde la legislación sobre el trabajo es mucho más flexible, la mano de obra es más barata y las leyes sobre protección ambiental no son tan exigentes está haciendo disminuir la producción y provoca pérdidas de empleo industrial.
3. Paisajes industriales tradicionales y paisajes nuevos
La morfología de los distintos paisajes industriales es fruto de toda una serie de factores que los han ido conformando a lo largo del tiempo. Podemos distinguir entre los paisajes industriales tradicionales y los nuevos espacios industriales.
Paisajes tradicionales
Se caracterizan por una serie de factores que influyen en su configuración: presencia de yacimientos de materias primas, fuentes de energía, ríos y buenas vías de comunicación. Responden al denominado modelo clásico de localización industrial, permite hacer llegar con facilidad los productos elaborados hasta los puntos de venta.
Nuevos espacios industriales
El ejemplo más representativo son los parques tecnológicos. Se trata de espacios industriales modernos donde se conectan empresas de alta tecnología. El nivel de cualificación de sus trabajadores es muy alto. Son también un importante reclamo para atraer industrias modernas y nuevas inversiones.
4. El mapa industrial español
Factores como la congestión de los grandes núcleos industriales, el abaratamiento de los transportes, la menor dependencia de las áreas de abastecimiento de materias primas y los avances tecnológicos en el sector de las telecomunicaciones han favorecido el desarrollo de una tendencia hacia la dispersión industrial.
Ejes en expansión
Son los que presentan un mayor crecimiento en los últimos años. Su importancia se debe a las infraestructuras, su situación estratégica y su importante tradición industrial.
Litoral mediterráneo
Tras recuperarse de la crisis industrial de la década de los setenta vivió un importante crecimiento debido a sus excepcionales infraestructuras, su posición estratégica respecto al espacio europeo, la extraordinaria red de transportes y una población numerosa con alto poder adquisitivo.
Valle del Ebro
Su desarrollo se debe en gran medida a su situación estratégica. Relaciona tres grandes regiones industriales: el País Vasco, Barcelona y Madrid. Se ve favorecido por sus comunicaciones con Europa y por las inversiones en infraestructuras y transporte.
Áreas en declive
Concentraron gran parte de la producción, vivieron una reconversión compleja y en muchos casos traumática y perdieron protagonismo dentro del mapa industrial español debido a la reducción de la demanda, la baja competitividad, infraestructuras anticuadas y existencia de mano de obra conflictiva.
Franja cantábrico-vasca
Sus problemas derivan de una excesiva dependencia de recursos naturales que se han ido agotando y de su especialización en sectores tradicionales que no se han adaptado a las nuevas condiciones del mercado y han sufrido una importante competencia externa.
Áreas de bajo desarrollo
Son áreas que nunca han tenido una gran industrialización: Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, y ambos archipiélagos. En muchas ocasiones han estado condicionadas por el desarrollo de Madrid. Actualmente se benefician de la dispersión industrial hacia zonas periféricas.
5. Retos y problemas de la industria española
La necesidad de integrar de manera continua las nuevas tecnologías en los procesos de producción, la competencia de nuevos países o la existencia de un amplio mercado va acompañado de ciertos problemas. Los pasos más importantes a dar son los siguientes:
- La actualización continua de la maquinaria propiciada por el desarrollo de las nuevas tecnologías.
- La modificación de una estructura empresarial en el que las PYME son muy abundantes y que en muchas ocasiones presentan dificultades para renovarse, contratar personal altamente cualificado y competir con empresas multinacionales.
- Especialización en sectores con mercados abiertos y donde sea posible la competencia con otros países industriales.
- Creación de políticas industriales adecuadas en las que los gobiernos inviertan en investigaciones e infraestructuras.
- Desarrollar estrategias comerciales que superen los mercados nacionales y tengan en cuenta el gran mercado único de la UE.
- Capacidad para crear productos nuevos que tengan una alta demanda en el mercado.
- Flexibilizar el funcionamiento de las industrias para que puedan adecuarse a las características cambiantes del mercado.
- Superar la dependencia del exterior de tecnologías, bienes de equipo y fuentes de energía.
- Formación continua de los profesionales altamente especializados.
- Evitar la deslocalización de empresas a otros países económicamente más rentables.
- Afrontar la competencia de la producción de los nuevos países miembros de la UE que en muchas ocasiones compiten directamente con la producción española.
- Igualar la calidad de la producción nacional con la de los países más avanzados de la UE.
- Promover un desarrollo equilibrado que no presente grandes diferencias entre las distintas Comunidades Autónomas.
- Lograr un modelo de crecimiento que respete el medio natural.