Evolución Económica de España: Sectores Productivos, Comercio Exterior y Mercado Laboral (1985-2018)

Evolución de los Sectores Productivos en España (1985-2014)

La evolución de la estructura productiva de la economía española entre 1985 y 2010 se ha caracterizado por un continuo descenso de la participación de la agricultura en la producción nominal. Esto no significa que el Valor Añadido Bruto (VAB) agrario haya disminuido en valor absoluto, sino que ha crecido menos que el conjunto de las actividades. Ahora bien, el número de ocupados en el sector primario se ha reducido considerablemente. La participación relativa de la industria en términos de empleo y VAB ha caído también desde 1985. El modelo de crecimiento basado en la actividad inmobiliaria explica el incremento del peso de la construcción tanto en VAB como en empleo. No obstante, tras la crisis de 2007 se observa una notable reducción en ambos indicadores. Finalmente, la participación relativa de las actividades terciarias no ha dejado de crecer en el período.

Explicación de los Cambios en la Estructura Productiva desde la Oferta y la Demanda

  • Oferta: Entre 1985 y 2018, las tasas anuales medias de crecimiento de la productividad fueron del 4,3% y 1,9% en la agricultura y la industria, respectivamente. En cambio, en los servicios, con una tasa de crecimiento anual del 0,1%, la productividad ha permanecido virtualmente estancada. El escaso avance de la productividad en los servicios explica el notable incremento del empleo necesario para conseguir el crecimiento de la producción, considerando que el avance de la producción puede conseguirse aumentando el empleo o elevando la productividad.
  • Demanda: Se ha considerado que la elasticidad de la demanda ante cambios en la renta era mayor en los servicios que en los bienes, de forma que, en el transcurso del crecimiento económico, habría una tendencia natural al aumento de la importancia relativa de los servicios en la producción y el empleo. Esta presunción sobre el valor de las elasticidades sectoriales se basa en la idea de que los bienes satisfacen necesidades básicas mientras que los servicios atienden ciertas necesidades superiores. En consecuencia, con el aumento del nivel de vida que acompaña al crecimiento económico se debe producir un desplazamiento de la producción y del empleo desde los bienes hacia los servicios para adaptarse a las variaciones en la demanda.

Comercio Exterior Español y su Tasa de Cobertura

El patrón comercial de España está orientado hacia producciones como la construcción y el comercio minorista, poco expuestos a la competencia externa, orientados a la demanda local y cuya medida depende del marco regulador. Además, las empresas turísticas españolas tienen una alta competitividad. Las manufacturas de mayor intensidad tecnológica presentan debilidades por la incapacidad de abastecer la demanda interna, al igual que las manufacturas de baja intensidad tecnológica, que, al requerir mano de obra poco cualificada de forma intensiva, se ven amenazadas por países con menores costes laborales.

Evolución de la Productividad Sectorial del Trabajo en España (2000-2013)

La productividad del trabajo es mayor en la industria, más intensiva en mano de obra, menos susceptible de incorporación de progreso tecnológico ahorrador de trabajo y con un menor grado de exposición a la competencia externa. Entre los años 2000 y 2007, se produjo un escaso avance de la productividad. El mejor comportamiento fue el de la agricultura gracias a la modernización y la capitalización, al igual que la industria. La construcción sufre caídas importantes y el sector servicios se estanca. Entre 2007 y 2016, se produce un mejor comportamiento de la productividad en la industria y la construcción como consecuencia de la caída del empleo, además de un avance moderado en el conjunto de la economía.

Mercado de Trabajo en España: Fase Expansiva 1995-2007

Durante la fase expansiva 1995-2007, la creación de empleo volvió a ser vigorosa. Los puestos de trabajo creados representaron un 30% de todo el empleo creado en la UE-15 en ese mismo periodo. El crecimiento económico se basó en actividades como la construcción o ciertos servicios, caracterizadas por una elevada intensidad de trabajo, lo cual significó un impulso adicional a la creación de empleo. El aumento del empleo se basó en la contratación temporal, que mantuvo la tasa de temporalidad en niveles muy elevados a pesar de las reformas legales y rebajas de cotizaciones dirigidas a reducirla. Cabe añadir la naturaleza temporal de las actividades que más empleo crearon (servicios y construcción) y el carácter temporal de los permisos de trabajo para los inmigrantes recién llegados. Facilitó, pues, el descenso del paro cíclico, que pasó de claramente positivo en 1995 a negativo en 2007.

Saldos de la Balanza por Cuenta Corriente y de Capital en España

El saldo de la cuenta corriente, tanto en 2015 como en 2018, ha sido positivo: un resultado que se viene registrando desde 2012 como consecuencia del efecto de la política de ajustes. Con anterioridad, a lo largo de las tres últimas décadas, el saldo corriente de la economía española fue dominantemente deficitario. El principal causante del déficit corriente es el saldo comercial, resultante de unas exportaciones de bienes que son inferiores a las importaciones. El déficit comercial es compensado con el superávit de la cuenta de servicios. El saldo de la cuenta de bienes y servicios ha sido positivo desde 2012. No sucede lo mismo con el saldo de la cuenta de rentas primarias y secundarias, que arroja recurrentes déficit. La cuenta de capital es, sin embargo, levemente superavitaria, acogiendo como partida relevante a las transferencias de capital recibidas de los fondos de la Unión Europea. La consideración conjunta de las cuentas corrientes y de capital revela que, en los dos años considerados, España ha tenido capacidad de financiación frente al resto del mundo.

Comercio Exterior Español: Balance y Características

En primer lugar, debido al dinamismo de las exportaciones, se produjo un aumento en la cuota de las ventas españolas en los mercados internacionales. Así, las exportaciones españolas pasaron de suponer el 1,2% al 1,8% del total mundial entre 1986 y 2018. En segundo lugar, se experimenta en el periodo un notable proceso de apertura de la economía española, de forma que los flujos de comercio apenas alcanzaban un 27% del PIB en 1990, y suponían el 50% en 2018. En tercer lugar, se constata que, más allá de coyunturas adversas, la brecha comercial se ha mantenido a un nivel relativamente aceptable. La balanza comercial española no ha abandonado su signo tradicionalmente deficitario, las exportaciones han logrado financiar algo más de las tres cuartas partes de las importaciones. Desde 1997 se ha registrado un deterioro de la tasa de cobertura, rápidamente corregido en los seis últimos años como consecuencia de la crisis. La tasa de cobertura en 2018 fue de 90,4%.

Relación entre Déficit Comercial, PIB y Crecimiento Económico

En el supuesto de que los precios relativos y el tipo de cambio sean invariantes, la economía sufrirá una tendencia al deterioro del saldo comercial cada vez que intente crecer significativamente por encima del entorno. La razón es sencilla: la expansión de las exportaciones dependerá del crecimiento de la renta de los países clientes (PIB de la OCDE) y las importaciones del crecimiento del PIB español. Por ello, si el PIB español evoluciona a mayores ritmos que el de la OCDE, la consecuencia será una tendencia a empeorar los resultados comerciales.

Distribución Geográfica del Comercio Exterior Español

La integración de España en la UE alteró la orientación geográfica del comercio, reforzando los vínculos con los mercados comunitarios. La UE-15 aumentó su protagonismo en el origen y destino de las corrientes comerciales españolas, pasando de suponer el 52% de las exportaciones en 1985 a algo más del 71% diez años más tarde. Dentro de los países comunitarios destacan como clientes Francia, Alemania, Portugal, Italia y Reino Unido. Fuera de estos, sobresalen América del Sur y los países de la OPEP. En lo que se refiere a las importaciones, la dispersión de los rasgos es superior, lo que revela las plurales necesidades de abastecimiento de la economía española. En todo caso, son también los países de la UE los principales abastecedores.

Orientación del Comercio Exterior: Principales Socios Comerciales

Una forma adicional de analizar la orientación del comercio exterior español es considerar los principales países proveedores y clientes de nuestro mercado. Entre los principales clientes de nuestras ventas se encuentran cinco países europeos (Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido), a los que se suma Estados Unidos. Estos países son los principales proveedores de nuestras importaciones, pero China sustituye a Portugal entre los de mayor cuota. Si se considera el peso que nuestras ventas tienen en las compras de otros, los países con mayor cuota de mercado para nuestros productos son Francia, Italia, Portugal, Marruecos, Argelia y Bulgaria.

Mercado de Trabajo en España y la Unión Europea desde 1985

  • Aumento de la población activa: Se explica por el ascenso de la población en edad de trabajar y por el avance de la tasa de actividad, especialmente entre las mujeres. La inmigración fue un factor impulsor muy relevante en el primer decenio de los años 2000. En los años más recientes, se ha registrado una ligera reducción de la población activa, consecuencia, fundamentalmente, de la disminución de las tasas de actividad entre la población más joven.
  • Elevados ritmos de creación y destrucción de empleo, con un carácter fuertemente procíclico. La intensa creación de empleo desde mediados de los años noventa hasta 2007 contrasta con la fuerte destrucción registrada durante la última crisis, desde 2008 hasta 2013, y también con la que tuvo lugar en crisis anteriores, en particular durante el decenio de 1970. La mejora en el empleo desde los primeros signos de la reciente recuperación ha sido muy intensa.

Características de la Población Desempleada en España

  • La tasa de paro juvenil dobla la tasa media de desempleo de la economía, no por aumentos de la población activa, sino por las dificultades para acceder al empleo.
  • Mayor incidencia del desempleo entre las mujeres. No obstante, durante la crisis económica las distancias se acortaron notablemente.
  • Menor tasa de paro cuanto mayor es el nivel educativo, aunque las divergencias son menos acusadas que entre edades.
  • Distinta incidencia del paro según nacionalidad. La tasa de paro de la población inmigrante es significativamente más elevada.
  • Notables diferencias entre las tasas de paro de las Comunidades Autónomas. Así, las tasas oscilan entre el 10% de Navarra o País Vasco y el 20-24% de Canarias y Andalucía.

Paro Estructural y Paro Cíclico

El paro estructural, o paro de equilibrio, es el resultado de las rigideces presentes en el mercado de trabajo (causadas por las instituciones y la normativa laborales) y en los mercados de bienes (manifestadas en el poder monopolístico de las empresas). El paro cíclico es producto de las variaciones coyunturales de la demanda agregada. Si bien la magnitud del paro estructural no es directamente medible, las estimaciones disponibles coinciden en señalar que el mercado de trabajo español se caracteriza por una tasa de paro estructural elevada.

Baja Sensibilidad del Salario Real Respecto al Desempleo

La baja sensibilidad del salario real respecto al desempleo depende de elementos institucionales presentes en el mercado de trabajo, relativos a la fijación de salarios (modelo de negociación colectiva) y relacionados con la actitud y características de los trabajadores en paro (como las prestaciones por desempleo y las políticas activas). El poder negociador de los trabajadores ha sido elevado. Esta fuerza negociadora ha situado los salarios en niveles no siempre compatibles con la productividad, lo cual acaba traduciéndose en menor empleo y elevado paro estructural. En cuanto a los parados, hay dos aspectos relevantes: la baja intensidad de su búsqueda de empleo y su imperfecta adecuación a las necesidades del aparato productivo.

Perturbaciones de Oferta y su Influencia en el Paro Estructural (1970-2007)

Tres shocks de oferta afectaron a la economía española y a su mercado de trabajo durante aquel decenio de crisis: el encarecimiento del petróleo, la desaceleración de los avances de la productividad y el aumento de los salarios reales y de las cotizaciones a la Seguridad Social. Estos tres factores explican la destrucción de empleo y el aumento del paro estructural desde principios del decenio de 1970 hasta mediados del siguiente. Otros shocks de oferta positivos que contribuyeron a rebajar el paro estructural entre 1995 y 2007 fueron:

  • La reducción del tipo de interés real derivada de la integración española en la Eurozona, con los descensos en la inflación y el déficit público que conllevó.
  • El aumento de la competencia en los mercados de servicios y de bienes a causa de la liberalización de determinadas actividades terciarias y de la globalización de la economía mundial. La mayor competencia da lugar a más eficiencia y una menor tasa de inflación.
  • El acceso al mercado de trabajo español de cuantiosos flujos de inmigración, que ha contribuido a la moderación salarial.
  • Otros factores, como una actitud responsable de los sindicatos en un marco de diálogo social, el entorno de baja inflación y la presión bajista sobre el salario derivada de los flujos migratorios, contribuyeron también a la moderación salarial.

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