Evolución Demográfica y Transformaciones Agrarias en España (Siglo XX)
1. Evolución Demográfica
1.1. La Transición Demográfica
La transición demográfica fue un fenómeno común a todos los países que experimentaron un proceso de industrialización. Se caracterizó por el descenso de la tasa de mortalidad y de la natalidad. Hubo una fase inicial de intenso crecimiento de la población, debido a que el retroceso de la mortalidad se produjo con anterioridad.
La tasa de mortalidad descendió como resultado de la mejora de la alimentación y de las infraestructuras urbanas higiénico-sanitarias. La reducción del número de muertos se debió fundamentalmente a la menor incidencia de las enfermedades infecciosas, potabilidad del agua, etc. La mortalidad infantil también conoció un notable retroceso y la esperanza de vida media aumentó.
La población española creció considerablemente. Sin embargo, la modernización de la demografía española tuvo un retraso considerable en comparación con la de otros países.
1.2. Los Movimientos Migratorios
La movilidad de la población española había sido muy reducida hasta que se inició una importante emigración a ultramar. La emigración española alcanzó un máximo sin precedentes, que descendió posteriormente debido a la Primera Guerra Mundial. Las causas de esta emigración son, por un lado, que la economía, en la que el empleo crecía menos que la población como resultado de la escasez de transformaciones económicas y, por otro lado, la mejora de la navegación, que acortó la travesía del Atlántico. La mayoría de los emigrantes eran hombres jóvenes en edad productiva que partieron hacia América Latina.
Una vez ralentizada la emigración exterior, se produjo una expansión de las migraciones interiores que comportaron una redistribución regional de la población española.
Madrid y Barcelona, los principales centros industriales en expansión, junto con Bilbao y Sevilla, se convirtieron en los polos de atracción de emigrantes que procedían, sobre todo, de regiones eminentemente rurales y las provincias orientales.
1.3. La Intensificación de la Urbanización
Las migraciones interiores comportaron la intensificación de la urbanización y, por otro lado, la pérdida de peso de los núcleos rurales. El período más notable de crecimiento urbano fue entre el final de la Primera Guerra Mundial y el crack de 1929, cuando una buena parte de la población española tendió a concentrarse en los mayores núcleos urbanos.
Las ciudades grandes, como Madrid y Barcelona, incrementaron notablemente su población. Otras ciudades conocieron también un espectacular aumento de su población al convertirse en importantes centros industriales o mineros. Como resultado del proceso migratorio, la mayoría de la población de muchas de las grandes ciudades provenía del éxodo rural.
El proceso de urbanización de la población española, aunque fue considerable, resultó más lento que el de otros países.
2. Atraso Agrario y Conflictividad Campesina
2.1. La Crisis Agraria
La agricultura española inició el siglo XX teniendo que hacer frente a las consecuencias de la crisis agraria.
Con una agricultura orientada sobre todo hacia el cultivo de los cereales, el olivo y la vid en tierras de secano, y con una ganadería básicamente ovina destinada a la producción de lana, España acusó la crisis cerealista.
La causa inmediata de la crisis fue la llegada a Europa de producción procedente de países con una agricultura extensiva más competitiva. El resultado de ese modelo eran unos precios más bajos que los europeos y, como consecuencia de una producción muy elevada y de la reducción del tiempo, y de la periferia española, donde la facilidad de abastecimiento desde el exterior era mayor, pero en la España interior los precios también cayeron al disminuir la demanda sobre la producción interna.
En algunas de las principales regiones productoras, la reducción de los ingresos condujo a la caída de los beneficios. Hubo una generalización en las protestas coordinadas por la Liga Agraria. De la disminución de los beneficios se derivó el descenso de los salarios de los jornaleros, con lo que se inició un periodo de agitaciones campesinas.
La crisis cerealística fue acompañada de una crisis de la viticultura. El descenso de la producción de vid en Francia, a causa de la plaga de la filoxera, un insecto que atacaba las viñas, aumentó de manera extraordinaria la demanda de vino español para ser mezclado con el francés. De este modo, las exportaciones de vino experimentaron un alza espectacular, pasando a ser la primera partida de ventas al exterior.
Posteriormente, la plaga se difundió lentamente, poniendo fin a la edad de oro de las exportaciones vinícolas. La viña autóctona desapareció como consecuencia de la enfermedad, que dio lugar a la pérdida de todas las cosechas. Para hacer frente a la crisis, se replantaron todos los viñedos con una nueva cepa americana que era inmune a la filoxera.
2.2. La Evolución Agrícola
La crisis agraria se superó gracias al establecimiento de nuevas bajadas arancelarias y al crecimiento de la producción. Este aumento fue debido a las nuevas roturaciones y a la intensificación, diversificación y especialización de los cultivos. La agricultura se intensificó gracias al uso de fertilizantes, a la disminución del barbecho, al incremento de la mecanización y a la puesta en regadío de nuevas tierras de cultivo destinadas a mejorar la producción ganadera, lo que incrementó las existencias de carne y leche para el mercado urbano. Hubo una especialización de cultivos destinados a la exportación.
El producto agrario creció, aunque de un modo desigual según el tipo de cultivos y zonas. El producto ganadero duplicó su producción en ese mismo periodo. Los rendimientos por hectárea del conjunto del sector primario español estaban entre los más bajos de Europa.
La producción de cereales se consolidó como el principal cultivo del campo español. Constituían el sector agrícola menos dinámico y con una productividad más baja.
Estos escasos rendimientos comportaban precios elevados. Tuvo importantes consecuencias para el desarrollo económico: la creciente población urbana se vio obligada a consumir alimentos a precios mucho mayores que el mercado internacional. La renta disponible para demandar productos manufacturados fue menor, lo cual obstaculizó en buena parte el crecimiento industrial.
Los cultivos más dinámicos, orientados en gran parte hacia la exportación, eran la viña, el olivo y los cítricos, frutales y hortalizas. Excepto en La Rioja y Cataluña, en las demás zonas de cultivo de vid no se crearon bodegas dedicadas a producir vinos de calidad. Lo mismo pasó con el aceite de oliva. En el Mediterráneo, el desarrollo agrícola generó unos beneficios que estimularon las actividades industriales. En el Cantábrico, la producción ganadera aumentó considerablemente gracias a la selección de las razas de ganado, a la mejora de las técnicas productivas y al desarrollo ferroviario, que facilitó el acceso a los mercados urbanos.
2.3. Los Problemas del Campo Español
La situación del campo español seguía marcada por la enorme desigualdad en la estructura de la propiedad de la tierra.
- Por un lado, los propietarios de los grandes latifundios (Extremadura y Andalucía) tenían una gran aversión al riesgo y muy escaso interés por el cultivo eficiente de sus tierras. Así, en estas zonas, la inmensa mayoría de la población vivía en unas condiciones que apenas les permitía sobrevivir. Las diferencias extremas entre una minoría de propietarios y la gran masa de campesinos dio lugar a un conflicto social. Con el avance de las organizaciones campesinas, la movilización fue vinculándose cada vez más a la necesidad de una reforma agraria que permitiese el acceso de los campesinos a la propiedad de la tierra.
- Por otro lado, la existencia de minifundios (Galicia) y la mala calidad de la tierra (Submeseta Norte) tan solo permitieron aumentar la productividad de los cultivos en términos suficientes para la subsistencia, pero impidieron generar beneficios y modernizar las explotaciones.
2.4. Los Intentos de Solución
Los gobiernos, conscientes del atraso español, vieron imprescindible superar las condiciones adversas, y así se aprobó…