La distribución de la población (Actual)
Hasta el s. XVI las regiones con más peso específico en la población eran las del norte y el levante. El impulso demográfico del s. XVII se apreció en los territorios costeros. Durante el s. XIX se acentúa la diferencia de crecimiento entre el centro y las regiones costeras. Buena parte de la industrialización, debido a las periferias, la natalidad era muy alta en las regiones del sur y el Galicia. La época 1900-1960 será una España dividida en dos grandes más acusados:
- Unas provincias costeras con una economía más diversificada, más rica y con un crecimiento de la población más acusado.
- En interior, que se convierte en un espacio muy poco habitado y con amplias zonas despobladas.
A partir de 1970 comienza a ralentizar el crecimiento de buena parte del país.
- Al endeble incremento del centro, se añade el de las comunidades del norte peninsular que sufrieron una duda crisis económica.
- Otras regiones mantienen un crecimiento potente. Aquellas comunidades que dejan de sufrir el proceso emigratorio y que conservan un dinamismo demográfico positivo.
El cambio al s. XXI trajo consigo un fuerte aumento de la población.
Modelo demográfico de corte antiguo
Con anterioridad, España pertenecía a un modelo demográfico de corte antiguo, en el que la tasa de natalidad y mortalidad se mantenían muy altas. Los reducidos incrementos demográficos quedaban absorbidos por las crisis de mortalidad. Por eso se dice que en el modelo demográfico de corte antiguo la mortalidad es la variable natural más importante.
Modelo demográfico de corte moderno
Se caracteriza por las tasas de natalidad y mortalidad reducidas. El crecimiento demográfico vuelve a ser débil. Durante los años 70 y 80 del s. XX, las tasas de natalidad en España prosiguen su proceso de caída, de forma que nuestro país pasa a incorporarse en los años 90 a los países del mundo con tasas de natalidad más bajas y con crecimientos naturales más débiles. La reducción del crecimiento natural se debe también al hecho de que la tasa de mortalidad volvió a incrementarse, el aumento de la mortalidad se debió al envejecimiento de la población. La llegada de inmigrantes modificará estas tendencias, con casi 500.000 nacimientos anuales, la tasa de natalidad rayana al 11 por mil y la de mortalidad en el 8,57 por mil.
La natalidad
Es una variable demográfica que ha venido mostrando tasas progresivamente bajas durante el último siglo. Varios factores nos ayudan a explicar el por qué de esta tasa de natalidad tan reducida:
La incidencia de los cambios sociales y culturales
- Uno de los principales objetivos de una persona es tener una familia extensa. Los hijos son una ayuda económica. Pero en las sociedades desarrolladas como España, la situación es diferente. Los hijos son una carga económica, por lo que se tienden a tener menos hijos.
- La maternidad y paternidad han dejado de ser el objetivo prioritario para muchas personas.
- Un cambio que se ha producido es la modificación del papel de la mujer. Muchas mujeres han salido fuera del hogar y se han incorporado con fuerza al mercado laboral. Esto ha provocado un retraso en el momento de la maternidad y menos número de hijos.
- Otro factor, los métodos anticonceptivos. De esta forma, las mujeres pueden decidir cuántos hijos quieren tener.
- Finalmente, el aumento de las separaciones y divorcios. Se ha acuñado el concepto de familia uniparental para definir aquella en que el hijo solo conviven con uno de los padres.
La incidencia del contexto económico
Nos puede ayudar a entender la rapidez con la que se ha reducido la natalidad. Las coyunturas económicas han provocado que los jóvenes permanezcan más años en el domicilio de los padres.
La mortalidad
Se utiliza el término efecto yoyó para explicar la evolución de la mortalidad en nuestro país.
- Las tasas de mortalidad han caído en España durante muchos decenios. Esta caída se explica por las mejoras alimentarias, sanitarias e higiénicas.
- Se ha producido un repunte, provocado por el envejecimiento de la población.
- A partir de entonces, las tasas han vuelto a caer levemente.
Claves básicas de los movimientos espaciales de la población española hasta finales del s. XX
Los movimientos migratorios se producían por motivos económicos. En las migraciones de corte tradicional casi siempre se trata de personas que buscan mejores expectativas en los medios urbanos y abandonan las actividades y el medio rurales. El resultado del comportamiento de las tasas de natalidad era más miseria y la ausencia de perspectivas para mejorar las condiciones de vida. Los conflictos migratorios también motivaron la salida de numerosas personas de España, de forma forzada o voluntaria.
Los movimientos trascontinentales e internacionales
Debemos comenzar hablando de los movimientos migratorios históricos. La independencia de los países americanos en el s. XIX no significó la interrupción de los procesos emigratorios hacia ellos. Los principales países de destino fueron Cuba, México, Argentina y Uruguay. Estos flujos se mantuvieron con fuerza al menos hasta la mitad del s. XX. A lo último del s. XIX se produjo una importante emigración hacia el Magreb, sobre todo hacia la actual Argelia. Tras la Guerra Civil, el inicio del desarrollo económico a partir de los últimos años cincuenta volvió a desatar otra oleada de abandono de las localidades rurales, que ya no se ha detenido. En esta nueva oleada, América se sustituye como país europeo. A partir de 1973, motivado por la crisis económica desatada aquel año, los movimientos de salida se interrumpieron. Por el contrario, se mantuvieron una importante migración de retorno.
Los movimientos internos de la población española: el éxodo rural
Se produjo un intenso éxodo rural, es decir, el abandono masivo del campo por parte de la población campesina para irse a la ciudad. Los principales destinos del éxodo rural fueron y son:
- Las zonas urbanas que desarrollaron su industria desde el s. XIX (Madrid)
- Las capitales de provincia, tras la creación de nuevas provincias, ejercen una atracción sobre sus respectivas zonas rurales.
- Desde los años sesenta del s. XX cobran importancia como destino migratorio los asentamientos turísticos de buena parte de las costas mediterráneas y Canarias.
El periodo de los años del desarrollismo supone un importante basculamiento de la población española. A partir de los años 70, el éxodo rural también se ralentiza, aunque no ha desaparecido en ningún momento. Durante los años 70 se incorporan La Rioja, Navarra y Málaga.
La inmigración exterior
Un proceso nuevo y no bien conocido, se trata de un proceso que ha supuesto un cambio en el patrón demográfico de España y un cambio socioeconómico y cultural muy profundo.
Breve descripción del fenómeno
A partir de 1996 comienza a mostrar una fuerza desconocida en la historia española. Se inicia una fase expansiva de la economía española que va a requerir mucha mano de obra.
Características de los inmigrantes
En 2008 la cifra de inmigrantes rebasó los cinco millones de personas. Se trata de una emigración bastante equilibrada.
Destinos preferidos de los inmigrantes
El grueso del proceso se concentra en unas pocas:
- Dos tercios en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía.
- El resto de las comunidades autónomas se reparten el otro tercio.