Futuro de la Población Española: Proyecciones y Desafíos
La población española ha disminuido por quinto año consecutivo. Aunque en 2018 hubo un ligero aumento del 0,32%, la tendencia general es preocupante. Se proyecta un crecimiento de solo 1,1 millones de habitantes en la próxima década. El Instituto Nacional de Estadística (INE) advierte sobre un grave peligro demográfico a largo plazo (2060), debido principalmente a la baja natalidad y la disminución de la inmigración.
Proyecciones Demográficas Clave
- A) Disminución Poblacional: España perderá población continuamente en los próximos años, alcanzando los 41 millones en 2060.
- B) Baja Tasa de Natalidad: Aunque ha habido un ligero aumento en la fecundidad, esta se mantiene lejos de la tasa de reemplazo generacional. Se observa una mayor inversión en el bienestar de los ancianos en comparación con los niños. Las dificultades económicas (desempleo, bajos salarios, acceso limitado al crédito) limitan la natalidad. Las madres españolas tienen su primer hijo a los 32,7 años de media, frente a los 30 años de las madres extranjeras. Se necesitan políticas natalistas para revertir esta situación.
- C) Envejecimiento de la Población: La estructura por edades de la población española está cambiando, con una disminución de jóvenes y adultos, y un aumento de la población anciana. Esto tiene repercusiones significativas en la economía y la sociedad, incrementando gastos en pensiones y sanidad. La esperanza de vida continúa aumentando. La OCDE insta a España a tomar medidas para afrontar los retos del envejecimiento, ya que se proyecta que se convertirá en el segundo país más envejecido de la organización.
- D) Saldo Vegetativo Negativo: Se prevé un mayor número de defunciones que de nacimientos en los próximos 15 años, resultando en un saldo vegetativo negativo. Esto se ve agravado por la emigración de españoles y extranjeros en busca de oportunidades laborales. Se estima una pérdida de un millón de habitantes para 2029.
- E) Saldo Migratorio Positivo: El saldo migratorio se tornó positivo en 2016 y se espera que continúe así, con una ganancia de 3,4 millones de personas en los próximos 15 años debido a las migraciones.
- F) Migración Interna: Baleares, Navarra y Madrid serán las regiones con mayor crecimiento poblacional, mientras que Ceuta, Melilla, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León experimentarán un saldo migratorio negativo.
Evolución de la Tasa de Desempleo en España (1975-2015)
El siguiente análisis se basa en una gráfica lineal que representa la tasa de paro en España desde 1975 hasta 2015, utilizando un eje cartesiano donde el eje «x» representa los años y el eje «y» el porcentaje de paro.
Fases de la Evolución del Desempleo
- 1ª Fase (1900-1975): Tasa de paro baja (3,7%). Las causas principales fueron:
- A) Emigración: La presión demográfica sobre el mercado laboral impulsó la emigración.
- B) Baja Incorporación de la Mujer: La mujer se dedicaba principalmente al cuidado de los hijos y del hogar.
- C) Economía Sumergida: Existencia de trabajos no registrados.
- 2ª Fase (1975-1985): Fuerte aumento de la tasa de paro (hasta el 21,5%) debido a la crisis del petróleo de 1975 y la reconversión industrial impulsada por Felipe González, que resultó en el cierre de sectores industriales poco rentables y el aumento del desempleo. Además, la generación del «baby boom» se incorporó al mercado laboral.
- 3ª Fase (1985-1995): Dos etapas diferenciadas:
- 1985-1990: Mejora de la situación económica y descenso de la tasa de paro.
- 1990-1995: Nueva crisis económica, impulsada por las exigencias de la Comunidad Europea para la adopción del euro, que provocó un aumento del desempleo.
- 4ª Fase (1995-2008): Descenso de la tasa de paro debido a una coyuntura económica favorable, la incorporación al mercado laboral de familias menos numerosas (nacidas en los años 70 y 80) y la flexibilización del empleo, con contratos que facilitaban la contratación de jóvenes.
- 5ª Fase (2008-Actualidad): La tasa de paro alcanzó su máximo histórico (27,2% en 2012) debido a la crisis económica, especialmente afectada por el peso del sector de la construcción y la existencia de tasas de contratación elevadas que facilitaron los despidos. Posteriormente, la tasa de paro ha ido descendiendo, situándose en un 14,4% en el momento del análisis.