Evolución Demográfica en España: 1960 vs. 2018

Este documento compara las pirámides de población de España de 1960 y 2018, obtenidas del Instituto Nacional de Estadística (INE). A través de su análisis, se explica la evolución, los cambios demográficos del país y las perspectivas futuras.

La pirámide de población es una representación gráfica que muestra la distribución por edad y sexo de una población. Los grupos de edad se organizan verticalmente, con los más jóvenes en la base y los mayores en la cima. Hombres y mujeres se representan a cada lado, y el eje horizontal indica el porcentaje de cada grupo.

España en 1960: Una Población Joven en Crecimiento

La pirámide de 1960 refleja un modelo demográfico tradicional, con altas tasas de natalidad y mortalidad. Esta pirámide progresiva indica una población joven, recuperándose de la crisis demográfica de la guerra y la posguerra.

La base ancha es resultado de una alta fecundidad y natalidad (superior al 25%), impulsada por la política natalista de la dictadura franquista, la alta nupcialidad y la prohibición de anticonceptivos. Este periodo se conoce como el «baby boom». Se observa un mayor número de varones nacidos entre 0 y 4 años, pero una mayor esperanza de vida en las mujeres, que duplican a los hombres en la cima de la pirámide. En 1960, la esperanza de vida era de 70 años.

En el grupo de hombres de 40-44 años, se aprecia un entrante debido a la sobremortalidad masculina causada por la guerra, la represión, enfermedades epidémicas, hambre y la emigración masculina de la posguerra.

España en 2018: Envejecimiento y Descenso de la Natalidad

La pirámide de 2018 muestra una estructura poblacional radicalmente diferente. Las bajas tasas de natalidad y mortalidad transforman la pirámide progresiva en una regresiva, con una base estrecha que indica envejecimiento poblacional.

Esta pirámide refleja una fuerte contracción de la natalidad desde 1980. Los menores de 16 años son un grupo reducido. La mayoría de la población se encuentra entre 16 y 44 años, seguidos por el grupo de 45 a 64 años. La población de 65 años o más representa 1/5 del total, superando a la población joven, lo que constata el envejecimiento.

Se observa un ensanchamiento entre los 35 y 60 años, correspondientes a las generaciones del «baby boom» de finales de los 60 y 70. Este engrosamiento también se explica por la inmigración laboral durante la expansión económica de España a partir del año 2000.

La esperanza de vida ha aumentado, siendo mayor en mujeres. La longevidad de la población española (83 años, la segunda más alta después de Japón) se debe a la mejora de la calidad de vida, el sistema sanitario y los buenos hábitos.

Perspectivas Futuras y Desafíos Demográficos

La comparación de ambas pirámides revela un proceso de envejecimiento imparable en España, agravado por:

  • El gran número de personas pertenecientes al «baby boom» que se convertirán en ancianos a mediados de siglo.
  • La caída de las tasas de fecundidad y natalidad, que imposibilitan el reemplazo generacional. España tiene la menor tasa de fertilidad de Europa (1,34 hijos por mujer). La maternidad se pospone (más allá de los 30 años) debido a la crisis económica.
  • La alta esperanza de vida (83 años).
  • La reducción del saldo migratorio, la emigración de jóvenes españoles y el retorno de migrantes debido a la crisis económica.

En conclusión, ambas pirámides muestran un cambio en la estructura de la población española y una acentuación del envejecimiento. Esto plantea un problema para la sostenibilidad del estado del bienestar, especialmente para las pensiones. El agotamiento de los fondos de reserva y la futura reducción de la población activa hacen temer por la calidad de vida de la generación del «baby boom».

Políticas Demográficas Propuestas

La información de las pirámides de población es crucial para planificar políticas demográficas, económicas y sociales. Los demógrafos proponen:

  • Promover la inmigración selectiva de jóvenes.
  • Incorporar a la mujer al mercado laboral de forma igualitaria, con políticas de conciliación familiar y laboral, y mejoras salariales.
  • Fomentar la natalidad con incentivos a las familias.
  • Aumentar la productividad y mejorar sueldos y empleos para favorecer el sistema de pensiones y la calidad de vida de la población envejecida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *