Evolución Demográfica de España desde el Siglo XIX

A) El Comienzo de la Época Industrial (1857-1900)

El crecimiento real de la población fue muy bajo (24 %). Era inferior al de Europa occidental y presentaba oscilaciones. Esto se debió a dos conjuntos de factores:

  • El mantenimiento del régimen demográfico antiguo, caracterizado por unas tasas de natalidad y mortalidad muy altas, y por consiguiente un crecimiento natural escaso.
     La natalidad era muy elevada (34-39%) debido principalmente a dos causas:
    • El predominio de una sociedad y una economía rurales, en las que los hijos eran muy baratos de mantener, empezaban a trabajar muy pronto, ayudando en las labores del campo, y aseguraban el porvenir de los progenitores en una época sin seguros de accidente o enfermedad ni jubilación.
    • La inexistencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos. La única posibilidad era retrasar la edad del matrimonio, acortando el periodo fértil de la mujer y, por consiguiente, el número de hijos por mujer (el índice sintético de fecundidad).
  • La mortalidad era alta y oscilante (entre 26-38%) y la esperanza de vida baja (alrededor de 30 años, diez menos que en el resto de Europa occidental). Las principales causas de mortalidad general eran: un bajo nivel de vida; una dieta alimenticia escasa y desequilibrada, de modo que la mayoría de la población estaba malnutrida y debilitada; unas condiciones médicas y sanitarias muy precarias. A todo ello se añadían los momentos de mortalidad catastrófica (sobremortalidad), causada por epidemias (tuberculosis, cólera), guerras y crisis de subsistencia por malas cosechas. La mortalidad infantil también era muy alta (entre 244-181%), debido a defectos congénitos, problemas en el parto, desnutrición e infecciones, entre otros factores.
  • La emigración transoceánica o a ultramar, que tuvo una etapa de auge durante este periodo. Los emigrantes solían ser varones jóvenes, solteros, con baja cualificación profesional, procedentes de regiones atlánticas en su mayoría (Galicia, Asturias, Canarias y Cantabria). Se dirigían principalmente hacia países latinoamericanos en busca de empleo, destacando Argentina, Cuba y Brasil.

B) La Transición Demográfica (1900-1975)

Se caracterizó por un fuerte incremento de la población, hasta situarse en torno a los 35,5 millones de habitantes. Esto se debió al alto crecimiento natural, aunque el crecimiento real habría sido mayor de no haberse visto limitado por la emigración:

  • El crecimiento natural fue elevado, como corresponde a la fase de transición demográfica que tuvo lugar durante este periodo. En comparación con otros países de Europa occidental, se inició más tarde en España, pero duró menos y fue más intensa.
    Los rasgos que la definen son los siguientes:
    •  La natalidad descendió de forma suave y discontinua, alternando períodos de bajada con otros de recuperación. De este modo, por ejemplo, entre 1930-1956 se produjo un descenso de la natalidad, causado por la crisis económica internacional de 1929 (la Gran Depresión), la inestabilidad política de la Segunda República (1931-1936), la Guerra Civil (1936-1939), que ocasionó subnatalidad, y la situación de la posguerra (1940-1955). Por el contrario, entre 1956-1965 se produjo una fuerte recuperación de la natalidad, interpretada por algunos autores como el baby boom posbélico retrasado. Se debió al desarrollo económico que siguió al fin del bloqueo internacional y de la autarquía.
    •  La mortalidad general descendió de forma acusada y continua, gracias al aumento del nivel de vida y los avances médico-sanitarios (vacunas, comercialización de antibióticos, extensión de la sanidad pública, mejora general de la higiene). Paralelamente, también disminuyó la mortalidad infantil y aumentó la esperanza de vida. No obstante, hubo episodios de mortalidad catastrófica por epidemias, sobre todo la gripe de 1918, y la Guerra Civil (1936-1939).
  • La emigración a ultramar mantuvo sus características generales, aunque disminuyó en número. Lo más destacado del periodo fue la emigración a Europa, muy intensa desde mediados del siglo XX. Se vio estimulada por la recuperación económica del continente tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y por la situación interna de nuestro país: incremento demográfico, mecanización del campo, imposibilidad de la industria y del turismo para absorber toda la mano de obra excedentaria.

C) Los Problemas Demográficos

España está experimentando profundas transformaciones demográficas desde 1975. Ha dejado de ser un país natalista, joven y emigratorio, para convertirse en un país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, envejecido e inmigratorio. Estos cambios conllevan otros de orden económico, social y cultural. Es imprescindible realizar proyecciones demográficas de futuro para planificar, por ejemplo, la necesidad de plazas escolares y de residencias para la tercera edad, el gasto sanitario y en pensiones, las ayudas sociales, entre otros aspectos. Sobre las bases de la dinámica y la estructura de la población española en la actualidad, el Instituto Nacional de Estadística (INE) establece las siguientes previsiones:

  • El crecimiento de la población continuará de forma moderada hasta 2050 por efecto de la inmigración. Desde entonces, descenderá debido al envejecimiento demográfico. La fecundidad se seguirá reduciendo.
  • En la estructura por sexo, seguirán predominando los varones entre los jóvenes y las mujeres entre las ancianas. No obstante, las diferencias numéricas entre ambos sexos se acortarán conforme el estilo de vida de las mujeres se aproxime al de los varones en algunos aspectos que entrañan mayor riesgo de muerte, como los hábitos sociales nocivos.
  • En cuanto a la estructura por edad, hacia 2050 España será uno de los países más envejecidos del mundo. Como consecuencia se agudizará la desaceleración económica y se elevarán los gastos en pensiones, sanidad y cuidados para los ancianos. La viabilidad del estado de bienestar se verá afectada, puesto que su financiación depende de las cotizaciones efectuadas por unos trabajadores en activo cuyo número es cada vez más reducido. Entre las posibles soluciones, se retrasará la edad de jubilación, se eliminarán las prejubilaciones y se fomentarán los fondos de pensiones. También habrá que prevenir y hacer un uso más racional de los recursos sanitarios, así como incentivar políticas que hagan frente a una tasa de dependencia de la población anciana cada vez mayor.
  • Se ampliarán los flujos intraprovinciales y se reducirán los interprovinciales. La inmigración extranjera seguirá creciendo.

D) Comienzo de la Época Postindustrial (1975-1999)

  • El régimen demográfico moderno, caracterizado por unas tasas de natalidad y mortalidad muy bajas; por consiguiente, el crecimiento natural fue escaso o prácticamente nulo.
    •  El descenso de la natalidad fue brusco. El índice sintético de fecundidad alcanzó en 1981 la cifra de 2,1 hijos por mujer, límite necesario para que una generación pueda reemplazarse a sí misma, y continuó disminuyendo hasta alcanzar su mínimo histórico en 1998 (1,13 hijos por mujer). Las principales causas que explican este descenso de la natalidad son:
      • Cambios de mentalidad y valores en la sociedad española desde la transición a la democracia, como la expansión de la vida urbana y la modernización de las pautas de comportamiento social y reproductivo. En general, ha disminuido la influencia religiosa; se ha retrasado la edad del matrimonio; se han despenalizado y difundido los anticonceptivos; se ha legalizado el aborto en ciertos supuestos; las mujeres se han incorporado al mundo del trabajo fuera del hogar, entre otros aspectos que han hecho retrasar la maternidad y disminuir el número de hijos por mujer. Además, los gastos que ocasionan los hijos y la dedicación que requieren compiten, en el ideario colectivo, con el deseo de consumo material y de tiempo libre para el ocio. Por otra parte, han ganado importancia las relaciones de pareja sobre las reproductoras, y han surgido formas familiares distintas del matrimonio que son menos prolíficas (cohabitación, hogares monoparentales, maternidad en solitario, por ejemplo).
      • Situaciones económicas de crisis y reajustes (1975-1985; 1992-1995), con la consiguiente precariedad laboral, alto precio de compra y alquiler de vivienda, entre otros problemas que también inciden en la disminución del número de hijos por mujer.
  • Un saldo migratorio positivo. Durante las dos décadas de 1980 y 1990 comenzó el retorno de los antiguos emigrantes y también una incipiente llegada de inmigrantes extranjeros, hecho que se aceleró a partir de 1995. España dejó de ser un país de emigración y se convirtió en un país receptor de inmigrantes. En aquellos años su procedencia fue mayoritariamente continental, tanto de la Unión Europea como de los países del este de Europa.

Glosario de Términos Demográficos

CENSO DE POBLACIÓN: recuento exhaustivo de la población total de un país en un momento determinado (momento censal). El objetivo original del censo era actualizar las cifras de habitantes, hecho que hoy es secundario debido a la existencia de un registro de población permanentemente actualizado: el Padrón Continuo.

CORRIENTE MIGRATORIA: conjunto de personas que se desplazan de un lugar a otro durante un tiempo considerable o indefinido, implicando un traslado de su residencia y la reorganización de sus vidas, con un cambio de entorno político-administrativo, social y cultural.

CRECIMIENTO NATURAL DE LA POBLACIÓN (SALDO VEGETATIVO): diferencia entre la natalidad y la mortalidad en un año. Se puede calcular en cifras absolutas (CN = N – D) o en cifras relativas (tasa de CN = TN – TM = 0/00).

CRECIMIENTO REAL LA POBLACIÓN: cambio en el número de efectivos de una población como consecuencia del crecimiento natural o vegetativo (es decir, la diferencia entre la natalidad y la mortalidad) y del saldo migratorio (es decir, la diferencia entre la inmigración y la emigración). Puede calcularse en números absolutos o mediante tasas.

DENSIDAD DE POBLACIÓN: promedio de habitantes por kilómetro cuadrado en un territorio (DP = P /S = hab/km2).

ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN: situación demográfica en la que el porcentaje de ancianos (mayores de 64 años) representa más del 12 % de la población total, mientras que el porcentaje de jóvenes (menores de 14 años) significa menos del 25 %.

ESPERANZA DE VIDA: índice demográfico que expresa los años que, por término medio, se espera que vivan los individuos de una generación teniendo en cuenta los patrones de mortalidad de la población a la que pertenecen, calculándolo en el momento de nacer (esperanza de vida al nacimiento) o en alguna otra edad (la esperanza de vida a los 65 años, por ejemplo).

ÉXODO RURAL: desplazamiento de población desde las áreas rurales hasta las urbanas. Es un movimiento migratorio interior.

MIGRACIÓN: movimiento de población en el espacio. Se distingue entre emigración (salida de población desde su lugar de origen) e inmigración (llegada de población a un lugar de destino).

POBLACIÓN ACTIVA: conjunto de personas en edad de trabajar (16-65 años [la jubilación aumentará progresivamente hasta los 67 años en 2027]) que, en un período de referencia dado, ya están insertas en el mercado laboral y suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos.

TASA DE NUPCIALIDAD: número de matrimonios por cada mil habitantes en un año y en un ámbito territorial determinado (TNup = Mt · 1000 / P). Se expresa en tantos por mil (o/oo). En España, la tasa de nupcialidad experimentó un brusco descenso entre 1976 y 1982, pasando de 7,2 o/oo a 5,07 o/oo.

TASA DE MORTALIDAD INFANTIL: total de defunciones de menores de un año por cada mil nacidos vivos en ese año, en un ámbito territorial determinado (TMI = D<1 · 1000 / NV). Se expresa en tantos por mil (o/oo).

TASA BRUTA DE MORTALIDAD: total de defunciones por cada mil habitantes en un año y en un ámbito territorial determinado (TM = D · 1000 / P). Se expresa en tantos por mil (o/oo). En España, la tasa de mortalidad inició su descenso a finales del siglo XIX.

SALDO MIGRATORIO (BALANCE MIGRATORIO): diferencia entre la inmigración (población que llega) y la emigración (población que se marcha) [SM = I – E]. España ha sido históricamente un país expulsor de emigrantes, pero a partir de 1975 se ha convertido en un país receptor de inmigrantes, dando lugar a un periodo de boom migratorio con saldo positivo, sobre todo desde 1990.

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