El Movimiento Natural de la Población Española en el Último Siglo

Evolución de la Natalidad

La evolución de la natalidad en España durante el último siglo ha sido similar a la del resto de países desarrollados, experimentando una caída considerable en todo ese periodo. La tasa de natalidad, que mide el número de nacimientos que se producen al año por cada mil habitantes, ha descendido de forma constante pero con algunas discontinuidades, alternando periodos de decrecimiento con otros de recuperación:

• A comienzos del siglo XX, la natalidad comenzó a descender paulatinamente. Sin embargo, se produce un periodo de cierta prosperidad económica que permite una recuperación.
• La crisis de 1929, la inestabilidad política de la Segunda República y la Guerra Civil produjeron un brusco descenso en los nacimientos, si bien se recuperaron ligeramente en los años inmediatamente posteriores al conflicto.
• La tendencia al descenso continuó produciéndose hasta mediados de la década de 1950.
• A partir de los años 50 y hasta los 60 se produce un nuevo periodo de crecimiento en la natalidad, asociado a una época de desarrollo económico.
• Desde entonces, el número de nacimientos desciende hasta la década de 1980.
• A lo largo de los años 90 y principios del siglo XXI las tasas de natalidad se mantienen muy bajas pero estables.

Las causas del descenso del número de nacimientos son bien conocidas:

• El retraso en la edad de contraer matrimonio.
• El descenso de la nupcialidad.
• La progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral.

Evolución de la Mortalidad

La tasa de mortalidad mide el número de defunciones que se producen al año por cada mil habitantes. Esta tasa también ha descendido notablemente a lo largo de todo el último siglo.

• A principios del siglo XX, la mortalidad era muy elevada y la esperanza de vida al nacer era muy baja.
• Desde entonces, se inicia un descenso sostenido, que solo se interrumpe por dos hechos:
  • La epidemia de gripe de 1918, que causó la muerte a muchas personas.
  • La Guerra Civil, con una mortalidad muy elevada tanto en ejércitos como entre la población civil, pero afectando más a los hombres que a las mujeres.
• Desde finales de los años 40, las tasas de mortalidad son muy bajas y se encuentran estabilizadas, aunque presentan una ligera tendencia al alza debido al envejecimiento poblacional.

La mortalidad ha descendido como consecuencia de:

• El aumento del nivel de renta de la población, que ha provocado una mejor alimentación y una reducción en las enfermedades.
• Los avances en el campo de la higiene y la sanidad, con la comercialización de nuevos medicamentos y la extensión de la sanidad pública.
• La mejora del nivel educativo, que ha ayudado a prevenir y a tratar a tiempo algunas enfermedades.