3.1 Evolución geológica: El relieve actual de la Península es el resultado de una historia geológica de millones de años en la que se han alternado fases orogénicas con otras de calma, en las que ha predominado la erosión y la sedimentación. Un factor fundamental ha sido su situación entre dos placas tectónicas: la euroasiática y la africana. 3.1.1 Era arcaica o Precámbrico (4.000-600 millones de años): Durante la mayor parte de este período las tierras que hoy forman la Península se encontraban cubiertas por el mar.
Solo emergieron del mar algunos núcleos aislados en la zona de la actual Galicia y algunos puntos del Sistema Central y los Montes de Toledo. Las rocas predominantes eran las silíceas, fundamentalmente pizarras y gneis. Este macizo precámbrico fue arrasado posteriormente por la erosión y cubierto casi en su totalidad por los mares paleozoicos. En Galicia y en diversos sectores del Sistema Central se conservan restos precámbricos. 3.1.2 Era primaria o Paleozoico (600-225 millones de años): Durante este período tiene lugar la orogénesis herciniana. De los mares que cubrían la mayor parte de la Península surgieron las cordilleras hercinianas, formadas por materiales silíceos como el granito, la pizarra y la cuarcita. Estas cordilleras hercinianas son las siguientes: • El Macizo Hespérico: en la zona oeste de la Península. • En la zona noreste aparecieron los macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro. • En la zona sureste el Macizo Bético-Rifeño. Todos estos macizos fueron arrasados por la erosión durante la era primaria y convertidos en zócalós. 3.1.3 Era secundaria o Mesozoico (225-68 millones de años): Fue un periodo de clama orogénica en el que predominaron la erosión y la sedimentación, lo que favorecíó que continuara el arrasamiento de las cordilleras hercinianas. Además, en esta etapa se produjeron transgresiones y regresiones marinas, es decir avances y retrocesos en el nivel del mar: en las etapas de transgresión el mar aumentaba de nivel y cubría parte de las tierras emergidas; en las etapas de regresión descendía el nivel del mar y retrocedía. Las transgresiones y regresiones marinas intensificaron la erosión y favorecieron la sedimentación de materiales plásticos (calizas, areniscas y margas), con una especial intensidad en las fosas marinas situadas en las actuales zonas pirenaica y bética,
y en el borde oriental del macizo Hespérico. 3.1.4 Era terciaria o Cenozoico (68-1,7 millones de años): Es un período clave para la historia geológica peninsular, en el que se definen las líneas maestras del relieve actual. Es un período constructivo, de gran dinamismo tectónico. Durante este período tiene lugar la orogénesis alpina, como consecuencia del choque de la placa euroasiática con la africana, que tuvo las siguientes consecuencias: • Se levantaron las cordilleras alpinas, al plegarse los materiales plásticos depositados en las fosas pirenaica y bética. Así surgieron los Pirineos y las Cordilleras
Béticas. • Se formaron las depresiones prealpinas entre las nuevas cordilleras y el Macizo Hespérico: la depresión del Ebro y la del Guadalquivir. • El zócalo del macizo Hespérico, formado por materiales paleozoicos rígidos, experimentó fracturas y fallas. Unos bloques se levantaron y dieron lugar al Macizo Galaico y a las sierras interiores (Sistema Central y Montes de Toledo). Otros bloques se hundieron y formaron las cuencas sedimentarias castellanas. Además, el zócalo basculó hacia el Atlántico, determinando la orientación hacia ese océano de los principales ríos peninsulares. • Los materiales plásticos depositados en los bordes del macizo Hespérico en la era secundaria se plegaron y dieron lugar a los rebordes montañosos: Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Cordillera Costero-catalana y Sierra Morena. • En algunos enclaves aislados de la Península surgieron focos de actividad volcánica, como en el Campo de Calatrava (Ciudad Real), Olot (Girona) y el Cabo de Gata (Almería). • En último lugar, surgíó el archipiélago canario, debido a las fracturas que provocó la orogenia alpina en el fondo del océano Atlántico, a través de las cuales ascendieron materiales volcánicos que se solidificaron y formaron las islas Canarias. 3.1.5 Era cuaternaria o Neozoico (1,7 millones de años hasta la actualidad): Es un período de calma orogénica durante el cual los agentes erosivos modelan el paisaje peninsular. Los fenómenos más destacados fueron: El glaciarismo: la alternancia climática de fases glaciares de intenso frío y fases interglaciares de clima más templado, afectó a las cordilleras más altas (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada) dando lugar a formas propias del modelado glaciar como circos, valles en “U”, morrenas,
La red hidrográfica se establece definitivamente, erosionando los relieves por los que discurre, formando valles fluviales y terrazas. Por último, los cambios climáticos han provocado ascensos y descensos del nivel del mar, configurando el perfil de las costas. 3.2 Principales unidades morfoestructurales: En la Península se encuentran presentes las grandes unidades morfoestructurales del relieve continental: zócalós, macizos antiguos, cordilleras de plegamiento y cuencas sedimentarias o depresiones. 3.2.1 Los zócalós: Son llanuras o mesetas formadas en la era primaria o paleozoico como resultado del arrasamiento por la erosión de cordilleras surgidas en la orogénesis herciniana. Los materiales paleozoicos son rocas silíceas: granito, pizarra, cuarcita, gneis,… Son muy rígidas, por lo que, ante nuevos empujes orogénicos, no se pliegan sino que se facturan o se rompen. En la actualidad los zócalós son relieves predominantemente horizontales, que ocupan extensas áreas en la mitad occidental de la Península (penillanuras castellanas y extremeñas) donde el macizo Hespérico aflora en superficie. 3.2.2 Los macizos antiguos: Son sectores del zócalo que fueron afectados por la orogenia alpina y, como consecuencia se deformaron y rejuvenecieron, originando montañas medias. Por tanto, sus materiales también son paleozoicos (silíceos): materiales rígidos que al ser presionados han dado lugar a bloques fracturados que forman horst y graben. En la actualidad estos macizos presentan cumbres suaves y redondeadas, al ser superficies de erosión elevadas. En la Península, son macizos antiguos las sierras interiores de la Meseta (Sistema Central y Montes de Toledo), el Macizo Galaico y parte occidental de la Cordillera Cantábrica. 3.2.3 Las cordilleras de plegamiento: Son grandes elevaciones montañosas que surgieron en la orogénesis de la era terciaria por el plegamiento de materiales sedimentarios, fundamentalmente calizos, depositados en el mar en la era secundaria. Se distinguen dos tipos: • Cordilleras intermedias, formadas por materiales secundarios depositados en los rebordes del zócalo (Sistema Ibérico y parte de la Cordillera Cantábrica).
• Cordilleras alpinas, formadas por el plegamiento de materiales secundarios depositados en geosinclinales o fosas marinas largas y profundas (Pirineos y Cordilleras Béticas). En la actualidad las cordilleras de plegamiento presentan fuertes pendientes y formas escapadas, ya que, por su relativa juventud, la erosión todavía no las ha suavizado. 3.2.4 Las cuencas sedimentarias o depresiones: Son zonas hundidas formadas en la era terciaria y rellenadas con sedimentos, principalmente de caliza, arcilla, arenisca o marga. Las cuencas sedimentarias son de dos tipos: • Las cuencas formadas por el hundimiento de un bloque del zócalo a causa de las presiones orogénicas de la era terciaria (depresiones meseteñas del Duero, Tajo y Guadiana). • Las depresiones prealpinas, localizadas a ambos lados de las cordilleras alpinas (depresiones del Ebro y Guadalquivir). Su origen está relacionado con la formación de las grandes cordilleras alpinas que se levantaron junto a ellas. Hoy estas cuencas sedimentarias son relieves horizontales o suavemente inclinados porque no han sido afectados por orogénesis posteriores.
Solo emergieron del mar algunos núcleos aislados en la zona de la actual Galicia y algunos puntos del Sistema Central y los Montes de Toledo. Las rocas predominantes eran las silíceas, fundamentalmente pizarras y gneis. Este macizo precámbrico fue arrasado posteriormente por la erosión y cubierto casi en su totalidad por los mares paleozoicos. En Galicia y en diversos sectores del Sistema Central se conservan restos precámbricos. 3.1.2 Era primaria o Paleozoico (600-225 millones de años): Durante este período tiene lugar la orogénesis herciniana. De los mares que cubrían la mayor parte de la Península surgieron las cordilleras hercinianas, formadas por materiales silíceos como el granito, la pizarra y la cuarcita. Estas cordilleras hercinianas son las siguientes: • El Macizo Hespérico: en la zona oeste de la Península. • En la zona noreste aparecieron los macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro. • En la zona sureste el Macizo Bético-Rifeño. Todos estos macizos fueron arrasados por la erosión durante la era primaria y convertidos en zócalós. 3.1.3 Era secundaria o Mesozoico (225-68 millones de años): Fue un periodo de clama orogénica en el que predominaron la erosión y la sedimentación, lo que favorecíó que continuara el arrasamiento de las cordilleras hercinianas. Además, en esta etapa se produjeron transgresiones y regresiones marinas, es decir avances y retrocesos en el nivel del mar: en las etapas de transgresión el mar aumentaba de nivel y cubría parte de las tierras emergidas; en las etapas de regresión descendía el nivel del mar y retrocedía. Las transgresiones y regresiones marinas intensificaron la erosión y favorecieron la sedimentación de materiales plásticos (calizas, areniscas y margas), con una especial intensidad en las fosas marinas situadas en las actuales zonas pirenaica y bética,
y en el borde oriental del macizo Hespérico. 3.1.4 Era terciaria o Cenozoico (68-1,7 millones de años): Es un período clave para la historia geológica peninsular, en el que se definen las líneas maestras del relieve actual. Es un período constructivo, de gran dinamismo tectónico. Durante este período tiene lugar la orogénesis alpina, como consecuencia del choque de la placa euroasiática con la africana, que tuvo las siguientes consecuencias: • Se levantaron las cordilleras alpinas, al plegarse los materiales plásticos depositados en las fosas pirenaica y bética. Así surgieron los Pirineos y las Cordilleras
Béticas. • Se formaron las depresiones prealpinas entre las nuevas cordilleras y el Macizo Hespérico: la depresión del Ebro y la del Guadalquivir. • El zócalo del macizo Hespérico, formado por materiales paleozoicos rígidos, experimentó fracturas y fallas. Unos bloques se levantaron y dieron lugar al Macizo Galaico y a las sierras interiores (Sistema Central y Montes de Toledo). Otros bloques se hundieron y formaron las cuencas sedimentarias castellanas. Además, el zócalo basculó hacia el Atlántico, determinando la orientación hacia ese océano de los principales ríos peninsulares. • Los materiales plásticos depositados en los bordes del macizo Hespérico en la era secundaria se plegaron y dieron lugar a los rebordes montañosos: Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Cordillera Costero-catalana y Sierra Morena. • En algunos enclaves aislados de la Península surgieron focos de actividad volcánica, como en el Campo de Calatrava (Ciudad Real), Olot (Girona) y el Cabo de Gata (Almería). • En último lugar, surgíó el archipiélago canario, debido a las fracturas que provocó la orogenia alpina en el fondo del océano Atlántico, a través de las cuales ascendieron materiales volcánicos que se solidificaron y formaron las islas Canarias. 3.1.5 Era cuaternaria o Neozoico (1,7 millones de años hasta la actualidad): Es un período de calma orogénica durante el cual los agentes erosivos modelan el paisaje peninsular. Los fenómenos más destacados fueron: El glaciarismo: la alternancia climática de fases glaciares de intenso frío y fases interglaciares de clima más templado, afectó a las cordilleras más altas (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada) dando lugar a formas propias del modelado glaciar como circos, valles en “U”, morrenas,
La red hidrográfica se establece definitivamente, erosionando los relieves por los que discurre, formando valles fluviales y terrazas. Por último, los cambios climáticos han provocado ascensos y descensos del nivel del mar, configurando el perfil de las costas. 3.2 Principales unidades morfoestructurales: En la Península se encuentran presentes las grandes unidades morfoestructurales del relieve continental: zócalós, macizos antiguos, cordilleras de plegamiento y cuencas sedimentarias o depresiones. 3.2.1 Los zócalós: Son llanuras o mesetas formadas en la era primaria o paleozoico como resultado del arrasamiento por la erosión de cordilleras surgidas en la orogénesis herciniana. Los materiales paleozoicos son rocas silíceas: granito, pizarra, cuarcita, gneis,… Son muy rígidas, por lo que, ante nuevos empujes orogénicos, no se pliegan sino que se facturan o se rompen. En la actualidad los zócalós son relieves predominantemente horizontales, que ocupan extensas áreas en la mitad occidental de la Península (penillanuras castellanas y extremeñas) donde el macizo Hespérico aflora en superficie. 3.2.2 Los macizos antiguos: Son sectores del zócalo que fueron afectados por la orogenia alpina y, como consecuencia se deformaron y rejuvenecieron, originando montañas medias. Por tanto, sus materiales también son paleozoicos (silíceos): materiales rígidos que al ser presionados han dado lugar a bloques fracturados que forman horst y graben. En la actualidad estos macizos presentan cumbres suaves y redondeadas, al ser superficies de erosión elevadas. En la Península, son macizos antiguos las sierras interiores de la Meseta (Sistema Central y Montes de Toledo), el Macizo Galaico y parte occidental de la Cordillera Cantábrica. 3.2.3 Las cordilleras de plegamiento: Son grandes elevaciones montañosas que surgieron en la orogénesis de la era terciaria por el plegamiento de materiales sedimentarios, fundamentalmente calizos, depositados en el mar en la era secundaria. Se distinguen dos tipos: • Cordilleras intermedias, formadas por materiales secundarios depositados en los rebordes del zócalo (Sistema Ibérico y parte de la Cordillera Cantábrica).
• Cordilleras alpinas, formadas por el plegamiento de materiales secundarios depositados en geosinclinales o fosas marinas largas y profundas (Pirineos y Cordilleras Béticas). En la actualidad las cordilleras de plegamiento presentan fuertes pendientes y formas escapadas, ya que, por su relativa juventud, la erosión todavía no las ha suavizado. 3.2.4 Las cuencas sedimentarias o depresiones: Son zonas hundidas formadas en la era terciaria y rellenadas con sedimentos, principalmente de caliza, arcilla, arenisca o marga. Las cuencas sedimentarias son de dos tipos: • Las cuencas formadas por el hundimiento de un bloque del zócalo a causa de las presiones orogénicas de la era terciaria (depresiones meseteñas del Duero, Tajo y Guadiana). • Las depresiones prealpinas, localizadas a ambos lados de las cordilleras alpinas (depresiones del Ebro y Guadalquivir). Su origen está relacionado con la formación de las grandes cordilleras alpinas que se levantaron junto a ellas. Hoy estas cuencas sedimentarias son relieves horizontales o suavemente inclinados porque no han sido afectados por orogénesis posteriores.