Las Migraciones Internas en España: Siglo XX y XXI
Las migraciones interiores en España han sido y son muy importantes, porque influyen en el reparto de la población, y en el del envejecimiento y la Tasa Bruta de Natalidad (TBN). En los últimos cien años se han dado dos fases:
1. Desde Comienzos del Siglo XX hasta 1975: El Éxodo Rural
Se dio el llamado éxodo rural, que supuso el traslado de un importante porcentaje de población desde el mundo rural y las actividades agrarias a las grandes ciudades, donde se localizaban las nuevas actividades industriales y de servicios, y a las zonas donde se desarrollaban las actividades turísticas.
El éxodo rural tuvo dos etapas muy marcadas:
- Desde principios del siglo XX a 1960: fue lento y discontinuo.
- De 1960 a 1975: fue acelerado, afectando a una tercera parte de la población española.
Este traslado de población joven, en edad de trabajar, ocasionó la diferenciación de dos tipos de zonas:
- Zonas receptoras de población: se rejuvenecían y tenían un fuerte dinamismo económico. Estas zonas fueron Madrid y su hinterland, el litoral mediterráneo, los archipiélagos balear y canario, el litoral cantábrico (especialmente el vasco), la Andalucía atlántica, el litoral gallego, y las conexiones del valle del Ebro (con su centro en Zaragoza) y de Valladolid.
- Zonas emisoras de población: se envejecían y tenían bajísimas TBN y de crecimiento. Principalmente el interior español, muy especialmente el situado al noroeste y en las zonas de montaña pirenaica y del Sistema Ibérico.
2. A partir de 1975: Nuevas Tendencias Migratorias
Los movimientos migratorios interiores cambiaron: el éxodo rural comenzó a declinar y aparecieron novedades:
- Los movimientos interiores de población, especialmente desde los noventa, se incrementaron, participando en ellos también los inmigrantes extranjeros.
- Los movimientos desde el interior envejecido hacia las zonas de crecimiento económico han continuado, pero reduciendo drásticamente su importancia.
- El litoral cantábrico ha perdido importancia como foco de atracción de población; por el contrario, ha deslocalizado actividades y población hacia las provincias limítrofes de Cantabria, Navarra, La Rioja, Burgos o Soria.
- Han cobrado importancia los movimientos entre zonas desarrolladas.
- Está teniendo gran importancia (casi el 60 % de las migraciones interiores) la salida de población y localizaciones productivas desde la ciudad (especialmente las grandes ciudades) hacia localidades próximas y bien comunicadas, dando lugar a la formación de densas áreas metropolitanas en las ciudades.
- Algunas zonas del interior con atractivos turísticos (zonas de montaña o de belleza paisajística) han comenzado a ser focos de atracción para la población.
Los resultados de estas corrientes migratorias interiores han sido:
- Un incremento del desequilibrio en el reparto de la población española entre el interior y el litoral (y archipiélagos), especialmente el mediterráneo y atlántico andaluz.
- Un reforzamiento de las diferencias en el grado de envejecimiento entre las provincias que reciben inmigración interior y exterior y las que emiten emigrantes.
- Un aumento en las diferencias en el dinamismo demográfico y en las TBN y Tasa Bruta de Mortalidad (TBM) entre las zonas emisoras y las receptoras.
El Futuro de la Población en España
El futuro de la población en España estará acondicionado por los comportamientos demográficos y sociales del presente, y aunque no se pueden excluir cambios en las tendencias demográficas, las previsiones anticipan algunos rasgos de futuro. Estos son:
- El proceso de envejecimiento va a continuar, ya que las generaciones que se aproximan a las edades más altas son más numerosas.
- Las tasas de natalidad pueden experimentar un relativo aumento, apoyado en unas tasas de fecundidad más altas. En cualquier caso, parece necesario que la sociedad tome conciencia de la necesidad de facilitar cada vez más la compatibilización de las labores profesionales con las de la paternidad y maternidad.
- El crecimiento demográfico será lento pero todavía positivo, aunque es probable que los crecimientos demográficos se vean reforzado por la llegada de inmigrantes.
- Los contrastes demográficos entre el medio rural y el urbano se van a acentuar; las generaciones que han quedado en el medio rural están muy envejecidas, por lo que su sustitución es difícil. Las comunidades autónomas con comarcas rurales en esta situación pueden acusar este desequilibrio demográfico.
Caso de Estudio: Valencia y su Evolución Urbana
Valencia presenta una morfología urbana compleja, en la que pueden distinguirse diferentes áreas que corresponden a las distintas etapas del crecimiento de la ciudad: el casco antiguo, el ensanche y la periferia.
El Casco Antiguo de Valencia
Es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta el crecimiento urbano de mediados del siglo XIX. El de Valencia tiene un origen romano y se ubica en el golfo de Valencia. La ciudad tenía una situación favorable respecto a las comunicaciones (en la gran calzada litoral) y respecto a la actividad económica (estaba rodeada de un entorno de buenas condiciones agrícolas).
En la Edad Media el casco antiguo estuvo rodeado por una muralla en la época musulmana y por otra en la época cristiana (siglo XIV), que seguía el trazado de la actual ronda. El plano fue irregular en la época musulmana, con calles estrechas y plazas sin formas definidas. La trama del casco antiguo es compacta. La edificación, inicialmente de baja altura, ha experimentado una progresiva verticalización.
El Ensanche de Valencia
Desde mediados del siglo XIX el crecimiento de la ciudad obligó a ampliar el recinto urbano. Las causas fueron la prosperidad agraria, un primer proceso de industrialización (en torno a las industrias de la madera y del mueble y de la metalurgia) y la revolución de los transportes (trazado de una tupida red ferroviaria que tenía como centro la ciudad y ampliación y modernización del puerto del Grao), que consolidó la función exportadora de la ciudad y la convirtió en centro importador y redistribuidor.
Para ampliar la ciudad, las murallas del siglo XIV fueron derribadas. El ensanche burgués se realizó rodeando por el sur al casco antiguo, en diversas fases que vienen limitadas por grandes vías. Las barriadas industriales se crearon sobre todo en la zona portuaria y en la parte meridional, con casas pequeñas y materiales de mala calidad, que sufrieron un temprano deterioro.
La Periferia de Valencia
En la segunda mitad del siglo XX la industria y los servicios crecieron notablemente, y con ellos la inmigración, la población y la urbanización, dando lugar a una extensa periferia en la que se instalaron áreas industriales, enormes barriadas para acoger a los inmigrantes al oeste y sur del ensanche y equipamientos.
Los principales ejes de crecimiento urbano desde mediados del siglo XX han sido los siguientes:
- El sur de la ciudad, a raíz del trazado de un nuevo curso artificial para el Turia. La obra, que empezó a planearse desde la inundación de 1957, y ha supuesto además la creación de una ronda de tráfico de gran capacidad, ya que el nuevo cauce está flanqueado por autovías.
- El norte de la ciudad, pues el viejo cauce se convirtió en un espacio verde. El puerto ha quedado plenamente integrado en la ciudad, presentando una gran actividad de carga y pasaje, y la ciudad se ha desbordado sobre los municipios periféricos para formar una gran aglomeración urbana.
Actualmente las funciones de la ciudad son industriales (metalurgia, construcciones mecánicas, etc.).