El Proceso de Industrialización Español: Antecedentes y Evolución
Antecedentes en el Siglo XVIII
En el siglo XVIII, España presentaba condiciones favorables para la industrialización, como una artesanía variada, la existencia de reales fábricas y abundantes recursos minerales. Sin embargo, también existían condiciones negativas como la insuficiencia energética, la escasez de tecnología, una mentalidad rural y la ausencia de un mercado interior.
Inicios de la Industrialización
Mientras que en Europa la Revolución Industrial se consolidó a mediados del siglo XIX, en España las primeras industrias en despegar fueron la siderurgia y la textil. Poco después, el ferrocarril, construido por empresas y capitales extranjeros, se desarrolló principalmente al servicio de la explotación minera. España se convirtió en el primer país productor de hierro, exportando gran parte a Gran Bretaña. Los barcos que transportaban el hierro volvían cargados de carbón para la industria vizcaína. Así nació la industria española, que avanzó lentamente y siempre apoyada en un fuerte proteccionismo. Los problemas que frenaron su desarrollo fueron el carácter rural del país, la ausencia de una burguesía emprendedora y la debilidad del mercado interior. Las primeras industrias que se desarrollaron fueron la textil y la siderurgia.
La Industria hasta la Guerra Civil
Durante el primer tercio del siglo XX, la industria española se consolidó gracias a tres circunstancias favorables: la política proteccionista, la repatriación de capitales tras la pérdida de las colonias y la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, las compañías extranjeras abandonaron las minas españolas.
La Postguerra
Después de la Guerra Civil, la política económica de Franco se basó en la autarquía y el intervencionismo. A partir de los años 50, comenzó una nueva etapa con el fin del aislamiento y la integración gradual de España en la economía mundial. El despliegue de la industria española se caracterizó por la dualidad (grandes empresas junto a pequeñas y medianas) y la concentración en tres polos: Cataluña, País Vasco y Madrid.
Los Años 60
En los años 60, hubo un gran crecimiento económico debido a la llegada de capital extranjero, la instalación de empresas y multinacionales, el turismo masivo y las divisas aportadas por los emigrantes. El PIB creció un 7% anual. La industria española mejoró mucho, pero presentaba problemas como la gran dependencia tecnológica, la concentración geográfica y el aumento de la diferencia entre regiones ricas y pobres.
Crisis y Reestructuración de los 80
La crisis de los años 80 tuvo causas externas como los precios del petróleo, el incremento de la competitividad, la aparición de nuevos países industriales y el retraso en el uso de nuevas tecnologías. También hubo causas internas como la dependencia energética y tecnológica, las dimensiones inadecuadas de la industria española, el endeudamiento y la crisis política tras la muerte de Franco.
Características Generales y Distribución de la Industria
Características
Tras la unión de España a la UE, la política industrial española siguió las directrices de la UE, que incluían el fomento de la investigación (I+D), inversiones para la formación de mano de obra, el desarrollo de proyectos internacionales, la ayuda a la pequeña y mediana empresa y la creación de centros comunes de investigación. Para cumplir los requisitos de la UE, la industria española tuvo que llevar a cabo diversas reconversiones industriales, cuyos frutos se notaron en aspectos como el desarme arancelario, la obtención de subvenciones y las ayudas para incentivar la industria en crisis.
Distribución de la Industria
Desde sus orígenes, la industria española ha presentado una gran polarización geográfica, alcanzando su punto máximo entre 1965 y 1975. Este modelo comenzó a cambiar en los años 80 debido al encarecimiento del suelo en las áreas industriales y al déficit de infraestructura. Ante estos problemas, se buscaron nuevos emplazamientos favorecidos por la mejora de los sistemas de transporte y comunicación, la accesibilidad a los mercados y las medidas adoptadas por los poderes públicos. Hoy en día, la distribución de la industria en España presenta las siguientes características:
- Consolidación de Madrid y Barcelona como centros neurálgicos de la industria española.
- Declive de los espacios tradicionales de la industria, dando lugar a nuevas zonas industriales.
- Existencia de espacios industriales en expansión, como las áreas periurbanas y los ejes de desarrollo (Eje del Ebro y Eje del Mediterráneo).
- Espacios de industrialización escasa, correspondientes a las zonas interiores de la península y algunas zonas periféricas.