Etapas del Desarrollo de la Economía Mundial
2. Crecimiento, Desigualdades y Cambio Estructural en la Economía
2.1. Crecimiento Económico
¿Por qué la economía crece más en unos países que en otros? Esta es la pregunta que desde siempre se ha hecho la economía y que dio inicio a la filosofía de Adam Smith. La renta per cápita es el indicador más adecuado para calcular el bienestar social, y es en el primer periodo cuando se ha incrementado, así como lo hizo la población y el comercio internacional. Hay crecimiento en un determinado periodo de tiempo, aunque no todos los países lo han hecho en la misma medida, y esto ha provocado que exista esta diferencia de bienestar social entre los países. Hay que destacar que actualmente son Japón y China los que han tenido un cambio excepcional en su crecimiento económico.
2.2. Desigualdad en la Renta
En nuestro mundo hay países con parámetros económicos diferentes, es decir, hay mucha diferencia entre las regiones ricas y pobres. Para ello, existe un término denominado convergencia económica, que se usa para denominar una reducción de las diferencias económicas (medidas en términos de renta per cápita) entre los países ricos y pobres. No obstante, no hay convergencia económica a nivel mundial, sólo convergencia condicional, es decir, un acercamiento en los niveles de productividad de economías con parámetros básicos relativamente semejantes. El índice de Gini se utiliza para medir la desigualdad de los ingresos, y los valores que puede tomar esta ronda entre 0 y 1, donde 0 indica que existe una perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y el valor 1 indica que existe una perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).
2.3. Cambio Estructural: Población, Estructura Productiva, Comercio y Estado
Factores:
- Capital humano
- Progreso técnico y capitalización: gracias a los cambios en las actividades agrarias y terciarias.
- Ventajas en la economía de escala: lograda por el mérito en la internacionalización entre los intercambios comerciales y de capitales.
Las fuerzas más importantes de la transformación estructural:
- En el ámbito demográfico, la población ha tenido una modificación importante, pero esta no ha sido uniforme. La explicación se encuentra en el hecho de que algunos países han alterado, desde el punto de vista cuantitativo, mientras que otros han crecido desde el modo cualitativo, además de la continua natalidad de los países poco desarrollados. Todo esto ha contribuido a un boom demográfico desconocido hasta el momento, separado del bienestar social. Por otra parte, los países más industrializados se han enfocado en una mejoría general hasta traer a una población con crecimiento controlado, compensado por la alta tasa de instrucción y el crecimiento por la expansión del progreso educativo.
- Se pasa de una población concentrada en la agricultura a una ocupada más en la industria, y se asiste al nacimiento de la red de servicios, de modo que la economía se ve afectada por la variación de las ofertas y de la demanda (nuevas técnicas en la oferta y en las preferencias de los consumidores). La agricultura disminuye tanto que hoy en día sólo ocupa un 5% de su población activa. En cambio, la industria ha conseguido su éxito contribuyendo a la difusión de una tendencia llamada terciarización de la economía.
- La tercera transformación estructural ha sido la mundialización de la economía. Es decir, la creciente integración de los flujos de bienes, servicios y capitales, aunque estos se han visto afectados por las dos guerras importantes y, además, por la Gran Depresión posterior al Crac del 29 y la crisis causada por la subida de los precios del petróleo en el 73. Estos flujos comerciales, junto a la cooperación multilateral y a la balanza de capitales, han permitido a la globalización convertirse en el rasgo distintivo de la última parte del siglo. El conjunto de estos factores ha contribuido a que se lleve a cabo el progreso de la integración económica.
3. Las Grandes Etapas del Siglo XX y Comienzos del Siglo XXI
3.1. De las Décadas Finiseculares del Ochocientos a la Primera Guerra Mundial: El Final del Cosmopolitismo
El paso del siglo XIX al siglo XX fue un período caracterizado por la estabilidad económica. En primer lugar, los flujos comerciales y de capitales se vieron incrementados gracias a la implantación del patrón oro, el sistema de tipos de cambio fijos adoptado en ese momento y que motivó los intercambios en un comercio dominado por Europa.
Los avances tecnológicos e industriales fueron mayores en los países occidentales.
El comercio en este año fue dominado en gran medida por Europa, y hacemos referencia tanto al comercio internacional como al trato que tenía Europa con sus territorios coloniales. Pasado este periodo de bonificación y grandes beneficios de los países europeos, el comercio empezó a decaer a partir de 1914, fecha que coincide con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Esta guerra provocó grandes destrozos y graves consecuencias, como grandes problemas en la inflación, la inestabilidad monetaria y comercial, la cual llegó a extenderse internacionalmente y llevó a muchos países a cerrar sus fronteras para impedir el intercambio entre los distintos países europeos o la suspensión del patrón oro.
3.2. De la Gran Guerra a la Segunda Posguerra Mundial: El Escenario de la Gran Depresión
La Gran Depresión, que empezó a principios de 1929, fue significativa por su amplia repercusión mundial. Fue la recesión económica más profunda de la historia moderna. La Gran Depresión se originó en los Estados Unidos.
Estados Unidos salió favorecido de la Primera Guerra Mundial, o por lo menos en una situación más fuerte que en 1914. Había pasado de ser deudor a acreedor y había ampliado su zona de influencia en los mercados internacionales, mientras que Europa intentaba recuperarse muy lentamente. El crack de 1929 es el acontecimiento que marca este período. La crisis iniciada en Estados Unidos se extendió rápidamente entre los países que dependían del flujo de capital norteamericano. Como consecuencia, se acentuó el proteccionismo arancelario y se generalizaron los controles directos sobre el comercio exterior. El patrón oro fue abandonado definitivamente, y las corrientes comerciales y de capitales se vieron fuertemente distorsionadas y reducidas.
3.3. De la Expansión de los Años Cincuenta a la Crisis del Petróleo: La “Edad de Oro” del Capitalismo
El tercer cuarto de siglo, que va desde la reconstrucción bélica de la Segunda Guerra Mundial hasta la crisis del petróleo de 1973, ha sido la época de mayor desarrollo que se ha producido a lo largo de la historia del capitalismo, caracterizado por la primacía mundial de Estados Unidos y de su moneda, el dólar. Además, el comercio, gracias a las rondas del GATT, y los flujos de capitales privados, gracias a la convertibilidad de las monedas europeas, encuentran muchas facilidades, produciéndose un desarrollo sin precedentes de la economía mundial. Los factores que facilitaron este periodo de crecimiento son:
- Las reuniones de Bretton Woods, que desarrollaron en 1944 un sistema basado en tipos de cambios fijos, lo que dio estabilidad.
- La progresiva liberalización del comercio gracias a las rondas del GATT.
Con respecto al primer punto, la creación de un sistema basado en la convertibilidad del dólar al oro y la convertibilidad del resto de monedas con el dólar permitió un gran crecimiento económico sin desequilibrios en las balanzas de pagos, es decir, no era necesario modificar los tipos de cambio. Esto, sumado a la liberalización progresiva del comercio, produjo un aumento espectacular de la renta mundial, sobre todo en los países más desarrollados a través de la difusión de los nuevos procesos técnicos.
La evolución del comercio conllevó el cambio de la importancia de los bienes primarios a los bienes industriales y de los bienes de consumo a los bienes de capital, buscando así el aprovechamiento de las economías de escala y la cartelización de ciertos mercados. Todo esto produjo un crecimiento mundial que se cifra en un 3% anual, aunque con diferencias, pues el crecimiento de los países desarrollados era mucho más grande en comparación con los de los países más pobres. A partir de 1960, las restricciones impuestas sobre las balanzas de capital no concordaban con la internacionalización de las finanzas y, además, las políticas monetarias nacionales no resistían los grandes déficits de EEUU, acentuados con la guerra de Vietnam. Esto conlleva el paso de un tipo de cambios fijo, pero ajustables, a uno en el que las monedas fluctúan libremente. Finalmente, el estallido de la crisis del petróleo de 1973 condujo al fin de este periodo dorado del capitalismo.
3.4. El Último Cuarto del Siglo XX y los Inicios del Siglo XXI: La Era del Capitalismo Global
El conflicto en Oriente Medio produjo una crisis económica a escala internacional, a lo que, si le sumamos la flotación de los tipos de cambio, conllevó a una reaparición del proteccionismo olvidado desde hace medio siglo. El crecimiento durante este periodo se calcula que es de un 2% anual, aunque, otra vez, con diferencias, pues el norte desarrollado vuelve a ser aquel con altas tasas de crecimiento en contraste con el sur menos desarrollado. Además, es necesario destacar el elevado crecimiento de China después de la liberalización de su economía y el control de su problema demográfico (creciendo a un 6% anual).
Esta época se caracteriza por el alza de los precios como consecuencia de las crisis del petróleo y una recesión que, combinadas, produjeron un fenómeno denominado estanflación (estancamiento económico e inflación), produciendo una crisis de demanda internacional que conllevó un importante aumento del desempleo. Las dos últimas décadas del siglo XX se caracterizaron por una bajada de los precios del petróleo y un importante crecimiento económico que derivó en un mayor desarrollo de los mercados, aunque con importantes oscilaciones económicas, lo que, si le añadimos el menor control de los capitales, conllevó un abandono de los países más pobres, que quedaron a merced de las fluctuaciones de los mercados de capitales y valores, como sucedió en 1980 y 1990 en Latinoamérica y Asia, y en 2008 con las hipotecas subprime que, para solucionarlas, cada región llevó a cabo medidas distintas. La liberalización del mercado es otra característica de este periodo gracias a los avances tecnológicos (principalmente internet), lo que ha derivado en una mayor concentración empresarial a través de fusiones y adquisiciones de empresas. También observamos una mayor cooperación regional durante esta época gracias a diversos proyectos como el NAFTA o el MERCOSUR, pero principalmente la UE, que ha conseguido construir una Europa fuerte y unida a pesar de las incertidumbres sufridas (crisis del 2008 y el brexit). A todo esto, hay que añadir dos cosas: el desarrollo tecnológico y la fragmentación de las cadenas de valor, localizándose allí donde son más rentables, fomentando los procesos de deslocalización y haciendo que las empresas no tengan que situarse allí donde están los recursos materiales. Por último, es necesario recalcar que la crisis producida en 2008 ha ocasionado un cierto recelo hacia la globalización y las instituciones internacionales, la cual gran parte de la sociedad piensa que son las causantes de dicha recesión económica, lo que ha derivado en un mayor apoyo del nacionalismo económico y el populismo en gran parte del mundo, lo que hace pensar a muchos expertos que 2008, al igual que 1914, puede significar el fin de una etapa y el comienzo de otra.