Evolución de la Agricultura en Europa: Siglos XVI al XVIII

1. Panorama General de la Agricultura Europea

La agricultura era la actividad económica más importante, y en ella trabajaba la mayor parte de la población activa de todos los países europeos. Su importancia no solo se debía a ello, sino también al objetivo que perseguía, porque su fin fundamental era producir alimentos para satisfacer las necesidades de la población y asegurar su subsistencia. En la agricultura no hubo grandes innovaciones tecnológicas; el utillaje agrícola continuó siendo el mismo de la época medieval, y apenas hubo cambios importantes hasta bien entrado el siglo XVIII. Había varios sistemas de cultivo, pero casi todos necesitaban recurrir al barbecho para regenerar la tierra después de las cosechas y evitar que el suelo se agota.

Sistemas de Cultivo

  • Rotación bienal: una determinada parcela de tierra se cultiva un año y al siguiente se deja en barbecho, cultivando otra.
  • Rotación trienal: el primer año, en una hoja de tierra se cultiva un cereal de invierno (como el trigo o el centeno); en el segundo, un cereal de primavera (como la avena o la cebada); y en el tercero se deja en barbecho. En este caso, se necesitan al menos tres parcelas de terreno.

En la Europa del Este había sistemas de cultivo que consistían en cultivar la tierra durante varios años seguidos y después dejarla en barbecho o abandonarla durante décadas, dada la fuerte disponibilidad de terreno (sobre todo en Rusia). Con estos sistemas, mayormente con el bienal y trienal, podía ocurrir que en un momento determinado la mitad o la tercera parte de la tierra cultivable de Europa estuviese en barbecho. La regeneración de la tierra tras las cosechas se efectuaba con el abono, pero este resultaba insuficiente. El rendimiento medio de los cereales era bastante bajo, de 5 a 1. Únicamente en algunas zonas muy determinadas eran mayores, porque se empleaban sistemas de cultivo más avanzados y se realizaban grandes inversiones de capital en mejoras agrícolas.

La ganadería tenía una importancia vital para la agricultura, porque el ganado proporcionaba abono, imprescindible para fertilizar la tierra. Además, el ganado abastecía a las familias campesinas y a los mercados urbanos de productos lácteos, carne, pieles y lana. También había bueyes, caballos y mulas, que servían para tirar del arado y para el transporte de mercancías en carros. El ganado se alimentaba en las zonas de pastos, en los barbechos y con plantas forrajeras que era preciso cultivar. El único modo de obtener más abono y cosechas más abundantes era criar más ganado, y para alimentar a más animales había que ampliar los pastos o los cultivos forrajeros mencionados, lo cual quitaba terreno a los cereales. Pero si estos también se extendían demasiado, disminuían los pastos, las plantas forrajeras y, en consecuencia, el ganado, el abono y los rendimientos de las cosechas mismas. Era un círculo vicioso muy difícil de romper: más ganado, menos cereales; y menos cereales, más ganado, pero con el espectro del hambre.

En el siglo XVI, el Río Elba se convirtió en una de las líneas divisorias socioeconómicas más importantes de Europa. Lo situado a su oeste (la Europa occidental) comenzó a desarrollar una agricultura comercial y capitalista, cuyo ejemplo más depurado sería Inglaterra. En la Europa situada al este (la oriental), comenzó la segunda servidumbre del campesinado. Allí destacó sobre todo Polonia: era la gran proveedora de cereales a los países occidentales, y cayó en una situación de dependencia económica que se agudizó en el siglo XVII.

2. La Agricultura: de la Expansión a la Depresión

Características de la Expansión Agrícola del Siglo XVI

En torno a 1450, Europa comenzó a superar los efectos de la crisis demográfica y económica del siglo XIV. En el siglo XVI tuvo lugar una expansión: crecieron los salarios nominales, etc., pero se quedaban por debajo de los precios de las manufacturas y, sobre todo, de los precios de los cereales, y eso indica que los salarios reales disminuyeron. El salario nominal es lo que una persona cobra, pero el salario real es lo que puede adquirir con ello. Era preciso alimentar a una población en ascenso, y entonces se extendió el cultivo de los cereales, que requiere menos espacio que la ganadería para proporcionar la misma cantidad de calorías. Además, los precios de los cereales experimentaban un alza cada vez más acusada, impulsada en parte por una demanda mayor. Para responder a dicha demanda, se abrieron a la explotación nuevas tierras y se recuperaron las tierras que habían quedado abandonadas durante la crisis del siglo XIV, creándose la amenaza de la deforestación. También se desecaron pantanos y se pusieron diques al mar para conseguir más tierras, sobre todo en los Países Bajos y en la costa alemana del Mar del Norte. A pesar de las limitaciones técnicas de la agricultura del XVI, la producción aumentó de una forma muy considerable, pero hacia finales de siglo entró en una etapa de dificultades que tuvo una cronología y una intensidad muy variable según los países y las regiones.

Características de la Depresión Agrícola del Siglo XVII

Entonces cambió la coyuntura demográfica y económica. El crecimiento de la población fue muy moderado, lo que llevó al estancamiento y retroceso en algunas zonas. La producción agrícola disminuyó en muchas zonas, y la conquista de nuevas tierras de cultivo se detuvo. Hubo campos de labranza que volvieron a convertirse en praderas y en tierras de pastoreo, y en otros muchos lugares hubo pueblos y aldeas que quedaron abandonados. La depresión agrícola del siglo XVII se ha explicado en función de tres teorías:

El Cambio Climático

En torno al año 1580 se produjo un cambio climático y comenzó lo que se denomina la “pequeña edad glaciar”. Esto aumentó la frecuencia de las malas cosechas y, por lo tanto, produjo la depresión agrícola. Sin embargo, la explicación climática como explicación casi única y la más importante relativa a la depresión agrícola no está aceptada por todos los autores. Primero, no está tan claro el cambio climático; segundo, en esa pequeña edad glaciar hubo unas oscilaciones climáticas enormes; y tercero, la pequeña edad glaciar duró hasta 1850 y a esas alturas la agricultura ya llevaba una temporada de recuperación. Se debe entender que estas objeciones no niegan que la agricultura dependa estrechamente del clima, sobre todo en la Edad Moderna, ya que no existían las técnicas actuales que pueden paliar las variaciones del clima; lo que objetan es que el clima sea la causa principal y determinante de la depresión agrícola.

La Agricultura Extensiva

Hay otros autores que opinan que la causa de la crisis del siglo XVII estaba en las condiciones en que tuvo lugar la expansión agrícola del siglo XVI. En este siglo aumentó la producción, pero el aumento fue extensivo y no intensivo. Ese aumento se consiguió a costa de ampliar la superficie cultivada. Se amplió tanto que se pusieron en cultivo tierras marginales de muy poca calidad. En el siglo XVI no se produjo una intensificación de la agricultura mediante la mejora de las técnicas y la introducción de técnicas novedosas. La agricultura extensiva, si en ella no interviene una innovación tecnológica, está sujeta a lo que se llama “ley de los rendimientos decrecientes de la tierra”. Por esa ley, la tierra proporciona rendimientos menores por cada unidad de superficie que se añada al cultivo, ya que las tierras son malas. En el siglo XVII, la agricultura no estaba en condiciones de mantener el incremento de la población. Al estancarse o descender la producción de cereales, llegó un momento en que la población superaba a los alimentos. Se produjo entonces un bloqueo o desequilibrio malthusiano.

La población está rebasando a los alimentos y ese desequilibrio condujo a una crisis demográfica. Al descender la población, se contrajo la demanda de alimentos y bajaron los precios agrícolas. A esta explicación se le han hecho muchas objeciones, fundamentalmente dos: el descenso de la población favoreció el abandono de las tierras marginales en beneficio de las mejores tierras. Eso debería haber detenido la crisis muy pronto, pero esta se prolongó mucho, hasta bien entrado el siglo XVIII. La otra crítica es que estos desequilibrios no terminan de explicar la crisis agrícola del XVII, porque existe una relación muy estrecha entre población y alimentos. Este desequilibrio no tiene en cuenta otros factores que son más sociales que demográficos.

Empobrecimiento de los Campesinos

Hay autores que han señalado como causa de la crisis precisamente este hecho. Un empobrecimiento que se debía al descenso de la producción y de los ingresos, al aumentar la presión fiscal del Estado y de los señores de la tierra. La consecuencia es que la pobreza impedía a los campesinos realizar inversiones para mejorar las técnicas de cultivo, aumentándose así la productividad. Es en ese contexto en el que se insertan, como agentes acumulantes y agravantes de la crisis, las alteraciones climáticas, las malas cosechas y el descenso de la población.

3. Las Agriculturas Avanzadas

Hubo países (Holanda e Inglaterra) que superaron los sistemas agrícolas extensivos e introdujeron sistemas intensivos, caracterizados por la integración entre agricultura y ganadería, y también por una rotación de cultivos muy amplia y compleja que retrasaba el barbecho o lo suprimía, manteniendo la productividad de la tierra, que no se agota ni pierde la fertilidad. El rendimiento medio de los cereales en estos dos países era de 11 por 1, en comparación con la media de los demás países (5 por 1), muy destacado.

Holanda: Importación de Cereales, Ganadería Intensiva, Principales Cultivos

Los holandeses fueron pioneros en esas técnicas de cultivo que después imitaría y readaptaría Inglaterra. Holanda tenía una densidad de población y una urbanización muy altas. La industria, el comercio y la economía capitalista estaban muy desarrollados en este país. A pesar de lo avanzado de sus técnicas de cultivo, no producía cereales suficientes para abastecer a toda su población y optó por no seguir por ese camino e importarlos a gran escala de Polonia. Las importaciones del cereal polaco cubrieron las necesidades alimenticias de la población y la tierra se dedicó a otras cosas.

Los campesinos holandeses desarrollaron la ganadería intensiva para suministrar productos lácteos a sus ciudades y exportar una parte. Los quesos holandeses invadieron los mercados de Europa y ultramar. Aparte de esta ganadería intensiva, también cultivaron plantas para la industria textil, como el lino (para ropa blanca) y plantas colorantes. Otro cultivo era el de la cebada y el lúpulo para la elaboración de cerveza, con una producción importante. Todas estas plantas se cotizaban a precios muy altos y, además, una parte se destinaba a la exportación. Empezaron a cultivar plantas que ofrecían un margen de beneficio muy alto. También desarrollaron los cultivos de frutas y de hortalizas con destino también a los mercados urbanos.

Inglaterra: Campos Abiertos, Cultivo Reglamentado, Cercados

En Inglaterra predominaba el régimen de Open Fields y el cultivo reglamentado por la comunidad aldeana. En el régimen de Open Fields, las parcelas de cada campesino no estaban continuas, sino esparcidas por todo el territorio de la localidad, donde todos los campesinos debían cultivar las mismas plantas. La cosecha debía estar recogida en una fecha determinada y, después de la misma, el ganado de todos los campesinos entraba a pastar en las parcelas de todos. De esta manera, el campesino en este régimen no podía utilizar la tierra de manera libre y particular, pues tenía que ajustarse a lo que dispusiera la comunidad aldeana y debía permitir que los ganados de los demás pastaran en sus parcelas mientras estaban en barbecho. Cuando comenzaba la siembra, el ganado se llevaba a pastar a las tierras comunales de la aldea, que también eran de aprovechamiento colectivo.

El problema era que esto obstaculizaba las iniciativas de los grandes propietarios de tierra que pretendían introducir en su tierra nuevas técnicas de cultivo y cultivar nuevas plantas. Además, querían aumentar su ganado, tanto ovino como vacuno, y querían reservarse los pastos. La solución fue concentrar la tierra mediante la compra o el canje de las parcelas que estuvieran contiguas a la suya y formar de esta manera grandes propiedades unificadas. Tras haber hecho esto, cercarlas mediante vallas y, a veces, con muros para impedir que entraran los ganados ajenos. Cuando la propiedad estaba cercada, el dueño podía experimentar nuevas técnicas e introducir nuevas plantas, de manera independiente y sin tener en cuenta el dictamen de la comunidad ciudadana ni los derechos colectivos de los vecinos. Se cercan las tierras, pues, pero además los cercados suponen también la privatización de los terrenos comunales, que fueron incorporados a las tierras cercadas. El cercamiento llevó a la ruina a muchos campesinos pobres y modestos que terminaron perdiendo su tierra, ya que el cercado eliminaba los derechos colectivos y comunitarios sobre la tierra, especialmente el derecho de pastoreo, que era fundamental para la supervivencia campesina.

Los cercados comenzaron a finales de la Edad Media y en el siglo XVI no fueron demasiados. En el siglo XVII, el Parlamento, que en sus dos cámaras, de Lores y Comunes, representaba a las clases propietarias inglesas, se impone sobre la monarquía. Termina así la monarquía absoluta y comienza la parlamentaria. Se agiliza la política de los cercados, a lo que era contraria la monarquía porque se despoblaban las aldeas, que suponían menos impuestos y menos gente para el ejército. En el siglo XVIII se da el gran avance de los cercados por acta parlamentaria y, a finales de este siglo, la agricultura inglesa tenía una estructura casi única: grandes propietarios que alquilaban sus tierras a grandes arrendatarios que tenían medios económicos suficientes para introducir nuevas técnicas y explotar la tierra con una agricultura capitalista. En el último escalón se encontraban los jornaleros asalariados que contrataban los arrendatarios para trabajar las tierras, pero sin poseerlas. El campesinado independiente era muy minoritario.

4. La Agricultura Extensiva

Hay otros autores que opinan que la causa de la crisis del siglo XVII estaba en las condiciones en que tuvo lugar la expansión agrícola del siglo XVI. En este siglo aumentó la producción, pero el aumento fue extensivo y no intensivo. Ese aumento se consiguió a costa de ampliar la superficie cultivada. Se amplió tanto que se pusieron en cultivo tierras marginales de muy poca calidad. En el siglo XVI no se produjo una intensificación de la agricultura mediante la mejora de las técnicas y la introducción de técnicas novedosas. La agricultura extensiva, si en ella no interviene una innovación tecnológica, está sujeta a lo que se llama “ley de los rendimientos decrecientes de la tierra”. Por esa ley, la tierra proporciona rendimientos menores por cada unidad de superficie que se añada al cultivo, ya que las tierras son malas. En el siglo XVII, la agricultura no estaba en condiciones de mantener el incremento de la población. Al estancarse o descender la producción de cereales, llegó un momento en que la población superaba a los alimentos. Se produjo entonces un bloqueo o desequilibrio malthusiano.

La población está rebasando a los alimentos y ese desequilibrio condujo a una crisis demográfica. Al descender la población, se contrajo la demanda de alimentos y bajaron los precios agrícolas. A esta explicación se le han hecho muchas objeciones, fundamentalmente dos: el descenso de la población favoreció el abandono de las tierras marginales en beneficio de las mejores tierras. Eso debería haber detenido la crisis muy pronto, pero esta se prolongó mucho, hasta bien entrado el siglo XVIII. La otra crítica es que estos desequilibrios no terminan de explicar la crisis agrícola del XVII, porque existe una relación muy estrecha entre población y alimentos. Este desequilibrio no tiene en cuenta otros factores que son más sociales que demográficos.

5. Empobrecimiento de los Campesinos

Hay autores que han señalado como causa de la crisis precisamente este hecho. Un empobrecimiento que se debía al descenso de la producción y de los ingresos, al aumentar la presión fiscal del Estado y de los señores de la tierra. La consecuencia es que la pobreza impedía a los campesinos realizar inversiones para mejorar las técnicas de cultivo, aumentándose así la productividad. Es en ese contexto en el que se insertan, como agentes acumulantes y agravantes de la crisis, las alteraciones climáticas, las malas cosechas y el descenso de la población.

6. Las Agriculturas Avanzadas

Hubo países (Holanda e Inglaterra) que superaron los sistemas agrícolas extensivos e introdujeron sistemas intensivos, caracterizados por la integración entre agricultura y ganadería, y también por una rotación de cultivos muy amplia y compleja que retrasaba el barbecho o lo suprimía, manteniendo la productividad de la tierra, que no se agota ni pierde la fertilidad. El rendimiento medio de los cereales en estos dos países era de 11 por 1, en comparación con la media de los demás países (5 por 1), muy destacado.

Holanda: Importación de Cereales, Ganadería Intensiva, Principales Cultivos

Los holandeses fueron pioneros en esas técnicas de cultivo que después imitaría y readaptaría Inglaterra. Holanda tenía una densidad de población y una urbanización muy altas. La industria, el comercio y la economía capitalista estaban muy desarrollados en este país. A pesar de lo avanzado de sus técnicas de cultivo, no producía cereales suficientes para abastecer a toda su población y optó por no seguir por ese camino e importarlos a gran escala de Polonia. Las importaciones del cereal polaco cubrieron las necesidades alimenticias de la población y la tierra se dedicó a otras cosas.

Los campesinos holandeses desarrollaron la ganadería intensiva para suministrar productos lácteos a sus ciudades y exportar una parte. Los quesos holandeses invadieron los mercados de Europa y ultramar. Aparte de esta ganadería intensiva, también cultivaron plantas para la industria textil, como el lino (para ropa blanca) y plantas colorantes. Otro cultivo era el de la cebada y el lúpulo para la elaboración de cerveza, con una producción importante. Todas estas plantas se cotizaban a precios muy altos y, además, una parte se destinaba a la exportación. Empezaron a cultivar plantas que ofrecían un margen de beneficio muy alto. También desarrollaron los cultivos de frutas y de hortalizas con destino también a los mercados urbanos.

Inglaterra: Campos Abiertos, Cultivo Reglamentado, Cercados

En Inglaterra predominaba el régimen de Open Fields y el cultivo reglamentado por la comunidad aldeana. En el régimen de Open Fields, las parcelas de cada campesino no estaban continuas, sino esparcidas por todo el territorio de la localidad, donde todos los campesinos debían cultivar las mismas plantas. La cosecha debía estar recogida en una fecha determinada y, después de la misma, el ganado de todos los campesinos entraba a pastar en las parcelas de todos. De esta manera, el campesino en este régimen no podía utilizar la tierra de manera libre y particular, pues tenía que ajustarse a lo que dispusiera la comunidad aldeana y debía permitir que los ganados de los demás pastaran en sus parcelas mientras estaban en barbecho. Cuando comenzaba la siembra, el ganado se llevaba a pastar a las tierras comunales de la aldea, que también eran de aprovechamiento colectivo.

El problema era que esto obstaculizaba las iniciativas de los grandes propietarios de tierra que pretendían introducir en su tierra nuevas técnicas de cultivo y cultivar nuevas plantas. Además, querían aumentar su ganado, tanto ovino como vacuno, y querían reservarse los pastos. La solución fue concentrar la tierra mediante la compra o el canje de las parcelas que estuvieran contiguas a la suya y formar de esta manera grandes propiedades unificadas. Tras haber hecho esto, cercarlas mediante vallas y, a veces, con muros para impedir que entraran los ganados ajenos. Cuando la propiedad estaba cercada, el dueño podía experimentar nuevas técnicas e introducir nuevas plantas, de manera independiente y sin tener en cuenta el dictamen de la comunidad ciudadana ni los derechos colectivos de los vecinos. Se cercan las tierras, pues, pero además los cercados suponen también la privatización de los terrenos comunales, que fueron incorporados a las tierras cercadas. El cercamiento llevó a la ruina a muchos campesinos pobres y modestos que terminaron perdiendo su tierra, ya que el cercado eliminaba los derechos colectivos y comunitarios sobre la tierra, especialmente el derecho de pastoreo, que era fundamental para la supervivencia campesina.

Los cercados comenzaron a finales de la Edad Media y en el siglo XVI no fueron demasiados. En el siglo XVIII, el Parlamento, que en sus dos cámaras, de Lores y Comunes, representaba a las clases propietarias inglesas, se impone sobre la monarquía. Termina así la monarquía absoluta y comienza la parlamentaria. Se agiliza la política de los cercados, a lo que era contraria la monarquía porque se despoblaban las aldeas, que suponían menos impuestos y menos gente para el ejército. En el siglo XVIII se da el gran avance de los cercados por acta parlamentaria y, a finales de este siglo, la agricultura inglesa tenía una estructura casi única: grandes propietarios que alquilaban sus tierras a grandes arrendatarios que tenían medios económicos suficientes para introducir nuevas técnicas y explotar la tierra con una agricultura capitalista. En el último escalón se encontraban los jornaleros asalariados que contrataban los arrendatarios para trabajar las tierras, pero sin poseerlas. El campesinado independiente era muy minoritario.

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