Estructura, Funciones y Planificación Urbana en España: Evolución y Desafíos

Tipología de Barrios Periféricos y su Evolución

Los barrios periféricos, situados alrededor del ensanche de las ciudades, presentan diversas tipologías:

Polígonos de Vivienda (Protección Oficial): Caracterizados por bloques elevados y uniformes, construidos principalmente en los años 40 y 50 para albergar a inmigrantes. Inicialmente con pocas infraestructuras, han experimentado mejoras en la actualidad.
Chabolas: Asentamientos precarios en proceso de erradicación, con realojo de sus habitantes en polígonos de vivienda.
Polígonos de Viviendas de Promoción Privada: Surgidos a partir de 1960, con alta densidad y edificios geométricos. A menudo, conforman ciudades dormitorio.
Polígonos Industriales: Zonas destinadas a la ubicación de industrias y centros comerciales.
Viviendas Unifamiliares: Edificaciones individuales o adosadas, rodeadas de jardín, habitadas principalmente por clases media y alta.
Áreas de Equipamiento: Grandes superficies comerciales, hospitales y otras infraestructuras de servicios.

Las ciudades desempeñan diversas funciones clave:

Función Industrial: Las fábricas se ubican actualmente en polígonos industriales, aunque históricamente se localizaban en el centro o en municipios cercanos.
Función Comercial: Puede ser de ámbito local o regional, según la influencia de la ciudad.
Función Residencial: Todas las ciudades son lugar de residencia para sus habitantes.
Función Administrativa: Relacionada con la gestión política y la administración de actividades terciarias.
Función Turística y de Ocio: Ciudades con una fuerte actividad económica basada en el turismo (playas, naturaleza, cultura, etc.).
Función Cultural y Religiosa: Sedes de universidades, museos, centros de peregrinación, etc.

La jerarquía urbana española se organiza en diferentes niveles:

Metrópolis Nacionales: Con más de 250.000 habitantes, destacan por su industria y sector terciario avanzado. Poseen una amplia área de influencia (Madrid, Barcelona).
Metrópolis Regionales de Primer Orden: Entre 500.000 y 1.5 millones de habitantes, con un importante potencial económico (Bilbao, Sevilla, Valencia, etc.).
Metrópolis Regionales de Segundo Orden: Entre 250.000 y 500.000 habitantes, con un área de influencia regional y servicios especializados (Valladolid, Oviedo, A Coruña, etc.).
Ciudades Medias: La mayoría son capitales de provincia, con una población entre 50.000 y 250.000 habitantes (León, Cáceres, etc.). Actúan como puntos terminales de redes de transporte.
Ciudades Pequeñas o Villas: Menos de 50.000 habitantes, funcionan como nudos de transporte comarcal (Astorga, Pola de Siero, etc.).

Las ciudades españolas enfrentan diversos desafíos:

Vivienda: Escasez y altos precios.
Abastecimiento y Equipamiento: Deficiencias en infraestructuras y servicios.
Tráfico: Congestión y problemas de movilidad.
Medio Ambiente: Ruido, contaminación atmosférica y gestión de residuos.
Delincuencia y Marginación Social: Problemas de seguridad y exclusión.

En la creación del espacio urbano intervienen diversos actores:

Los primeros intentos de planificación se centraron en:

Regularización del Plano: Actuaciones en zonas burguesas (ensanches y partes del casco antiguo).
Planes de Saneamiento: Mejora de la salubridad (alcantarillado, recogida de basuras).
Mejora de Equipamientos Urbanos: Parques, tranvías, alumbrado público.

Reconstrucción Post-Guerra Civil: Auge del chabolismo debido al éxodo rural y la escasez.
Creación del Instituto Nacional de la Vivienda (1939): Intentos fallidos de solucionar el problema de la vivienda obrera y los suburbios.
Años 60: Impulso a la promoción de viviendas con ayudas estatales.
Años 60 y 70: Problemas de especulación urbanística (alturas excesivas, edificabilidad descontrolada, falta de zonas verdes, baja calidad de construcción), pérdida de patrimonio histórico y aumento de problemas medioambientales.

Las Comunidades Autónomas adquieren competencias en urbanismo y vivienda.
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se convierte en el instrumento básico de ordenación urbanística, proyectando el desarrollo urbano a medio plazo.
Desde la década de 1980, se observa una creciente participación ciudadana en la planificación urbana a través de organizaciones vecinales y sociales.
Desde la década de 1990, el urbanismo se orienta a la búsqueda de alternativas y la competencia entre ciudades para atraer inversiones, fomentando la mejora de la imagen urbana, la rehabilitación de centros históricos, la mejora de barrios periféricos y el control de la contaminación.