Distribución de la Población en España según la Edad
Un factor crucial en el análisis demográfico es la distribución geográfica de los mayores de 65 años. Se observa una clara diferenciación entre:
- Una España interior envejecida.
- Una España litoral más joven.
- Una España septentrional, con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años.
- Una España meridional, con menor proporción de este grupo de edad.
Esta diferenciación se origina en los movimientos migratorios internos, que trasladaron población joven desde áreas rurales hacia ciudades y zonas litorales. La población madura y envejecida permaneció en sus lugares de origen. Además, el retorno de jubilados a sus lugares de origen acentúa el envejecimiento en estas áreas.
Aunque Madrid y Barcelona tienen el mayor número absoluto de personas mayores de 65 años, Aragón y Castilla y León presentan los mayores porcentajes (más del 15%), mientras que Madrid y País Vasco no superan el 11%. Canarias destaca por tener el mayor porcentaje de menores de 16 años (casi el 30% de su población).
Estructura por Sexos de la Población Española
Otro aspecto relevante es la predominancia numérica de mujeres sobre hombres. En 1999, había 20.364.118 mujeres y 19.488.465 hombres en España, con un saldo favorable femenino de 875.721. Esta diferencia se acentúa en los grupos de edad más avanzada.
La esperanza de vida media al nacer es de 78 años, con una notable diferencia por sexo: 74 años para los hombres y 82 para las mujeres. Aunque nacen más niños, la diferencia se iguala en edades jóvenes y adultas, siendo favorable a las mujeres a partir de los 40-44 años. La proporción llega a más de dos mujeres de 80 años por cada hombre de la misma edad.
La principal causa es la mortalidad diferencial, que afecta más a los hombres. Sin embargo, los cambios sociales y culturales (incorporación de la mujer al trabajo, aumento del consumo de alcohol y tabaco, etc.) podrían igualar la mortalidad diferencial en el futuro.
Estructura Profesional de la Población y Desempleo
El desempleo es un problema crucial en España. Los movimientos demográficos influyen en su evolución:
- Una población envejecida ofrece mayores posibilidades de empleo que una población joven.
- La falta de oportunidades laborales y el alto desempleo reducen las tasas de natalidad y fecundidad.
- El envejecimiento y la baja natalidad pueden provocar escasez de mano de obra en ciertos sectores, cubiertos por inmigrantes (agricultura, construcción, servicio doméstico).
- Un bajo número de activos y el crecimiento del desempleo dificultan el mantenimiento de las pensiones.
A finales de 2000, la población activa española era de 14.621.600 personas, con 2.324.200 parados (13,72% de la población activa). El desempleo afecta más a mujeres (20,3% de tasa de paro, el doble que los hombres) y a jóvenes (16-24 años). Las regiones más afectadas son Extremadura y Andalucía. (Nota: La tasa de paro actual, octubre de 2005, es la más baja en los últimos veinte años: menor del 9%).
Distribución Desigual de la Población en el Territorio Español
Los factores demográficos estudiados explican la desigual distribución de la población. Hasta mediados del siglo XX, España era un país rural con una distribución poblacional relativamente equilibrada. A partir de los años sesenta, la industrialización provocó grandes desplazamientos de población rural hacia ciudades industriales y de servicios.
Características del reparto actual de la población:
- Las provincias del interior han perdido peso demográfico a favor del litoral, Madrid y las zonas insulares, debido a los cambios económicos. Las regiones más dinámicas económicamente han ganado población.
- Fuerte desequilibrio entre Comunidades Autónomas. Madrid, Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana (15% del territorio) concentran más del 45% de la población, mientras que Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura (52% del territorio) solo concentran el 16%.
- Grandes diferencias a escala provincial. Provincias interiores como Soria, Teruel, Guadalajara o Palencia están prácticamente deshabitadas (menos de 12 hab/km²), mientras que Madrid o Barcelona superan los 600 hab/km².
- Proceso de urbanización, paralelo a la concentración en provincias litorales, islas y Madrid. Casi el 80% de la población reside en municipios de más de 10.000 habitantes, y el 50% en ciudades de más de 50.000 habitantes.
- Fuerte tendencia a la concentración de la población en las capitales de provincia. Por ejemplo, Zaragoza concentra el 71% de la población de su provincia y el 51% de los aragoneses.