El turismo es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias
realizados fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio, u otros motivos sin
remuneración, y durante un período de tiempo inferior a un año.El turismo es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias
realizados fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio, u otros motivos sin
remuneración, y durante un período de tiempo inferior a un año.Hasta mediados del Siglo XX, el turismo fue una actividad minoritaria propia de la aristocracia o
de la burguésía adinerada. El turismo se ha convertido, desde hace sólo unas décadas, en un
fenómeno de masas que provoca anualmente el desplazamiento de cientos de millones de personas
en el mundo, y es una fuente de ingresos y empleo fundamental para muchos países. También da
origen a paisajes con carácterísticas específicas y, en algunos casos, genera graves impactos
ambientales en territorios con fuerte presión turística.
La evolución del turismo internacional en España ha sido espectacular. Si en 1950 sólo
llegaron a nuestro país 784.000 turistas, lo que le situaba en octava posición mundial, en 2014
fueron 65 millones los turistas recibidos, de ellos casi tres cuartas partes por vía aérea. España es el
tercer destino turístico del mundo, sólo por detrás de EEUU y Francia, pero superando a países
como China, Italia, el Reino Unido y México, que le siguen en orden de importancia. Se observa
una fuerte concentración en los países de origen y regiones de destino de esos turistas: el 85 %
proceden de otros países europeos, principalmente el Reino Unido, Alemania y Francia; y su
destino principal son las playas del Mediterráneo peninsular, Baleares y Canarias, que suponen dos
tercios del total.El turismo nacional, realizado por residentes en el propio país, también ha crecido de forma
rápida con la elevación del nivel de vida, el aumento del tiempo libre, el adelanto de la edad de
jubilación o la mejora del transporte, superando ya los 150 millones de viajes, de ellos un 80 % en
coche. Las regiones de destino del turismo nacional no están tan concentradas como en el caso
anterior, pues junto al turismo de sol y playa se han desarrollado otras modalidades: turismo de
montaña, rural, cultural o de negocios. Los ciudadanos de Madrid y Cataluña realizaron más de un
tercio de todos los viajes turísticos dentro de España, mientras Andalucía, Cataluña, Castilla y León
y la Comunidad Valenciana son las principales regiones receptoras.
El turismo es una actividad económica muy importante en España, pues genera de forma
directa 2,5 millones de empleos, además de muchos otros puestos de trabajo indirectos en
actividades complementarias (desde la construcción al transporte o las industrias fabricantes de todo
tipo de productos consumidos por los turistas). Sólo el gasto efectuado por los turistas extranjeros
alcanzó los 50.000 millones de euros en 2014.Pero la mayoría de zonas turísticas concentran su
actividad en un corto periodo del año, por lo que la estacionalidad de la ocupación hotelera y la
inestabilidad del empleo son dos problemas derivados.
La distribución espacial del turismo en España muestra grandes diferencias entre regiones.
El modelo turístico implantado en la década de 1960 fue el turismo de masas de “sol y playa”.Se
caracteriza por una oferta turística abundante y barata dirigida a una demanda homogénea y masiva,
de poder adquisitivo medio o medio bajo, muy concentrada temporalmente en verano y
espacialmente en las zonas de sol y playa de Baleares, Canarias y el litoral mediterráneo peninsular.
También son rasgos carácterísticos de este modelo la dependencia de tour-operadores
internacionales en la comercialización del turismo, y la despreocupaión por el impacto
medioambiental de esta actividad.
Entre 1973 y 1985, el turismo español pasó por un momento de crisis. A partir de 1985, se
recupera el ritmo ascendente de turistas e ingresos turísticos. Las causas de este auge has sido el El turismo nacional, realizado por residentes en el propio país, también ha crecido de forma
rápida con la elevación del nivel de vida, el aumento del tiempo libre, el adelanto de la edad de
jubilación o la mejora del transporte, superando ya los 150 millones de viajes, de ellos un 80 % en
coche. Las regiones de destino del turismo nacional no están tan concentradas como en el caso
anterior, pues junto al turismo de sol y playa se han desarrollado otras modalidades: turismo de
montaña, rural, cultural o de negocios. Los ciudadanos de Madrid y Cataluña realizaron más de un
tercio de todos los viajes turísticos dentro de España, mientras Andalucía, Cataluña, Castilla y León
y la Comunidad Valenciana son las principales regiones receptoras.
El turismo es una actividad económica muy importante en España, pues genera de forma
directa 2,5 millones de empleos, además de muchos otros puestos de trabajo indirectos en
actividades complementarias (desde la construcción al transporte o las industrias fabricantes de todo
tipo de productos consumidos por los turistas). Sólo el gasto efectuado por los turistas extranjeros
alcanzó los 50.000 millones de euros en 2014.Pero la mayoría de zonas turísticas concentran su
actividad en un corto periodo del año, por lo que la estacionalidad de la ocupación hotelera y la
inestabilidad del empleo son dos problemas derivados.
La distribución espacial del turismo en España muestra grandes diferencias entre regiones.
El modelo turístico implantado en la década de 1960 fue el turismo de masas de “sol y playa”.Se
caracteriza por una oferta turística abundante y barata dirigida a una demanda homogénea y masiva,
de poder adquisitivo medio o medio bajo, muy concentrada temporalmente en verano y
espacialmente en las zonas de sol y playa de Baleares, Canarias y el litoral mediterráneo peninsular.
También son rasgos carácterísticos de este modelo la dependencia de tour-operadores
internacionales en la comercialización del turismo, y la despreocupaión por el impacto
medioambiental de esta actividad.
Entre 1973 y 1985, el turismo español pasó por un momento de crisis. A partir de 1985, se
recupera el ritmo ascendente de turistas e ingresos turísticos. Las causas de este auge has sido el ingreso de España en la Comunidad Europea en 1986; el crecimiento del turismo interno, y el inicio
de la reconversión hacia un nuevo modelo turístico, basado en la calidad y en la sostenibilidad.
El nuevo modelo turístico se caracteriza por una oferta turística de calidad, dirigida a una
demanda más diferenciada y menos numerosa, con mayor poder adquisitivo, y mejor repartida en el
tiempo y el espacio como resultado de una mayor diversificación de las modalidades de turismo. El
nuevo modelo se propone también reducir la dependencia exterior en la comercialización del
turismo y conseguir la sostenibilidad medioambiental de esta actividad.
Respecto a la demanda en un principio estuvo dominada por el turismo extranjero pero en la
actualidad la demanda interna desempeña un papel destacado.
La demanda extranjera procede en su mayoría de Europa occidental y del norte y está integrada
por británicos, alemanes, franceses, italianos, nórdicos, holandeses, belgas y portugueses
. El turismo extranjero es predominantemente estival y se concentra en las zonas de sol y playa
de Cataluña, Baleares y Canarias, seguidas de Andalucía y la Comunidad Valenciana. Recurre con
más frecuencia a la reserva de servicios, al paquete turístico y al alojamiento hotelero.
La demanda nacional procede en su mayoría de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad
Valenciana. El turismo nacional se reparte mejor a lo largo del año, dado que también se desplaza
en Semana Santa, los fines de semana y puentes. Prefiere las playas del litoral mediterráneo y acude
también a las costas del norte peninsular, a los pueblos del interior y a las zonas de montaña.
El turismo ocasiona importantes repercusiones espaciales e las áreas receptoras. Estas son más
evidentes e intensas en las zonas turísticas tradicionales del litoral, pero afectan también al resto de
áreas.
* Repercusiones demográficas. Demográficamente ha permitido el crecimiento poblacional de
la áreas litorales y la transformación urbanística de pequeños pueblos en importantes urbes. Al
crecer a lo largo de la costa, algunas terminan uníéndose formando conurbaciones. Ejemplos:
Málaga – Torremolinos – Benalmádena – Fuengirola, Cádiz – San Fernando, Área de Valencia,
Área de Alicante… Las áreas turísticas costeras poseen altas densidades de población que suelen
suponer grandes procesos de expansión urbanística, especulación del suelo, etc.
Ha hecho que la península bascule demográficamente hacia el Mediterráneo, atrayendo a
población activa. En las zonas de turismo rural o zonas en declive industrial también ha contribuido
a mantener la población.
En unos casos con adultos jóvenes que acuden en busca de trabajo (hostelería, construcción,
servicios…) provocando un rejuvenecimiento demográfico ; y en otros, con adultos o jubilados, que
se establecen de forma permanente por motivos terapéuticos o de ocio que buscan un clima benigno
(litoral mediterráneo, Baleares, Canarias). La mayoría de ellos proceden de países ricos de la UE
(Reino Unido, Alemania, Francia.
En las zonas rurales del interior si bien no existe un aumento poblacional comparable al de la
costa, el turismo puede frenar la tendencia a la despoblación, tanto por la creación de puestos de
trabajo en el sector como por la revitalización de la artesanía y otras actividades tradicionales.
En algunos espacios rurales, de montaña y urbanos el turismo ha colaborado a la rehabilitación
del patrimonio edificado.
Como elementos negativos cabe añadir la estacionalidad de los residentes, que obliga a crear
servicios difícilmente sostenibles durante todo el año, y el envejecimiento de las zonas
especializadas en un turismo de jubilados .
* Repercusiones económicas. Económicamente supone un 11% del PIB español, siendo una de
las actividades principales de nuestras economía que permite compensar una balanza de pagos con un alto déficit comercial gracias a la entrada de ddivisas.Un alto déficit comercial gracias a la entrada de divisas. Es una actividad que genera mucho empleo
directo (en torno al 12%)
realizados fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio, u otros motivos sin
remuneración, y durante un período de tiempo inferior a un año.El turismo es el conjunto de actividades desarrolladas por las personas en los viajes y estancias
realizados fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio, u otros motivos sin
remuneración, y durante un período de tiempo inferior a un año.Hasta mediados del Siglo XX, el turismo fue una actividad minoritaria propia de la aristocracia o
de la burguésía adinerada. El turismo se ha convertido, desde hace sólo unas décadas, en un
fenómeno de masas que provoca anualmente el desplazamiento de cientos de millones de personas
en el mundo, y es una fuente de ingresos y empleo fundamental para muchos países. También da
origen a paisajes con carácterísticas específicas y, en algunos casos, genera graves impactos
ambientales en territorios con fuerte presión turística.
La evolución del turismo internacional en España ha sido espectacular. Si en 1950 sólo
llegaron a nuestro país 784.000 turistas, lo que le situaba en octava posición mundial, en 2014
fueron 65 millones los turistas recibidos, de ellos casi tres cuartas partes por vía aérea. España es el
tercer destino turístico del mundo, sólo por detrás de EEUU y Francia, pero superando a países
como China, Italia, el Reino Unido y México, que le siguen en orden de importancia. Se observa
una fuerte concentración en los países de origen y regiones de destino de esos turistas: el 85 %
proceden de otros países europeos, principalmente el Reino Unido, Alemania y Francia; y su
destino principal son las playas del Mediterráneo peninsular, Baleares y Canarias, que suponen dos
tercios del total.El turismo nacional, realizado por residentes en el propio país, también ha crecido de forma
rápida con la elevación del nivel de vida, el aumento del tiempo libre, el adelanto de la edad de
jubilación o la mejora del transporte, superando ya los 150 millones de viajes, de ellos un 80 % en
coche. Las regiones de destino del turismo nacional no están tan concentradas como en el caso
anterior, pues junto al turismo de sol y playa se han desarrollado otras modalidades: turismo de
montaña, rural, cultural o de negocios. Los ciudadanos de Madrid y Cataluña realizaron más de un
tercio de todos los viajes turísticos dentro de España, mientras Andalucía, Cataluña, Castilla y León
y la Comunidad Valenciana son las principales regiones receptoras.
El turismo es una actividad económica muy importante en España, pues genera de forma
directa 2,5 millones de empleos, además de muchos otros puestos de trabajo indirectos en
actividades complementarias (desde la construcción al transporte o las industrias fabricantes de todo
tipo de productos consumidos por los turistas). Sólo el gasto efectuado por los turistas extranjeros
alcanzó los 50.000 millones de euros en 2014.Pero la mayoría de zonas turísticas concentran su
actividad en un corto periodo del año, por lo que la estacionalidad de la ocupación hotelera y la
inestabilidad del empleo son dos problemas derivados.
La distribución espacial del turismo en España muestra grandes diferencias entre regiones.
El modelo turístico implantado en la década de 1960 fue el turismo de masas de “sol y playa”.Se
caracteriza por una oferta turística abundante y barata dirigida a una demanda homogénea y masiva,
de poder adquisitivo medio o medio bajo, muy concentrada temporalmente en verano y
espacialmente en las zonas de sol y playa de Baleares, Canarias y el litoral mediterráneo peninsular.
También son rasgos carácterísticos de este modelo la dependencia de tour-operadores
internacionales en la comercialización del turismo, y la despreocupaión por el impacto
medioambiental de esta actividad.
Entre 1973 y 1985, el turismo español pasó por un momento de crisis. A partir de 1985, se
recupera el ritmo ascendente de turistas e ingresos turísticos. Las causas de este auge has sido el El turismo nacional, realizado por residentes en el propio país, también ha crecido de forma
rápida con la elevación del nivel de vida, el aumento del tiempo libre, el adelanto de la edad de
jubilación o la mejora del transporte, superando ya los 150 millones de viajes, de ellos un 80 % en
coche. Las regiones de destino del turismo nacional no están tan concentradas como en el caso
anterior, pues junto al turismo de sol y playa se han desarrollado otras modalidades: turismo de
montaña, rural, cultural o de negocios. Los ciudadanos de Madrid y Cataluña realizaron más de un
tercio de todos los viajes turísticos dentro de España, mientras Andalucía, Cataluña, Castilla y León
y la Comunidad Valenciana son las principales regiones receptoras.
El turismo es una actividad económica muy importante en España, pues genera de forma
directa 2,5 millones de empleos, además de muchos otros puestos de trabajo indirectos en
actividades complementarias (desde la construcción al transporte o las industrias fabricantes de todo
tipo de productos consumidos por los turistas). Sólo el gasto efectuado por los turistas extranjeros
alcanzó los 50.000 millones de euros en 2014.Pero la mayoría de zonas turísticas concentran su
actividad en un corto periodo del año, por lo que la estacionalidad de la ocupación hotelera y la
inestabilidad del empleo son dos problemas derivados.
La distribución espacial del turismo en España muestra grandes diferencias entre regiones.
El modelo turístico implantado en la década de 1960 fue el turismo de masas de “sol y playa”.Se
caracteriza por una oferta turística abundante y barata dirigida a una demanda homogénea y masiva,
de poder adquisitivo medio o medio bajo, muy concentrada temporalmente en verano y
espacialmente en las zonas de sol y playa de Baleares, Canarias y el litoral mediterráneo peninsular.
También son rasgos carácterísticos de este modelo la dependencia de tour-operadores
internacionales en la comercialización del turismo, y la despreocupaión por el impacto
medioambiental de esta actividad.
Entre 1973 y 1985, el turismo español pasó por un momento de crisis. A partir de 1985, se
recupera el ritmo ascendente de turistas e ingresos turísticos. Las causas de este auge has sido el ingreso de España en la Comunidad Europea en 1986; el crecimiento del turismo interno, y el inicio
de la reconversión hacia un nuevo modelo turístico, basado en la calidad y en la sostenibilidad.
El nuevo modelo turístico se caracteriza por una oferta turística de calidad, dirigida a una
demanda más diferenciada y menos numerosa, con mayor poder adquisitivo, y mejor repartida en el
tiempo y el espacio como resultado de una mayor diversificación de las modalidades de turismo. El
nuevo modelo se propone también reducir la dependencia exterior en la comercialización del
turismo y conseguir la sostenibilidad medioambiental de esta actividad.
Respecto a la demanda en un principio estuvo dominada por el turismo extranjero pero en la
actualidad la demanda interna desempeña un papel destacado.
La demanda extranjera procede en su mayoría de Europa occidental y del norte y está integrada
por británicos, alemanes, franceses, italianos, nórdicos, holandeses, belgas y portugueses
. El turismo extranjero es predominantemente estival y se concentra en las zonas de sol y playa
de Cataluña, Baleares y Canarias, seguidas de Andalucía y la Comunidad Valenciana. Recurre con
más frecuencia a la reserva de servicios, al paquete turístico y al alojamiento hotelero.
La demanda nacional procede en su mayoría de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad
Valenciana. El turismo nacional se reparte mejor a lo largo del año, dado que también se desplaza
en Semana Santa, los fines de semana y puentes. Prefiere las playas del litoral mediterráneo y acude
también a las costas del norte peninsular, a los pueblos del interior y a las zonas de montaña.
El turismo ocasiona importantes repercusiones espaciales e las áreas receptoras. Estas son más
evidentes e intensas en las zonas turísticas tradicionales del litoral, pero afectan también al resto de
áreas.
* Repercusiones demográficas. Demográficamente ha permitido el crecimiento poblacional de
la áreas litorales y la transformación urbanística de pequeños pueblos en importantes urbes. Al
crecer a lo largo de la costa, algunas terminan uníéndose formando conurbaciones. Ejemplos:
Málaga – Torremolinos – Benalmádena – Fuengirola, Cádiz – San Fernando, Área de Valencia,
Área de Alicante… Las áreas turísticas costeras poseen altas densidades de población que suelen
suponer grandes procesos de expansión urbanística, especulación del suelo, etc.
Ha hecho que la península bascule demográficamente hacia el Mediterráneo, atrayendo a
población activa. En las zonas de turismo rural o zonas en declive industrial también ha contribuido
a mantener la población.
En unos casos con adultos jóvenes que acuden en busca de trabajo (hostelería, construcción,
servicios…) provocando un rejuvenecimiento demográfico ; y en otros, con adultos o jubilados, que
se establecen de forma permanente por motivos terapéuticos o de ocio que buscan un clima benigno
(litoral mediterráneo, Baleares, Canarias). La mayoría de ellos proceden de países ricos de la UE
(Reino Unido, Alemania, Francia.
En las zonas rurales del interior si bien no existe un aumento poblacional comparable al de la
costa, el turismo puede frenar la tendencia a la despoblación, tanto por la creación de puestos de
trabajo en el sector como por la revitalización de la artesanía y otras actividades tradicionales.
En algunos espacios rurales, de montaña y urbanos el turismo ha colaborado a la rehabilitación
del patrimonio edificado.
Como elementos negativos cabe añadir la estacionalidad de los residentes, que obliga a crear
servicios difícilmente sostenibles durante todo el año, y el envejecimiento de las zonas
especializadas en un turismo de jubilados .
* Repercusiones económicas. Económicamente supone un 11% del PIB español, siendo una de
las actividades principales de nuestras economía que permite compensar una balanza de pagos con un alto déficit comercial gracias a la entrada de ddivisas.Un alto déficit comercial gracias a la entrada de divisas. Es una actividad que genera mucho empleo
directo (en torno al 12%)