El Sol: es una estrella amarilla que se formó hace 5 millones de años y que todavía seguirá brillando otros 5 millones de años. Es una esfera de gas caliente formada principalmente por hidrógeno (92%) y helio, ligeramente achatada por los polos, debido al movimiento de rotación sobre su eje.
Está formada por: Núcleo, zona radiactiva, zona convectiva, fotosfera, cromosfera, corona.
La Tierra: es uno de los planetas que gira alrededor del Sol, describiendo órbitas casi circulares.
Movimiento de translación: movimiento que describe la Tierra alrededor del Sol, tarda 365 días y 6 horas en realizarlo y el sentido es contrario a las agujas del reloj, de oeste a este.
Movimiento de rotación: describe la Tierra sobre sí misma cuando gira sobre su propio eje, se completa cada 24 horas y da lugar al día y a la noche, así como a las diferentes estaciones climáticas.
Atmósfera:
Es la capa gaseosa que rodea la Tierra y está formada por: nitrógeno (78,1%), oxígeno (20,94%) y el 1% restante, argón, dióxido de carbono, neón, helio, ozono, polvo y vapor de agua.
La atmósfera se divide en:
Troposfera: es la capa que está en contacto con el suelo y tiene entre 11 y 12 km de altura.
Estratosfera: abarca hasta los 45 km de altitud. Su temperatura aumenta con la altura hasta un valor de 0ºC, y en ella se encuentra la capa de ozono que absorbe toda la radiación ultravioleta.
Mesosfera: se extiende hasta los 80 km de altura; aproximadamente a esa zona llegan la mayor parte de los rayos ultravioletas del Sol.
Termosfera: esta capa llega hasta los 500 km de altura y contiene gases ionizados, cargados eléctricamente debido a los rayos cósmicos.
Exosfera: es la zona más exterior de la atmósfera y alcanza distancias de más de 1000 km. La temperatura en esta zona es de aproximadamente 2400ºC.
Modelado del relieve:
– Agentes geológicos internos: son los responsables de formar nuevas estructuras en el relieve, rocas y montañas, originados por la energía interna del planeta. Esta energía se manifiesta con el movimiento de las placas litosféricas.
– Agentes geológicos externos: modifican el relieve creado por los agentes geológicos internos. Los agentes atmosféricos, y fundamentalmente el agua y el viento, son los principales responsables de la transformación del relieve.
Dan lugar a la: meteorización, erosión, transporte y sedimentación.
Meteorización física: las rocas se fragmentan sin cambiar su composición química. Se produce por los siguientes procesos:
Gelifracción: el agua procedente de la lluvia o del rocío queda retenida entre las grietas de la roca.
Termofracción: en aquellos lugares donde la diferencia de temperatura en distintos momentos es muy amplia.
Haloclastia: se produce al evaporarse el agua marina que ha quedado en las grietas de las rocas.
Meteorización química: en estos procesos, la roca cambia su composición química debido a la acción del agua y de los gases atmosféricos.
Oxidación: se produce por la acción del oxígeno atmosférico.
Disolución: el agua arrastra aquellos elementos que poseen las rocas solubles.
Hidratación: el agua se incorpora a la roca al formar enlaces con elementos químicos.
Carbonatación: el dióxido de carbono, al disolverse en el agua, forma ácido carbónico.
Meteorización biológica: producida por la acción de los seres vivos sobre el terreno.
– Determinados seres vivos liberan al medio sustancias ácidas.
– Los vegetales provocan rotura de las rocas debido a la acción de sus raíces.
– Los animales que escarban en el terreno, como los topos, conejos, etc.
Agentes geológicos externos:
– Meteorización: de las rocas, por la acción de la atmósfera. La meteorización puede ser física, por la acción de la temperatura; química, que provoca cambios en las rocas.
– Erosión: consiste en el arranque y movilización de los materiales que resultan de la meteorización de las rocas mediante: el agua, el viento, el paisaje, el oleaje y el hielo.
– Transporte: los materiales arrancados en los procesos erosivos son transportados a otros lugares, de forma que aquellos de menor tamaño recorrerán distancias mayores que los más grandes: los ríos, el viento, el agua, los glaciares.
– Sedimentación: la fuerza de los agentes que han transportado los materiales cesa y estos se depositan en el terreno formando las cuencas.
– Cuando la pendiente del terreno por donde circulan los ríos desaparece.
– Los materiales transportados por el viento.
– El mar deposita sobre las playas los materiales transportados.
– Los márgenes de los glaciares.
Escorrentía – Aguas de arroyado:
La escorrentía se intensifica en terrenos con fuertes pendientes y deforestados.
Cuando el terreno por el que circulan estas aguas posee materiales blandos (arcilla y arenas) junto con materiales más duros, forma las chimeneas de hadas, columnas de material en una roca con forma redondeada.
Torrentes: son corrientes de agua superficiales estacionales que aparecen cuando las lluvias son muy intensas y las aguas de arroyado se van agrupando.
Se pueden distinguir 3 tramos: Cuenca de recepción: lugar donde se agrupan las aguas caídas en las intensas lluvias, canal de desagüe: zona con gran pendiente donde el agua posee un alto poder erosivo, cono de deyección: lugar donde se depositan los materiales, formando abanicos fluviales.
En los desiertos, zonas muy áridas y con pocas lluvias pero intensas, las aguas estacionales forman uadi o wadi y forman las ramblas.
Los ríos son corrientes de agua continua que surgen por la unión de diversos torrentes, aguas procedentes de los deshielos.
Curso o tramo alto: se localizan en las zonas montañosas con grandes pendientes. En estos lugares, las aguas circulan con rapidez, ejerciendo un alto poder erosivo y surgen valles con forma de V.
– Si las rocas que componen las laderas son duras, como calizas y granitos, se generan gargantas, desfiladeros y cañones en valles profundos.
– Si el río discurre sobre materiales de diferente dureza, se pueden generar grandes desniveles que dan lugar a cascadas.
Suspensión, saltación o rodadura.
– CURSO MEDIO:
La pendiente del terreno disminuye y la velocidad de las aguas desciende, pero aún aumenta el caudal del río de agua, denominados afluentes. La erosión de este tramo del río se produce en el fondo del valle, como en los laterales del curso del río. Se va ensanchando, adquiriendo forma de artesa, un fondo ancho y plano cubierto de aluviones, denominado llanura aluvial.
En este tramo también son característicos los meandros: las aguas, en su discurrir por la llanura aluvial, sortean los sedimentos.
– CURSO BAJO:
Corresponde a la desembocadura de los ríos en los océanos. El río circula por las zonas sin pendiente. En algunos casos, en este tramo se pueden formar terrazas fluviales.
En las desembocaduras pueden formarse dos tipos de estructura:
– Deltas: se producen cuando los ríos transportan gran cantidad de materiales que depositan y forman brazos.
– Estuarios: aparecen cuando los ríos desembocan en mares abiertos con mareas marcadas.