El Sistema Urbano Español: Estructura y Dinámica

El Sistema Urbano Español

Las ciudades se ordenan jerárquicamente en función del número de habitantes y por las funciones que desempeñan. Cada ciudad ejerce su influencia sobre un área circundante, cuya extensión fluctúa en función de la importancia de los servicios que oferta esa ciudad. Esta área de influencia recibe el nombre de hinterland. Cuanto mayor es el rango urbano de una ciudad, mayor será su área de influencia. Para articular adecuadamente el territorio, es necesario que la ciudad se encuentre bien comunicada con las entidades que configuran su área de influencia. En un país donde el sistema de ciudades esté bien articulado, el conjunto de las ciudades distribuirán de forma jerárquica y escalonada las funciones urbanas, evitando que éstas queden capitalizadas únicamente por una o dos ciudades. En la jerarquía urbana española se pueden distinguir cinco niveles:

Nivel I: Metrópolis Nacionales

Se trata de ciudades de más de un millón de habitantes que cuentan con un área metropolitana. Su radio de influencia alcanza a todo el país y además están conectadas con el circuito mundial de ciudades. Madrid y Barcelona son las dos metrópolis nacionales que hay en nuestro país.

Nivel II: Metrópolis Regionales de Primer Orden

Son ciudades con una población que se sitúa entre medio y un millón de habitantes. Ejercen su influencia sobre una amplia región. Se trata de ciudades bien comunicadas. Es el caso de Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao.

Nivel III: Metrópolis Subregionales

Son ciudades que, aunque cuentan con servicios especializados como hospitales o universidades, su población alcanza el medio millón de habitantes. Valladolid o Murcia pueden servir como ejemplo.

Nivel IV: Ciudades Medianas

La mayor parte de las capitales de provincia se incluyen en este apartado. Son ciudades con una población que oscila entre los cincuenta mil y los doscientos mil habitantes.

Nivel V: Centros Comarcales

En esta categoría quedarían agrupados los núcleos de población de entre diez mil y cincuenta mil habitantes. Los centros comarcales son núcleos urbanos que ejercen su influencia como centro de servicios básicos de los municipios de su entorno. El ejemplo más cercano para nosotros es Don Benito-Villanueva de la Serena.

Las ciudades constituyen un sistema o una red urbana, formado por unos elementos, las ciudades, y por las relaciones que se establecen entre ellas. Las ciudades tienen unas características (tamaño y funciones), a partir de las cuales ejercen su influencia sobre un área más o menos amplia, teoría que fue elaborada, por primera vez, por el alemán Christaller, y ocupan una posición jerárquica dentro del sistema urbano. En España, el mayor tamaño demográfico corresponde a siete áreas metropolitanas (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao).

Distribución Espacial de las Aglomeraciones Urbanas

La distribución espacial de las aglomeraciones urbanas en España se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • En la Península, las grandes ciudades se disponen de forma semianular en la periferia, rodeando un espacio interior poco urbanizado en cuyo centro está la mayor aglomeración urbana del país: Madrid.

El crecimiento de las áreas metropolitanas ha contribuido a la aparición de ejes de desarrollo urbano. Estos ejes son principalmente periféricos:

  • Eje Atlántico-Gallego: Formado por La Coruña como ciudad principal, Vigo y las ciudades interiores que dependen de ellas como Orense y Lugo.
  • Eje Cantábrico: Comprendido entre el triángulo asturiano (Oviedo-Gijón-Avilés), el País Vasco y Pamplona, también con ramificaciones hacia el interior (León, Burgos y Logroño).
  • Eje del Valle del Ebro: Su territorio se extiende a lo largo del curso del Ebro, desde el País Vasco y Navarra hasta Cataluña y Aragón, la principal ciudad es Zaragoza.
  • Eje Mediterráneo: Comprende desde Gerona hasta Cartagena, con Barcelona como ciudad capital.
  • Eje Andaluz: Se observa una subdivisión: un eje discurre por el interior a lo largo del valle del Guadalquivir (desde la costa atlántica hasta Jaén) y otro eje corre paralelo a la costa, desde Almería hasta Huelva.

Esta disposición espacial de las principales ciudades españolas se corresponde con el desarrollo económico de España que, en los últimos doscientos años, se localiza en la periferia y en el norte peninsular. Las grandes metrópolis se concentran en el nordeste, donde se encuentran cinco de las siete aglomeraciones urbanas con más de 500.000 habitantes: los cuatro grandes polos de actividad económica (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao) y Zaragoza que ocupa una posición estratégica como lugar de encrucijada de los grandes flujos económicos de la Península.

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