El Relieve de la Península Ibérica

Introducción

El relieve hace referencia al conjunto de características que presenta una región determinada de acuerdo con su altura, pendiente y forma. La Orografía es la ciencia que se encarga de describir el relieve.

Características del Relieve Peninsular

La configuración del relieve peninsular español presenta tres rasgos principales:

  1. Forma maciza. Dada por la anchura de la Península Ibérica (de Oeste a Este) y por sus costas rectilíneas casi sin accidentes litorales, lo que permite la penetración del mar hacia el interior.
  2. Elevada altitud media (660 m). Solo superada por Suiza en Europa. Esto se debe a la presencia de altas cordilleras y a la Meseta (600-800 m).
  3. Disposición periférica del relieve montañoso en torno a la Meseta, lo que frena la influencia del mar y causa contrastes climáticos entre el litoral y el interior.

Tipos de Unidades Morfoestructurales

En la Península Ibérica están presentes las grandes unidades morfoestructurales del relieve continental:

Zócalos

Son llanuras o mesetas de la era primaria, formadas por la erosión de cordilleras surgidas durante la orogénesis herciniana. Los zócalos constituyen la base del relieve y están compuestos por materiales paleozoicos (rocas silíceas como el granito y la pizarra), muy rígidos, por lo que no se pliegan, sino que se fracturan. Gran parte de la Meseta está formada por un zócalo.

Macizos Antiguos

Son montañas de la era terciaria, formadas por el levantamiento de un bloque del zócalo durante la orogénesis alpina, por lo que también están compuestos por materiales paleozoicos. En la actualidad, presentan formas redondeadas y cumbres aplanadas debido a la elevada erosión. Ejemplos de macizos antiguos son el Sistema Central, los Montes de Toledo, el Macizo Galaico y la parte occidental de la Cordillera Cantábrica.

Cordilleras de Plegamiento

Son grandes elevaciones montañosas formadas durante la orogénesis alpina (era terciaria) por el plegamiento de materiales sedimentarios, principalmente calizos, depositados en el fondo del mar durante la era secundaria. En la actualidad, presentan fuertes pendientes y formas escarpadas, ya que no han sufrido una erosión tan intensa.

Cuencas Sedimentarias o Depresiones

Son zonas hundidas, principalmente de la era terciaria, que se rellenaron con sedimentos (principalmente arcillosos y calizos). En la actualidad, presentan relieves horizontales o suavemente inclinados, ya que no se han visto afectados por orogénesis posteriores. Existen dos tipos:

  • Cuencas. Formadas por el hundimiento de un bloque del zócalo debido a las presiones de la orogénesis alpina (depresiones del Duero, Tajo y Guadiana).
  • Depresiones prealpinas. Formadas a ambos lados de las cordilleras alpinas (depresiones del Ebro y Guadalquivir).

Evolución Geológica Peninsular

El relieve actual de la Península Ibérica es el resultado de millones de años de procesos geológicos, incluyendo fases orogénicas y de calma, con predominio de la erosión y la sedimentación.

Era Arcaica o Precámbrico

En esta era emerge del mar una banda montañosa de dirección NO-SE, formada por pizarras y neis. Este macizo precámbrico fue arrasado por la erosión y cubierto por los mares paleozoicos.

Era Primaria o Paleozoico

En esta era tiene lugar la orogénesis herciniana. De los mares que cubrían la Península Ibérica surgen las cordilleras hercinianas, formadas por materiales silíceos como el granito, la pizarra y la cuarcita. Se elevan macizos que son arrasados por la erosión a finales de la era primaria, convirtiéndose en zócalos.

Era Secundaria o Mesozoico

Es un periodo de calma, con predominio de la erosión y la sedimentación. La erosión continuó desgastando los relieves hercinianos, mientras que la sedimentación depositó materiales, principalmente calizos, en las zonas cubiertas por el mar.

Era Terciaria

En esta era ocurre la orogénesis alpina, que provoca grandes cambios en el relieve peninsular. Se levantan las cordilleras alpinas al plegarse los materiales depositados en las fosas pirenaica y bética, que se encontraban entre los macizos antiguos, surgiendo así los Pirineos y las Cordilleras Béticas. También se forman las depresiones prealpinas, paralelas a las nuevas cordilleras: la depresión del Ebro (junto a los Pirineos) y la del Guadalquivir (junto a las Cordilleras Béticas). La Meseta también se ve afectada por la orogénesis alpina:

  • Pasa a inclinarse hacia el Atlántico, lo que determina la orientación de buena parte de los ríos peninsulares hacia este océano.
  • Se forman los rebordes montañosos orientales y meridionales de la Meseta. En el borde oriental se encuentran la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico, mientras que en el borde sur se encuentra Sierra Morena.
  • El zócalo de la Meseta, formado por materiales paleozoicos rígidos, sufre fracturas y fallas, dando lugar a un relieve germánico, con bloques levantados (horst) y bloques hundidos (graben). Los bloques levantados forman el reborde montañoso del norte de la Meseta (Macizo Galaico y parte oriental de la Cordillera Cantábrica) y las sierras interiores de la Meseta (Sistema Central y Montes de Toledo). Los bloques hundidos dan lugar a las depresiones interiores o cuencas sedimentarias de la Meseta (submesetas). Las fallas también dan lugar a actividad volcánica.

Era Cuaternaria

Los fenómenos más destacados de esta era son el glaciarismo y la formación de terrazas fluviales.

  • Glaciarismo. Afectó a las cordilleras más altas: Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada. Se formaron glaciares de circo, acumulaciones de hielo en la cabecera de los valles, donde el hielo y el deshielo rompían las rocas de las paredes, ampliando y escarpando su forma. En la Península Ibérica, la mayoría de los glaciares fueron de circo, y al fundirse dieron lugar a pequeños lagos. También se formaron glaciares de valle, auténticos ríos de hielo que se desplazaban fuera del circo valle abajo cuando el espesor del hielo en el circo era muy grande, erosionando el terreno en forma de U.
  • Terrazas fluviales. Son franjas de terreno llano suspendidas a los lados de los ríos. Se formaron por los aluviones depositados por el río cuando el agua, que en las épocas frías formaba hielo en las montañas, perdía fuerza erosiva. Al fundirse el hielo, aumentaba el caudal y la fuerza erosiva del río, que ahondaba su cauce. Se deben a los cambios climáticos del cuaternario. En la Península Ibérica destacan las terrazas de los ríos Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Ebro.

El Roquedo y los Tipos de Relieve

En la Península Ibérica se distinguen tres áreas con diferente roquedo: silícea, caliza y arcillosa.

Área Silícea

Está formada por rocas antiguas de la era precámbrica y primaria. Se encuentra principalmente en el Oeste de la Península Ibérica, con ramificaciones en la Cordillera Cantábrica (oeste), Sistema Central, Montes de Toledo y Sierra Morena. También se encuentra en áreas con restos de macizos antiguos, como el eje de los Pirineos y sectores del Sistema Ibérico, Cordillera Costero-Catalana y Cordillera Penibética. La roca principal es el granito, una roca magmática muy rígida. Se distinguen distintos tipos de relieve granítico:

  • Granito alterado químicamente y en profundidad por el agua. Sus cristales se descomponen, formando arenas pardo-amarillentas. Pueden alcanzar grandes espesores en valles y zócalos de escasa pendiente.
  • Granito alterado a partir de diaclasas o fracturas de la roca. Las formas que se crean son distintas según la altitud:
    • Áreas de alta montaña. El agua se filtra por las fracturas de las rocas y, al helarse, aumenta su volumen y las rompe. El resultado son los galayos y los canchales.
    • Zonas menos elevadas. Las formas dependen de la disposición de las fracturas. Si las diaclasas son paralelas a la superficie, se forman domos. Si las diaclasas son perpendiculares, se forman bolas, dando lugar a berrocales y al caos granítico.

Área Caliza

Está formada por rocas secundarias plegadas en la era terciaria. Forma una Z invertida que se extiende por los Prepirineos, Montes Vascos, Cordillera Cantábrica (este), Sistema Ibérico, parte de la Cordillera Costero-Catalana y Cordillera Subbética. La roca principal es la caliza, una roca sedimentaria dura que se fractura en grietas o diaclasas y es soluble en agua. Da lugar al relieve cárstico, cuyas formas características son:

  • Lapiaces o lenares. Son surcos o cavidades separados por tabiques más o menos agudos. Se forman por el agua de escorrentía, que erosiona la superficie formando canales.
  • Gargantas u hoces. Son valles estrechos y profundos, enmarcados por vertientes abruptas, causados por la acción erosiva de los ríos.
  • Poljés. Son depresiones alargadas de fondo horizontal y vertientes abruptas. Están recorridas total o parcialmente por corrientes de agua que desaparecen repentinamente por sumideros para continuar circulando subterráneamente. Pueden inundarse y formar lagos.
  • Dolinas o torcas. Son grandes cavidades formadas donde el agua se estanca. Al unirse varias dolinas, forman uvalas.
  • Cuevas. Son cavidades naturales del terreno causadas por la infiltración y circulación subterránea del agua a través de las fisuras del terreno. En ellas se forman estalactitas y estalagmitas.
  • Simas. Son aberturas estrechas que comunican la superficie con galerías subterráneas.

Área Arcillosa

Está formada por rocas sedimentarias terciarias y cuaternarias. Se encuentra en las cuencas de las submesetas, las depresiones del Ebro y Guadalquivir, áreas hundidas y llanuras costeras mediterráneas. La roca principal es la arcilla, poco resistente a la erosión, por lo que da lugar a un relieve horizontal, sin plegamientos. La rápida erosión de la arcilla genera:

  • Campiñas. Son llanuras bajas suavemente onduladas recorridas por ríos.
  • En zonas donde alternan periodos secos y calurosos con lluvias cortas y torrenciales (SE de la Península Ibérica, zona central del valle del Ebro) se forman cárcavas (surcos estrechos y profundos separados por aristas, que crean una topografía abrupta similar a una montaña en miniatura) y “badlands” (paisajes formados por la concentración de numerosas cárcavas).

Relieve Causado por Erosión Diferencial

En cada zona existen diferentes tipos de rocas. La erosión actúa de forma diferente según la disposición de los estratos:

  • Estratos horizontales, con materiales duros y blandos. Los ríos abren valles que separan amplias plataformas. Se forman páramos (superficies estructurales amplias, planas y elevadas formadas sobre un estrato horizontal duro), cerros testigo o mesas (colinas aisladas de cima horizontal, relieves residuales esculpidos por la erosión diferencial en superficies donde alternan capas duras y blandas en estratos horizontales) y antecerros (colinas formadas cuando un cerro testigo pierde el estrato superior). Este tipo de relieve se encuentra en las cuencas sedimentarias meseteñas y en las depresiones del Ebro y Guadalquivir.
  • Estratos suavemente inclinados, con materiales duros y blandos. Se forman cuestas. La erosión de las cuestas da lugar a cerros testigo y antecerros.
  • Estratos plegados, con materiales duros y blandos. Originan relieves apalachense y jurásico:
    • Relieve apalachense. Se forma sobre antiguas cadenas plegadas (hercinianas) que fueron transformadas en zócalos por la erosión y posteriormente elevadas durante la orogenia alpina. La erosión diferencial provoca que los materiales blandos se desgasten más rápidamente, formando valles, mientras que los materiales duros sobresalen, formando crestas. Es característico de los Montes de Toledo y Sierra Morena.
    • Relieve jurásico. Se forma sobre cordilleras jóvenes plegadas, donde alternan pliegues anticlinales y sinclinales. En los anticlinales, se forman valles perpendiculares a la cima (cluses) y valles paralelos a la cima (combes). Si el estrato duro se ve perforado, la erosión se acelera, de manera que los anticlinales quedan encajados entre los antiguos valles sinclinales, dando lugar a un relieve invertido. Es característico del Sistema Ibérico, Pirineos, Cordilleras Béticas y Cordillera Cantábrica (este).

Grandes Unidades Morfoestructurales del Relieve Peninsular

La Meseta

Es una llanura elevada a una altitud media de 600-800 m. Se formó en la era primaria por la erosión del Macizo Hespérico, surgido durante la orogenia herciniana. En la era terciaria, la Meseta se vio afectada por la orogenia alpina, lo que dio lugar a la formación de tres unidades morfoestructurales en su interior:

  • Antiguo zócalo paleozoico. Solo aflora en el Oeste de la Península Ibérica. La erosión ha eliminado los materiales terciarios que lo recubrían, dejando al descubierto los materiales primarios. El relieve está constituido por penillanuras (superficies de erosión suavemente onduladas, formadas sobre materiales antiguos), accidentadas por montes isla (relieves residuales formados por las rocas más resistentes a la erosión). En las zonas de contacto entre las penillanuras y las cuencas sedimentarias, los ríos forman gargantas.
  • Sierras interiores de la Meseta. Son el Sistema Central y los Montes de Toledo. Se formaron en la era terciaria por el levantamiento de bloques del zócalo durante la orogenia alpina. Están formadas por roquedo primario (granito, pizarra, neis) y presentan formas redondeadas y cumbres aplanadas (superficies de erosión levantadas).
    • Sistema Central. Es la unidad más alta y divide la Meseta por la mitad. Sus principales sierras son Somosierra, Guadarrama, Gredos, Peña de Francia y Gata.
    • Montes de Toledo. Son de menor altura que el Sistema Central y dividen en dos la submeseta sur, separando las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su principal sierra es la de Guadalupe.
  • Cuencas sedimentarias interiores de la Meseta. Son las submesetas norte y sur. Se formaron en la era terciaria por el hundimiento de bloques del zócalo durante la orogenia alpina. Inicialmente, las cuencas formaron lagos que posteriormente se rellenaron con materiales terciarios dispuestos horizontalmente en estratos: blandos en la parte inferior (arcillas, arenas, yesos, margas) y duros en la parte superior (calizas). El resultado es un relieve de páramos, campiñas y cuestas.
    • Páramos. Son superficies estructurales amplias, planas y elevadas formadas sobre un estrato horizontal duro.
    • Campiñas. Son llanuras bajas suavemente onduladas recorridas por ríos. En ellas se encuentran cerros testigo. Las principales campiñas son las del Duero, Tajo y Guadiana.
    • Cuestas. Son zonas inclinadas que se encuentran entre los páramos y las campiñas.
    • Cuenca de la submeseta norte. Es más alta (800-850 m) y más uniforme que la submeseta sur, ya que pertenece a una sola cuenca hidrográfica, la del Duero. Está completamente encerrada por montañas.
    • Cuenca de la submeseta sur. Es más baja (500-700 m) y está accidentada en su parte media por los Montes de Toledo, que la dividen en dos cuencas hidrográficas, la del Tajo y la del Guadiana. Tiene salida al Atlántico.

Rebordes Montañosos de la Meseta

Se formaron en la era terciaria, bien por el levantamiento de bloques de la Meseta o por el plegamiento de materiales depositados en el fondo del mar.

  • Macizo Galaico-Leonés. Se formó en la era terciaria por el levantamiento del zócalo de la Meseta durante la orogenia alpina. Está formado por materiales paleozoicos. Su relieve se caracteriza por montañas redondeadas de poca altura y multitud de fallas. Sus principales sierras son Cabrera y Segundera.
  • Cordillera Cantábrica. Presenta dos sectores bien diferenciados:
    • Sector oeste o Macizo Asturiano. Se formó en la era terciaria por el levantamiento del zócalo durante la orogenia alpina. Está formado por materiales paleozoicos. En su extremo occidental presenta un relieve apalachense, mientras que en su extremo oriental predominan las calizas primarias, destacando los Picos de Europa.
    • Sector este o Montaña Cantábrica. Se formó en la era terciaria por el plegamiento de materiales secundarios, principalmente calizas, por lo que también presenta relieves jurásicos.
  • Sistema Ibérico. Es una cordillera intermedia que se formó en la era terciaria por el plegamiento de materiales secundarios. Sus materiales son principalmente calizos, aunque también presenta sectores paleozoicos.
  • Sierra Morena. No es propiamente una cordillera, sino un brusco escalón que separa la Meseta del valle del Guadalquivir. Se formó en la era terciaria por el empuje del levantamiento de las Cordilleras Béticas. Su roquedo es paleozoico.

Depresiones Exteriores a la Meseta

Son cuencas prealpinas que se formaron en la era terciaria. Se rellenaron con sedimentos terciarios y cuaternarios.

  • Depresión del Ebro. Es una depresión paralela a los Pirineos, cerrada por estos, el Sistema Ibérico y la Cordillera Costero-Catalana. Ocupa el lugar donde se encontraba el Macizo del Ebro, arrasado por la erosión, por lo que sus materiales son marinos, gruesos en los bordes y finos en el centro. Su relieve es el resultado de la diferente dureza de los materiales y del clima árido.
    • Somontanos. Son llanuras levemente inclinadas situadas entre las sierras exteriores y el centro de la depresión. En ellos, la erosión crea mallos (torreones rocosos formados por fracturas verticales) y hoyas (depresiones sobre materiales blandos).
    • Centro de la depresión. Los estratos son horizontales y alternan materiales duros y blandos. El resultado son mesas (zonas calizas) y badlands (zonas blandas).
  • Depresión del Guadalquivir. Es una depresión paralela a las Cordilleras Béticas, situada entre estas, Sierra Morena y el Atlántico. Inicialmente estuvo abierta al mar, formando un golfo. Posteriormente se convirtió en un lago litoral y finalmente en las actuales marismas. Su relieve se caracteriza por campiñas, mesas y cerros testigo.

Cordilleras Exteriores a la Meseta

Se formaron en la era terciaria por el plegamiento de sedimentos secundarios durante la orogenia alpina. Sus materiales son principalmente calizos.

  • Pirineos. Presentan una estructura compleja. Los Montes Vascos y la Cordillera Costero-Catalana pueden considerarse como su prolongación.
    • Eje o zona axial. Se rejuveneció durante la orogenia alpina. Está formado por materiales paleozoicos. Presenta un relieve abrupto y aquí se encuentran las mayores alturas de la cordillera.
    • Prepirineos. Se encuentran al sur del eje. Se formaron durante la orogenia alpina por el plegamiento de materiales secundarios de la fosa pirenaica. Presentan un relieve más suave y bajo que el eje. Están formados por calizas.
    • Depresión media. Es una larga y estrecha depresión que separa las sierras interiores de las sierras exteriores prepirenaicas.
  • Montes Vascos. Son una prolongación de los Pirineos, por lo que su roquedo es principalmente calizo. Presentan formas suaves y una altitud moderada.
  • Cordillera Costero-Catalana. Es el resultado de la transformación de la zona oriental de los Pirineos, de la que se separó por la acción de varias fallas. Su mitad norte está formada por materiales paleozoicos, levantados en bloque durante la orogenia alpina. Su mitad sur está formada por materiales calizos secundarios, plegados durante la orogenia alpina.
  • Cordilleras Béticas. Presentan una gran complejidad geológica. Se estructuran en dos sistemas montañosos separados por depresiones:
    • Cordillera Penibética. Bordea la costa. Se formó en la era terciaria. Está formada por materiales paleozoicos. En ella se encuentran las cimas más elevadas de la Península Ibérica, en Sierra Nevada: el Mulhacén y el Veleta.
    • Cordillera Subbética. Se encuentra en el interior. Se formó en la era terciaria por el plegamiento de materiales secundarios. En ella se produce una alternancia de materiales duros y blandos.
    • Depresión Intrabética. Se encuentra entre las Cordilleras Penibética y Subbética. Está fragmentada en varias depresiones. Se rellenó con materiales terciarios, dando lugar a badlands.

El Relieve Costero Peninsular

Las costas peninsulares son principalmente rectilíneas, excepto las gallegas, por lo que la penetración de la influencia del mar es escasa.

Formas del Relieve Costero

La morfología de las costas está condicionada por el relieve interior. Los principales accidentes costeros son:

  • Cabos. Son salientes profundos de la costa hacia el mar.
  • Golfos. Son entrantes profundos del mar en la costa.
  • Acantilados. Son costas que penetran en el mar con fuerte pendiente. La erosión del mar crea cuevas, arcos marinos y farallones.
  • Playas. Son acumulaciones de material arenoso o de guijarros al nivel de la costa.
  • Rasas. Son plataformas rocosas paralelas a la costa, formadas por la erosión marina y que han quedado elevadas sobre el nivel del mar.
  • Rías. Son entrantes costeros formados por la invasión del mar del tramo final de un valle fluvial. Se deben al ascenso del nivel del mar o al descenso de la corteza terrestre.
  • Marismas. Son llanuras de fango situadas en bahías bajas, rellenadas con sedimentos aportados por los ríos que las atraviesan y por el mar durante las mareas.
  • Flechas litorales. Son brazos de arena formados por la acumulación de arena delante de la costa. Si se cierran, forman un cordón litoral.
  • Albuferas. Son lagos costeros salados separados del mar por un cordón litoral que cierra una bahía. Suelen acabar convirtiéndose en marismas.
  • Tómbolos. Son barras de arena que unen islotes rocosos a la costa.
  • Deltas. Son salientes costeros formados cuando el río aporta más sedimentos de los que puede redistribuir el mar.
  • Dunas. Son montículos de arena típicos de las costas arenosas. Se forman por la acción del viento y pueden cambiar de ubicación, forma o tamaño.

Costas Atlánticas

Se diferencian tres sectores: la costa cantábrica, las rías gallegas y la costa atlántica andaluza.

  • Costa cantábrica. Es una costa rectilínea. Sus principales accidentes son acantilados, rasas, rías (cortas y de boca estrecha), playas arenosas y tómbolos.
  • Rías gallegas. Constituyen la costa más articulada de España. Se deben a la invasión del mar de valles fluviales abiertos en las fracturas del Macizo Galaico. El mar penetra hasta 25-30 km tierra adentro.
  • Costa atlántica andaluza. Sus principales accidentes son marismas, flechas litorales y campos de dunas.

Costas Mediterráneas

Se distinguen tres sectores: el sector bético, el golfo de Valencia y el litoral catalán.

  • Sector bético. Se extiende desde el peñón de Gibraltar hasta el cabo de La Nao. Sus principales accidentes son acantilados, dunas, albuferas y terrazas marinas.
  • Golfo de Valencia. Se extiende desde el cabo de La Nao hasta el delta del Ebro. Sus principales accidentes son playas, albuferas, tómbolos y pequeños deltas.
  • Litoral catalán. Se extiende desde el delta del Ebro hasta la Costa Brava. Sus principales accidentes son costas acantiladas, playas y deltas.

El Relieve Insular

El Archipiélago Balear

Las Islas Baleares son un eslabón entre la Cordillera Subbética (Mallorca, Ibiza y Formentera) y la Cordillera Costero-Catalana (Menorca).

  • Mallorca presenta tres conjuntos: la Serra Tramuntana, situada al norte, con roquedo calizo y relieve abrupto (aquí se encuentran las mayores alturas del archipiélago); las Serras de Llevant, también calizas, que no alcanzan los 500 m de altitud; y la depresión central, situada entre ambas sierras, con roquedo arcilloso y relieve suave.
  • Ibiza y Formentera. Estuvieron unidas hasta el Cuaternario. Presentan un relieve montañoso calizo al norte (Ibiza), un macizo al este (Formentera) y una llanura.
  • Menorca. Presenta dos conjuntos separados por una falla. La mitad norte presenta un relieve montañoso paleozoico de baja altura y formas suaves. La mitad sur es llana y está formada por materiales calizos secundarios.

Las costas baleares son acantiladas donde los relieves montañosos llegan al mar. En el resto, alternan playas (largas y arenosas), calas y albuferas.

El Archipiélago Canario

Su origen es volcánico. Se formaron en la era terciaria, cuando la orogenia alpina rompió el fondo del Atlántico. Los principales tipos de relieve son:

  • Conos volcánicos. Son elevaciones cónicas abiertas en la cima. Su origen se debe a la acumulación de material volcánico alrededor de la boca de emisión.
  • Calderas. Son grandes cráteres circulares, originados por la explosión o el hundimiento de un volcán.
  • Malpaíses. Son terrenos abruptos formados al solidificarse rápidamente las coladas de lava.
  • Diques (horizontales) y roques (verticales). Son conductos de emisión de magma, rellenados de lava solidificada, que han quedado al descubierto por la erosión diferencial.
  • Barrancos. Son valles estrechos, escarpados y de corto recorrido. Se han creado por el encajamiento de torrentes en el terreno volcánico.

Las costas canarias han sido reformadas por las erupciones volcánicas. Predominan los acantilados sobre las playas.

  • Acantilados. Los de 100-150 m de altura son característicos de los macizos antiguos, mientras que los de 70-100 m se encuentran sobre los materiales de erupciones recientes.
  • Playas. En las islas occidentales predominan las playas de cantos, mientras que en las islas orientales predominan las playas de arena.

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