El Espacio Industrial en España: Evolución, Desafíos y Futuro

El Espacio Industrial

El espacio industrial es aquel territorio donde se localiza la industria y en donde se desarrolla una actividad económica que transforma la materia prima en productos. En la actualidad, la industria supone el 17% del empleo y el 16% del PIB. En cuanto al plano ambiental, esta supone un fuerte impacto en el entorno. El empleo industrial ha ido en descenso desde 1975 debido a factores como la crisis.

Factores de Localización Industrial

Los factores de la localización industrial permiten un emplazamiento óptimo. Algunos de estos factores son la mano de obra, el capital financiero, la calidad ambiental… Pero, por otra parte, esta localización presenta una serie de desequilibrios territoriales.

Áreas Industriales Desarrolladas

Las áreas industriales desarrolladas son los espacios centrales de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Su evolución ha marcado una reconversión de sectores tradicionales y la implantación de sectores de alta tecnología, así como una creciente terciarización de su industria.

Ejes Industriales en Expansión

Por otra parte, los ejes industriales en expansión son los del valle del Ebro y del Mediterráneo, que cuenta con una red de autopistas que conecta los principales centros nacionales y el sur de Europa; esto ha conllevado la atracción de industrias nacionales y multinacionales.

Áreas de Escasa Industrialización

Para finalizar, en las áreas de escasa industrialización como Aragón, Andalucía… Se crearon algunos enclaves industriales como resultado de las políticas de promoción industrial. Estos fueron incapaces de difundir la industria y dieron como resultado unos desequilibrios territoriales.

Materias Primas y Fuentes de Energía

En cuanto a las materias primas y fuentes de energía, son los recursos disponibles en la naturaleza, que pueden o no ser consumidos directamente. Estas materias primas se dividen en animal, vegetal y mineral. Dentro de la mineral, nos encontramos que existen dos tipos: los energéticos, que son fuentes de energía como el carbón o el petróleo, y los no energéticos, que a su vez, este último se subdivide en dos grupos, los metálicos como el cobre, y los no metálicos como el granito o la arcilla. Las fuentes de energía, a su vez, pueden ser renovables o no renovables. Las renovables son aquellas que no se agotan y son famosas por ser energías limpias o alternativas, algunos ejemplos son la solar, eólica… Y las no renovables son aquellas que se consumen más rápido de lo que se puede regenerar, como el carbón, gas natural… La mayoría del petróleo que consumimos viene del petróleo, aunque en los últimos años ha disminuido su uso.

Fases de la Industria Española

Para finalizar, las fases de la industria española pueden catalogarse en 4:

Los Inicios del Proceso (Hasta 1959)

El proceso de industrialización se comenzó más tarde que el resto de países Europeos debido al poco espíritu empresarial y la escasez de capital. No será a partir de 1900 donde se produjo un despegue industrial debido a la neutralidad de España en la 1ª Guerra Mundial, el impulso de las obras públicas durante la dictadura de Primo de Rivera, la política proteccionista… La guerra civil española acabó con una etapa de crecimiento e inició una fase de descenso de la producción industrial. En 1941 se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) con el objetivo de incrementar la producción industrial. Esta etapa se caracterizó por la falta de competencia, de tecnología y de capitales.

El Desarrollismo (1959-1973)

Comenzó en 1959 y fue una etapa donde se liberaron las importaciones que permitieron la entrada de bienes de capital, materias primas, capitales… Pero lo más importante fue la creación del Plan de Estabilización Nacional, el cual, causó un crecimiento de la economía con un 34% de la ocupación. Pero los resultados no respondieron a las expectativas y la industria siguió concentrada en núcleos que ya contaban con tejido industrial.

Crisis y Reconversión (1973-1986)

Esta etapa estuvo marcada por la crisis de 1973 que marcó la Tercera Revolución Industrial. El modelo fascista fue sustituido por otro basado en nuevas tecnologías y España en esta etapa coincide con el inicio de la transición política hacia el sistema democrático, en donde el clima de incertidumbre paró las inversiones empresariales, aunque tampoco ayudó la subida del petróleo. En 1983, se anuncia una reconversión industrial que tenía como objetivo asegurar la viabilidad de las industrias en crisis, pero la consecuencia de esto fue una desindustrialización que afectó sobre todo a Galicia, Asturias… El cierre de miles de empresas generó serios problemas económicos, demográficos y ambientales. Paralelamente a la reconversión, se adoptó una política de reindustrialización en donde se crearon Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR).

La Integración en la CEE (Desde 1986)

En 1986, España accedió a la CEE, la cual marcó una nueva etapa que ofreció un mercado de más de 325 millones de consumidores. Las directrices marcadas por la CEE para España fueron: liberar el mercado industrial, invertir en proyectos de modernización tecnológica, apoyar a las pymes e impulsar la investigación. También el INI modificó sus funciones desprendiendo así de muchos negocios como SEAT, IBERIA, ENDESA…

Conclusión

La industria en la actualidad supone un 17% del empleo y un 16% del PIB, pero también es impulsora del desarrollo tecnológico, los servicios de producción y las exportaciones. Más del 60% de la producción se concentra en: Cataluña, Andalucía, País Vasco… y la producción es muy diversa, separados así en diferentes sectores como la alimentación, los vehículos, la química y los metales.

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