Nos encontramos ante un mapa temático ya que refleja un hecho geográfico concreto. En este caso, el de los dominios litológicos de España.
En España se reconocen cuatro dominios litológicos según el material que prevalece en cada uno de ellos. La litología es la ciencia que estudia y describe las carácterísticas de las rocas, que son los materiales o elementos que conforman la corteza terrestre.
Teniendo en cuenta la leyenda, distinguimos cuatro dominios litológicos representados con diferentes colores en el mapa:
El verde
Corresponde al dominio silíceo, ocupa, de forma casi continua, todo el tercio oeste peninsular (excepto Lisboa), desde Galicia hasta gran parte de Huelva; se extiende hacia el este por el macizo Asturiano, el Sistema Central, los Montes de Toledo y Sierra Morena; y aparece también, en el eje central de los Pirineos, la cordillera Penibética, algunas sierras del Sistema Ibérico y del Sistema Costero – Catalán.
El rojo
Corresponde al dominio calcáreo. Se extiende formando una gran < z=»»> invertida, desde las costas catalanas hasta el estrecho de Gibraltar: zona meridional del Sistema Costero – Catalán, el Prepirineo, los Montes Vascos y la mitad oriental de la Cordillera Cantábrica, flexiónándose hacia el sureste, a lo largo del Sistema Ibérico, para enlazar, con dirección suroeste, con la Cordillera Subbética. Es la litología dominante en el archipiélago balear.
El amarillo
Corresponde al dominio arcilloso. Se extiende por las depresiones terciarias y las llanuras litorales mediterráneas: las cuencas sedimentarias castellanas, las depresiones del Ebro y Bética y las llanuras costeras mediterráneas.
El morado
Corresponde al dominio volcánico. Se identifica con el archipiélago canario. En la Península solo aparecen zonas volcánicas aisladas en Almería (cabo de Gata), Murcia, Valencia, Girona y Ciudad Real.
Cada uno de los diferentes dominios tiene unas carácterísticas propias:
El dominio silíceo
Dentro de este destacamos la abundancia de granito. Sobre él se labran numerosas formas de relieve. Las formas de modelado dominantes son las que resultan de la alteración por la acción del agua, el hielo y el deshielo, que actúa a través de las diaclasas, líneas de debilidad del granito por las que se inicia la erosión. El agua se filtra a través de estas fisuras, que se van ensanchando hasta llegar a provocar el desprendimiento de bloques. Las formas de relieve resultantes son variadas:
– Si el agua actúa sobre las diaclasas más superficiales, de disposición horizontal, se produce un paisaje de formas redondeadas y suaves: los domos.
– Si el agua se filtra a través de la red ortogonal de diaclasas, se puede modelar un tor, colina en la que se aprecia la estructura compuesta por los bloques diaclasados. Cuando la erosión llega a individualizar estos bloques, se forman bolos. Si un bloque queda en equilibrio inestable, lo llamamos piedra caballera. Y cuando los bolos se amontonan en las vertientes, hablamos de berrocales o pedrizas.
El dominio calizo o calcáreo
La caliza es una roca dura y permeable que, como resultado de su disolución en contacto con el agua, da lugar al modelado cárstico. Las formas cársticas más carácterísticas son:
– Cañón, garganta u hoz: valle estrecho, de flancos verticales y profundos, labrado por un río.
– Lapiaz o lenar: superficie formada por surcos, creadas por el agua.
– Simas: aberturas estrechas que comunican la superficie con galerías subterráneas.
– Dolinas o torcas: depresiones formadas en superficie, de silueta ovalada y contornos sinuosos.
– Poljé: valle cerrado de fondo plano, recorrido por un riachuelo.
El dominio arcilloso
Las rocas predominantes son arcillas, margas y yesos. Fueron depositadas a finales del Terciario y en el Cuaternario. Forman relieves planos, de disposición horizontal:
– En las zonas semiáridas o áridas, el agua genera cárcavas, que son barrancos de paredes verticales, que pueden llegar a formar un paisaje de badlands cuando las cárcavas ocupan una extensa zona.
– En ocasiones, sobre estas vastas llanuras, la alternancia de materiales duros y blandos da lugar a formas de relieves en los que alternan dos niveles, el nivel de páramos y el nivel de campiñas.
El nivel de páramos, más elevado, corresponde a llanuras estructurales en las que la erosión ha desmantelado las capas superiores más blandas y ha dejado al descubierto una capa de rocas calizas duras, que corona el páramo.
El nivel de campiñas, está formado por llanuras labradas por los ríos sobre materiales blandos.
El dominio volcánico
Algunas de las formas de relieve volcánico son:
– Cono volcánico. Es un edificio volcánico. Popularmente se denomina volcán.
– Caldera. Es una depresión circular o elíptica. Se puede originar, bien por el desplome del volcán, bien por emisiones violentas de magma al exterior, o bien por el arroyamiento y la acción del aire.
– Domo. Es un edificio volcánico, con forma de cúpula y paredes empinadas.
– Malpaís. Es un cúmulo de coladas solidificadas que dan lugar a paisajes con aspecto de escombrera.
– Roque y dique. Son masas de lava alojada en la chimenea de un volcán cuyo cono ha sido erosionado.
– Barranco volcánico. Se origina por el arroyamiento del agua de lluvia que discurre por las laderas inclinadas.