La Desigual Distribución Espacial de la Población Española
El proceso de ocupación y distribución de la población española sobre el territorio presenta las siguientes características:
- Aumento generalizado de la densidad de la población.
- Oposición entre el litoral, donde se produce una fuerte concentración de población, y el interior, que aparece semivacío.
- Concentración en las áreas urbanas frente al despoblamiento de las zonas rurales.
Evolución de la Densidad de la Población
Una consecuencia del importante crecimiento demográfico ha sido el aumento de la densidad.
Etapa Preestadística
En la etapa preestadística, la densidad tuvo un ritmo de crecimiento lento. Durante todo este periodo, la Corona de Castilla acogía las 3/4 partes de la población española. En las zonas periféricas había densidades más bajas.
Etapa Estadística
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el crecimiento es mayor. Se comienza así a cambiar el mapa de densidad. A mediados del siglo XX, hay una periferia expansiva frente a un centro reprimido. A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, la densidad sigue elevándose. El ritmo de crecimiento no ha sido tampoco uniforme. Los principales saltos de aumento de la densidad fueron en los años 60 y 70, y posteriormente en la primera década del siglo actual.
Comparativa de Densidad
España siempre ha tenido una de las densidades más bajas del continente europeo. Actualmente, sigue siendo baja en el conjunto de los países de la UE.
La Distribución Actual de la Población Española
Hoy en día, hay mayor intensidad de contraste en la distribución de la población española.
El Peso Demográfico en las Comunidades Autónomas
Resultado del reparto de la población:
- Las cuatro comunidades que contienen mayor población son: Andalucía (17,8%), Cataluña (15,9%), Comunidad de Madrid (13,4%) y Comunidad Valenciana (10,8%).
- Las de menor población son: La Rioja, Navarra, Cantabria, Islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Valores de densidad de población:
- Los valores más altos están en: Madrid (756 hab/km²), País Vasco (296 hab/km²), Canarias (272 hab/km²), Cataluña (224 hab/km²), Comunidad Valenciana (210 hab/km²) e Islas Baleares (206 hab/km²).
- Las que tienen menor densidad son: Aragón, las dos Castillas y Extremadura.
En estos datos se refleja el intenso poblamiento en el litoral mediterráneo y cantábrico y el vacío demográfico en el interior, exceptuando Madrid.
Las Desigualdades Provinciales
- Mayor densidad: Son 20 las provincias superiores a 100 hab/km². Se encuentran en el litoral peninsular, salvo Madrid y Sevilla.
- Menor densidad: Hay 22 provincias que no superan los 50 hab/km². Las regiones son Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, interior de Galicia, Cataluña y Andalucía. En los niveles más bajos se encuentran Soria, Teruel, Cuenca, Huesca y Guadalajara (menos de 20 hab/km²).
El rasgo principal es la oposición del interior semivacío a un litoral denso y poblado. Rompen con esta generalidad Madrid, Sevilla, Huelva y Almería.
Factores Explicativos de la Distribución Poblacional
Factores Geográficos
Los factores que influyen son el clima extremo en el centro de la península (lo que corresponde a la Meseta Central) y la irregularidad topográfica, ya que no favorecen la habitabilidad y el desarrollo de actividades económicas.
Factores Demográficos
Por su dinámica natural, la población en el litoral es más joven que la del interior, que está más envejecida.
Consecuencias de los Cambios Geográficos
Uno de los rasgos más destacados producidos en las últimas décadas ha sido la pérdida de importancia del peso demográfico de los municipios de menos de 10.000 habitantes, frente a la significación que han ido adquiriendo las ciudades grandes y medias. Este proceso ha motivado que la población esté cada vez más concentrada en el espacio y que sea cada vez más urbana.
La Dinámica Natural y Demográfica: Un Cambio de Tendencias
El crecimiento de población de un país se determina por la natalidad y la mortalidad (diferencias entre nacimientos y defunciones) y otros elementos como es el flujo migratorio.
La Natalidad y la Fecundidad
- La natalidad se refiere a los nacimientos habidos en una población.
- La fecundidad es un fenómeno relacionado con los nacidos vivos considerados desde el punto de vista de la mujer en edad de procrear. La fecundidad es el nivel procreador de una población.
La Recuperación de la Natalidad y la Fecundidad
España ha sido un país con altos índices de fecundidad en comparación con otros países europeos. Sin embargo, en un periodo de tiempo muy corto, la natalidad y la fecundidad españolas se situaron entre las más bajas del mundo. Este descenso se produjo a partir de la década de los 80, alcanzando su punto más bajo a mediados de los 90. En estos últimos años, hay síntomas de recuperación.
¿Por qué ha disminuido tanto la Natalidad y la Fecundidad?
- La emancipación de la mujer y su incorporación al trabajo.
- El coste de la educación y crianza de los hijos.
- El comportamiento natalista propio de cada generación, fruto de la experiencia de la vida.
- También existen una serie de acontecimientos históricos como la Guerra Civil, la emigración, la crisis económica, etc.
La recuperación que se observa en estos últimos años se debe, en parte, a la entrada de población inmigrante.
La Mortalidad
El Descenso de la Mortalidad
La mortalidad es el fenómeno de fallecimiento de los miembros de una población. Hasta finales del siglo XIX, la población se caracterizaba por altas tasas de mortalidad y una baja esperanza de vida.
- Mortalidad infantil: A principios del siglo XX, el valor estaba en 181‰. El descenso se precipitó en la década de 1940 y 1950. En las últimas décadas continuó bajando; actualmente está en torno a 3,53‰.
- Esperanza de vida al nacer: Evolucionó a valores muy positivos a lo largo del siglo XX gracias al descenso de la mortalidad. A principios de este siglo se encontraba, para ambos sexos, en 35 años, mientras que en 2006 era de 83,7 para las mujeres y de 77,2 para los hombres. Dentro de la UE, España presenta una de las esperanzas de vida más elevadas.
Causas de la Mortalidad
En el pasado, las causas se debían a las hambrunas, epidemias, guerras, etc. La población se mantenía estancada aun con su alta natalidad. Este tipo de causas se conocen como exógenas. En la actualidad, las causas de muerte están relacionadas con las enfermedades degenerativas en edades avanzadas. Destacan enfermedades del aparato circulatorio y digestivo, o accidentes de tráfico, asesinatos y suicidios. Las tres causas principales son: cáncer, enfermedades del corazón y accidentes de carretera. La mortalidad se concentra en edades más avanzadas y es más frecuente entre hombres.
Factores Explicativos del Descenso de la Mortalidad
Las medidas sanitarias, los avances médicos, los recursos socioeconómicos (sobre todo alimenticios) y también factores de tipo social, demográfico, económico y cultural han producido una mejora en la salud de la población.
Distribución Espacial de la Mortalidad en España
Las comunidades con una tasa de mortalidad más alta son: Asturias, Galicia, Castilla y León y Aragón. Las más bajas son: Canarias, Madrid, Murcia, Andalucía, Ceuta y Melilla.
Fases del Crecimiento Natural
- Desde la segunda mitad del s. XIX hasta principios del s. XX: Evolución irregular del crecimiento natural por la mortalidad epidémica.
- Primera mitad del s. XX: Las tasas de crecimiento natural se mantienen más altas que en la etapa anterior por el descenso de la mortalidad y el mantenimiento de la natalidad.
- De 1950 hasta los 70: Es el periodo de mayor crecimiento natural. La mortalidad llega a los valores más bajos y la natalidad se mantiene bastante elevada (baby boom).
- A finales de los 70: El crecimiento natural desciende por la caída de la fecundidad y el ligero incremento de la mortalidad (por envejecimiento). Esta caída fue brusca. Se produjo una fuerte reducción del crecimiento natural en muy poco tiempo.
- Desde 2001 hasta 2007 (y años posteriores): Se ha iniciado una pequeña recuperación, influida por la inmigración.
Razones del Cambio en el Crecimiento Natural: La Transición Demográfica
La natalidad y mortalidad, componentes del crecimiento vegetativo, han evolucionado de forma progresiva en todos los países desarrollados. Para explicar esta transición se ha formulado la Teoría de la Transición Demográfica, que describe el paso de un ciclo demográfico antiguo (propio de las sociedades preindustriales, caracterizadas por elevadas tasas de natalidad y mortalidad, lo que da origen a un nivel de crecimiento vegetativo lento) a un ciclo demográfico moderno (en el que el crecimiento vegetativo es lento y estancado, pero por otras causas: la natalidad y la mortalidad son reducidas). La transición española tiene una singularidad con respecto al resto de países europeos: la reducción de las tasas de natalidad y mortalidad se produjo más tarde.
La Dinámica Migratoria: España, País de Inmigración
Un aspecto clave de la población española ha sido su movilidad espacial. En el pasado, España aportó emigrantes a países de África, América o Europa. En épocas más recientes, la población emigraba de unas regiones a otras (éxodo rural) o de áreas rurales a urbanas. En los últimos años, España se ha convertido en el destino de muchos inmigrantes extranjeros. Sus razones principales son la búsqueda de empleo para mejorar la situación económica, la calidad de vida y el bienestar social.
Se distinguen tres grandes movimientos migratorios:
- Migraciones externas históricas
- Migraciones internas
- Inmigración reciente de extranjeros
Migraciones Externas Históricas
La emigración al Norte de África
Fue durante el siglo XIX. Argelia fue el principal país de destino, y los emigrantes procedían de las provincias de Alicante, Murcia y Almería. Eran principalmente agricultores y mineros.
La emigración a Ultramar
En la primera mitad del siglo XX, los países de destino eran Argentina, Cuba, Brasil, México y Uruguay, y más tarde Estados Unidos y Canadá. Los emigrantes eran, por lo general, campesinos gallegos, asturianos y canarios de pocos recursos. La emigración a Latinoamérica se prolongó hasta 1930; la crisis mundial obligó a estos países a imponer restricciones a la entrada de extranjeros.