Distribución del regadío, usos del suelo y densidad industrial en España

Distribución del regadío en España

Prácticas: En el mapa siguiente se representa la distribución de las áreas de regadío.

  1. 1: Aragón, 2: Comunidad Valenciana, 3: Castilla y León, 4: Extremadura, 5: Castilla-La Mancha, 6: Murcia, 7: Andalucía.
  2. La localización de la agricultura de regadío en la península atiende a las siguientes causas:
    • Existencia de grandes ríos en las depresiones peninsulares (Ebro, Guadalquivir, Duero y sus afluentes), asociado a la presencia de suelo arcilloso de gran fertilidad. El caudal continuo de agua permite la agricultura de regadío.
    • El clima seco del levante peninsular obliga a los agricultores a practicar una agricultura de riego, ya que de otra forma sería muy difícil el cultivo de cualquier tipo de especie, incluso de secano.
  3. Abundan cultivos como el arroz, la remolacha, el algodón, cítricos, verduras y hortalizas.
  4. El área más densamente ocupada por el regadío es la depresión del Ebro, con temperaturas muy elevadas en verano y frías en invierno. Las precipitaciones son escasas, con valores anuales que no superan los 200 mm en algunos puntos como en los Monegros (Zaragoza).
  5. El mapa muestra cómo en la España húmeda apenas se da el regadío, mientras que en las zonas secas y muy secas, con cuencas hidrográficas deficitarias, éste es abundante. El problema es evidente considerando que el 78% del agua que se consume en España se destina a la agricultura y que en muchos casos las zonas que requieren regadío, como el Levante, tienen cuencas hidrográficas deficitarias y tienen que recurrir a trasvases desde otras cuencas, lo que termina enfrentando a comunidades autónomas por la gestión de los recursos hídricos.

Usos del suelo agrario

El mapa representa los usos del suelo agrario.

  1. León, Zamora, Salamanca, Cáceres, Badajoz, Ávila, Toledo, Guadalajara, Soria, Zaragoza, Teruel, Huesca y Baleares.
  2. Las áreas de mayor aportación ganadera (norte y noreste peninsular) se basan en una ganadería vacuna extensiva que pasta en praderas y prados propios del clima y relieve cantábrico y pirenaico de la España húmeda. La presencia de las provincias catalanas y madrileña con elevada ganadería se debe más a la producción intensiva e industrial que a las condiciones naturales. La producción agroganadera del oeste peninsular se corresponde con las dehesas de las tierras silíceas de la penillanura occidental. Las áreas de mayor aportación agrícola del levante y sur peninsular se corresponden con suelos arcillosos y calizos, con clima mediterráneo (continental y subtropical), que favorecen por sus elevadas condiciones el laboreo agrícola tanto extensivo como intensivo.
  3. Los paisajes de las áreas agrícolas son: el regadío intensivo, el secano intensivo y el secano extensivo. En este último caso predomina la gran propiedad, frente a la mediana propiedad de los anteriores. Los paisajes de las áreas ganaderas del norte son prados montañosos, que sirven de pasto para una cabaña ganadera en régimen extensivo, principalmente vacuno para leche.

Estructura espacial y densidad industrial en 1975

El mapa representa la estructura espacial y densidad industrial en 1975.

  1. Más de 30 trabajadores/km²: Cataluña, País Vasco y Madrid; de 16 a 30: Valencia; de 8 a 15: Asturias, Cantabria y Baleares; de 4 a 7: Andalucía, Galicia, Navarra, La Rioja, Murcia y Canarias; menos de 4: Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón.
  2. Tradicionalmente, la industria en España ha tendido a localizarse próxima a los recursos naturales y a los grandes centros de población, en el entorno de las grandes ciudades. El primer factor se debió a que, en el caso de las materias primas, el abaratamiento del transporte por mar favorecía la creación de industrias pesadas en los puertos. De este modo, regiones como Asturias y el País Vasco se especializaron en la siderurgia, y Cataluña en la industria textil algodonera. Durante el desarrollo industrial de los años 60, los planes de desarrollo estatales, mediante la política de polos de desarrollo, buscaron la instalación de industrias, sobre todo básicas, en nuevas áreas, como Valladolid, Huelva, etc.
  3. Desde la década de 1980, con la tercera revolución industrial, se observan cambios en los factores y en las tendencias de la localización industrial, aunque se mantiene la distribución industrial anterior. La mano de obra sigue siendo un factor importante, pero disminuye la importancia de la proximidad a los recursos naturales. Ahora el factor principal es el acceso a la innovación y a la información. La desconcentración industrial, debido a los problemas que presentan las grandes concentraciones industriales, favorece el traslado, sobre todo de sectores maduros, a localizaciones periféricas. Sin embargo, los espacios centrales mantienen el principal atractivo, pues los sectores de las nuevas tecnologías prefieren el centro, y es allí donde sitúan las sedes sociales y de gestión de las empresas.

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