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1. Distribución de la Población Española
1.1 Las Fuentes Demográficas
La geografía de la población estudia las relaciones entre la población y el espacio, y para ello se apoya en la demografía, que analiza la población estadísticamente utilizando diversas fuentes:
- El censo: Recuento de la población de un país, que recoge datos demográficos, económicos y sociales de la población (sexo, edad, estado civil…).
- El padrón municipal: Es el registro de los vecinos de un municipio, se actualiza el 1 de enero de cada año, pero es dinámico, ya que constantemente se dan de alta y de baja vecinos a lo largo del año.
- El Registro Civil: Anota nacimientos, matrimonio y defunciones.
- Otras fuentes: Estadísticas y encuestas que ofrecen información más detallada.
1.2 Características De La Distribución De La Población
España tenía 46,6 millones de habitantes en 2015. Su distribución geográfica se analiza recurriendo a la densidad por kilómetro cuadrado. De media, alcanza una densidad de 92,2 hab/km2, por debajo de los 111,5 hab/km2 de la UE.
Hay un desequilibrio notable entre zonas muy pobladas (Madrid, Baleares, Ceuta, Canarias y Melilla) y zonas con menos de 25 hab/km2 (Extremadura y zonas del interior) o desiertos demográficos por debajo de 10 hab/km2 (montañas), y sin olvidar que también hay desequilibrios dentro de una misma región (Entre zona rural y urbana, entre costa e interior).
1.3 Evolución Y Factores Explicativos
A) Época preindustrial: En una economía agrícola predominarán los factores naturales, y por eso la población se asentaba en zonas llanas, cerca de la costa o de ríos, con clima templado: Valles fluviales interiores, zona costera, islas Baleares.
B) Época industrial (mediados del XIX-crisis de 1975): Los factores económicos se imponen a los naturales, y el desarrollo industrial provoca el aumento poblacional de Madrid y la periferia, bien por el crecimiento natural periférico (Galicia, Andalucía y Murcia) o por el desarrollo industrial que atrae inmigrantes (Cataluña, Asturias y País Vasco).
C) Época postindustrial, a partir 1975. La crisis industrial provocó incluso el retorno de emigrantes y las políticas de desarrollo rural o de potenciación de la industria endógena, han fijado población en el campo, pero las regiones más pobladas del arco mediterráneo, corredor del Ebro, y Madrid siguen manteniendo su predominio poblacional gracias a su liderazgo económico, turístico, tecnológico y político.
1.4 El Crecimiento De La Población
El Crecimiento real de la población se obtiene sumando el Crecimiento Natural y el Saldo Migratorio (CR=CN+SM). A lo largo de la historia ha evolucionado de forma diversa:
- En s. XIX el crecimiento fue bajo por un bajo crecimiento natural y por la emigración a Ultramar.
- Entre 1900-1980 el período de Transición Demográfica provoca un gran crecimiento, al reducirse la mortalidad, aunque se mantiene períodos de mortalidad catastrófica (gripe 1918, guerra marruecos, guerra civil) y la emigración exterior hasta 1975.
- Desde 1980 el Régimen Demográfico Moderno reduce la natalidad y la mortalidad a mínimos, por lo que el crecimiento natural será casi 0, con un notable envejecimiento, apenas compensado por el retorno de emigrantes y el inicio de la llegada de inmigrantes.
- Desde el 2000 se aceleró el crecimiento, sobre todo por la llegada de inmigrantes que contribuyen a incrementar también el índice de natalidad, pero la crisis de 2008 ha parado este crecimiento, provocando incluso una pérdida de población: de 47, 1 millones en 2008 a 46,5 en 2015.
1.5 El Futuro De La Población Española
La población española hoy se caracteriza por una tasa de crecimiento natural de las más bajas del mundo y por un envejecimiento creciente. Se piensa que hasta 2030 seguirá reduciéndose la natalidad por el retraso en la edad de procreación y la llegada a la edad fértil de las mujeres nacidas en el período de menor natalidad. Hacia 2030 puede haber una ligera recuperación, pero en 2040 volverá a reducirse.
Esta tendencia solo puede modificarse algo por la llegada de inmigrantes o por el cambio en los hábitos de trabajo y sociales o por medidas políticas que impulsen la natalidad y la conciliación con la vida laboral.
La tasa de mortalidad hoy es muy baja, pero se incrementará al ir envejeciendo más la población, aunque la esperanza de vida se cree que puede aumentar todavía 10 años entre 2015-2060. Esto mantendrá el crecimiento en negativo. Respecto a los movimientos migratorios, parece que se mantendrá la migración interior entre ciudades y dentro de las propias provincias (hacia la ciudad), así la emigración de españoles hacia el exterior que puede alcanzar los 2,8 millones entre 2015-2060. Por el contrario, en el mismo período se espera la llegada de 3,3 millones de inmigrantes. Estas previsiones, evidentemente dependen de la evolución económica y de la situación en los países de origen.
En lo referente a la distribución geográfica, parece que se mantendrán los desequilibrios apuntados desde finales del siglo pasado, y que la periferia y Madrid, continuarán creciendo, mientras el interior y las zonas rurales continuarán envejeciendo y perdiendo población.
LOS MOVIMIENTOS NATURALES DE LA POBLACIÓN
2.1 Los Régimenes Demográficos
El movimiento natural de la población española ha experimentado tres regímenes demográficos a lo largo de su historia:
1. Régimen demográfico antiguo (hasta principios del s. XX): Alta natalidad debido a la necesidad de hijos en la economía y sociedad rurales, junto con una elevada mortalidad general debido a condiciones precarias de vida y falta de avances médicos. Esto resultó en bajas tasas de crecimiento natural.
2. Transición Demográfica (1900-1975) Experimentó un descenso gradual de la natalidad, con fluctuaciones causadas por eventos como guerras y crisis económicas. Paralelamente, la mortalidad continuó descendiendo debido a mejoras en la calidad de vida y avances médicos. Se observó un alto crecimiento natural hasta 1965, seguido de una estabilización debido al descenso de la natalidad.
3. Régimen Demográfico actual (desde 1975): Se caracteriza por bajas tasas de natalidad y mortalidad, junto con un escaso crecimiento natural. La natalidad ha descendido desde 1975 debido a factores como la crisis económica, cambios sociales y laborales, y preferencia por menores números de hijos. Aunque hubo una ligera recuperación a finales del siglo XX y principios del XXI, se observan nuevos descensos por crisis económicas y retornos de inmigrantes. Por otro lado, la mortalidad es baja pero está en aumento debido al envejecimiento de la población y cambios en las causas de muerte. El crecimiento natural es muy bajo, reflejando las bajas tasas de natalidad con breves repuntes temporales.
2.2 Los Desequilibrios Territoriales En El Movimiento Natural De La Población
Todas las comunidades autónomas poseen bajas tasas de natalidad, mortalidad y crecimiento natural, pero hay diferencias:
Las comunidades autónomas con mayor dinamismo demográfico: Tienen tasas de natalidad más elevadas y mortalidad baja, con un crecimiento natural más alto. Esto se debe a una tradición natalista (Murcia, Andalucía, Navarra, Ceuta y Melilla); a ser destino de inmigrantes jóvenes que aumentan la natalidad y reducen la natalidad.
Las Comunidades con escaso dinamismo demográfico: Tasas de natalidad bajas, tasas de mortalidad alta y crecimiento natural bajo o negativo, y población envejecida. Se explica por la tradición migratoria, el estancamiento económico desde la reconversión industrial (Asturias, Cantabria>) o por tener una economía agraria poco dinámica; y por la casi nula llegada de inmigrantes.