Tasa de actividad: Expresa el porcentaje de personas económicamente activas respecto al total de personas y unidades de trabajo.
Políticas demográficas: Medidas que toma un gobierno para influir en el tamaño, crecimiento, distribución y composición de la población del país o de un grupo social. Migración de retorno: Aquella de regreso al lugar de origen o a la residencia habitual después de haber pasado al menos 1 año fuera.
Desde comienzos de la Edad Media hasta finales del siglo XX en España, predominó el movimiento de salida de población por motivos económicos y conflictos políticos. Ejemplos: Expulsión de los judíos en 1492 y de los moriscos en 1609.
Migraciones Transcontinentales y Continentales
Migraciones transcontinentales: Estas migraciones fueron a países de América Latina y Norte de África, Filipinas y Austria, hacia América por el colonialismo. En el siglo XIX, la independencia de los países americanos no interrumpió estos flujos en un primer momento. La Primera Guerra Mundial dificultó los desplazamientos, frenando nuevamente la emigración. Las cifras más altas se registraron a comienzos del siglo XX. El perfil del inmigrante era el de un varón joven procedente de zonas rurales del norte y el interior peninsular. Ciertas labores agrícolas habían provocado un excedente de mano de obra. Los destinos principales fueron Cuba y Argentina, a los que se sumaron Brasil y México.
Migraciones continentales: A partir del año 1970, tras la Guerra Mundial, la ayuda estadounidense a través del Plan Marshall propició una fuerte expansión económica y la necesidad de abundante mano de obra. España acababa de poner fin al período de autarquía y comenzaba a abrirse al exterior, impulsando el desarrollo de la industria. Sin embargo, la industria no era capaz de absorber toda la mano de obra procedente del campo. Entre 1959 y 1973 emigraron más de un millón de españoles a todas las regiones, salvo Canarias, que seguía enfocada hacia América. En esta oleada fue frecuente la emigración de familias y trabajadores.
El Envejecimiento de la Población y sus Consecuencias
Uno de los mayores problemas del Gobierno es el gasto público, ya que cada vez hay más personas de 65 años de edad, aumentando los gastos públicos en pensiones y en prestaciones de protección social. La tasa de dependencia se incrementa por la disminución de la población que trabaja y cotiza a la Seguridad Social. El reciente retraso en la edad de jubilación de los 65 a los 67 años también modifica el mercado laboral, generando puestos de trabajo destinados a atender a los mayores, como enfermeros geriátricos, fisioterapeutas, etc.
Movimientos Migratorios Interiores: El Éxodo Rural
Los movimientos migratorios interiores comenzaron a ser importantes a partir del último tercio del siglo XIX. La superpoblación de las zonas rurales, la crisis agraria y la incipiente mecanización de ciertas tareas agrícolas empezaron a generar un sobrante de mano de obra en el campo. El éxodo rural es decir, un abandono masivo del campo por parte de la población campesina para dirigirse a las ciudades españolas de reciente industrialización. Las principales regiones emisoras fueron Galicia, Navarra, Andalucía… La crisis del crack del 29 alcanzó su auge en los años 60 y principios de los 70 mediante las transformaciones agrarias y la modernización de la economía.
Efectos de las Migraciones
En las zonas emisoras
- Efectos positivos:
- Alivia situaciones de superpoblación, tasas de paro elevadas…
- En el caso de emigraciones al exterior, entrada de divisas enviadas por los emigrantes a sus familiares que permanecen en el país.
- Efectos negativos:
- Despoblación.
- Envejecimiento de la población (emigran fundamentalmente los jóvenes).
- Compromete su crecimiento demográfico.
- Se pierde mano de obra y actividad económica.
En las zonas receptoras
- Efectos positivos:
- Rejuvenecimiento demográfico y crecimiento real de la población.
- Favorece el crecimiento natural a corto y medio plazo.
- Aumento de la población activa.
- Efectos negativos:
- Ante una rápida inmigración masiva, pueden surgir problemas urbanísticos y dotacionales: escasez de viviendas, escuelas, hospitales…, y aparición de barriadas de infraviviendas.
- Pueden aumentar el desempleo y los gastos públicos.
- Posibles abusos laborales.
- Pueden surgir problemas de integración.
La Distribución de la Población en el Territorio
La población española se distribuye de forma muy desigual. El indicador que se utiliza para estudiar la distribución de las personas en un espacio es la densidad de población, que en España es hoy de 92 hab/km². La provincia más densamente poblada es Madrid, con más de 800 hab./km², contrastando con las provincias de Soria y Teruel, con 9,2 y 9,7 hab./km².
Los tres hechos más destacados en la distribución espacial de la población española son:
- Las áreas litorales están más pobladas que las del interior, con unas pocas excepciones (Madrid, Zaragoza y Valladolid).
- La población se concentra en las áreas urbanas, mientras que los espacios rurales presentan elevados índices de despoblamiento.
- Las mayores densidades de población se registran en las grandes áreas metropolitanas. Solo las de Madrid y Barcelona concentran más de una cuarta parte de la población total de España. Las regiones más pobladas son las que han tenido un mayor desarrollo económico y más temprano, regiones que se convirtieron en el destino del éxodo rural masivo (Cataluña, País Vasco, Madrid) y las que se concentraron en turismo de masas (costa levantina, Canarias y Baleares). Regiones que siguen atrayendo población por su mayor dinamismo económico.