Crecimiento Natural de la Población
El crecimiento natural es la diferencia entre la natalidad y la mortalidad. Hasta principios del siglo XX, durante el régimen demográfico antiguo, el crecimiento natural era bajo debido a las altas tasas de natalidad y mortalidad. Entre 1900 y 1975, en el régimen demográfico de transición, el crecimiento natural fue alto por el fuerte descenso de la mortalidad y el suave descenso de la natalidad.
En el siglo XX, solo hubo dos momentos de crecimiento negativo: la epidemia de gripe de 1918 y la Guerra Civil. El mayor crecimiento se produjo durante el desarrollismo de los años 60, con el baby boom, alcanzando un crecimiento natural del 13‰. A partir de 1975, el crecimiento natural descendió y actualmente es bajo, debido a las bajas tasas de natalidad y mortalidad. La tasa de crecimiento natural actual en España es negativa, de -1.2%.
Existen diferencias regionales. Las comunidades autónomas con mayor crecimiento natural son Murcia, Andalucía, Baleares, Canarias, Ceuta, Melilla y Madrid, que tienen mayores tasas de natalidad, menores tasas de mortalidad y mayor recepción de inmigrantes. Por el contrario, las comunidades con menor crecimiento natural son Galicia, Asturias, Cantabria, Aragón y Castilla y León, con una larga tradición emigratoria, estancamiento económico, bajas tasas de natalidad, altas tasas de mortalidad y menor inmigración extranjera.
Crecimiento Real de la Población
El crecimiento real de la población resulta de sumar el crecimiento natural y el saldo migratorio:
CR = CN (nacimientos – defunciones) + SM (inmigrantes – emigrantes)
Los primeros datos fiables sobre la población española se remontan a 1712-1717, con el Vecindario de Camploflorido, que estimó una población de 7.500.000 personas. En 1777, el Catastro del Marqués de la Ensenada calculó 9.400.000 habitantes. Estas cifras indican un importante crecimiento poblacional en el siglo XVIII.
Entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, el incremento fue bajo debido al escaso crecimiento natural y la emigración a ultramar. De 1900 a 1975, el crecimiento fue elevado, especialmente en la década de 1960, debido al alto crecimiento natural de la transición demográfica. Este incremento se vio afectado por la mortalidad catastrófica (epidemias como la gripe de 1918 y guerras) y la emigración. España pasó de 18.6 millones de habitantes en 1900 a 30 millones en 1960.
Entre 1975 y 2000, el aumento de la población fue muy bajo debido al escaso crecimiento natural del régimen demográfico actual. El retroceso se compensó con el retorno de emigrantes y el aumento de la inmigración extranjera desde 1995. De 2000 a 2008, el crecimiento se aceleró por la inmigración extranjera, que también elevó ligeramente la natalidad. Entre 2008 y 2016, el crecimiento se ralentizó e incluso decreció por la crisis económica, afectando la natalidad, la inmigración y la emigración española.
Desde 2017, el crecimiento demográfico se reanudó ligeramente con la recuperación económica, aumentando la llegada de inmigrantes y disminuyendo la emigración. En 2020, el crecimiento real de la población española fue de un 0.46%. Actualmente, la población española es de 47.4 millones de habitantes.
Se han implementado políticas demográficas para alcanzar un nivel de población óptimo. En España, estas políticas se han desarrollado con retraso en comparación con otros países europeos, lo que explica las bajas tasas. Las políticas se dirigen a ayudar a las familias con hijos, como la reducción del concepto de familia numerosa de 4 a 3 hijos, desgravaciones fiscales, prestaciones de la Seguridad Social y beneficios en materia de empleo.
Tasa de Actividad
Los factores que influyen en la tasa de actividad son demográficos (porcentaje de jóvenes y ancianos, emigración e inmigración), económicos (nivel de desarrollo) y socioculturales (duración de la escolarización, trabajo de la mujer fuera del hogar y edad de jubilación).
La evolución de la tasa de actividad en España ha pasado por diferentes etapas:
- Principios del siglo XX a 1985: Descenso debido a la emigración, el éxodo rural (afectando negativamente a la tasa de actividad femenina), el aumento de la tasa de dependencia de ancianos y jóvenes, y las crisis económicas que provocaron salidas del mercado laboral mediante jubilaciones y prejubilaciones.
- 1985 a 2008: Crecimiento debido a la implantación de un nuevo sistema de la EPA en 1987, la expansión económica, el aumento de la inmigración y la incorporación de las mujeres al mercado laboral por motivos ideológicos, demográficos y económicos.
- Desde 2008: Decrecimiento debido a las crisis económicas, como la financiera de 2008-2013 y la sanitaria de 2020.
La tasa de actividad varía según el sexo, la edad y el territorio:
- Sexo: La tasa de actividad masculina es superior a la femenina debido a la discriminación laboral y las responsabilidades familiares.
- Edad: Las mayores tasas de actividad para los varones se dan entre los 35 y 39 años, y para las mujeres entre los 30 y 34, decreciendo desde entonces.
- Territorio: Las comunidades con mayores posibilidades de empleo en el sector terciario (Madrid, costa mediterránea e islas) o con una economía diversificada (Navarra y La Rioja) tienen tasas de actividad más altas. Las comunidades con menor dinamismo económico y mayor envejecimiento (interior peninsular) o con prolongada incidencia de la crisis industrial (cornisa cantábrica) tienen tasas más bajas.
Éxodo Rural
El éxodo rural es el movimiento migratorio masivo de población de zonas rurales a zonas urbanas e industriales con carácter definitivo o de larga duración. La motivación principal fue conseguir trabajo e ingresos más altos, además de un mejor nivel sanitario, cultural y de ocio, y mayor libertad personal. Los emigrantes procedían de zonas atrasadas de Galicia, el interior peninsular y Andalucía oriental, dirigiéndose primero a los núcleos industriales de Cataluña, País Vasco y Madrid, y luego a las nuevas áreas industriales del Mediterráneo y del Valle del Ebro, y a las zonas turísticas de Levante, Baleares y Canarias.
- Finales del siglo XIX y 1930: Volumen moderado debido al exceso de brazos en el campo, el crecimiento de la industria y el auge de las obras públicas. La emigración se dirigió primero a las capitales de provincia y luego a las grandes ciudades industrializadas.
- Entre 1931 y 1950: Estancamiento debido a la crisis económica de los años 30, la Guerra Civil y la posguerra. Las ciudades sufrieron problemas de abastecimiento, la industria redujo su oferta laboral y el franquismo fomentó la permanencia en el campo.
- Entre 1951 y 1975: Mayor volumen debido al crecimiento demográfico, la crisis de la agricultura tradicional, el auge industrial y el boom del turismo. Predominó el éxodo rural directo hacia las grandes ciudades de provincias más dinámicas.
Migraciones Interiores Actuales (desde la crisis de 1975 hasta la actualidad)
El volumen de la migración decreció entre 1975 y 1985 por la decadencia del éxodo rural, pero desde entonces se recupera. Las motivaciones son más variadas (laborales, residenciales, estudio, ocio) y los protagonistas más diversos (adultos, jóvenes, mayores, cualificados, no cualificados, extranjeros). Las corrientes migratorias son pluridireccionales, con mayor diversidad de orígenes y destinos.
Actualidad
Desde 1975, el éxodo rural decayó. La crisis de 1975 hizo que las antiguas áreas inmigratorias industrializadas perdieran su atractivo. La tecnificación agraria, las políticas de desarrollo rural y la implantación de industrias, servicios y residencias urbanas en el medio rural han contribuido a reducir el éxodo rural. Actualmente, el éxodo rural alcanza valores muy bajos, con emigrantes procedentes de las áreas agrarias más aisladas y deprimidas que se dirigen principalmente a los centros de actividad de su propia provincia o comunidad autónoma. Sin embargo, podría incrementarse en los próximos años como respuesta a la modernización agraria.
Tasa de Paro
Los factores que influyen en la tasa de desempleo son demográficos (volumen de la población activa), económicos (coyunturas de expansión o crisis, estructura económica del empleo, nivel de productividad), sociales (flexibilidad laboral y para el despido) y culturales (formación de la mano de obra).
La evolución de la tasa de paro ha pasado por diferentes etapas:
- 1900 y 1975: El paro no fue un problema grave debido a la emigración al exterior y la escasa incorporación de la mujer al trabajo. La elevación principal tuvo lugar entre 1915 y 1940 debido al crecimiento de la población en edad laboral, las dificultades para la emigración, la crisis económica de 1929 y los problemas económicos durante la Guerra Civil y la posguerra.
- 1975 y 1985: Aumento notable debido a la destrucción de empleo por la crisis y la reconversión industrial, y a la mayor demanda laboral por parte de los emigrantes retornados, las mujeres y la población joven.
- 1985 y 1990: Ligero retroceso debido a la mejora de la situación económica.
- 1990 y 1995: Aumento debido a la crisis económica causada por los ajustes para entrar en el euro.
- 1995 hasta 2008: Descenso debido a la favorable coyuntura económica, la entrada en el mercado laboral de generaciones menos numerosas y las reformas legislativas que flexibilizaron el empleo.
- 2008 y 2013: Disparada por la crisis financiera. Las razones fueron la estructura del empleo (con un elevado peso de los sectores más golpeados) y la elevada tasa de contratación temporal. En 2012, España se puso a la cabeza de la UE con una tasa de paro del 26%.
- 2014 y 2020: Reducción debido a la recuperación internacional y las reformas económicas.
- Desde 2020: Aumento debido a la paralización de la economía por la pandemia del coronavirus. Actualmente, la tasa de paro se sitúa en un 16%.
Emigración Transoceánica o a Ultramar
La emigración transoceánica o a ultramar se dirigió principalmente a América Latina y secundariamente a Estados Unidos, Canadá y Australia. Podía ser una emigración permanente, asistida, temporal o estacional.
En el siglo XVI se había iniciado la emigración hacia América con su conquista, pero esta se redujo a mediados del siglo XIX debido a la política populacionista de los Borbones y a la independencia de las antiguas colonias. Desde mediados del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial (1914) se produjo una etapa de auge debido a la necesidad de inmigrantes en los países latinoamericanos y a la limitación de obstáculos a la emigración por parte de España. También influyeron el deseo de evitar el servicio militar y el efecto llamada de familiares.
La procedencia de la mayoría de los emigrantes era atlántica (Galicia, Asturias y Canarias), y su destino principal se encontraba en las actividades agrarias de la Pampa de Argentina y en las plantaciones de azúcar de Cuba y de café de Brasil. El perfil del emigrante era varón, joven, soltero, de bajo nivel de cualificación, dedicado a la agricultura.
Sin embargo, la emigración transoceánica decayó entre las dos guerras mundiales (1914-1945) debido a la crisis económica de 1929 y a la Guerra Civil española y la posguerra. Entre 1945 y 1969 la migración transoceánica se recuperó debido a la autorización para salir libremente de España, el levantamiento del aislamiento internacional y el cambio de actitud de Estados Unidos respecto al régimen de Franco.
La procedencia de los emigrantes continuó siendo principalmente gallega y canaria, y los destinos prioritarios estaban en la explotación del petróleo en Venezuela, en Argentina y en la industria de Brasil. El perfil del emigrante cambió: la emigración familiar adquirió más peso y los emigrantes tuvieron un mayor nivel de cualificación.
Desde 1960 hasta 1975 la emigración transoceánica descendió porque se inició el declive de la economía latinoamericana y entró en competencia con la emigración a Europa.