Densidad de Población y Distribución Demográfica en América
La densidad de población es la relación entre el número de habitantes de un lugar y su superficie, expresada en hab/km². Este concepto idealiza una distribución uniforme, asumiendo la misma cantidad de personas por km².
En América, la distribución de la población es irregular, influenciada por factores naturales como el clima y la geografía. La densidad poblacional promedio en América es de aproximadamente 20 habitantes por kilómetro cuadrado.
Distribución en América Anglosajona
- Las áreas más densamente pobladas se encuentran en el nordeste.
- Las planicies presentan una menor densidad de población.
- El norte canadiense se caracteriza por su baja densidad poblacional.
- La costa oeste de Estados Unidos destaca por la alta concentración de población.
Distribución en América Latina
- Las áreas más pobladas se ubican cerca de las costas.
- La cuenca del río Amazonas y el sur presentan la menor densidad de población.
Transición Demográfica en América
El modelo de transición demográfica se utiliza para interpretar el crecimiento poblacional, distinguiendo cuatro etapas:
- Primera etapa: Natalidad y mortalidad altas debido a la falta de alimentos. Crecimiento bajo y lento.
- Segunda etapa: Disminución de la mortalidad y aumento de la población, marcando un cambio significativo.
- Tercera etapa: Continúa la disminución de la mortalidad y comienza a bajar la natalidad. El crecimiento es alto pero se desacelera, conocida como la segunda transición demográfica.
- Cuarta etapa: Estabilización de la natalidad y mortalidad en niveles bajos.
Migraciones en América
Se distinguen dos flujos migratorios principales:
- Hacia América Anglosajona: Provenientes de Gran Bretaña, Alemania, etc., con Estados Unidos como principal receptor.
- Hacia América Latina: Provenientes de Europa mediterránea, con Argentina como principal receptor. Estos migrantes se dedicaron a tareas rurales, impulsando el crecimiento poblacional y la urbanización.
Datos Demográficos Relevantes de América
La población actual de América representa el 14% de la población mundial. Más del 60% de este porcentaje vive en América Latina (aproximadamente 620 millones de personas), mientras que América Anglosajona alberga cerca de 360 millones de personas, el 37% de los americanos.
La población latinoamericana aumentó significativamente a partir del siglo XX. Por ejemplo, antes sumaban 63 millones de personas (3% de la población mundial), multiplicándose por 100 y alcanzando el 8,5%. Casi el 75% de la población latinoamericana se concentra en Brasil, México, Argentina y Colombia.
En cuanto a la composición por edades, existen diferencias notables entre las dos Américas: la población menor de 15 años representa el 30% en Latinoamérica y el 20% en América Anglosajona. La población mayor de 65 años corresponde al 7% de los latinoamericanos y al 13% de la población anglosajona. La esperanza de vida es de 78 años en América Anglosajona y de 74 años en América Latina.
Estructura por Sexo y Edad
Toda población está compuesta por varones y mujeres de distintas edades, divididos en tres grupos: niños, jóvenes y adultos, y adultos mayores.
El estudio de la estructura por sexo y edad es crucial para las políticas públicas. Permite estimar el número de futuras madres, planificar servicios educativos y de salud infantil, y calcular la cantidad de futuros trabajadores. Los países con estructuras de edades más jóvenes son Haití, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, El Salvador, Perú y Ecuador. En contraste, Argentina, Cuba, Chile, Uruguay, Canadá y EE.UU. tienen poblaciones más envejecidas.
Conocer la estructura por edades permite implementar políticas adaptadas a las necesidades de cada grupo. En países con población joven, es vital mejorar las condiciones de vida, reducir la mortalidad infantil y garantizar el derecho a decidir sobre la cantidad de hijos. América Anglosajona presenta una alta esperanza de vida y un lento crecimiento poblacional debido a la baja natalidad.
Cambios Poblacionales a Través del Tiempo
El crecimiento poblacional depende del crecimiento vegetativo (condiciones sanitarias y pautas culturales) y del saldo migratorio (inmigración y emigración).
La población en América ha aumentado a lo largo del tiempo, pero de manera diferente en América Latina y Anglosajona. En 1970, el número de habitantes era similar en ambas regiones, pero 40 años después, los latinoamericanos se duplicaron, mientras que los canadienses y estadounidenses se multiplicaron por 1,5.
Evolución en América Latina
En los últimos años, las características del crecimiento poblacional han cambiado. Antes del siglo XX, la mortalidad se redujo gracias a mejoras en el saneamiento del agua, la recolección de basura y las condiciones sanitarias. La población aumentó rápidamente debido a una alta fecundidad (alrededor de 6 hijos por mujer).
La disminución de la fecundidad (de 6 a 3 hijos por mujer) provocó una desaceleración del crecimiento poblacional. Las migraciones también variaron a lo largo del siglo XX, con una gran cantidad de inmigrantes a fines de siglo, seguida de una reversión con emigración hacia países desarrollados.
Evolución en América Anglosajona
Durante la segunda mitad del siglo XIX, un período de crecimiento económico redujo la mortalidad y mejoró las condiciones de vida, incrementando la población y atrayendo inmigrantes. En el siglo XX, la natalidad disminuyó debido a la incorporación de las mujeres al trabajo, lo que provocó una caída en el crecimiento demográfico.
Actualmente, las migraciones hacia Estados Unidos y Canadá han aumentado notablemente, influyendo en el crecimiento poblacional. Los migrantes representan el 13% de la población estadounidense y el 20% de la canadiense. Estados Unidos es el país con mayor cantidad de emigrantes.
La población latinoamericana en Estados Unidos es la minoría más grande, generando un gran impacto demográfico y cultural. El crecimiento de América Anglosajona depende en gran medida del saldo migratorio, ya que el crecimiento vegetativo es notablemente bajo.