Estructura demográfica y crecimiento natural
España cuenta con algo menos de 47 millones de habitantes y tiene una población envejecida, resultado de una baja Tasa Bruta de Natalidad y una baja Tasa Bruta de Mortalidad. Esto es resultado de un reducido número de hijos por mujer y una larga esperanza de vida que tienen como resultado un crecimiento natural bajo o muy bajo. Desde la segunda mitad de los años noventa, la masiva llegada de inmigrantes jóvenes en edad de trabajar y tener hijos ha originado un ligero ascenso de las tasas de natalidad y ha rejuvenecido la estructura demográfica española incrementando levemente la tasa de crecimiento. El desarrollo de una potente crisis económica, a partir de 2007-8, ha dado lugar a:
- Una drástica reducción en el número de llegadas.
- Una reducción en el número de hijos por mujer, tanto extranjera como española.
- Un aumento en la tasa de envejecimiento.
Saldo migratorio y movimientos migratorios
El saldo migratorio es el resultado de restar las salidas de población a las llegadas. El resultado suele expresarse en datos cada mil habitantes.
Los movimientos migratorios son interiores, si se realizan dentro del mismo país, y exteriores si lo hacen hacia otros países. Influyen notablemente en la estructura demográfica y el reparto de la población.
Migraciones exteriores en España
Evolución histórica
Hasta mediados de los años 70, España tenía un saldo migratorio negativo, ya que enviaba emigrantes al extranjero. A partir de esas fechas, nuestro país se volvió netamente receptor; no obstante, la inmigración cobró cifras importantes a partir de los años noventa. Entre esas fechas y finales del primer decenio del siglo XXI llegaron a España unos 400.000 inmigrantes. En 2011, residían en España 5.751.487 extranjeros, lo que supone aproximadamente una décima parte de la población en España. Nuestro país se encuentra entre los que más inmigrantes han recibido de Europa. El desarrollo de la crisis económica a partir de 2007, que ha afectado especialmente a los sectores más intensivos en mano de obra y de forma más relevante a la construcción, que son sectores en los que estos inmigrantes obtenían sus puestos de trabajo, ha hecho que las llegadas de nuevos inmigrantes se hayan ralentizado desde 2008 y que las salidas y retornos hayan aumentado, dando en 2011 un saldo negativo de más de 50.000 personas.
Causas de la inmigración
Las causas de esa llegada masiva de población fueron:
- España presentaba importantes cifras de aumento de la producción y de empleo.
- La población española, muy envejecida, tenía problemas para hacer frente a semejante oferta de empleo.
- El aumento en las rentas de los españoles ha dado lugar a un retraso en la edad de incorporación al mundo laboral y a que se permitan rechazar ciertas ofertas de empleo.
- La posición geográfica de España en una de las vías de contacto entre Europa y África, y entre aquellas y Latinoamérica.
- La especialización económica española en sectores productivos que necesitan bastante mano de obra y poca cualificación convierten a nuestro país en un lugar atractivo para esta mano de obra.
- La situación de mayor paro, menor desarrollo económico, menores rentas y un escaso desarrollo de la asistencia social en los países de origen.
Origen de los inmigrantes
Respecto al origen de estos inmigrantes:
- La inmigración procedente de Europa supone un 47,9 % del total.
- La inmigración latinoamericana supone un 24,9 %.
- África aporta un poco más del 16 % de las llegadas.
- La inmigración asiática representa un 5,5 % del total.
Ocupaciones y destino de los inmigrantes
La mayor parte de los inmigrantes que llegan a España lo hacen en busca de trabajo. Sus ocupaciones son en puestos de trabajo de escasa cualificación, especialmente en el sector de los servicios y la construcción.
En cuanto al destino de los inmigrantes:
- Las provincias que reciben más inmigrantes se corresponden con los grandes centros económicos: Madrid y las provincias próximas, el eje mediterráneo y los archipiélagos.
- El interior peninsular, el interior gallego, Asturias y Cantabria presentan las menores cifras.
Repercusiones de la inmigración
La llegada de inmigrantes sobre la población española ha provocado ciertas repercusiones:
- Un aumento de la población de más de un 12 %.
- Un aumento de la Tasa Bruta de Natalidad y un cierto rejuvenecimiento.
- La ocupación de puestos de trabajo y aumento de la producción.
- La llegada de un número importante de población de otros lugares, con otras lenguas, otras costumbres, otras culturas, valores, religiones,… está favoreciendo a fenómenos de aculturación o mestizaje cultural.
- Por otro lado, la concentración en barrios que ofrecen vivienda relativamente barata puede dar lugar a fenómenos de segregación y marginación. De la misma forma, si no se consigue una integración democrática, puede dar lugar a actitudes de rechazo por la población española.
Migraciones interiores en España
Las migraciones interiores en España han sido y son muy importantes porque también influyen en el reparto de la población y en el del envejecimiento y la TBN. En los últimos cien años se han dado dos fases:
Éxodo rural (comienzos del siglo XX hasta 1975)
Desde comienzos del siglo XX hasta 1975, se dio el llamado éxodo rural que supuso el traslado de un importante porcentaje de población desde el mundo rural y las actividades agrarias a las grandes ciudades donde se localizaban las nuevas actividades industriales y de servicios, y a las zonas donde se desarrollaban las actividades turísticas.
Cambios en los movimientos migratorios interiores (a partir de 1975)
A partir de 1975, los movimientos migratorios interiores cambiaron: el éxodo rural comenzó a declinar y aparecieron novedades:
- Los movimientos interiores de población, especialmente desde los noventa, se incrementaron notablemente.
- Los movimientos desde el interior envejecido hacia las zonas de crecimiento económico han continuado pero reduciendo drásticamente su importancia.
- El litoral cantábrico ha perdido importancia como foco de atracción de población; por el contrario, el País Vasco litoral ha deslocalizado actividades y población hacia las provincias limítrofes de Cantabria, Navarra, La Rioja, Burgos o Soria.
- Algunas zonas del interior con atractivos turísticos han comenzado a ser focos de atracción para la población, aunque la crisis económica ha ralentizado o parado temporalmente este flujo.