Crecimiento Real de la Población en España
El crecimiento real (CR) de la población resulta de sumar el crecimiento natural (CN) y el saldo migratorio (SM). La fórmula es:
CR = CN (Nacimientos – Defunciones) + SM (Inmigrantes – Emigrantes)
Evolución Histórica del Crecimiento Real
Mediados del siglo XIX – Principios del XX: El incremento fue bajo, debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico antiguo (alta tasa de natalidad y de mortalidad) y a la emigración a ultramar.
Período 1900-1980: El crecimiento fue elevado, más concretamente en la década de los 60, en la que había un alto crecimiento natural propio de la transformación demográfica. Aun así, el crecimiento podría haber sido aún mayor si no hubieran surgido epidemias como la gripe, guerras como la de Marruecos y la Guerra Civil.
Entre 1980 y 2000: El aumento de la población fue muy bajo debido al escaso crecimiento natural propio del régimen demográfico actual (ahondamiento de la natalidad y mortalidad baja con tendencia a elevarse por envejecimiento). Este aumento de la población podría haber sido más bajo, pero no fue así gracias al retorno de los emigrantes por la crisis económica mundial y por el aumento de la inmigración extranjera.
Desde 2000 a 2008: El crecimiento de la población se aceleró a causa de la inmigración extranjera principalmente, que también elevó la natalidad.
Desde 2008: Se detiene el crecimiento de la población y decrece, a causa de los efectos de la crisis económica sobre la natalidad y la inmigración extranjera.
Variaciones Territoriales (2001-2008)
Entre los años 2001 y 2008, aumentó el crecimiento real de la población gracias a la prosperidad económica. Las provincias con mayor crecimiento fueron:
- Las del litoral mediterráneo.
- Valle del Ebro.
- Archipiélagos (Canarias y Baleares).
En estas zonas, la alta inmigración elevó la natalidad. También experimentó un crecimiento Madrid y las provincias limítrofes. Crecieron menos las provincias de la Cornisa Cantábrica. Decrecieron algunas provincias del noroeste con crecimiento natural y saldo migratorio negativos, debido a su envejecimiento y al menor dinamismo económico.
El Régimen Demográfico Actual (Desde 1975)
El régimen demográfico actual se extiende desde 1975 hasta nuestros días y está caracterizado por bajas tasas de natalidad y de mortalidad, y también por un escaso crecimiento natural.
Natalidad
La natalidad descendió a partir de 1975 hasta situarse en cifras bajas.
- 1975-1998: Tuvo lugar un brusco descenso de los nacimientos. Así, en 1981, el índice sintético de fecundidad alcanzó la cifra de 2,1 hijos por mujer y continuó decreciendo hasta alcanzar su valor mínimo en 1998 (1,15). Esto se debió a cambios económicos y socioculturales:
- La situación económica retrasó la edad de matrimonio, con el consiguiente acortamiento del período fértil de la mujer.
- La sociedad española ha experimentado cambios de mentalidad y de valores desde la transición a la democracia (1975) que han favorecido el descenso de la natalidad. Ha disminuido la influencia religiosa y se han legalizado el divorcio y el aborto en ciertos supuestos.
- Las mujeres se han incorporado de manera creciente al trabajo fuera del hogar y retrasan la maternidad hasta consolidar la situación laboral. Además, muchas tienen dificultades para conciliar la vida familiar y la laboral.
- Los hijos ya no se consideran un seguro para los padres en la vejez, sino que se aprecia su formación y bienestar.
- Desde 1998: La natalidad muestra ligeros cambios ligados a la coyuntura económica y a la inmigración.
- 1998-2008: La natalidad experimentó una ligera recuperación gracias a la favorable coyuntura económica, los nacimientos retrasados de las generaciones del baby boom y la inmigración extranjera.
- Desde 2008: Comenzó un nuevo descenso de la tasa de natalidad. La crisis iniciada ese mismo año ha repercutido sobre las familias, provocando un enorme crecimiento del paro. Además, han disminuido la inmigración y la fertilidad de las mujeres extranjeras (en 2014, 1,61 hijos por mujer) por su adaptación progresiva al modelo español.
Mortalidad y Esperanza de Vida
La mortalidad general se mantiene en cifras bajas. Sin embargo, la tasa asciende ligeramente desde 1982 por el envejecimiento de la población, ocasionado por el aumento de la esperanza de vida, que incrementa el número de ancianos.
Causas de Mortalidad
Las causas de la mortalidad general han cambiado. Disminuye la importancia de las enfermedades infecciosas y predominan las llamadas «3 C»:
- Enfermedades Cardiovasculares.
- Cáncer.
- Accidentes de Carretera.
Además, están aumentando las enfermedades relacionadas con el envejecimiento (como el alzhéimer, demencia senil) y las «enfermedades sociales», relacionadas con ciertos estilos de vida y hábitos sociales (como el alcoholismo, el tabaquismo y la drogadicción).
La mortalidad infantil es hoy en día muy baja y predominantemente neonatal, por complicaciones en el parto o malformaciones congénitas.
Esperanza de Vida
La esperanza de vida ha aumentado debido a los progresos médicos. No obstante, existen diferencias:
- Por sexos: La esperanza de vida femenina es más alta. Las mujeres tienen mayor fortaleza biológica por motivos hormonales e inmunológicos.
- Por grupos de edad: Las mayores ganancias en esperanza de vida desde 1975 se registran entre los más ancianos, gracias a los avances médicos.
- Por estatus social: La esperanza de vida es más alta para las profesiones cualificadas (menor mortalidad laboral) y para las clases sociales más ricas (mayor acceso a servicios sanitarios de calidad).
El crecimiento natural es reducido dadas las bajas tasas de natalidad y de mortalidad, aunque con ciertos cambios debido a las variaciones que experimentan ambas tasas.
La Tasa de Actividad
Los factores que influyen en la tasa de actividad son demográficos, económicos y socioculturales.
Evolución de la Tasa de Actividad Española
- Principios del siglo XX – 1985: La tasa de actividad descendió por varias razones:
- La emigración exterior afectó negativamente a la tasa de actividad masculina.
- El éxodo rural afectó a la femenina, ya que la mayoría de las mujeres que trabajaban en el campo no lo hicieron en los nuevos destinos urbanos.
- Aumentó la tasa de dependencia de los ancianos y de los jóvenes.
- Las crisis económicas desanimaron a los activos «ocultos» a buscar trabajo y aumentaron las salidas del mercado laboral mediante jubilaciones y prejubilaciones.
- 1985 – 2008: La tasa de actividad creció. La implantación de un nuevo sistema de elaborar la EPA (Encuesta de Población Activa) amplió la población activa. Las mujeres se han incorporado al mercado laboral de manera creciente por motivos ideológicos, demográficos y económicos.
- Desde la crisis económica de 2008: La tasa de actividad se encuentra estabilizada, al decrecer entre los hombres y aumentar ligeramente entre las mujeres.
Variaciones de la Tasa de Actividad
La tasa de actividad varía según el sexo, la edad y el territorio.
- En función del sexo: La tasa de actividad masculina sigue siendo superior a la femenina, ya que muchas mujeres continúan padeciendo discriminación laboral y ocupándose en mayor medida de la familia.
- En función de la edad: Las mayores tasas de actividad para los hombres se dan entre los 35-39 años, y para las mujeres entre los 30-34 años, decreciendo desde entonces porque muchas de ellas abandonan el mercado laboral para formar una familia.
- En función del territorio: Tienen tasas de actividad más altas las comunidades autónomas que ofrecen más posibilidades de empleo en el sector terciario o que cuentan con una economía diversificada. En cambio, tienen menor tasa de actividad las comunidades con un menor dinamismo económico y mayor envejecimiento.