Transformación Económica e Industrial de España
1. Época del Desarrollismo
Durante el Desarrollismo, los primeros núcleos industrializados se concentraron en Barcelona, Bilbao, Madrid y Valencia. El elevado precio del suelo en estas zonas impulsó la descentralización hacia la periferia, donde el suelo y la mano de obra eran más baratos. Sin embargo, las áreas centrales presentaban ventajas como una mayor cualificación y organización de los trabajadores, aunque con mayores impuestos y saturación del tráfico. En Bilbao, las localizaciones industriales tradicionales como Baracaldo, Rekalde, Bolueta, Sestao y Lamiaco, con su suelo escaso y caro, dieron paso a nuevas zonas como Galdácano, Vitoria (polígono industrial de Gamarra), Mondragón y Oñate (zona tradicional del Alto Deba). El sur de Madrid, zona industrial tradicional con Parla, Pinto y Valdemoro, también experimentó relocalizaciones a municipios cercanos para reducir costes. Burgos siguió una política similar a Vitoria. Este período transformó la España de los 50, configurando un triángulo de desarrollo industrial: Barcelona, Bilbao y Madrid, con una «Y» imaginaria que incluía Alicante, Barcelona, Bilbao, Madrid, Valencia y Zaragoza.
2. Crisis y Reestructuración (1975/1978-1984/1985)
España sufrió una crisis industrial, agravada por la crisis del petróleo, que afectó especialmente a sectores como la siderurgia, la construcción naval, el textil y el calzado. La especialización de estos sectores intensificó la crisis. Los nuevos países industriales del Sureste Asiático (Hong Kong, Singapur y Taiwán) contribuyeron a esta crisis por su especialización tecnológica. Además, la emergencia de potencias como Bangladesh, China, India e Indonesia, con mano de obra barata y productiva, incrementó la presión. La renta familiar disponible creció de forma desigual y limitada, principalmente debido al paro y la deslocalización industrial.
3. 1985-1998: Crecimiento y Crisis
Este período se caracterizó por la alternancia de crecimiento y crisis, inherentes al sistema capitalista. En general, fue una etapa de importante desarrollo social y económico, con una breve crisis entre 1993 y 1994 que afectó a la industria, pero que fue compensada por el sector servicios. La entrada de España en la Comunidad Económica Europea en 1986 impulsó el desarrollo social y económico. El crecimiento económico en el mundo desarrollado (1985-1992) y los fondos financieros de la CEE contribuyeron al desarrollo de regiones españolas menos favorecidas como Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.
La «Y» Imaginaria y la Evolución Demográfica
1. La «Y» Imaginaria
La «Y» imaginaria representa los principales nodos de concentración industrial: Barcelona, Madrid, País Vasco, Valencia y Zaragoza. Se consolidó durante el Desarrollismo (1967-1973), con núcleos principales en el norte y noroeste peninsular.
2. Evolución de la Población en España
La distribución de la población en España es irregular, con zonas urbanas densamente pobladas y zonas menos urbanizadas con menor densidad. España pasó de ser un país emigrante en 1960 a ser un país inmigrante en la actualidad. Este crecimiento no ha sido uniforme, con períodos de estancamiento y crecimiento. Entre 1900 y 1940, el crecimiento intercensal se debió a altas tasas de natalidad y mortalidad. El crecimiento disminuyó entre 1940 y 1950 debido a la posguerra. El descenso a finales de los 70 se atribuye a la crisis y la reconversión industrial, especialmente en Asturias y el País Vasco. La recuperación demográfica se produjo tras dos décadas de escaso crecimiento. Actualmente, el volumen de la población española es limitado tanto en la Unión Europea como a nivel mundial.
3. Movimientos Migratorios
Migraciones de 1980-1985
Este período se caracteriza por: escaso volumen, movimientos intraprovinciales, perfil del inmigrante variado, diversificación de origen y destino. Las zonas más atractivas fueron Baleares, Canarias, el eje del Ebro y el Mediterráneo. Provincias receptoras en el período anterior se convirtieron en emisoras (Barcelona, Guipúzcoa, Madrid y Vizcaya). Algunas provincias tuvieron saldo migratorio positivo (Badajoz, Córdoba, Granada) por el retorno de jubilados. Provincias emisoras en el período anterior, aunque con retornos, mantuvieron saldo negativo (Asturias, Ávila, Burgos, Ciudad Real, Jaén, Soria, Teruel y Zamora). Las Comunidades Autónomas tuvieron efectos positivos en sus capitales. Surgieron nuevas zonas receptoras: Almería, Málaga, Murcia, Santa Cruz de Tenerife y Sevilla.
Migraciones de 1996-2010
La inmigración extranjera protagonizó este período. Desde 1999, España participó en la globalización demográfica. Entre 1950 y 1970, España expulsó población. De 1996 a 2011, España fue receptora de población extranjera, principalmente del Magreb, Sudamérica y países del Este.