Características generales
La localización industrial en España presenta fuertes desequilibrios territoriales. Existen claros contrastes entre áreas industrializadas con distintas tendencias (desarrolladas, en expansión, y en declive) y áreas de industrialización escasa. Los desequilibrios se ven agravados por la tendencia de los sectores más dinámicos a localizarse en las regiones más avanzadas. Las desigualdades en el reparto espacial de la industria son, a su vez, fuente de otros desequilibrios territoriales en el reparto de la población; en la riqueza; en la dotación de infraestructuras, equipamientos y servicios sociales, y en el peso político, que ha afectado negativamente a las regiones españolas menos industrializadas. Por eso, el fomento de la industria ha sido uno de los objetivos básicos en las políticas para el desarrollo regional.
Áreas industriales desarrolladas
Son los espacios centrales de las áreas metropolitanas, sobre todo de las de Madrid y Barcelona, que se han consolidado como los centros principales de la industria española. Su evolución reciente está marcada por tendencias contradictorias:
- Por una parte asistimos al hundimiento o reconversión de importantes sectores maduros.
- Por otra parte, se da una revitalización industrial, pues desde 1985 las ventajas de su centralidad atraen hacia Madrid y Barcelona a las empresas más innovadoras y las sedes sociales (centros de decisión) de las mayores empresas nacionales y de las filiales de las multinacionales. Por tanto, se trata de aquellas actividades que generan mayor valor añadido, tienen mercados en expansión y empleos más cualificados y mejor remunerados.
Áreas y ejes industriales en expansión
Son el resultado de las tendencias difusoras de la industria o del desarrollo de la industrialización endógena. Pueden distinguirse los siguientes tipos:
Coronas metropolitanas
Cuentan con áreas industriales en declive y en proceso de reconversión (Bajo Llobregat, orilla izquierda de la ría del Nervión en Bilbao, sur madrileño). Pero también son receptoras de industrias.
- En unos casos se trata de la difusión o relocalización de industrias tradicionales procedentes del área central, estimulada por la revalorización del suelo que ocupan para otros usos y porque para las empresas es una forma de reducir costes (sanear su economía y su plantilla, modernizarse y redimensionar sus instalaciones). Estas industrias se localizan en polígonos industriales a lo largo de las principales vías de comunicación con la ciudad.
Franjas periurbanas
En la zona de transición entre la ciudad y el mundo rural circundante, han adquirido también gran atractivo para relocalizar industrias de las ciudades próximas. También localizan pequeñas empresas, de capitalización escasa, dedicadas a producciones intensivas en trabajo poco cualificado (madera, mueble, metalurgia de transformación, confección), a la subcontratación de tareas o al aprovechamiento de los recursos circundantes. En el plano laboral cuentan con un mercado más flexible, con diversas formas de contratación precaria y menor presencia sindical. La tipología más característica para su asentamiento son los polígonos de naves adosadas, de reducida dimensión, a veces con graves deficiencias en infraestructuras y equipamientos.
Ejes de desarrollo industrial
Se localizan a lo largo de las principales vías de comunicación. Los ejes nacionales principales son los del valle del Ebro y el Mediterráneo (Girona- Cartagena). Cuentan con una red de autopistas que los conecta con los principales centros nacionales y del sur de Europa, por lo que han atraído a industrias nacionales y multinacionales. Además se relacionan con ciudades de antigua tradición fabril o artesanal y con una industria rural dispersa transformadora de los productos del entorno. A nivel regional y comarcal se han desarrollado algunos ejes, como la red en torno a Madrid, que se extiende hacia las provincias limítrofes de Castilla-La Mancha, y los ejes secundarios de las regiones del interior, que siguen algunas de las principales carreteras (autovía Tordesillas-Valladolid-Palencia).
Áreas de industrialización inducida y escasa
Las áreas de industrialización inducida son Aragón, Castilla y León y Andalucía, que desde la década de 1960 han sido objeto de iniciativas para la promoción industrial. Poseen algunos enclaves industriales más desarrollados (por las ventajas de su situación en la costa o en el sistema nacional de comunicaciones), que concentran las inversiones, la producción y el empleo; pero son incapaces de relacionarse con otros enclaves o de difundir la industria hacia áreas próximas, por lo que generan claros desequilibrios territoriales.