Demografía y Distribución Poblacional en España: Análisis Detallado

Demografía y Distribución de la Población en España

La demografía es la ciencia que estudia la población. La geografía de la población se ocupa del estudio de las relaciones entre población y espacio. El organismo encargado de elaborar las estadísticas relacionadas con la población es el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las principales fuentes demográficas son:

Fuentes Demográficas

a) El Censo: Es un recuento individualizado que recopila datos de carácter cultural y socioeconómico. Es un documento estático que refleja el estado de la población en el momento en que se realiza. Los datos provienen de los registros administrativos y de un trabajo de campo que incluye una gran encuesta de la población (12%).

Características de los Censos:

  1. Se distingue una población de hecho y otra de derecho. La población de derecho es la suma de los residentes presentes y de los residentes ausentes. Los ausentes aparecen como transeúntes en otros municipios. La población de hecho es la suma de los residentes presentes y los transeúntes.
  2. La información recopilada es un instrumento de planificación.
  3. Datos secretos, pero pueden publicarse de forma global.

b) El Padrón: Es una relación de habitantes de un término municipal. Es público (sirve para la confección de las listas electorales) y dinámico, pues los ayuntamientos lo van actualizando.

c) El Registro Civil: Es el organismo público en el que se registran todos los hechos (nacimientos, matrimonios y defunciones) relativos al estado civil de las personas, lo que permite seguir los movimientos naturales de la población.

d) Otras fuentes: Son las estadísticas y las encuestas. La Encuesta de Población Activa (EPA) es la más importante. La realiza el INE con una periodicidad trimestral.

Distribución de la Población Española

La población española es de 46,5 millones de habitantes, de los cuales 4,5 son extranjeros. En 2011 se alcanzó el máximo poblacional jamás registrado: 47,1 millones, pero la población disminuye por la crisis de 2008. La distribución por CCAA es: Andalucía (8,4), Cataluña (7,4), Madrid (6,5), Valencia (4,9), Galicia (2,7), Aragón (1,3). La densidad de población es la relación entre la población y la superficie en km²; se expresa en hab/km². Nuestra densidad de población (92,2 hab/km²) es inferior a la media europea. La población está muy mal repartida, existen fuertes desequilibrios espaciales. Así, las provincias de Madrid y Barcelona concentran el 25% de la población y la mitad más poblada del país supone el 96% de la población. En 1900, el 1% del territorio más poblado concentraba al 18% de la población; hoy concentra al 40%.

Las áreas de alta densidad se encuentran en Madrid (oasis en un interior poco poblado), la periferia y los archipiélagos. Madrid, Vizcaya y Barcelona presentan las densidades más altas (+ 500 hab/Km²). Las áreas de menor densidad se sitúan en el interior y los valores más bajos corresponden a las áreas de montaña. El área de la Serranía Celtibérica cuenta con – 8 hab/Km², y es junto con Laponia el mayor desierto demográfico de Europa. La concentración de la población se da en Madrid (capital y centro financiero del Estado) y las regiones periféricas con alto crecimiento natural (Galicia, Andalucía y Murcia), por la instalación de actividades económicas (cornisa cantábrica, Cataluña y los ejes del Ebro y del Mediterráneo) y el turismo (litoral mediterráneo y archipiélagos).

Movimiento Natural de la Población

El movimiento natural es la variación de la población de un lugar por causas naturales, los nacimientos y las defunciones. Se distinguen 3 etapas:

Etapas del Movimiento Natural

1. Régimen Demográfico Antiguo: Se mantuvo en España hasta comienzos del siglo XX. Se caracterizó por altas tasas de natalidad y mortalidad y por un crecimiento natural bajo. La tasa de natalidad relaciona el número de nacimientos en un año con la población total. La tasa de natalidad era en 1900 de 35 por mil, dado que los hijos ayudaban en duras tareas agrarias y aseguraban el futuro de los padres ante la inexistencia de seguros. La tasa de mortalidad (relación de decesos de un año y población total en tantos por mil) en 1900 era alta (28 por mil) y oscilante, cuyas causas eran el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas. La dieta alimenticia era escasa y desequilibrada. La tasa de mortalidad infantil (-1 año) era muy alta: 181/200 por mil. Las enfermedades infecciosas transmitidas por el aire (tuberculosis) o del agua tenían alta incidencia. Hubo momentos de mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras y malas cosechas. La esperanza de vida era de las más bajas de Europa (34/35 años). La población en 1900 era de 18,6 millones.

2. Transición Demográfica: Entre 1900 y 1975, se caracterizó por el descenso de la mortalidad y el crecimiento natural. La natalidad descendió suavemente pero de forma discontinua. Entre 1956 y 1965 tuvo lugar una importante recuperación (baby boom), debido al desarrollo económico y a la política pronatalista de la dictadura. A partir de 1965 comenzó a disminuir de nuevo por la consolidación de un modo de vida industrial y urbano que redujo el valor económico de los hijos. La mortalidad descendió continuamente, excepto en momentos de mortalidad catastrófica y guerra civil. Las causas fueron el incremento del nivel de vida y los avances médicos. En la década de 1960 se superó la malnutrición y el crecimiento del nivel cultural permitió prácticas preventivas. La esperanza de vida se elevó, con un crecimiento natural alto. Desde 1965 el crecimiento se recortó al estabilizarse la mortalidad en cifras bajas y restablecerse el descenso de la natalidad. La población española en 1975 era de 35,5 millones.

3. Régimen Demográfico Actual: Se extiende desde 1975 hasta hoy. Se caracteriza por bajas tasas de natalidad y mortalidad y escaso crecimiento natural. España tiene la tasa de natalidad más baja del mundo y un índice de fecundidad de 1.2, que no permite el reemplazo de la población. Las causas han sido cambios económicos y socioculturales. La situación económica (crisis, paro juvenil) dificulta la emancipación de los jóvenes y retrasan los matrimonios, acortando el período fértil de la mujer. La sociedad experimenta cambios de mentalidad, disminuye la religiosidad y se legalizan el aborto y los anticonceptivos. La mujer se incorpora al mundo laboral y existen dificultades para conciliar la vida familiar. Entre 1998 y 2010 la natalidad se recupera gracias a la inmigración, pero cae con la crisis. La mortalidad mantiene cifras bajas, aunque asciende en 1982 por el envejecimiento de la población. Las causas de mortalidad cambian, disminuye la importancia de las enfermedades infecciosas y aumentan las del corazón, cáncer y accidentes de tráfico, además de enfermedades ligadas al envejecimiento y enfermedades sociales relacionadas con estilos de vida.

Mortalidad Infantil y Esperanza de Vida

La mortalidad infantil es muy baja (3.7). La esperanza de vida continúa aumentando y es una de las más altas del mundo, en 2011 era de 78.6 para varones y 84.6 para mujeres. La esperanza de vida femenina sigue siendo mayor por su fortaleza biológica, ser más proclive a desarrollar hábitos de vida saludable y no realizar trabajos de gran desgaste físico. También presenta diferencias según su estatus social, siendo más alta para profesiones más cualificadas y adineradas. El año 2015 fue el primer año desde la guerra civil en que se registró un crecimiento vegetativo negativo. Existen ciertos contrastes territoriales.

Contrastes Territoriales

Se pueden dividir las comunidades autónomas en dos bloques:

a) Dinamismo Demográfico: Presentan tasas de natalidad altas, tasas de mortalidad por debajo de la media y crecimiento natural más alto. Presentan una estructura demográfica más joven, por un comportamiento tradicional más natalista (Andalucía, Murcia, Navarra), por haber sido foco de inmigración interna del pasado (Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Canarias, Baleares) o por recibir fuerte inmigración extranjera.

b) Declive Demográfico: Presentan un crecimiento vegetativo bajo e incluso negativo. Presentan una estructura demográfica muy envejecida, por haber padecido una intensa emigración en el pasado (Galicia e interior, Aragón), por haber sido afectadas por la crisis de 1975 (cornisa cantábrica) o por contar en la actualidad con menos inmigración extranjera.

Migraciones

Las migraciones son los movimientos de población en el espacio. Distinguimos entre emigración, o salida de población desde su lugar de origen; e inmigración, o llegada de población a un lugar de destino. El saldo migratorio es el balance entre la inmigración y la emigración. En España, las migraciones interiores y exteriores han sido un hecho decisivo que sigue condicionando las características actuales de la población.

Migraciones Interiores

Las migraciones interiores son los movimientos de población dentro de un país. Podemos diferenciar entre las tradicionales (hasta 1975) y las actuales. Las tradicionales se desarrollaron hasta la crisis económica de 1975. La motivación fue sobre todo laboral. Los flujos fueron unidireccionales: los emigrantes procedían del campo y se dirigían a las grandes ciudades casi siempre en otras provincias o regiones. El perfil característico de los emigrantes fue el de personas jóvenes, con bajo nivel de cualificación.

Las migraciones interiores actuales tienen características distintas. Las motivaciones de la migración son más variadas: laborales, residenciales, retorno al lugar de procedencia. Los flujos son pluridireccionales, con mayor diversidad de las áreas de origen y destino. Los emigrantes ya no proceden mayoritariamente del campo, sino de municipios urbanos y se dirigen no a grandes ciudades sino más a municipios urbanos medianos y pequeños de su propia provincia o comunidad autónoma. El perfil de los emigrantes es también diverso: jóvenes, mayores, no cualificados y cualificados.

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