Demografía Española: Evolución, Distribución y Dinámica Poblacional

Demografía Española: Evolución, Distribución y Dinámica Poblacional

t.6 2.1. Evolución de la población española.

La población española, tras permanecer prácticamente estancada durante siglos, empieza a registrar un destacado crecimiento en el siglo XVIII. Durante el siglo XIX el crecimiento se acelera. No obstante, este crecimiento es inferior al de los países industrializados de Europa. Ya en el siglo XX podemos distinguir dos grandes etapas: hasta 1960 se registra un fuerte crecimiento, llegando a los 30 millones de habitantes, y hasta el año 2000 el crecimiento se frena, llegando ese último año a los 41 millones de habitantes. En el siglo XXI el crecimiento se vuelve a acelerar hasta 2008, llegando a los 46,1 millones. A partir de ese año de nuevo se frena: 46,7 millones en 2018. No obstante, en la actualidad vuelve a repuntar hasta colocarse en los 48.446.594.

2.2. La distribución de la población española. La densidad de población.

La distribución espacial de la población española se analiza mediante la densidad de población, relacionando el total de población con la superficie en km2 del país. La densidad de población española ha aumentado con el tiempo. Sin embargo, existen fuertes contrastes espaciales entre comunidades. Las áreas de alta densidad (mayor concentración de la población) se localizan en Madrid, la periferia peninsular, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, con cifras superiores a los 200 hab./km2. En menor medida están Cataluña, Valencia, Andalucía o Murcia, aunque también por encima de la media nacional. Por provincias, destacan las del litoral, salvo Madrid y Sevilla. Las áreas de baja densidad (vacío de población) se sitúan en el interior peninsular: Aragón, las dos Castillas, Extremadura y el interior de Galicia. Además, en todas las regiones son mayores las densidades urbanas que las rurales; y las de la franja costera que las del interior, encontrando los valores más bajos en las zonas de montaña (menos de 10 hab./km2). Así, el interior presenta un menor crecimiento natural y una estructura de población envejecida, frente al litoral, de población más joven. Estas desigualdades provocan problemas de masificación en las zonas más pobladas y de despoblación en el interior. Sin embargo, la distribución actual de la población es el resultado de una evolución a lo largo de diferentes etapas:

– En la época preindustrial, hasta mediados del siglo XIX, la economía era básicamente agraria, por lo que los factores naturales tuvieron más peso en la distribución de la población. Las mayores densidades se situaban en las zonas con relieve llano y baja altitud; clima templado-cálido; y proximidad al mar o a los ríos: costa levantina, valles atlánticos, valles fluviales del interior y las Baleares. También influía la economía de las áreas más dinámicas. En el siglo XVI, la Corona de Castilla era la zona más poblada . En el siglo XVII, comenzaron las migraciones hacia la periferia debido al comercio marítimo. En el siglo XVIII las densidades más altas estaban en las regiones costeras e insulares y las más bajas, en el interior.

– En la época industrial, entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975, se configuró el mapa de la densidad actual al consolidarse la economía industrial y urbana, perdiendo peso los factores naturales. Aumentó su peso Madrid y las regiones periféricas, por su alto crecimiento natural , y por actividades económicas que atrajeron población: la industria, en Asturias, País Vasco y Cataluña, a las que se sumaron los ejes del Ebro y del Mediterráneo; y el turismo en el litoral mediterráneo e insular. Las regiones del interior, con mayor peso de las actividades agrarias e industriales tradicionales, mantuvieron sus bajas densidades a causa de la emigración hacia las áreas más dinámicas.

– En la época posindustrial, desde la crisis de 1975, influyen nuevos factores que mitigan y refuerzan los contrastes en la distribución de la población. Los contrastes la crisis industrial de 1975, que frenó las migraciones interiores a las áreas industriales e incluso provocó retornos. Y refuerzan los contrastes la concentración en Madrid y en los ejes Mediterráneo y del Ebro y de los nuevos factores de desarrollo: servicios avanzados y la inmigración extranjera.

3.- LA DINÁMICA O MOVIMIENTO NATURAL DE LA POBLACIÓN

El movimiento natural es la variación de la población de un lugar por causas naturales, es decir, la diferencia entre los nacimientos y las defunciones. La diferencia entre la natalidad y la mortalidad origina, por tanto, el crecimiento natural o vegetativo.

3.1. Los regímenes demográficos. La transición demográfica española.

La evolución histórica del movimiento natural de la población española ha pasado por tres etapas o en los que la natalidad, la mortalidad y el crecimiento natural presentan rasgos homogéneos. Las etapas son:

Régimen demográfico antiguo en España se mantuvo hasta principios del siglo XX y presentó altas tasas de natalidad y de mortalidad, dando como resultado un bajo crecimiento natural y con oscilaciones, debido a episodios de mortalidad catastrófica. La mortalidad infantil también era alta y la esperanza de vida era baja.

La transición demográfica entre el régimen antiguo y el actual, tuvo lugar entre 1900 y 1975 aproximadamente. Esta se inició más tarde que en otros países europeos, pero fue más intensa y acelerada. Se caracterizó por una disminución suave de la natalidad manteniéndose elevada, un fuerte descenso de la mortalidad y un elevado crecimiento natural. La mortalidad infantil también decreció y la esperanza de vida se elevó por el descenso de la mortalidad.

El régimen demográfico actual se extiende desde 1975 hasta nuestros días y se caracteriza por bajas tasas de natalidad debido a los cambios económicos y socioculturales, y de mortalidad y por un crecimiento natural muy reducido o incluso negativo. La mortalidad infantil es de las más bajas del mundo y la esperanza de vida de las más elevadas

3.2. La natalidad.

A lo largo del siglo XX y comienzos del XXI, España ha ido registrando unas tasas de natalidad cada vez más bajas, debido a los cambios que ha ido experimentando el país, tanto socio-culturales y económicos.

Como consecuencia, el Índice Sintético de Fecundidad ha ido descendiendo progresivamente hasta situarse en el año 2022 en el 1,16, muy lejos de la tasa de reposición o reemplazo generacional situada en el 2,1. Así, pese a la recuperación de la fecundidad que se produjo a comienzos del siglo XXI con la llegada de población inmigrante, la crisis económica de 2008-2013 repercutió asimismo negativamente por el deterioro de las condiciones socio-laborales y el freno de la inmigración.

3.3. La mortalidad.

Registra en España un descenso continuado desde finales del siglo XIX debido a las mejoras alimentarias, sanitarias e higiénicas. Sin embargo, desde finales del siglo XX y principios del XXI, la mortalidad ha repuntado ligeramente por el envejecimiento de la población, con un paréntesis entre 1996 y 2008 por el rejuvenecimiento ligado a la inmigración. En el año 2020 se registró un exceso de mortalidad como consecuencia de la pandemia asociada al virus COVID-19. No obstante, en el año 2022, la Tasa Bruta de Mortalidad en España se situó en el 9,67%, aunque existen ciertas diferencias regionales entre las de mayor mortalidad del norte y las de mejor del sur y la Comunidad de Madrid. Las principales causas de muerte en la actualidad son las características de los países desarrollados, destacando los accidentes de tráfico, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. La tasa de mortalidad infantil está por debajo del 3% y la esperanza de vida ha pasado de entre los 40-50 años a principios del siglo XX, a los 83,2 años en el año 2022, estando por encima de la media europea .

4.- LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

Las migraciones son los desplazamientos de población en el espacio geográfico, generalmente por causas económicas o sociales. Distinguimos entre emigración, o salida de población desde su lugar de origen; inmigración, o llegada de población a un lugar de destino; y saldo migratorio

o balance entre la inmigración y la emigración. Si el saldo es positivo indica predominio de la inmigración, y si es negativo, de la emigración. En España, las migraciones han sido un factor demográfico decisivo que sigue condicionando muchas características de la población actual.

4.1. Los movimientos migratorios interiores.

Son los movimientos de población dentro de las fronteras de su país. En España responden a dos modalidades separadas por el año 1975: las migraciones interiores tradicionales y las actuales. Así, mientras que las migraciones tradicionales están caracterizadas por un elevado volumen de

población , y son de carácter unidireccional entre el campo y las grandes ciudades, las migraciones actuales responden a un nuevo modelo migratorio: motivaciones más variadas, protagonistas diversos y se producen en varias direcciones dentro de las provincias y las comunidades autónomas. Ello se ve favorecido por las diferencias de desarrollo entre las distintas regiones españolas, ya que han generado fuertes movimientos migratorios. Así, a partir del siglo XVIII se detecta un proceso de emigración desde el centro peninsular a la periferia y en el siglo XIX se inicia un intenso éxodo rural hacia las zonas urbanas e industriales de Cataluña, País Vasco, Madrid y Asturias. Con el desarrollismo de la década de 1960, el éxodo rural se intensifica, ampliándose las zonas de llegada a las áreas turísticas del litoral mediterráneo y los archipiélagos. La crisis de 1973-1975 atenuó el proceso y a partir de la década de 1980 hay una mayor complejidad de movimientos migratorios: movimientos de retorno, interurbanos, pendulares por razones de trabajo o estudios, etc. Hoy en día, vivimos las consecuencias de estos movimientos migratorios: una desigual distribución espacial de la población española, el despoblamiento y envejecimiento de las zonas de salida y el rejuvenecimiento y desarrollo económico de las zonas de llegada.

4.2. Los movimientos migratorios exteriores.

Son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. En España, las migraciones exteriores tradicionales estuvieron marcadas por la emigración. En cambio, las migraciones exteriores actuales se caracterizan por una reducida emigración y un elevado volumen de inmigración extranjera, aunque con variaciones dependiendo de la coyuntura económica española. Las migraciones exteriores tradicionales tuvieron lugar entre mediados del siglo XIX y la crisis económica de 1973-1975. En este periodo emigró de España un elevado volumen de personas con destino a ultramar y a Europa Occidental. La emigración transoceánica se dirigió principalmente a América Latina, y secundariamente a EE.UU. En muchos casos fue una emigración permanente y asistida. Pero también hubo salidas temporales para trabajar en la construcción de grandes infraestructuras, y estacionales para realizar tareas agrícolas, en fechas complementarias con las de España. Respecto a la emigración a Europa, hasta mediados del siglo XX fue una migración escasa y tradicional . Estaba integrada por agricultores, obreros y jóvenes del servicio doméstico; y más tarde, por refugiados de la Guerra Civil. Entre 1960 y 1973 la emigración a Europa vivió una época de auge. En su mayoría se trató de una emigración permanente. La procedencia de los emigrantes era fundamentalmente Galicia y Andalucía. Su destino prioritario era Francia, la República Federal de Alemania y Suiza. El perfil de los emigrantes era el de adultos jóvenes y poco cualificados que desempeñaron trabajos poco especializados y mal retribuidos en la minería, la industria y la construcción.

Sin embargo, a partir de 1996, gracias al desarrollo económico del país, consolidado tras el ingreso en la Comunidad Económica Europea en 1986, se produce una fuerte inmigración procedente de países menos desarrollados, especialmente africanos e iberoamericanos, que encuentran trabajos no cualificados y se asientan preferentemente en el litoral mediterráneo y Madrid. También hubo medidas que atrajeron nuevos inmigrantes como las regularizaciones de inmigrantes de ilegales y el reagrupamiento familiar . A partir del año 2004, con las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea, comenzó a crecer la llegada de inmigrantes procedentes de Europa del Este. Otro importante contingente de inmigrantes es el de jubilados procedentes de países desarrollados de Europa Occidental, atraídos por las condiciones climáticas y unos precios más baratos que los de sus países de origen.

Entre 2008 y 2013, la crisis económica redujo la entrada de inmigración en España y provocó una salida creciente de españoles hacia Europa occidental, especialmente jóvenes con alta cualificación que huyen del elevado paro juvenil y la inestabilidad laboral de nuestro país. Ambos procesos han provocado saldos migratorios negativos en España desde 2010 a 2014. Desde 2014, la recuperación económica ha vuelto a incrementar la inmigración.

6.- ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN

6.1. Estructura por sexo y edad.

 

La estructura por sexo es la relación entre el número de hombres y  mujeres que componen la población. Los factores que influyen en la estructura por sexo son: el nacimiento  siempre mayor de un número de niños , la mayor  esperanza de vida de las mujeres, y las migraciones, dado que suelen migrar  más los varones. En España la sex ratio para la población total era de 96,1  hombres por cada 100 mujeres en 2020. Entre los jóvenes predominan los hombres,  debido a su mayor número de nacimientos. En la edad adulta, las diferencias  entre los sexos se acortan lentamente porque la sobremortalidad masculina se  compensa con la inmigración de un mayor número de varones. Y en las edades  ancianas predominan las mujeres gracias a su mayor esperanza de vida.  

La estructura por edad es la composición de la población por grupos de  edad: joven (0-14 años), adulta (15-64 años) y anciana (65 años y más). Se  mide calculando los índices de juventud y de  envejecimiento.

Los factores que influyen en la estructura por edad son la natalidad, en  el número de jóvenes; la esperanza de vida, en el número de ancianos; y las  migraciones, dado que las migraciones son habitualmente de jóvenes, por lo  que, en las zonas inmigratorias incrementan el número de mujeres en edad  fértil y la natalidad, y reducen la proporción de ancianos. En España la  estructura por edad se encuentra envejecida pues los jóvenes representan un  bajo porcentaje y los ancianos están muy por encima del 12%. Este envejecimiento se debe al descenso acusado de la  natalidad y presenta diferencias regionales ya que las comunidades más jóvenes son las mediterráneas, los archipiélagos y Madrid, zonas favorecidas  por la inmigración, mientras que el interior y el noroeste peninsular son las más  envejecidas.  

La estructura por sexo y edad se representa gráficamente en las  pirámides de población. Así, la pirámide de 1900 tiene una forma triangular o  de parasol, característica de una población joven;  la de 1950 tiene una forma de campana, ya que se ensancha la cúspide por el  descenso de la mortalidad y se estrecha la base por el descenso de lanatalidad; mientras que la actual presenta forma de bulbo debido al gran  recorte de la base por la caída continua de la natalidad, aunque atenuada por  la inmigración.  

Las consecuencias sociales derivadas de esta situación son el  envejecimiento de la población, un crecimiento natural muy bajo o negativo,  una reducción cada vez mayor de la población activa o la imposibilidad de  asegurar el relevo y mantenimiento generacional. Este progresivo  envejecimiento de la población provoca un mayor gasto en sanidad y servicios  sociales que recaerá sobre una  población activa cada vez menos numerosa, lo  cual provocará una subida de los impuestos y una situación cada vez más  insostenible. Algunas medidas para hacer frente a esta situación son retrasar la  edad de jubilación o reducir las pensiones. 

6.2. Estructura económica de la población. 

La población activa es el conjunto de personas de 16 años y más que  suministran mano de obra al mercado laboral o que están disponibles y hacen  gestiones para incorporarse a esta producción. Así, comprende la población  que trabaja a cambio de una retribución y la que  busca empleo activamente. La población  inactiva es la que no realiza trabajo remunerado ni se encuentra disponible para desempeñarlo. Ello determina tasas como la  de actividad , paro o dependencia.

En la tasa de actividad influyen factores como el porcentaje de jóvenes  y ancianos; el predominio de la emigración o inmigración; el nivel de desarrollo  de una sociedad; la duración de la escolarización; la edad de jubilación; etc. 

La tasa de paro presenta variaciones: según el sexo, es mayor el paro  femenino; según la edad, es mayor el desempleo juvenil y entre los mayores  de 50 años; según el nivel de formación, el paro aumenta cuando disminuye  el nivel de formación; según la época del año, el paro sube en invierno  (cosechas y la temporada turística). Según los territorios, las tasas de paro se  explican por el mayor o menor dinamismo económico.

6.3. Estructura por sectores económicos. 

La población activa se distribuye entre los sectores económicos primario,  secundario y terciario.  

Actualmente, el proceso de terciarización de la economía es cada vez  más intenso, gracias a la pérdida de peso del sector agrario y al descenso del sector secundario.Así, si el sector  primario ocupaba en el año 2020 a tan sólo el 4% de la población activa, en el  sector secundario encontrábamos al 20,5%, y en el sector terciario al restante  75,5% de la población activa.  

La distribución espacial de la ocupación sectorial es contrastada. El  sector primario tiene más peso en el sur y en el interior peninsular . El sector secundario en comunidades  con tradición, diversificación o difusión industrial; o con subsectores intensivos  como la construcción. Y el sector terciario, en la Comunidad de Madrid, Cataluña, las  comunidades más turísticas, Ceuta y Melilla. 

Ejercicio 1: En el mapa se muestra la densidad de población española en el año 2011. Analícelo y conteste a las siguientes cuestiones: (2022). 

a) Diga las 10 provincias que se encuentran numeradas (hasta 1 punto). Cáceres, Toledo, Cuenca ,Guadalajara, Soria, La Rioja, Navarra, Zaragoza, Huesca y Lérida. 

b) Describe las características que se observan en la densidad de población de Andalucía. (Hasta 1 punto). 

En el mapa se pueden identificar dos áreas con mayor densidad de población en Andalucía: la costa y el valle del Guadalquivir, que conforman el eje urbano andaluz. Esta concentración de población se debe al dinamismo económico de estas zonas, lo que favorece el crecimiento natural, la atracción de inmigración y el desarrollo de infraestructuras. 

Las áreas costeras han sido tradicionalmente más densas debido a su acceso al comercio, el transporte marítimo y la pesca. En la actualidad, el turismo se ha convertido en un factor clave para su crecimiento, destacando ciudades como Málaga, Almería, Cádiz y Huelva, que cuentan con una intensa actividad turística y comercial. 

Por su parte, el valle del Guadalquivir ha experimentado un desarrollo histórico gracias a su cercanía al río y su carácter agrario. En las últimas décadas, el auge del turismo también ha impulsado su crecimiento, especialmente en ciudades como Sevilla y Córdoba, donde Sevilla, además, cumple un papel fundamental como centro administrativo de la región. 

Otro punto de alta densidad es Granada, que, a pesar de estar más aislada, mantiene una población significativa debido a su gran legado histórico y cultural, que fomenta el turismo, así como al importante papel de su universidad. 

En contraste, las zonas con menor densidad de población se encuentran en el interior de Andalucía, muchas de ellas coincidiendo con sistemas montañosos como las Béticas y Sierra Morena. Estas áreas presentan una menor urbanización y una economía menos diversificada, centrada principalmente en la agricultura, lo que se traduce en un menor crecimiento natural y una menor atracción de inmigrantes. 

C) Analice y comente las diferencias de la densidad de población en España, indicando las principales causas para esa distribución espacial. (Hasta 2 puntos) 

La distribución espacial de la población española se analiza mediante la densidad de población, relacionando el total de población con la superficie en km2 del país. La densidad de población española ha aumentado con el tiempo hasta alcanzar los casi 96 hab/km2 en 2023, un valor ligeramente inferior a la media de la Unión Europea (109 hab./km2 en 2019). Sin embargo, existen fuertes contrastes espaciales entre comunidades. Las áreas de alta densidad (mayorconcentración de la población) se localizan en Madrid, la periferia peninsular, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, con cifras superiores a los 200 hab./km2. En menor medida están Cataluña, Valencia, Andalucía o Murcia, aunque también por encima de la media nacional. Por provincias, destacan las del litoral, salvo Madrid y Sevilla. Las áreas de baja densidad (vacío de población)se sitúan en el interior peninsular: Aragón, las dos Castillas, Extremadura y el interior de Galicia 

Además, en todas las regiones son mayores las densidades urbanas que las rurales; y las de la franja costera que las del interior, encontrando los valores más bajos en las zonas de montaña (menos de 10 hab./km2). Así, el interior presenta un menor crecimiento natural y una estructura de población envejecida, frente al litoral, de población más joven. Estas desigualdades provocan problemas de masificación en las zonas más pobladas y de despoblación en el interior. Sin embargo, la distribución actual de la población es el resultado de una evolución a lo largo de diferentes etapas: 

– En la época preindustrial (o pre-estadística), hasta mediados del siglo XIX, la economía era básicamente agraria, por lo que los factores naturales tuvieron más peso en la distribución de la población. Las mayores densidades se situaban en las zonas con relieve llano y baja altitud; clima templado-cálido; y proximidad al mar o a los ríos: costa levantina, valles atlánticos, valles fluviales del interior y las Baleares. También influía la economía de las áreas más dinámicas. En el siglo XVI, la Corona de Castilla era la zona más poblada (¾ de la población). En el siglo XVII, comenzaron las migraciones hacia la periferia debido al comercio marítimo. En el siglo XVIII las densidades más altas estaban en las regiones costeras e insulares y las más bajas, en el interior. 

– En la época industrial (o estadística), entre mediados del siglo XIX y la crisis de 1975, se configuró el mapa de la densidad actual al consolidarse la economía industrial y urbana, perdiendo peso los factores naturales. Aumentó su peso Madrid (capital del Estado) y las regiones periféricas, por su alto crecimiento natural (Galicia, Andalucía y Murcia), y por actividades económicas que atrajeron población: la industria, en Asturias, País Vasco y Cataluña, a las que se sumaron los ejes del Ebro y del Mediterráneo; y el turismo en el litoral mediterráneo e insular. Las regiones del interior, con mayor peso de las actividades agrarias e industriales tradicionales, mantuvieron sus bajas densidades a causa de la emigración hacia las áreas más dinámicas (España vacía). 

– En la época posindustrial, desde la crisis de 1975, influyen nuevos factores que mitigan y refuerzan los contrastes en la distribución de la población. Mitigan los contrastes la crisis industrial de 1975, que frenó las migraciones interiores a las áreas industriales e incluso provocó retornos. Y refuerzan los contrastes la concentración en Madrid y en los ejes Mediterráneo y del Ebro y de los nuevos factores de desarrollo: servicios avanzados y la inmigración extranjera. 

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Ejercicio 2: Observe las pirámides de población correspondientes a la provincia de Madrid en los años 1970 y 2021. Analícelas y conteste a las siguientes cuestiones: (2022). 

a) Señala qué tipos de pirámides nos encontramos en esos dos años, según la forma que se observa en ellas, y describe las características fundamentales de las mismas. (Hasta 1 punto)

La pirámide de 1970 tiene forma de campana. Se caracteriza por una elevada población joven, entre 0 y 14 años, una población adulta numerosa, entre 15 y 64 años, y una población anciana de más de 65 años escasa en comparación con los otros dos grupos. Está asociada a la transición demográfica, que en España tuvo lugar aproximadamente entre 1900 y 1975, y nos indica una natalidad alta y un descenso en la mortalidad. La pirámide de 2021 tiene forma de bulbo. En ella encontramos una población joven escasa, elevada población adulta y numerosa población anciana, por encima del 12%, por lo que la población está envejecida. Es una pirámide propia del régimen demográfico actual, que comenzó a establecerse a partir de 1975, y nos Indica una natalidad baja y una mortalidad baja pero en aumento por el envejecimiento. 

b) Observa la pirámide de la provincia de Madrid en 1970 y explica las razones para el estrechamiento de las cohortes etarias correspondientes a los grupos de edad 50-54 y 30-34. (Hasta 1 punto). 

En ambos casos este estrechamiento se debe a la Guerra Civil española (1936-1939). La cohorte de 50 a 54 años se estrecha por los fallecidos durante la guerra, ya sea en combate o como parte de las víctimas civiles, además de los muertos por la represión durante el conflicto y los años posteriores, y también por los exiliados que tuvieron que abandonar España y no volvieron, aumentando de esta forma la mortalidad y el número de emigrantes en estos años. Por su parte, la cohorte de 30 a 34 es más estrecha por los no nacidos durante la contienda y también en la durísima posguerra, produciéndose un acusado descenso de la natalidad en esos años. 

c) Explica las causas de la forma que se observa en la pirámide de 2021 y las consecuencias demográficas y socioeconómicas que se derivarán a medio plazo de la estructura de la población que se observa en ella. (Hasta 2 puntos). 

Las consecuencias sociales derivadas de esta situación son el envejecimiento de la población, un crecimiento natural muy bajo 0 negativo, una reducción cada vez mayor de la población activa o la imposibilidad de asegurar el relevo y mantenimiento generacional. Este progresivo envejecimiento de la población provoca un mayor gasto en sanidad y servicios sociales (residencias, atención médica, medicinas, etc.) que recaerá sobre una población activa cada vez menos numerosa (reducido número de jóvenes), lo cual provocará una subida de los impuestos y una situación cada vez más insostenible. Algunas medidas para hacer frente a esta situación son retrasar la edad de jubilación o reducir las pensiones.

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Ejercicio 3: En el mapa se representa el porcentaje de población de 65 años y más respecto al total de la población en cada provincia de España. Obsérvelo y conteste a las siguientes cuestiones: (2021). 

a) Diga las provincias en las que el porcentaje de población de 65 años y más está entre el 19% y el 22,9%. (Hasta 1 punto). Badajoz, Córdoba, Ciudad Real, Jaén, Albacete, Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona, Lérida, Huesca, Zaragoza, Navarra, La Rioja, Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Cantabria, Pontevedra, Segovia.

b) Diga las provincias del centro de la península Ibérica en las que el porcentaje de población de 65 y más está por debajo del 19% y explique qué causas existen para este bajo porcentaje. (Hasta 1 punto). Madrid, Guadalajara y Toledo. La ciudad de Madrid es la capital de España, su ciudad más poblada y el centro financiero del estado. Su comunidad es una región industrial de primer orden, uno de los destinos turísticos más visitados y un nodo de las carreteras, ferrocarriles y líneas aéreas del país. Esto hace que atraiga a numerosos inmigrantes, lo que produce un rejuvenecimiento de la población. Su prosperidad económica se extiende a las provincias limítrofes de Castilla – La Mancha como Guadalajara y Toledo. En estas provincias el suelo para vivienda, industrias y otras empresas es más barato que en Madrid. La distancia de la capital queda aminorada por una densa red de autopistas, autovías y trenes de cercanías . 

c) Explique a qué se deben los contrastes en el envejecimiento de la población entre las provincias de España. (Hasta 1 punto). 

– Las provincias más envejecidas son las gallegas y el interior peninsular. Ello se debe a los movimientos migratorios tradicionales (transoceánicos), y al menor dinamismo económico. Otras como Asturias, no han sido capaces de dinamizar sus economías desde la crisis de la reconversión industrial. Las provincias relativamente menos envejecidas son las tradicionalmente más natalistas (Murcia, provincias andaluzas, etc.). Las que, por su dinamismo económico, atraen a población exterior: agricultura intensiva, turismo, industria y servicios, etc., como es el caso de las provincias de costa. Y las provincias que reciben población joven desde otras limítrofes buscando precios del suelo más baratos (Toledo y Guadalajara).

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Ejercicio 5: En el Mapa se representa la densidad de población por provincias de España en 2015. Analícelo y responda a las siguientes cuestiones: (2020). 

a) ¿Qué provincias tienen una densidad inferior a 20,49 habitantes por km2? (Hasta 1 punto). Cáceres, Zamora, Soria, Huesca, Teruel y Cuenca. 

b) Analice y comente las diferencias de densidad entre las provincias españolas en 2015. (Hasta 1 punto). 

Las diferencias entre la densidad de unas provincias respecto a las otras son más que considerables, incluso dentro de la misma comunidad autónoma. Debe tenerse en cuenta que la mayor parte de las provincias suelen concentrar más de la mitad de sus habitantes en la capital, por lo que, realmente, las cifras más elevadas de densidad poblacional no indican un reparto uniforme de sus residentes. Con la excepción de Madrid, Córdoba, Valladolid y las provincias del eje del Valle de Ebro, todas las provincias con población superior a los 50 habitantes/km se concentran en la periferia costera.

c) Explique las causas de la distribución espacial de la población y justifique el caso de Madrid. (Hasta 2 puntos). 

Igual que la 1 c, Añadiendo de la 3 b: La ciudad de Madrid es la capital de España, su ciudad más poblada y el centro financiero del Estado. Su comunidad es una región industrial de primer orden, uno de los destinos turísticos más visitados y un nodo de las carreteras, ferrocarriles y líneas aéreas del país. Esto hace también que atraiga a numerosos inmigrantes, aumentando aún más la densidad de población.

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Ejercicio 6: En el mapa siguiente se representa la densidad de población de España en 2015 por provincias. Analícelo y responda a las siguientes cuestiones: (2019, 2018, 2023). 

a) ¿Qué provincias tienen una densidad comprendida entre 25 y 50 habitantes por km2? (Hasta 1 punto). 

Badajoz, Ciudad Real, Toledo, Jaén, Albacete, Salamanca, Lugo, Ourense, León, Burgos, Lleida. 

b) Analice y comente las diferencias de densidad entre las provincias españolas en 2015. (Hasta 1 punto). 

Repetido del 5b 

c) Explique las causas de la distribución espacial de la población y justifique el caso de Barcelona . (Hasta 2 puntos). 

Contestada en el apartado anterior. Añadimos La ciudad de Barcelona es la capital de Cataluña, la segunda ciudad más poblada de España y un importante centro financiero. Su comunidad es una región industrial de primer orden, uno de los destinos turísticos más visitados y un nodo de las carreteras, ferrocarriles y líneas aéreas del país, además de contar con un importante puerto. Esto hace también que atraiga a numerosos inmigrantes, aumentando aún más la densidad de población.

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