La definición geográfica de la población estudia las relaciones entre la población y el espacio. Se apoya en la demografía, que estudia la densidad de población y el movimiento de población. También nos informa de la situación económica, los niveles de desarrollo, la solicitud de actividad y la situación social, como la población joven y envejecida, y la situación política, como las políticas natalistas, antinatalistas y migratorias. Las fuentes demográficas son el censo, que se realiza todos los años terminados en uno, el padrón de los ayuntamientos, que se realiza cada 5 años, y el registro civil, que registra matrimonios, nacimientos y defunciones, entre otras fuentes como encuestas oficiales.
Distribución de la población
En España, en 2011, había aproximadamente 47 millones de habitantes. La densidad de población varía en diferentes zonas, no está repartida de forma homogénea. Al estudiar la densidad de población, nuestra media enmascara fuertes desequilibrios regionales. Las zonas de mayor densidad son Madrid, la periferia peninsular, las islas, Ceuta y Melilla. Las zonas de menor densidad son el interior peninsular y las áreas de montañas. Los factores explicativos son la época preindustrial, con altas densidades en el interior y zonas llanas debido a una base económica agraria. Desde el siglo XVIII, se invierte la situación. En la época industrial, se consolidan y agudizan los contrastes. En la época posindustrial, desde 1975, tienden a mitigarse los contrastes.
Movimiento natural de la población
El movimiento natural de la población se refiere al crecimiento o decrecimiento de la población por causas naturales, es decir, muertes y nacimientos. El índice de fecundidad nos indica el número de hijos por mujer. El índice sintético de fecundidad es la media de hijos por mujer. Todas las comunidades tienen niveles muy bajos, lo cual es indicativo de los países desarrollados. La esperanza de vida es la edad media que pueden alcanzar los miembros de una sociedad desde el momento en que nacen. En España, en general, la esperanza de vida es alta, pero depende de los sexos.
Crecimiento natural
El crecimiento natural se refiere a la diferencia entre el número de nacimientos y el número de defunciones. La tasa de reemplazo es la relación entre la población joven y vieja. Cuanto más alta sea el valor, más fácil será que la población aumente en el futuro. El ratio de dependencia es la relación entre la población joven o vieja y la población entre 15 y 64 años. Cuanto menor sea el valor, más fácil será sostener a toda la población mediante el trabajo de las personas que trabajan.
Régimen demográfico
El régimen demográfico es la evolución del movimiento natural de la población. Se distinguen diversas etapas o regímenes demográficos. El modelo de transición explica la evolución de la población como resultado de un proceso de modernización en las pautas de la natalidad y mortalidad. El régimen demográfico antiguo se caracteriza por una alta natalidad y un crecimiento natural bajo. Durante la transición demográfica, la natalidad sigue siendo alta pero la mortalidad desciende. En el régimen demográfico moderno, tanto la natalidad como la mortalidad son bajas y el crecimiento natural también es bajo. En el régimen demográfico regresivo, las tasas de natalidad y mortalidad bajan e incluso se llega a producir un crecimiento negativo.
Transición demográfica
La transición demográfica se divide en dos etapas: la antigua y la transición. En la etapa antigua, hasta principios del siglo XX, la natalidad era alta y predominaba la economía y sociedad rural. No existían métodos anticonceptivos y la dieta era escasa y desequilibrada. Las enfermedades y la mortalidad infantil eran altas. Durante la transición, que va de 1980 a 1975, se inicia más tarde que en Europa pero es más intensa. La natalidad desciende de forma lenta y continuada. En 1920, hay una recuperación debido a la prosperidad económica, pero en 1936 hay un fuerte descenso. De 1956 a 1965, hay una explosión demográfica asociada al desarrollo económico y a la política pronatalista del franquismo. De 1965 a 1975, comienza a descender la natalidad. La mortalidad tiene un descenso acusado y continuo, especialmente la mortalidad infantil. Las causas son las mejoras en el nivel de vida, la dieta, las condiciones de las viviendas y los lugares de trabajo, los avances en la medicina y las mejoras en la higiene privada y pública.
Régimen demográfico moderno
En el régimen demográfico moderno, la natalidad desciende en general de 1975 a 1998, con un brusco descenso y una ligera recuperación en 1998 debido a la inmigración. En el siglo XXI, vuelve a descender con valores tan bajos que no garantizan el reemplazo generacional. En 1975, España tenía la tasa de fecundidad más alta de Europa. Las causas son demográficas, como el envejecimiento de la población, que incide directamente en el descenso de la natalidad porque hay menos mujeres en edad fértil, económicas, como la crisis económica que afecta directamente a la decisión de tener hijos, y sociales, como los cambios de mentalidad, la emancipación de la mujer, la incorporación al mundo laboral, la relajación de las creencias religiosas, la generalización del uso de anticonceptivos y las nuevas formas de convivencia ajenas al matrimonio. También influye la evolución de la nupcialidad, que en España es descendente mientras que los divorcios ascienden y se tienen hijos más tarde. La mortalidad se mantiene baja, aunque en la década de los 80 se inicia un ligero ascenso debido al envejecimiento de la población. La mortalidad infantil también se mantiene baja, con causas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades degenerativas debido al envejecimiento de la población y el sida.
Natalidad y mortalidad por comunidades autónomas
La natalidad decae en todas las comunidades autónomas, pero existen fuertes diferencias. Las tasas más altas se encuentran en el sur, mientras que las tasas más bajas se encuentran en el norte y centro de España. La mortalidad en todas las comunidades autónomas tiene niveles muy bajos, pero las tasas son altas en Asturias, Galicia, Castilla y León, Aragón y Cantabria debido a que heredan la situación de envejecimiento del pasado, tienen pocos inmigrantes y un menor desarrollo socioeconómico. Las tasas bajas predominan en las comunidades autónomas con población joven e influencia de inmigrantes, como Canarias, Ceuta, Melilla, Madrid y Andalucía. Las comunidades autónomas que han mejorado sus tasas son Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, La Rioja y Extremadura. En todas ellas, excepto en Extremadura, es debido a la llegada de inmigrantes. Otros factores son las mejoras sanitarias o la desaparición de la emigración.
Políticas demográficas
El Estado y las instituciones públicas llevan a cabo políticas demográficas para conseguir un nivel óptimo de población. Algunas de estas políticas son la ayuda familiar con hijos, las familias numerosas con 3 hijos, las desgravaciones fiscales y la renovación horaria con horarios preferentes.