Estructura Productiva de los Cultivos Herbáceos en España
Superficie Cultivada y Consecuencias Agronómicas y Económicas
La estructura productiva de los cultivos herbáceos en España está íntimamente relacionada con la superficie cultivada de cada grupo, lo que a su vez tiene importantes consecuencias agronómicas y económicas.
En la última década, España ha dedicado 8.736.000 hectáreas a los principales cultivos herbáceos y forrajeros. De estas, 6.170.000 hectáreas (el 70% del total) se destinan a cereales para grano. Dentro de los cereales, 4.879.000 hectáreas corresponden a cereales de invierno (2.188.000 a trigo y 2.691.000 a cebada), mientras que los cereales de primavera ocupan 503.000 hectáreas (77% maíz en grano y 23% arroz).
Los cultivos forrajeros ocupan la segunda mayor superficie, con 1.120.000 hectáreas. Destacan:
- Praderas polifitas
- Alfalfa
- Cereales de invierno (con superficies entre 250.000 y 300.000 hectáreas cada uno)
Otros cultivos forrajeros relevantes (entre 35.000 y 100.000 hectáreas cada uno) son:
- Maíz forrajero
- Veza forrajera
- Ballico (en orden decreciente de superficie)
Los cultivos industriales ocupan el tercer lugar, con 927.000 hectáreas. El girasol es el más importante (753.000 hectáreas), seguido por:
- Algodón (67.000 hectáreas)
- Remolacha
- Colza
- Tabaco
- Cártamo (entre 40.000 y 4.000 hectáreas, en orden decreciente)
Las leguminosas grano ocupan 445.000 hectáreas. Destaca el guisante seco (153.000 hectáreas), seguido por:
- Veza (100.000 hectáreas)
- Yeros (73.000 hectáreas)
- Lentejas, garbanzo, habas y judía (entre 40.000 y 7.000 hectáreas, en orden decreciente)
Finalmente, los tubérculos para consumo humano ocupan 74.000 hectáreas, casi exclusivamente dedicadas a la patata (73.000 hectáreas), con el resto destinado a batata y boniato.
Principales Sistemas Agrícolas en España
Los principales sistemas agrícolas en España relacionados con el cultivo herbáceo extensivo son:
- Sistemas herbáceos de secano: Predominan los cereales de invierno (trigo y cebada) en zonas con suelos buenos y precipitaciones adecuadas. La cebada prevalece en suelos más pobres y secos. También se cultivan avena y centeno. Se localizan principalmente en la zona centro y Aragón.
- Sistemas leñosos de secano: Destacan la vid y el olivo.
- Sistemas herbáceos extensivos de regadío: Incluyen patata, alfalfa, maíz y cereales de invierno. Se encuentran en todo el país, excepto en los litorales.
- Sistema leñoso de regadío: Al igual que en secano, predominan la vid y el olivo.
- Sistemas herbáceos intensivos de regadío: Característicos de las zonas costeras.
- Sistemas de aprovechamiento tipo «dehesa»: Asociados a prados, cultivos forrajeros y pastos.
Es importante destacar que la vid y el olivo se cultivan en todo el país, y que el girasol a menudo se incluye en rotación con cereales y leguminosas.
Elección del Sistema de Laboreo y su Impacto en el Suelo
Criterios para la Elección del Sistema de Laboreo
La elección del sistema de laboreo más adecuado depende de las características del terreno:
- Compactación profunda: Se recomienda laboreo tradicional (vertical).
- Compactación superficial: Es preferible la siembra directa.
- Mala estructura y nivelación superficial: Se aconseja mínimo laboreo para reducir la erosión.
- Buena estructura y nivelación superficial: Se puede optar por mínimo laboreo o siembra directa.
- Alta cantidad de residuos vegetales: Laboreo tradicional para evitar el uso excesivo de herbicidas y problemas con la sembradora.
- Baja cantidad de residuos vegetales: Mínimo laboreo o siembra directa.
- Alta presencia de malas hierbas: Laboreo tradicional.
- Baja presencia de malas hierbas: Laboreo vertical, mínimo laboreo o siembra directa.
- Alto riesgo de erosión: Siembra directa.
- Bajo riesgo de erosión: Se puede elegir entre laboreo tradicional, vertical, mínimo laboreo o siembra directa.
Efecto de las Prácticas de Laboreo de Conservación
Las prácticas de laboreo de conservación, como el mínimo laboreo y la siembra directa, tienen un impacto positivo en las propiedades agronómicas del suelo y en los rendimientos, al mejorar la estructura del suelo, aumentar la retención de humedad y reducir la erosión.
Ejemplos Prácticos de Preparación del Suelo
Laboreo Mínimo y Siembra Directa en Cereales de Invierno y Girasol
Laboreo Mínimo en Cereales
- Después de la cosecha del cultivo anterior, dejar la mayor cantidad posible de rastrojo (paja picada).
- Control de malas hierbas con herbicida (si es necesario).
- Si el cultivo anterior es girasol, se dispone de poco tiempo (aproximadamente un mes) para preparar el lecho de siembra. Se deben realizar rápidamente la aplicación de herbicida (si es necesaria) y dos labores superficiales: una para enterrar malas hierbas y residuos, y otra para preparar el lecho de siembra.
- Si el cultivo anterior es cereal, aplicar herbicida antes de la primera labor superficial.
- Realizar una labor superficial 4-5 días después del herbicida para enterrar restos de malas hierbas, un mes o mes y medio antes de la siembra.
- Aplicar un herbicida selectivo un par de días después de la siembra (opcional).
Siembra Directa en Cereales
No se realiza ninguna labor desde la recolección hasta la siembra, excepto para la aplicación de fertilizantes y herbicidas. Se mantiene al menos el 90% del residuo superficial y se utiliza una máquina de siembra directa. Se eliminan los residuos y malas hierbas para facilitar la siembra, y se recomienda aplicar herbicida.
Siembra Directa en Girasol
Se debe dejar la mayor cantidad posible de residuo superficial. Debido al largo período hasta la siembra (7-8 meses), es probable la proliferación de malas hierbas, por lo que se recomiendan al menos dos tratamientos con herbicida. Si hay precipitaciones abundantes en enero, puede ser necesaria una labor superficial. Se utiliza una máquina de siembra directa.
Laboreo mínimo: Omitir el pase de grada, realizar un pase de cultivador, abonar y realizar una siembra convencional.
Siembra directa: Aplicar herbicida, abonar y realizar la siembra con una sembradora de siembra directa.
El Barbecho: Justificación Histórica, Crítica y Alternativas
Razones Históricas y Beneficios Atribuidos al Barbecho
Históricamente, el barbecho se ha justificado por:
- Ahorro y conservación de agua, evitando la evaporación.
- Mejora de la estructura del suelo mediante la alternancia de temperaturas.
- Control de plagas, enfermedades y malas hierbas.
- Aumento de la fertilidad del suelo, incrementando la mineralización de la materia orgánica y la nitrificación.
- Preparación de un lecho de siembra adecuado.
- Aprovechamiento de rastrojos.
- Disminución de excedentes agrarios.
Crítica del Barbecho desde la Perspectiva Actual
El laboreo de conservación cuestiona la necesidad del barbecho, ya que permite conservar las propiedades del suelo sin necesidad de dejarlo en reposo. Esto se logra mediante:
- Mantenimiento de residuos vegetales en superficie.
- Minimización del laboreo.
- Rotación de cultivos.
Alternativas al Barbecho en Agricultura de Conservación y Ecológica
La supresión o reducción del barbecho, combinada con técnicas de agricultura de precisión, puede:
- Mejorar la estructura del suelo, la retención de agua y la aireación mediante la rotación de cultivos con diferentes sistemas radiculares y la reducción del laboreo.
- Aumentar la fertilidad del suelo manteniendo los rastrojos, que se incorporan al suelo antes de la siembra.
- Reducir la erosión, ya que el suelo desnudo es más susceptible a la acción del agua y el viento.
Una alternativa específica es el cultivo en líneas pareadas, que puede aumentar la producción y mejorar la aireación del suelo en comparación con el barbecho tradicional.