Crisis Económica y Reconversión Industrial
A partir de 1975, España sufrió una crisis económica causada por diversos factores, tanto internos como externos.
Factores Externos
Los factores externos están relacionados con el inicio de la Tercera Revolución Industrial, caracterizada por:
- Tecnología basada en la microelectrónica y la informática.
- Alto consumo y encarecimiento del petróleo.
- Fragmentación del proceso de producción en distintas unidades, espacios o países, facilitada por la mejora del transporte y las comunicaciones. Surge la deslocalización.
- Productos diversificados y flexibles, adaptados a las preferencias del consumidor.
- Plantilla fija y reducida, con aumento de la eventualidad y la subcontratación.
- Estado mínimamente intervencionista, con el mercado como regulador.
- Predominio del mercado mundial.
Factores Internos
Los factores internos más importantes son:
- Transición política tras la muerte de Franco.
- Problemas heredados de la etapa desarrollista, como:
- Especialización en sectores maduros afectados por la crisis.
- Baja productividad y aumento de los costes.
- Escaso esfuerzo innovador y gran dependencia tecnológica.
- Elevado endeudamiento empresarial.
Reconversión Industrial
Para hacer frente a la crisis, se implementó la reconversión industrial, que consistió en medidas de ajuste empresarial y sectorial, combinadas con una política de intervención pública basada en incentivos. Los sectores más afectados fueron los maduros, como la siderurgia y el textil. La crisis afectó principalmente a la cornisa cantábrica, generando problemas económicos, sociolaborales y ambientales.
Se adoptó una política de reindustrialización y se crearon las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR) para incentivar la instalación y ampliación de empresas, diversificar la estructura productiva y fomentar el progreso técnico. Se aplicaron en siete zonas: Ferrol, Vigo, cuenca central de Asturias, áreas metropolitanas de Bilbao y Barcelona, bahía de Cádiz y Madrid.
Situación Actual
Las consecuencias de la crisis se tradujeron en una descentralización de la industria y un aumento del desempleo. Las consecuencias espaciales se resumen en la desindustrialización de algunas áreas centrales y la mayor capacidad de atracción de otros espacios antes secundarios.
Segunda Reconversión Industrial
Con la entrada de España en la CEE, muchas empresas españolas no podían competir con las europeas, lo que llevó a una segunda reconversión industrial en 1991, con los siguientes efectos:
- Continuación del proceso de reconversión y liberalización del mercado industrial.
- Inversión en proyectos de ampliación y modernización tecnológica, y fomento de sectores dinámicos.
- Apoyo a las PYMES.
- Aumento de la investigación para competir en el mercado internacional mediante Programas de Investigación y Desarrollo (I+D).
El Instituto Nacional de Industria (INI) definió una política industrial global, abordó la reconversión de sectores en crisis, diseñó estrategias y sustituyó sus funciones subsidiarias por las de competitividad, desprendiéndose de muchas de sus empresas mediante privatizaciones o ventas.
Globalización e Industria
El proceso de globalización afecta a la industria de las siguientes maneras:
- Concentración empresarial para abastecer el mercado mundial y ofrecer productos baratos.
- Predominio de empresas transnacionales, muy competitivas y con gran poder económico.
- Generalización de la deslocalización industrial, gracias a las comunicaciones y el abaratamiento del transporte. La deslocalización consiste en dispersar la producción en función de las facilidades que se obtenga en cada país para reducir costes.
- Nueva división del trabajo: países periféricos ofrecen mano de obra barata para producir, mientras que los países centrales ofertan capital, investigación e innovación.
En los países periféricos existen zonas económicas especiales, espacios favorecidos por fuertes estímulos como exenciones fiscales o derechos aduaneros, que actúan como enclaves industriales propiedad de las multinacionales.
España como País Semiperiférico
España se considera un país semiperiférico, ya que no se ha incluido totalmente en los centros de poder económico mundial. El sistema innovador español (I+D+i) tiene debilidades:
- Las empresas españolas innovan, pero menos que las europeas, debido a su menor tamaño y a que corresponden a sectores maduros, limitándose a adoptar las innovaciones del mercado.
- El esfuerzo dedicado a I+D es escaso, tanto en el sector privado como en el público, agravado por factores como la falta de cualificación.