Configuración Geomorfológica de España: Península e Islas

El Relieve

Es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Se organiza en grandes conjuntos o unidades morfoestructurales. La estructura geológica es la disposición del relieve y depende de la naturaleza de las rocas y de las fuerzas internas de la Tierra. El modelado es la acción realizada sobre la estructura del relieve por los agentes externos (agua, hielo, viento, seres vivos) que erosionan, transportan materiales y los sedimentan.

Rasgos del Relieve Peninsular

  • La forma maciza de la Península Ibérica viene dada por su gran anchura y por sus costas mayoritariamente rectilíneas.
  • La elevada altitud media: Superada en Europa solo por Suiza, se debe a la existencia de la extensa Meseta Central y de altas cordilleras montañosas.
  • La disposición periférica del relieve montañoso respecto a la Meseta frena la influencia suavizadora del mar en el interior y causa fuertes contrastes entre el litoral y las tierras interiores.

El Roquedo Peninsular y los Tipos de Relieve

Área Silícea

Esta área está integrada por rocas antiguas (granitos, pizarras, gneis) de la Era Precámbrica y Primaria. Se localiza principalmente en el Oeste peninsular (parte occidental de la Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Montes de Toledo y Sierra Morena). También aparece en núcleos aislados en los Pirineos, Sistema Ibérico, Cordilleras Costero-Catalanas y Cordillera Penibética. La roca predominante en esta área es el granito, que origina distintos tipos de relieve según su alteración:

  • Alteración química del granito por el agua: descompone sus cristales y lo transforma en arenas pardoamarillentas (berrocal alterado).
  • Alteración a partir de diaclasas (fracturas) del granito crea distintas formas:
    • En áreas de alta montaña: el agua se filtra por las fracturas, al helarse aumenta de volumen (gelifracción) y rompe la roca, formando crestas agudas y escarpadas (relieve granítico agreste).
    • En zonas menos elevadas: si las diaclasas son paralelas a la superficie, el granito se descama y crea montículos redondeados (domos); si las diaclasas son perpendiculares, se forman bloques cúbicos o redondeados (bolas) que pueden apilarse unos encima de otros formando berrocales.

Área Caliza

Integrada por rocas de la Era Secundaria (principalmente calizas) plegadas durante la Era Terciaria. Se localiza formando una ‘Z’ invertida en los Prepirineos, Montes Vascos, el sector oriental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, parte de la Cordillera Costero-Catalana y la Cordillera Subbética. La roca predominante es la caliza, una roca dura que se fractura formando grietas (diaclasas) y se disuelve fácilmente con el agua (especialmente si contiene ácido carbónico), originando el característico relieve kárstico. Sus formas principales son:

  • Lapiaces o lenares: surcos o acanaladuras separados por crestas agudas, formados por las aguas de escorrentía sobre las vertientes.
  • Gargantas u hoces: valles estrechos y profundos, enmarcados por vertientes abruptas, causados por los ríos.
  • Poljés: grandes depresiones (valles) de fondo horizontal y cerradas, recorridas por corrientes de agua que desaparecen súbitamente por sumideros (ponors).
  • Dolinas o torcas: grandes cavidades o depresiones circulares formadas en los lugares donde el agua se estanca y se infiltra.
  • Cuevas: se crean al infiltrarse el agua y circular subterráneamente por las fisuras del terreno calizo, disolviendo la roca. Pueden contener estalactitas y estalagmitas.
  • Simas: aberturas estrechas que comunican la superficie con galerías subterráneas; pozos profundos originados por una grieta vertical en el terreno.

Área Arcillosa

Formada por materiales sedimentarios poco resistentes (arcillas, margas, yesos) depositados durante las Eras Terciaria y Cuaternaria. Se localiza principalmente en las cuencas sedimentarias de la Meseta Norte y Sur, y en las depresiones exteriores del Ebro y Guadalquivir, así como en llanuras costeras. La roca predominante es la arcilla, un material blando e impermeable que se erosiona fácilmente, originando un relieve predominantemente horizontal y suave. Dos formas características son:

  • Campiñas: llanuras suavemente onduladas formadas cuando los ríos cortan y separan las estructuras horizontales de arcilla, que se desgastan pronto debido a su escasa resistencia.
  • Badlands (tierras baldías o cárcavas): se forman en zonas áridas o semiáridas donde se alternan largos periodos secos y calurosos con lluvias cortas y torrenciales. El agua de escorrentía excava profundos barrancos y cárcavas separados por crestas agudas en materiales blandos como las arcillas, creando un paisaje muy erosionado y de aspecto desolador.

Espacio Geográfico Español

La Composición del Territorio

España es un estado europeo de tamaño medio, situado en la zona templada del hemisferio norte. Comprende un territorio peninsular y dos archipiélagos principales, además de otros territorios menores.

  • España peninsular: Ocupa la mayor parte de la Península Ibérica. Presenta una posición estratégica entre dos continentes (Europa y África) y entre dos grandes masas de agua: el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Este hecho la ha convertido históricamente en un lugar de encrucijada de pueblos y culturas.
  • Archipiélago Balear: Localizado en el Mar Mediterráneo. Comprende las islas principales de Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera, así como numerosos islotes.
  • Archipiélago Canario: Localizado en el Océano Atlántico (a unos 100 km de la costa africana). Comprende siete islas principales (La Palma, El Hierro, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote), así como algunas islas menores (como La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Lobos, Roque del Este y Roque del Oeste).
  • Otros territorios: Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, situadas en la costa norte de África, y una serie de peñones e islas menores en la misma zona.

La Diversidad Geográfica

El territorio español presenta una notable diversidad geográfica. La diversidad natural procede de la gran variedad geomorfológica (formas del relieve), climática, hídrica, biogeográfica (vegetación y fauna) y edáfica (suelos). A esta diversidad natural se suma la diversidad humana, resultado de un largo proceso histórico de poblamiento y ocupación del territorio (rural o urbano), generando una pluralidad de paisajes humanos, actividades económicas y manifestaciones culturales.

Tipos de Unidades Morfoestructurales

Las grandes formas del relieve se denominan unidades morfoestructurales. Las principales son:

  • Zócalos: Son llanuras o mesetas formadas por la erosión de cordilleras surgidas en la Era Primaria (orogenia herciniana). Están compuestos por rocas antiguas y rígidas (silíceas).
  • Macizos Antiguos: Son montañas formadas en la Era Terciaria por el nuevo levantamiento (rejuvenecimiento) de un bloque de un zócalo a causa de las presiones de la orogénesis alpina. Presentan formas redondeadas y cumbres aplanadas.
  • Cordilleras de Plegamiento: Son grandes elevaciones montañosas surgidas en la orogénesis alpina (Era Terciaria) por el plegamiento de materiales sedimentarios depositados por el mar. Se dividen en:
    • Cordilleras intermedias: Formadas a partir de materiales depositados por el mar en los rebordes de los zócalos (por ejemplo, el Sistema Ibérico).
    • Cordilleras alpinas: Formadas a partir de materiales depositados en fosas marinas largas y profundas (geosinclinales). Son las cordilleras más altas y escarpadas (por ejemplo, Pirineos, Cordilleras Béticas).
  • Cuencas Sedimentarias o Depresiones: Son zonas hundidas y rellenadas con sedimentos, principalmente de las Eras Terciaria y Cuaternaria. Se dividen en:
    • Cuencas de zócalo (o depresiones interiores): Formadas por el hundimiento de un bloque de un zócalo a causa de las presiones de la orogénesis alpina (por ejemplo, las cuencas de la Meseta Norte y Sur).
    • Cuencas o depresiones prealpinas (o exteriores): Localizadas a ambos lados de las cordilleras alpinas (por ejemplo, la Depresión del Ebro y la Depresión del Guadalquivir).

Evolución Geológica de la Península

Eras Arcaica (Precámbrico) y Primaria (Paleozoico)

Durante la Era Arcaica emergió del mar una banda montañosa arqueada de dirección NO-SE, formada por pizarras y gneis, que fue arrasada por la erosión. Durante la Era Primaria tuvo lugar la orogenia herciniana. De los mares que cubrían la mayor parte de la Península surgieron las cordilleras hercinianas, formadas por materiales como granitos, pizarras y cuarcitas. Al Oeste se elevó el Macizo Hespérico, que fue arrasado por la erosión durante la misma era y convertido en una penillanura (el actual zócalo de la Meseta). También surgieron los Macizos de Aquitania, Catalano-Balear y del Ebro, igualmente arrasados posteriormente.

Era Secundaria (Mesozoico) y Era Terciaria (Cenozoico): La Orogénesis Alpina

La Era Secundaria fue un periodo de calma geológica, con predominio de la erosión y la sedimentación. Se depositaron materiales (principalmente calizas) en las fosas marinas situadas en los bordes del zócalo de la Meseta (Fosa Pirenaica y Fosa Bética). En la Era Terciaria tuvo lugar la orogénesis alpina, que provocó grandes cambios en el relieve peninsular:

  • Se levantaron las cordilleras alpinas (Pirineos y Cordilleras Béticas) al plegarse los materiales depositados en las fosas marinas.
  • Se formaron las depresiones prealpinas (Depresión del Ebro, paralela a los Pirineos, y la del Guadalquivir, paralela a las Béticas).
  • La Meseta se vio afectada por la orogénesis alpina: pasó a inclinarse hacia el Oeste (lo que determinó la dirección hacia el Atlántico de buena parte de los ríos peninsulares), se formaron sus rebordes montañosos orientales (Sistema Ibérico) y meridionales (Sierra Morena), y su zócalo, formado por materiales rígidos, se fracturó, dando lugar a una estructura de bloques levantados (horst) que formaron los macizos interiores (Sistema Central y Montes de Toledo) y bloques hundidos (graben) que dieron lugar a las cuencas sedimentarias interiores (Meseta Norte y Sur).

Era Cuaternaria (Neozoico)

Durante la Era Cuaternaria, el relieve actual adquirió sus rasgos definitivos, principalmente debido a dos fenómenos:

  • El glaciarismo: Afectó a las cordilleras más altas (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico y Sierra Nevada). El hielo acumulado modeló el relieve, creando formas como valles en forma de ‘U’, circos glaciares y depósitos de morrenas. Existieron dos tipos principales de glaciares: glaciares de circo (acumulaciones de hielo en la cabecera de los valles) y glaciares de valle (ríos de hielo que descendían por los valles).
  • Las terrazas fluviales: Son franjas planas y elevadas situadas en los márgenes de un río, formadas por la alternancia de fases de erosión y sedimentación fluvial debidas a los cambios climáticos del Cuaternario (periodos glaciares e interglaciares).

Relieve Costero Peninsular

Formas Principales

La costa peninsular presenta una gran variedad de formas, entre las que destacan:

  • Cabos: Salientes de la costa hacia el mar.
  • Golfos: Entrantes profundos del mar en la costa.
  • Bahías: Entrantes costeros de menor dimensión que los golfos.
  • Acantilados: Costas que penetran en el mar con una fuerte pendiente.
  • Playas: Extensiones planas y bajas de arena o grava en la orilla del mar.
  • Rasas: Plataformas de erosión marina paralelas a la costa, elevadas sobre el nivel del mar actual.
  • Marismas: Terrenos bajos y pantanosos inundados por las aguas del mar o de la desembocadura de un río.
  • Albuferas: Lagunas costeras de agua salada separadas del mar por un cordón de arena.
  • Tómbolos: Barras de arena que unen un islote a la costa.
  • Dunas: Montículos de arena acumulados por el viento.

Costas Atlánticas

  • La costa cantábrica: Es bastante rectilínea, con abundantes acantilados, algunas rías (más frecuentes en el sector occidental), rasas, playas y tómbolos.
  • La costa gallega (sector atlántico gallego): Es la más articulada de España, caracterizada por sus numerosas y profundas rías (antiguos valles fluviales inundados por el mar), que alternan con tramos acantilados.
  • La costa atlántica andaluza: Desde la frontera portuguesa hasta la Punta de Tarifa, es predominantemente baja y arenosa. Presenta golfos amplios (como el de Cádiz), cabos, extensas playas, marismas (como las del Guadalquivir), flechas litorales y dunas.

Costas Mediterráneas

  • El sector bético: Desde la Punta de Tarifa hasta el Cabo de Gata. Es predominantemente acantilado debido a la proximidad de las Cordilleras Béticas al mar, aunque con algunas llanuras litorales como la del Golfo de Almería.
  • La costa levantina: Desde el Cabo de Gata hasta el Delta del Ebro. Se caracteriza por costas bajas y arenosas con playas amplias, albuferas (como la de Valencia), deltas (como el del Ebro), tómbolos (como el de Peñíscola) y algunos acantilados aislados.
  • La costa catalana: Desde el Delta del Ebro hasta la frontera con Francia. Alterna acantilados (especialmente en la Costa Brava, donde las Cordilleras Costero-Catalanas llegan al mar) con playas, pequeños deltas y golfos (como el de Roses).

Relieve de las Islas Baleares

El relieve balear está relacionado geológicamente con las Cordilleras Béticas (Mallorca, Ibiza, Formentera) y las Cordilleras Costero-Catalanas (Menorca).

  • Mallorca: Presenta tres conjuntos principales: la Sierra de Tramuntana al noroeste (de roquedo calizo, donde se encuentra la mayor altura del archipiélago, el Puig Major), la Sierra de Llevant al sureste (también caliza y de menor altura) y la depresión central o Pla entre ambas (de roquedo arcilloso y relieve suave).
  • Ibiza y Formentera (las Pitiusas): Tienen un relieve más bajo y menos accidentado, predominantemente calizo, con algunas elevaciones modestas (colinas o puigs).
  • Menorca: Presenta dos conjuntos diferenciados: la mitad norte (Tramuntana), de materiales paleozoicos y relieve más accidentado y bajo, que enlaza geológicamente con las Cordilleras Costero-Catalanas; y la mitad sur (Migjorn), llana (una plataforma estructural) y formada por materiales calizos más recientes.

Las costas baleares son variadas, con cabos pronunciados, bahías, numerosos acantilados, playas y características calas (pequeñas ensenadas), además de algunas albuferas.

Relieve de las Islas Canarias

Las Islas Canarias son de origen volcánico. Surgieron en la Era Terciaria, asociadas a las fracturas creadas en el fondo del Océano Atlántico durante la orogénesis alpina, por las que ascendieron grandes masas de rocas volcánicas que formaron las islas. El relieve es, por tanto, predominantemente volcánico.

Tipos de Relieve Volcánico

  • Conos volcánicos: Elevaciones cónicas formadas por la acumulación de materiales (lava, cenizas, lapilli) expulsados por el volcán. En su cima suele encontrarse el cráter. El Teide, en Tenerife, es el pico más alto de España.
  • Calderas: Grandes depresiones circulares originadas por la explosión o hundimiento de un volcán preexistente (por ejemplo, la Caldera de Taburiente en La Palma).
  • Malpaíses: Terrenos abruptos, áridos y de difícil tránsito formados por coladas de lava solidificada (aa o escoriáceas).
  • Diques y roques: Conductos de emisión de lava solidificada que quedan al descubierto por la erosión diferencial. Los roques son agujas volcánicas de gran verticalidad (por ejemplo, los Roques de García en Tenerife).
  • Barrancos: Valles estrechos y profundos excavados por la erosión hídrica en los materiales volcánicos.

Las costas canarias son predominantemente acantiladas, resultado de la erosión marina sobre las coladas volcánicas. También existen numerosas playas, a menudo de arena negra volcánica (especialmente en las islas occidentales como La Palma o Tenerife) o arena rubia (más comunes en las islas orientales como Fuerteventura o Gran Canaria, a veces formadas por acumulación de arenas de origen orgánico o traídas por el viento desde África).

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