POBLACIÓN ACTUAL
Según los datos del padrón (1/01/2020), España tiene casi 47 millones y medio de habitantes, cuyas carácterísticas general son: La distribución de la población presenta fuertes contrastes con áreas de alta densidad (litoral y Madrid) y otras de baja densidad (interior peninsular); La natalidad y la mortalidad son bajas. El crecimiento natural es bajo, desde la crisis de 2008. En cambio, la esperanza de vida es muy alta; La reducción progresiva del número medio de hijos por mujer; La estructura demográfica se encuentra fuertemente envejecida; Los movimientos migratorios son intensos y destaca la elevada inmigración extranjera desde 1995.
La estructura por sexo y edad es el resultado de los movimientos naturales de la población y de los movimientos migratorios. En el momento del nacimiento el número de niños es mayor que el de niñas, pero luego el número de mujeres supera al de hombres debido a la mayor esperanza de vida de ellas. La tendencia actual sigue siendo el predominio de varones entre los más jóvenes, a partir de la edad adulta los efectivos de ambos sexos se igualan. La estructura por edad es la composición de la población por grupos de edad: jóvenes, de 0 a 14 años; adultos, de 15 a 64 años; y ancianos, de 65 años en adelante.
Las causas de este envejecimiento son el descenso de la tasa de natalidad desde 1975, el aumento de la esperanza de vida y la emigración exterior de generaciones jóvenes. Este envejecimiento se refleja en una pirámide de población claramente regresiva. Las consecuencias son: – un escaso dinamismo demográfico, una baja tasa de natalidad y, por tanto, un escaso crecimiento natural; – el aumento de los gastos sanitarios y servicios sociales y del coste del pago de las pensiones.
España en 1960 se encontraba en la etapa de transición entre el régimen demográfico antiguo y el moderno. Esta etapa intermedia se caracterizaba por una tasa de natalidad alta, y una tasa de mortalidad que desciende de forma notable, dando como resultado un alto crecimiento natural. Las causas del descenso de la mortalidad fueron: – la disponibilidad de mejores recursos y mejor dieta; la aplicación de los progresos médicos; la extensión y aplicación de medidas de higiene públicas.
A partir de 1975 España entró en el régimen demográfico moderno de forma más rápida que otros países. Se produjo un hundimiento de la natalidad, de manera más brusca que en los países europeos.
Las causas del descenso de la natalidad son: – las mejores expectativas de nivel de vida; – la incorporación de la mujer al mundo laboral; – el descenso de la influencia religiosa; – la difusión de los anticonceptivos y el cambio de consideración de los hijos.
Desde la década de los 80 la mortalidad se mantiene baja e incluso se ve un ligero aumento, debido al envejecimiento de la población y al aumento de la esperanza de vida.
La esperanza de vida ha crecido con una media de unos 83 años (una de las más altas del mundo) debido a factores biológicos, estilo de vida, sanidad, etc. Como resultado, se observa el decrecimiento en algunas provincias del interior peninsular.
Como conclusión, España ha experimentado profundas transformaciones demográficas desde 1975, ha dejado de ser un país natalista, joven y emigratorio, para convertirse en un país con una natalidad muy baja, envejecido e inmigratorio. La problemática actual es:
-. El crecimiento natural de la población española se mantendrá negativo
-. La estructura por sexo hará que se recorte la diferencia de la esperanza de vida de las mujeres y de los hombres.
-. En la estructura por edad se acentuará el envejecimiento debido al descenso de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida.
-. La inmigración ha ayudado al crecimiento demográfico, al rejuvenecimiento y al crecimiento de la tasa de natalidad.
POBLACIÓN SEGÚN ACT.ECONÓMICA
Según los datos del padrón (1/01/2020), España tiene casi 47 millones y medio de habitantes, cuyas carácterísticas general son: La distribución de la población presenta fuertes contrastes con áreas de alta densidad (litoral y Madrid) y otras de baja densidad (interior peninsular); La natalidad y la mortalidad son bajas. El crecimiento natural es bajo, desde la crisis de 2008. En cambio, la esperanza de vida es muy alta; La reducción progresiva del número medio de hijos por mujer; La estructura demográfica se encuentra fuertemente envejecida; Los movimientos migratorios son intensos y destaca la elevada inmigración extranjera desde 1995.
La estructura económica de la población estudia la población que contribuye con su actividad al proceso productivo y los sectores en que se desarrolla esa actividad. La población activa es el conjunto de personas de más de 16 años que proporcionan mano de obra para la producción de bienes y servicios o que están disponibles para incorporarse al mercado laboral. La población inactiva es la que no realiza un trabajo remunerado ni se encuentra disponible para desempeñarlo, por ejemplo, pensionistas o estudiantes. La evolución de la tasa de actividad en España ha pasado por diferentes etapas: En la década de los 60 la tasa de actividad descendíó debido a la emigración al exterior que afectó negativamente a la tasa de actividad masculina, además de que la mujer aún no estaba en el mercado laboral. A partir de 1975, la tasa de actividad crecíó debido a que las mujeres se incorporaron al mercado laboral de forma creciente (cambio de mentalidad sobre su papel, control de la natalidad, crecimiento del empleo en el sector terciario, etc.). En los años 90, la tasa de actividad crecíó debido al aumento de la inmigración extranjera, pero, a raíz de la crisis de 2008 la tasa se encuentra estabilizada.
La tasa de actividad también tiene variaciones según el sexo, el territorio y el sector de actividad: Según el sexo, continúa un predominio masculino en la tasa de actividad; Según las provincias, las tasas más altas se concentran en Madrid, litoral mediterráneo, Valle del Ebro y archipiélagos y las tasas más bajas aparecen en las zonas montañosas, Castilla León y Sistema Ibérico; Según los sectores, la población activa muestra un crecimiento evidente en el sector servicios y una disminución de población que trabajan en los otros dos sectores, dado que es una sociedad con una economía terciarizada.
Una persona parada es aquella que no trabaja y busca empleo de forma activa. Los factores que influyen en la tasa de desempleo son diversos: demográficos, económicos, políticos y socioculturales. La tasa de paro también presenta variaciones según el sexo, edad y territorio: Según el sexo, es mayor el paro femenino por su mayor ocupación a tiempo parcial y en sectores no cualificados más afectados por la crisis o por recortes como sanidad, educación o servicios sociales; Según la edad, es mayor el desempleo juvenil y entre los mayores de 50 años; Según la época del año, el paro en España refleja una fuerte estacionalidad ya que el paro aumenta con el fin de la temporada turística.
La población activa se distribuye entre los sectores económicos primario, secundario y terciario. Su evolución ha sido la siguiente:
Desde los años 60 el descenso de la población ocupada en el sector primario ha sido notable, desde comienzos de siglo su descenso se ha desacelerado porque ya se encuentra en niveles bajos (4,1%). El sector secundario crecíó entre 1960 y 1975 gracias al apoyo dado a la industria, su descenso comenzó por la crisis de 1975. En las últimas décadas continúa bajando ya que incorpora nuevas tecnologías. En la actualidad las cifras de ocupación secundaria rondan el 20%. La población terciaria también crecíó con el desarrollo industrial y turístico de los años 60. El gran crecimiento que se observa desde los años 90 ha sido gracias al aumento del nivel de vida, el derrame de población desde los otros dos sectores, el crecimiento de la administración pública, etc. (77%).
La problemática actual de la estructura de la población por actividad económica es: Aumentar la tasa de actividad femenina con políticas activas de empleo que combatan la discriminación laboral; El alto envejecimiento de la población española conlleva un aumento de la tasa de dependencia; Fomentar el empleo con el autoempleo, el emprendimiento y ayudas a personas con especiales dificultades; La altísima tasa de paro juvenil de España y la precariedad laboral, empleos de baja calidad y escasos salarios; La tecnología de última generación en las industrias hará que disminuya el empleo en este sector por lo que el terciario seguirá creciendo.
Natalidad = Es el número de nacimientos a lo largo de un año entre la población total multiplicado por 1000. El resultado se expresa en ‰. Mortalidad = Es el número de fallecimiento a lo largo de un año entre la población total multiplicado por 1000. El resultado se expresa en ‰. Crecimiento natural = Es la diferencia entre la tasa de natalidad y la tasa de mortalidad entre 100. El resultado se expresa en %.
El comportamiento de la natalidad en España desde 1960 hasta 2016 refleja tres fases: la primera va desde 1966 hasta 1975 en el que la natalidad permanece estable en un 20‰, es decir, una cifra alta; la segunda fase va desde 1975 hasta 1998 en el que se produce un descenso de la natalidad llegado por debajo del 10‰; la última etapa va desde 1998 hasta 2016 en el que hay un pequeño repunte, pero de nuevo vuelve a situarse en valores bajos. Las causas de las etapas son: 1º ETAPA. España era un país natalista, no había planificación familiar ni métodos anticonceptivos, El peso de la religión católica y la mujer española no estaba plenamente incorporada al mercado laboral. 2º ETAPA. La crisis económica del año 73, la incorporación de la mujer al mercado laboral y la difusión de métodos anticonceptivos. 3º ETAPA. Gracias al crecimiento económico antes del 2008, la llegada de población joven inmigrante, que es mucho más natalista que la española. Tras la crisis del 2008, la natalidad volvíó a valores muy bajos.
La densidad de población es el número teórico de habitantes sobre cada km2 de territorio en el que viven. Se calcula con la población total dividida entre km2 de superficie. Las provincias con menor densidad son Soria, Teruel, Cuenca, Guadalajara y Huesca. Las carácterísticas comunes son que están situadas en el interior peninsular, son provincias muy envejecidas y su natalidad y mortalidad son bajas y por tanto el crecimiento es muy bajo. Las provincias con mayor densidad son Madrid, Barcelona, Vizcaya, Málaga y Valencia. Las carácterísticas comunes son que están situadas en la costa, excepto Madrid, son provincias que no son muy envejecidas y su natalidad y mortalidad son bajas con cierto crecimiento natural. Además, reciben poca población inmigrante y fueron provincias con una fuerte emigración de los años 60/70.
La mayor parte de la población se encuentra en la costa y en las islas mientras que el interior a excepción de Madrid es una zona muy densamente poblada. Por tanto hay una fuerte desigualdad entre un litoral más poblado, más dinámico, con mayor desarrollo geográfico y económico mientras que el interior se encuentra con todo lo contrario.