Hidrograma del Río Ebro en Miranda de Ebro
Se trata de un hidrograma del régimen fluvial de un río. Un hidrograma es la representación gráfica de la variación estacional del caudal de un río. Éste corresponde al Ebro a su paso por la estación de aforo de Miranda de Ebro.
En él se puede apreciar la distribución de las precipitaciones a lo largo del año, ya sea en forma de nieve o de lluvia. Para ello, en el eje de las abscisas (línea horizontal) se colocan los meses del año a intervalos regulares, y en el de ordenadas (línea vertical) el coeficiente de caudal mensual (k), que se obtiene de dividir el caudal medio de cada mes por el caudal medio anual o módulo. El 1 significa sin variación de caudal (o caudal medio), más de 1 (aguas altas) y menos de 1 (aguas bajas).
El régimen de un río se determina por el aporte hídrico. El régimen de un río puede ser puro nival (aporte exclusivo de nieve), puro pluvial (aporte exclusivo de agua de lluvia); mixto: nivo-pluvial, o pluvio-nival, dependiendo de la cuantía de la aportación en lluvia o nieve.
Análisis del Caudal del Río Ebro
El caudal medio del río Ebro a su paso por Miranda es de 59,2 m3/s, presenta irregularidades a lo largo del año, variaciones estacionales. Las aguas altas corresponden a los meses de primavera y otoño. El máximo principal (aguas altas) se registra en primavera, y el máximo secundario se registra en otoño, con un estiaje (aguas bajas), poco profundo, entre julio y septiembre, característico de un río con régimen mixto pluvial-nival.
El Ebro es un río de régimen mixto pluvial-nival, se corresponde con aquellos ríos que nacen en montañas medias entre los 1600 y los 2000 m, de ahí que sus aguas más altas se den en primavera, porque al aporte de precipitación, se añade el del deshielo.
Conclusión sobre el Régimen del Río Ebro
El río Ebro presenta un régimen mixto, en el que predomina la alimentación pluvial sobre la nival. Presenta un máximo a finales de invierno y comienzo de primavera (lluvias unidas al deshielo) característico de las cabeceras de los grandes ríos con afluentes procedentes de zonas montañosas.
Cliserie de los Pirineos
Nos encontramos ante una cliserie, una representación gráfica de la distribución de la vegetación en altura, que pertenece a los Pirineos, situada en el noroeste peninsular. Se trata de un gráfico triangular, dividido en bloques que representan la altura y los dos lados adyacentes al vértice superior se utilizan para representar las especies vegetales.
En la montaña se dan unas condiciones climáticas diferentes debido a distintos factores, que introducen modificaciones en la distribución de la vegetación. Uno de los factores es la orientación de la montaña, que da lugar a dos laderas orientadas al sol de forma diferente, una a solana y otra a umbría. Evidentemente las especies vegetales de cada ladera serán distintas en función de su necesidad de humedad y resistencia a las temperaturas. Otro factor determinante es la orientación a barlovento o sotavento que también afecta a la distribución, ya que las laderas a barlovento son más húmedas, por abundar más las precipitaciones que las que se encuentran a sotavento. El último factor es la altitud, quizá la más determinante, porque introduce modificaciones climáticas en la temperatura, que debido al gradiente adiabático, desciende 1ºC cada 160 metros de altura, además de un aumento de las precipitaciones debido al efecto Foehn, y que da lugar a que la vegetación se distribuya en diferentes pisos.
Las cliseries de la Península Ibérica se dividen en cuatro pisos:
- Piso basal: entre los 0 y 800 metros de altitud, con variedades típicas del clima dominante en el territorio y donde todavía pueden encontrarse tierras modificadas para el cultivo.
- Piso montano: entre los 500 y 1200 metros donde comienzan a diferenciarse las especies vegetales, con la aparición de las frondosas como robles, castaños o hayas en zonas húmedas.
- Piso subalpino: entre los 1200-2400 metros con predominio de las coníferas como abetos, pinos negros o pinos carrascos.
- Piso alpino: de 2400 a 3000 metros de altitud con predominio de las landas o los prados.
Por encima de los 3000 metros puede aparecer el piso nival, con nieves perpetuas y sin vegetación.
Descripción de la Cliserie de los Pirineos
En la cliserie de los Pirineos distinguimos:
- Piso basal: cerca de los 500 metros con predominio de la Encina “carrasca” en ambas vertientes, solana y umbría, adaptada a la sequía y a las altas temperaturas. Su madera es aprovechable para leña y de ella se obtiene además la bellota.
- Piso montano: desde los 500 a los 1200 metros con predominio de la Encina en ambas vertientes. En la vertiente de solana, frondosas como el Melojo o Roble, árbol de gran porte, que no se adapta bien al calor y requiere de humedad. En la vertiente de umbría, el Pino albar, que soporta mejor el sol y se adapta a todo tipo de suelos, especialmente los húmedos. Resisten inviernos muy fríos y su madera es aprovechada para la industria del mueble, aprovechándose también su resina.
- Piso subalpino: de los 1200 a los 2400 metros. En la vertiente de umbría predominan el Abeto y el Haya, especie que precisa precipitaciones elevadas y frecuentes, además de una gran humedad ambiental, por lo que es frecuente la presencia de niebla. En la vertiente de solana, el Pino albar, y una pequeña parte de Pino negral en la vertiente de umbría. En la solana hay más cantidad de Pinos negrales, árbol de gran tamaño cuyas acículas largas y fuertes se agrupan de dos en dos y dan como fruto las piñas. Al final del piso se encuentran pocos prados alpinos por ambas vertientes.
- Piso alpino: por encima de los 2400 a los 3000 metros, con predominio de prados alpinos en ambas vertientes. La vegetación es escasa debido a las bajas temperaturas.
- Piso nival: por ambas vertientes presentan las nieves perpetuas.
El Haya: Características y Distribución
El haya forma parte del bosque caducifolio, cuyas hojas caen en otoño. Predominan los árboles altos, de tronco recto y liso, y hojas anchas, debido a la abundancia y relativa buena distribución de las lluvias. Forman grandes masas forestales con relativamente pocas especies. El sotobosque es muy sombrío.
Las provincias donde es importante la presencia del haya son: Lugo, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra, Huesca y Lérida.
Es una especie típica del clima de montaña atlántico que alcanza su óptimo entre los 1000 y 1700 metros, dado que tolera mal el calor y muy bien el frío, y requiere mucha humedad. Se desarrolla en suelos calizos y silíceos, aunque prefieren los calcáreos. Su crecimiento es bastante lento. Su madera es dura y de buena calidad, y se emplea para elaborar muebles y utensilios.
El haya forma bosques específicos o mixtos con el roble. Su área principal está en la Cordillera Cantábrica y el Pirineo navarro.
El Roble: Características y Distribución
El roble es una formación vegetal típica del piso basal (hasta unos 600 metros de altura) dado que tiene poca tolerancia al frío. Prefiere los suelos silíceos. Su madera dura se emplea para la construcción y para fabricar muebles y barcos. Es un árbol propio del clima oceánico, ya que exige humedad y no soporta veranos calurosos. También se encuentran en sistemas montañosos enclavados dentro de la zona de clima mediterráneo, donde la altura mitiga los rigores del verano y eleva las precipitaciones. Por tanto, su área principal se encuentra en Galicia, sector occidental de la Cordillera Cantábrica, León y Zamora, Sistema Central, Sierra Morena y algunos sectores del Sistema Ibérico, de la cordillera Penibética y de la Costero-Catalana.
Perfil Topográfico de la Península Ibérica
El mapa topográfico a comentar corresponde a la Península Ibérica, que recorre del noreste al suroeste por un transepto A/B.
Los relieves más importantes que se recogen en el perfil, atravesados por el transepto, son:
- Pirineos
- Depresión del Ebro
- Sistema Ibérico
- Submeseta Sur (Cuenca del Tajo)
- Montes de Toledo
- Sierra Morena
- Depresión del Guadalquivir
Descripción de los Relieves
Pirineos: Son una cordillera alpina que se formó a partir del plegamiento de materiales mesozoicos. Presenta una estructura compleja. La zona axial corresponde al antiguo macizo herciniano de Aquitania, que se rejuveneció tras la orogénesis alpina. Sus materiales son paleozoicos y presenta un relieve abrupto, encontrándose las mayores alturas en los Montes Malditos, con el Aneto. Los Pirineos se dividen en dos: los Prepirineos, al sur de la axial, formados en el Terciario por el plegamiento de materiales secundarios depositados en las fosas pirenaicas, siendo estas calizas, dando así un relieve más suave a la zona axial; la depresión media es una larga y estrecha depresión margosa que separa las sierras interiores y exteriores pirenaicas. En la era Cuaternaria, los Pirineos sufrieron procesos erosivos a causa de los glaciares. Los Pirineos, al ser cordilleras jóvenes, presentan un relieve escarpado de fecha jurásica y un roquedo de área silícea.
Depresión del Ebro: Es una cuenca sedimentaria que se formó por el hundimiento en la era Terciaria y rellenados con sedimentos arcillosos y calizos. En el Paleozoico tuvo lugar la orogénesis herciniana, apareciendo al noreste de la Península el macizo del Ebro. En la Terciaria, con el surgimiento de los Pirineos, pasa de ser un macizo a ser una depresión, paralela a los Pirineos y cerrada por estos, el Sistema Ibérico y la Cordillera Costero-Catalana. Esta depresión fue ocupada primero por el mar, luego se convirtió en un lago hasta que se abrió paso hacia el mar por la Cordillera Costero-Catalana en el Terciario. Sus materiales son marinos y continentales. Su relieve es el resultado de la dureza de los diferentes materiales y el clima árido. En la era Cuaternaria surgen las terrazas fluviales, convirtiéndose la del Ebro en una de las más importantes, presentando un roquedo de área arcillosa y un relieve horizontal.
Sistema Ibérico: Es una cordillera intermedia que se formó en el Terciario por el plegamiento de materiales secundarios depositados por el mar en el borde oriental de la meseta. Sus materiales son principalmente calizos, con afloramientos paleozoicos y arcillosos en las fosas internas. En la era Terciaria, la Meseta se ve afectada por la orogénesis alpina, formando los rebordes montañosos orientales y meridionales de la Meseta, dando origen al Sistema Ibérico como tal, dividiéndola en dos sectores: el tercio norte, incluye las mayores alturas en los Picos de Urbión, destacando Demanda y Moncayo; desde el sureste de Soria, dos ramas:
- Interior o castellana: con la sierra de Albarracín y la serranía de Cuenca.
- La exterior o aragonesa: con la sierra de Javalambre y Gúdar, separadas por la fosa tectónica de Calatayud.
En la era Cuaternaria se vio afectado por las glaciaciones. El Sistema Ibérico presenta un roquedo de área caliza y un relieve plegado del Jurásico.
Submeseta Sur (Cuenca del Tajo) y Montes de Toledo: Al suroeste del Sistema Ibérico se encuentra la Cuenca del Tajo, que pertenece a la Submeseta Sur junto con la del Guadiana, están separadas por los Montes de Toledo. Son dos cuencas sedimentarias formadas por parte del zócalo en la Orogenia Alpina. Estas cuencas sedimentarias fueron ocupadas por el agua del mar, formando zonas de lagos interiores que se fueron rellenando de sedimentos de la era Terciaria y Cuaternaria, formando relieves horizontales, donde abundan los paisajes de erosión diferencial. Los Montes de Toledo son un macizo antiguo que surgió al levantarse un bloque del zócalo en la Orogenia alpina. Formado por materiales silíceos, con un relieve apalachense ocasionado por la erosión diferencial.
Sierra Morena: Es un brusco escalón que separa la meseta del valle del Guadalquivir. Es una gran flexión fracturada en muchos puntos, formada en el Terciario por el empuje desde el sur al levantarse las cordilleras Béticas. Su roquedo es paleozoico, de color oscuro y la vegetación (jara), le dan su nombre. Las sierras más destacadas son: Madrona, Pedroches y Aracena.
Depresión del Guadalquivir: Tiene la misma composición lítica y morfoestructural que la depresión de Ebro.
Climograma de Burgos
El climograma o diagrama ombrotérmico, es una gráfica que recoge las precipitaciones y temperaturas. En la línea horizontal se recogen los meses del año y en la vertical, a izquierda y derecha, las temperaturas mediante una isoterma y las precipitaciones en forma de barra.
Análisis del Climograma
La temperatura media anual es de 10,1°C. Las temperaturas máximas coinciden con el verano (julio y agosto), y las mínimas con el invierno (diciembre, enero y febrero). La amplitud térmica (diferencia en °C entre el mes más cálido y el mes más frío: julio 19,1ºC – enero 1,9ºC) es muy elevada (17,2°C). Podemos afirmar que nos encontramos ante un clima cálido, pues estos climas se caracterizan por una TMA (temperatura media anual) inferior a 15 °C. La elevada amplitud térmica nos permite afirmar que se trata de un clima de influencia mediterránea continentalizado.
Las precipitaciones anuales son moderadas (564 mm) y se distribuyen de manera bastante regular a lo largo de todo el año. No obstante, presentan un máximo de otoño – invierno (octubre, noviembre, diciembre y enero), y disminuyen en los meses de verano (mínimos en julio y agosto). Hay dos meses áridos (julio y agosto están por debajo de 30 mm según Martonne). El volumen de precipitaciones, su distribución bastante regular y la sequedad nos permite afirmar que estamos ante un clima mediterráneo.
Burgos se encuentra situada a 42° 20’ de latitud Norte y 3° 42’ Oeste, y a 854 metros de altitud.
Mapa de Coropletas del Roquedo de España
Introducción
Se trata de un mapa de coropletas, en el cual se representa el roquedo de España. También observamos la leyenda que describe los tipos de roquedo: el área silícea, el área caliza, el área arcillosa y el área de origen volcánico. La fuente es: Terán, M. y Solé, L.: Op. cit.
Comentario y Análisis
Según la leyenda, se representan los diferentes tipos de roquedo en España, que son cuatro áreas: en verde la silícea, en rosa la caliza, en amarillo la arcillosa y en azul la de origen volcánico.
a) Área Silícea
La roca predominante de esta área es el granito. Se localiza mayoritariamente en el oeste peninsular y presenta ramificaciones hacia la parte occidental de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Central, Montes de Toledo y Sierra Morena. También en otras áreas donde quedan restos de macizos antiguos: el eje de los Pirineos, algunos sectores del Sistema Ibérico, de la Cordillera Costero Catalana y de las Cordilleras Béticas. Se crean distintos tipos de relieve granítico: en primer lugar, el granito en algunos casos se altera químicamente y en profundidad por el agua, transformándose en arenas pardoamarillentas. Y en otros casos, el granito se altera a partir de las fracturas, como en las áreas de alta montaña, que forman crestas, galayos, canchales o, en las zonas menos elevadas, domos y berrocales.
b) Área Caliza
La roca predominante de esta área es la caliza. Se localiza en forma de una Z invertida, que da lugar a un relieve cárstico cuyas formas y características son las siguientes:
- Lapiaces: surcos separados por tabiques más o menos agudos.
- Gargantas: valles estrechos y profundos enmarcados por vertientes abruptas.
- Poljes: depresiones alargadas de fondo horizontal enmarcados por vertientes abruptas.
- Dolinas: grandes cavidades formadas en los lugares donde el agua se estanca.
- Cuevas: formadas al infiltrarse el agua y circular por las fisuras del terreno calizo.
- Simas: aberturas estrechas que comunican la superficie con las galerías subterráneas.
c) Área Arcillosa
La roca predominante de esta área es la arcilla. Su localización se encuentra en las cuencas de las submesetas norte y sur, en las depresiones del Ebro y del Guadalquivir, y genera dos tipos de relieve:
- En unos casos, los ríos abren valles que separan estructuras horizontales que son desgastadas originando llanuras suavemente onduladas.
- En las zonas donde alternan largos periodos secos con otros de lluvias y no existe la protección vegetal, el agua va desgastando las vertientes hasta formar cárcavas, creando una topografía abrupta.
d) Área Volcánica
Se extiende principalmente por las Canarias. Los relieves volcánicos presentan gran cantidad de formas: conos volcánicos, grandes calderas resultantes del hundimiento de conos volcánicos; los malpaíses o terrenos abruptos originados al solidificarse rápidamente las coladas de lava en forma de ondas, los barrancos.
Conclusión
Como se ha podido observar, durante la evolución geológica se han modelado distintos tipos de relieve y formas en función de las características de la roca y de la acción que han ejercido sobre ellas los movimientos, la erosión y la sedimentación.