Balance Hídrico en la Península Ibérica: Recursos y Contrastes por Regiones

Mapa del Balance Hídrico de las Principales Cuencas Hidrográficas

El siguiente mapa representa el balance hídrico de las principales cuencas hidrográficas de la Península Ibérica. A continuación, se detallan las características y contrastes más relevantes.

Comunidades Autónomas con Balance Hídrico Positivo

Las Comunidades Autónomas que presentan un balance hídrico positivo son:

  • Galicia
  • Asturias
  • Cantabria
  • País Vasco
  • Aragón
  • La Rioja
  • Comunidad Foral de Navarra
  • Castilla y León
  • Castilla-La Mancha
  • Extremadura
  • Madrid
  • Andalucía Occidental

Contrastes en la Vertiente Mediterránea

Rasgos de la Red Hidrográfica

  • Existe una gran disimetría entre la vertiente atlántica y la mediterránea, debido a la Orogénesis Alpina, que basculó la Meseta hacia el oeste. El Ebro es el único gran río que desemboca en el Mediterráneo.
  • Los ríos de la vertiente mediterránea nacen en las cordilleras próximas al mar, son más cortos y tienen que salvar un mayor desnivel. Esto los convierte en cursos torrenciales, con poca agua y notable irregularidad.
  • La alineación de los Pirineos, el Sistema Ibérico y las Cordilleras Béticas, junto con la prolongación del Sistema Ibérico, determina la existencia de áreas montañosas próximas al litoral mediterráneo. Por ello, las cuencas fluviales son, en general, de reducida extensión.
  • A excepción del Ebro, los ríos son cortos debido a la proximidad de las montañas al mar.
  • Pueden provocar fenómenos como barrancos y derrubios.
  • Presencia de torrentes o ramblas, que son cursos secos que solo llevan agua cuando llueve.
  • Son muy irregulares, con estiaje en verano muy importante, llegando a sequías. Presentan crecidas espectaculares en otoño.

Los ríos de la vertiente mediterránea drenan un tercio del agua total. La cuenca más extensa es la del río Ebro, con 85.820 km². Esta cuenca ocupa una de las dos grandes depresiones españolas exteriores a la Meseta y está limitada por los Pirineos, la Cordillera Costero-Catalana y el Sistema Ibérico. Se han construido numerosos embalses para riego, electricidad y agua potable.

Variación de los Valores del Balance Hídrico en la Cuenca Atlántica

Al oeste se extienden las cuencas más extensas, pertenecientes a la vertiente atlántica. Aquí se sitúan los grandes ríos de la Península: Miño, Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir. Esto se explica por la disposición de las grandes unidades morfoestructurales. La inclinación del Macizo Central y la depresión Bética hacia el oeste, junto con la disposición de los sistemas montañosos circundantes (Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Sistema Central, Montes de Toledo, Sierra Morena y Sistemas Béticos), hacen que casi todos los grandes ríos viertan sus aguas al océano Atlántico.

Estos grandes ríos discurren en sentido este-oeste entre los sistemas montañosos: el Duero entre la Cordillera Cantábrica y el Sistema Central; el Tajo entre el Sistema Central y los Montes de Toledo; el Guadiana entre los Montes de Toledo y Sierra Morena; y el Guadalquivir entre Sierra Morena y las Cordilleras Béticas.

  • Existe una gran disimetría entre la vertiente atlántica y la mediterránea. Los ríos de la vertiente atlántica y cantábrica drenan dos tercios del agua, mientras que los de la vertiente mediterránea drenan un tercio.
  • Los ríos de la vertiente atlántica son más largos, ya que recorren las llanuras de la Meseta, con una pendiente menor.

La cuenca más extensa de la vertiente atlántica es la del río Duero, que drena la Submeseta Norte y es la más grande de toda la Península, con 97.290 km², de los cuales 78.972 pertenecen a España. En el norte de la Península, la proximidad de las montañas a la costa determina la organización de la red fluvial en numerosas cuencas de pequeña extensión, salvo en el sector noroccidental.

Variación del Balance Hídrico por Cuencas

La vertiente atlántica se compone de un gran número de cuencas hidrográficas, con sus divisorias de aguas, cauces y red fluvial de afluentes. Se organizan en Confederaciones Hidrográficas (Guadalquivir, Duero, Tajo, etc.).

  • Cuenca Norte (Cantábrico y Galicia): Con 13.846 hm³, los ríos son numerosos, caudalosos y de régimen regular debido a la abundancia de precipitaciones (más de 800 mm anuales). Nacen en montañas cercanas a la costa y están bien alimentados por las lluvias regulares, ocasionadas por las borrascas atlánticas del Frente Polar y la circulación general atmosférica. Predominan los vientos húmedos del oeste, con lluvias orográficas (efecto Foehn), características del clima oceánico lluvioso. Los ríos presentan un régimen pluvial, nival y nivopluvial.
  • Cuenca del Duero: Con 4.505 hm³, está limitada por la Cordillera Cantábrica al norte, el Sistema Ibérico al este y el Sistema Central al sur. Los regímenes son variados (pluvial y nivopluvial). Los ríos son irregulares, con estiaje en verano y mínimo en invierno, y crecidas en otoño y primavera. El clima es mediterráneo de interior, con escasez de precipitaciones (300-600 mm anuales), mínimos en verano (sequía) y altas temperaturas estivales.
  • Cuenca del Tajo: Con 5.115 hm³, los ríos nacen en el Sistema Ibérico y desembocan en el Atlántico, con regímenes variados (pluvial y nivopluvial). Son irregulares, con estiaje en verano y mínimo en invierno, y crecidas en otoño y primavera. El clima es mediterráneo de interior, con escasez de precipitaciones (300-600 mm anuales), mínimos en verano (sequía) y altas temperaturas estivales.
  • Cuenca del Guadiana: Con 1.012 hm³, los ríos nacen en el Sistema Ibérico y desembocan en el Atlántico (régimen pluvial). Discurren por terrenos llanos con poco desnivel. Son irregulares, con estiaje en verano y mínimo en invierno, y crecidas en otoño y primavera. El clima es mediterráneo de interior, con escasez de precipitaciones (300-600 mm anuales), mínimos en verano (sequía) y altas temperaturas estivales.
  • Cuenca del Guadalquivir: Con 319 hm³, los ríos nacen en la Cordillera Bética (Subbética) y desembocan en el Atlántico. Son irregulares, con estiaje en verano y mínimo en invierno, y crecidas en otoño y primavera. El clima es mediterráneo de interior, con escasez de precipitaciones (300-600 mm anuales), mínimos en verano (sequía), altas temperaturas estivales y fuerte evaporación.

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