Áreas Industriales en España: Evolución y Desafíos

Las revoluciones industriales y la globalización económica han cambiado los factores de localización industrial. Así, pierden importancia la proximidad a las materias primas, a las fuentes de energía y al mercado de consumo, mantienen su relevancia la mano de obra, y se convierten en protagonistas tres factores de localización que aportan competitividad a la industria: tecnología, acceso a la innovación y a la información, y el territorio que proporciona ventajas competitivas a las empresas instaladas en él. La localización de la industria presenta desequilibrios territoriales, pues existen áreas industrializadas con distinto dinamismo y áreas de industrialización inducida y escasa.

Áreas industriales desarrolladas

Son los espacios centrales de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, consolidados con los centros principales de la industria española. Son áreas de temprana industrialización, donde su evolución ha sido doble. Por una parte, una pérdida del tejido industrial causada por la reconversión de los sectores maduros y la difusión de industrias hacia espacios más baratos. Por otra parte, una revitalización industrial, motivada por la implantación de las sedes sociales de las grandes empresas nacionales y multinacionales en edificios emblemáticos.

Como consecuencia, esas áreas pierden empleo industrial debido a la deslocalización de fábricas y a la terciarización del empleo, pero concentran el empleo más cualificado, las actividades más innovadoras y las mayores cifras de inversión en I+D+i.

Áreas y ejes industriales en expansión

Son zonas que reciben implantaciones industriales como resultado de la difusión industrial hacia espacios más baratos y bien comunicados. Encontramos las coronas metropolitanas de la periferia urbana y las franjas periurbanas que cuentan con algunas industrias en declive o en reconversión, pero también atraen industrias. En unos casos, industrias tradicionales nuevas o deslocalizadas desde las áreas centrales metropolitanas. En otros casos, las coronas metropolitanas instalan empresas innovadoras en parques tecnológicos.

Por otra parte, los ejes de desarrollo industrial se localizan a lo largo de las principales vías de comunicación. A nivel nacional destacan los ejes del Valle del Ebro y del Mediterráneo, relacionados mediante una red de autopistas, por lo que han atraído a diversas industrias nacionales y multinacionales. Mientras que a nivel regional y comarcal sobresalen los ejes en torno a Madrid, que se extienden hacia las provincias limítrofes de Castilla-La Mancha, los ejes interiores a lo largo de las principales carreteras y los distritos industriales.

En ciertas áreas rurales bien comunicadas se acogen empresas urbanas deslocalizadas, a industrias tradicionales ya existentes o promovidas por empresarios locales aprovechando los recursos del entorno y, en ocasiones, a empresas innovadoras.

Áreas y ejes industriales en declive y reestructuración

Son zonas en declive industrial localizadas en la cornisa cantábrica y en ciertos emplazamientos, como Sagunto o Ferrol, entre otros. Las causas del declive son la especialización en sectores maduros que sufren la competencia de países más baratos, ocasionando desindustrialización, paro y emigración. La reindustrialización ha encontrado dificultades, a causa de la escasa diversificación industrial motivada por la presencia tradicional de grandes fábricas, la existencia de una mano de obra poco diversificada y conflictiva, un urbanismo desorganizado y un medio ambiente deteriorado, y el escaso espíritu empresarial. No obstante, existen casos de revitalización industrial, como el País Vasco.

Áreas de industrialización inducida y escasa

Son zonas donde predominan las industrias pequeñas, tradicionales y dispersas junto a algunas grandes industrias aisladas. No obstante, algunas de estas zonas han recibido industrias desde áreas industriales próximas buscando reducir costes o beneficiarse de subvenciones, y han introducido innovaciones en sectores tradicionales para competir. Las áreas de industrialización inducida se ubican en Galicia, Aragón, Castilla y León y Andalucía. En estas áreas existen también industrias en las capitales provinciales aprovechando el consumo urbano e industrias tradicionales, dispersas y pequeñas. Las áreas de industrialización escasas son Extremadura, Baleares y Canarias, debido a su localización poco competitiva. En ellas, las grandes industrias son puntuales y predominan las pymes tradicionales.

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