Uso del Suelo en España: Agricultura y Ganadería
Práctica del suelo
A) León, Zamora, Salamanca, Ávila, Soria, Guadalajara, Toledo, Huesca, Zaragoza, Teruel, Cáceres, Badajoz y Baleares.
B) El uso agrícola predomina en las áreas caracterizadas por el relieve llano y el clima mediterráneo con sequía estival. Tipo de cultivo: influenciado por: la topografía local, la diferencia térmica debido a la latitud y altitud, la oposición costera, la diferente distribución de recursos hídricos (superficial o subterránea) y la diversa calidad de los suelos. El uso ganadero predomina en el área de relieve montañoso y de clima oceánico de montaña con precipitaciones abundantes.
Existen zonas agrícolas y ganaderas con técnicas que permiten una gran independencia de las condiciones naturales, como la plasticultura.
En relación con la estructura agraria, es evidente el contraste entre el norte, con el predominio del minifundio y el uso ganadero, y el sur, donde en el latifundio predominan los herbáceos.
C) Los elementos predominantes en el paisaje agrícola son:
Zonas: Las zonas de mayor aportación agrícola se encuentran en el valle del Ebro, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía y Canarias.
Relieve: Terreno fundamentalmente llano.
Clima: Tienen en común su pertenencia a la Iberia seca. En los paisajes de mayor aportación agrícola, merecen mención especial las zonas de regadío, que han ido ganando importancia hasta convertirse en soporte de la agricultura española.
Vegetación: Se trata de zonas en las que se ha sustituido por completo la cubierta vegetal original por especies de cultivo.
Suelos: La agricultura ocupa los mejores suelos.
Propiedad de la tierra: Zona en la que encontramos la mayor concentración de latifundios de España.
Poblamiento: Zona donde encontramos con mayor representación el poblamiento disperso de nuestro país.
Las zonas en las que predomina una mayor aportación ganadera son: el litoral noratlántico (Galicia, Asturias, Cantabria y la costa atlántica vasca), Cataluña y, en la zona centro, las provincias de Madrid y Segovia.
Relieve: Montaña media, menos apta para la agricultura.
Clima: En general, húmedo, lo que favorece el desarrollo de praderas y pastizales que ofrecen alimento para el ganado.
Vegetación: La ganadería se desarrolla fundamentalmente en zonas en las que predomina la cubierta vegetal herbácea.
Propiedad de la tierra: Aunque con excepciones (como puede ocurrir con la huerta valenciana), abunda el latifundio.
Poblamiento: En estas zonas abunda, en general, el poblamiento concentrado.
Regadío en España
a) Identificación de Comunidades Autónomas con Mayor Regadío (1 al 7):
b) Causas que Explican la Concentración del Regadío:
A) 1: Aragón, 2: Comunidad Valenciana, 3: Castilla y León, 4: Extremadura, 5: Castilla-La Mancha, 6: Región de Murcia, 7: Andalucía.
b)
- RÍOS: Existencia de numerosas depresiones de litología arcillosa recorridas por grandes ríos (Ebro, Guadalquivir, Duero o Turia) que permiten técnicas de regadío, como aspersión o goteo.
- ADVERSIDADES DEL CLIMA: Clima mediterráneo seco del levante y sureste peninsular, que obliga a los agricultores a luchar contra las adversidades a través de una agricultura de riego.
- CAUSA HISTÓRICA: Los musulmanes fueron los pioneros, introduciendo el regadío para la producción de frutas y hortalizas; y después, ya en el siglo XX, comienza una serie de obras para ampliar las superficies regadas (embalses, trasvases y captación de aguas subterráneas).
c) Cultivos Comunes en Regadío:
Arroz, remolacha, legumbres (lentejas, garbanzos, judías), hortalizas (zanahoria, lechuga, pimiento, tomate) o frutales (cítricos, fresa), entre otros.
d) El Regadío en la Depresión del Ebro:
El área más densamente ocupada por el regadío es la depresión del Ebro, con temperaturas muy elevadas en verano y frías en invierno, y precipitaciones anuales muy escasas e irregulares. A pesar de su enorme caudal, el Ebro recorre una zona muy seca, por lo que, aprovechando el agua que transporta, se desarrolla un intenso regadío mediante la construcción de embalses.
e) Regadío en la España Húmeda y Seca:
El mapa muestra cómo en la España húmeda apenas se da el regadío, mientras que este sí tiene gran protagonismo en la España seca, ya que cuenta con cuencas hidrográficas deficitarias, excepto la cuenca del Ebro, que es positiva.
El problema está claro: el 78% del agua que se consume en España se destina a la agricultura, y muchas de las zonas que requieren regadío, como el Levante, suelen tener cuencas hidrográficas deficitarias, teniendo que recurrir a trasvases desde otras cuencas, lo que termina enfrentando a comunidades autónomas por la gestión de los recursos hídricos.
Propiedad Agraria: Minifundio vs. Latifundio
¿En qué provincias la pequeña propiedad supone más del 50% del total de la propiedad agraria? ¿Son sinónimos «pequeña propiedad» y «minifundio»?
Pequeña propiedad más del 50%: Pontevedra, Lugo, Orense, Cantabria, León, Segovia, Valencia e Islas Canarias.
Hay que diferenciar entre propiedad (titularidad de la tierra) y explotación (parcela de la que se extrae un rendimiento: latifundio o minifundio). Por tanto, no tiene por qué coincidir minifundio con pequeña propiedad, pudiéndose dar el caso de pequeñas explotaciones (minifundios) pertenecientes a un solo propietario (gran propiedad), o al contrario, una gran explotación agraria podría componerse de varias pequeñas propiedades.
B) Gran propiedad más del 50%: Guadalajara, Cáceres, Badajoz, Ciudad Real, Albacete, Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Jaén.
Gran propiedad y latifundio: No es lo mismo propiedad y explotación. Así, no tiene por qué coincidir latifundio con gran propiedad, pudiéndose dar el caso de una sola gran explotación (latifundio) perteneciente a varios propietarios (pequeña propiedad).
C) Tipos de Propiedad Histórica:
Existían tres tipos de propiedad: colectiva, perteneciente al municipio (colectividad); las estamentales, pertenecientes a la iglesia y a la nobleza; y una propiedad particular muy reducida y, por ello, muy encarecida, ya que tanto las estamentales como las colectivas ocupaban la mayor parte del territorio, pero no se podían vender, lo que encarecía esa mínima parte que quedaba en el mercado para los particulares.
La incautación de las tierras de la iglesia y de los municipios, para ponerlas en venta a los particulares, dando lugar a la privatización de la tierra. Lejos de lo que se pretendía, los efectos no fueron los esperados, ya que fueron los grandes propietarios los que accedían a la compra de las nuevas tierras, por lo que el efecto fue una concentración notable de la gran propiedad en pocas manos.