Análisis del Sector Pesquero y Agrario en España

Pesca en España

Importancia y características

España, con su extensa costa, es una potencia pesquera mundial, pero su contribución al PIB es solo del 1% debido al agotamiento de los caladeros nacionales y regulaciones internacionales. Aunque es el segundo mayor consumidor de pescado del mundo, importa más de lo que exporta. La población activa en pesca es escasa y envejecida, con una flota pesquera tecnológicamente avanzada, pero también existe una flota tradicional que sufre la sobreexplotación de los caladeros. Las principales artes de pesca incluyen cerco, arrastre y almadraba, con las capturas centradas en peces como la merluza, sardinas, anchoas, atún y bonito.

Distribución geográfica de la pesca

En España, la pesca varía según las características del Atlántico y el Mediterráneo. Galicia lidera en el Atlántico, seguida de Canarias y la región Cantábrica. En el Mediterráneo, la flota es anticuada y los caladeros están sobreexplotados, con Andalucía destacando en la pesca de bajura. Canarias tuvo un período dorado entre 1961 y 1980, pero cambios en los caladeros redujeron su significación. En general, los caladeros españoles enfrentan problemas de extensión limitada de la plataforma continental, sobrepesca y exceso de equipamiento en la flota litoral.

Política Pesquera Común (PPC)

Desde que España ingresó en la entonces CEE en 1986, está completamente integrada en la política pesquera de la UE, conocida como la Europa Azul. El Consejo de Ministros de Pesca de la UE establece los totales admisibles de capturas y asigna cuotas tanto para el caladero nacional como para el comunitario. La UE también firma acuerdos de pesca con terceros países para permitir la pesca en sus aguas, teniendo en cuenta criterios ambientales como las especies, tamaños y técnicas de captura utilizadas.

La Política Pesquera Común (PPC), creada hace veinte años, tiene como objetivos conservar las poblaciones de peces, proteger el medio ambiente marino, garantizar la viabilidad de las flotas europeas y proporcionar alimentos de calidad. La reforma de la PPC en 2013 busca abordar los retos pesqueros futuros, incluyendo la garantía de un abastecimiento seguro y sostenible de pescado y el desarrollo territorial de las regiones pesqueras.

Estas medidas se financian a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), que financia iniciativas como la promoción de productos pesqueros, el desarrollo tecnológico y la mejora del nivel de vida y el empleo en las comunidades pesqueras.

Caladeros internacionales

En cuanto a los caladeros en terceros países, España firma acuerdos pesqueros con estos países, aunque a menudo pueden surgir problemas, como en el caso de Marruecos. Para facilitar estos acuerdos, se han creado empresas mixtas donde el capital es español y la tripulación está formada por españoles y marroquíes.

Los principales caladeros internacionales utilizados por los pescadores españoles incluyen Islandia, el Banco Atlántico noroccidental, el Gran Sol, Mauritania, Senegal, el Índico y América del Sur. Las especies capturadas son principalmente peces, como la merluza, la anchoa, el atún, el bonito y la sardina, junto con moluscos y crustáceos.

Acuicultura en España

La acuicultura en España está en alza debido a sus condiciones naturales favorables y contribuye significativamente al suministro de pescado. España lidera la producción acuícola en la UE, con una variedad de especies cultivadas en diferentes regiones, como moluscos y peces. Aunque enfrenta desafíos como rentabilidad y preocupaciones ambientales, su importancia económica y social está en aumento, especialmente en comunidades costeras como Andalucía. La acuicultura europea, aunque representa solo el 3% de la producción mundial, destaca por su tecnología y control de procesos, pero requiere abordar desafíos para garantizar su sostenibilidad.

El espacio rural en España

Factores que influyen en la actividad agraria

Los condicionantes de la actividad agraria en España se dividen en físicos y humanos.

  • Físicos: El relieve, la altitud, el clima, los suelos y la vegetación natural influyen en las prácticas agrícolas. El clima mediterráneo, con su sequía estival, ha llevado a la adopción de cultivos específicos y la implementación del riego.
  • Humanos: Factores demográficos, técnicos y sociales también desempeñan un papel importante, influyendo en la intensidad de los cultivos, la introducción de tecnología y la estructura de propiedad agrícola en diferentes regiones del país. Además, los condicionantes económicos, históricos y políticos también influyen en la actividad agraria en España. La predominancia de la propiedad privada, la evolución del paisaje agrario a lo largo de la historia con la introducción de nuevas técnicas y cultivos, y las políticas agrarias establecidas por la Unión Europea y la Política Agrícola Común (PAC) son factores determinantes en el desarrollo y la configuración del sector agrícola español.

Política Agrícola Común (PAC)

La Política Agraria Comunitaria (PAC) se estableció en 1957 con el objetivo de aumentar la producción agrícola, estabilizar los mercados y garantizar precios justos para los agricultores y consumidores. Se crearon fondos como el FEOGA y el FEAGA para apoyar el desarrollo agrícola y proporcionar ayudas directas a los agricultores. En 1991, se llevó a cabo una reforma para coordinar la producción y promover la competitividad.

La reforma de la PAC de 2013 se centra en garantizar la seguridad alimentaria, promover una agricultura sostenible y contribuir al desarrollo territorial de las regiones agrarias. España ha experimentado cambios significativos en su sector agrario desde su ingreso en la UE, con beneficios como el acceso a un mercado protegido y ayudas económicas. Sin embargo, ha habido críticas por la protección excesiva a ciertos cultivos y grandes propiedades, así como por el proteccionismo frente a la competencia internacional.

El espacio agrario y los paisajes rurales

El espacio agrario en España abarca diversas áreas destinadas a la producción agrícola, ganadera y forestal. Se distribuye en tierras de cultivo, prados y pastos, y terrenos forestales. Los cultivos extensivos, como los cereales, ocupan una parte significativa de la superficie agraria, seguidos de las hortalizas y los cultivos leñosos y frutales. La ganadería, especialmente bovina, ovina y porcina, es predominante en el norte de España y se ha observado una tendencia hacia la especialización y la tecnificación. Los aprovechamientos forestales representan una parte menor de la producción agraria, con el principal enfoque en la obtención de madera, pasta de papel y otros productos como el corcho.

Los paisajes rurales en España reflejan la diversidad de climas, suelos y prácticas agrícolas en diferentes regiones del país. Desde el paisaje atlántico con sus minifundios y ganadería vacuna hasta los paisajes mediterráneos del interior con cultivos de secano como cereales, vid y olivo, y la ganadería extensiva. En el litoral mediterráneo, encontramos una combinación de cultivos intensivos en regadío, como huertas y arrozales, junto con cultivos subtropicales y ganadería estabulada. El paisaje canario, por su parte, se caracteriza por su terreno volcánico y su agricultura diversa, que incluye monocultivos de regadío como plátanos y huertas, así como agricultura de secano en el interior.

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