Análisis del Sector Industrial en España: Retos, Impactos y Políticas

Principales sectores industriales

En España siguen teniendo un peso destacado los sectores industriales maduros, con baja intensidad tecnológica; los sectores más dinámicos cuentan con una fuerte presencia de capital extranjero, y los sectores de alta tecnología tienen menor implantación que en otros países europeos.

Sectores industriales maduros

Son las ramas de la industria afectadas por el descenso de la competitividad, por el descenso de la demanda o por la necesidad de llevar a cabo procesos de reconversión. Estos sectores son:

  • La metalurgia básica y de transformación metálica.
  • La fabricación de electrodomésticos de línea blanca.
  • La construcción naval.
  • La industria textil y de la confección.

Sectores industriales dinámicos

Son las ramas industriales caracterizadas por su alta productividad y especialización, y por tener la demanda asegurada. En estos sectores es muy importante la presencia de capital extranjero. Los más destacados son:

  • El sector del automóvil.
  • El sector químico.
  • El sector agroalimentario.

Sectores industriales punta

Son las ramas industriales que cuentan con una elevada intensidad tecnológica, fuerte diferenciación de los productos y alta demanda. Los sectores más destacados son material eléctrico y electrónico, ordenadores, instrumentos ópticos y de precisión, etc. En España estos sectores se han implantado con retraso y tienen menor desarrollo que en otros países europeos. Se localizan en metrópolis y ciudades medias. El objetivo de los parques es que sus industrias innovadoras actúen como locomotoras para el desarrollo local, mediante la atracción de otras empresas y la difusión de las innovaciones al entorno a través de sus relaciones con otras empresas, con los proveedores y con los clientes.

Los problemas de la industria

Los principales son:

  • El predominio de las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
  • La deficiente inversión en investigación y desarrollo (I+D).
  • La excesiva dependencia tecnológica y energética del exterior.

Actualmente, más del 90% de las empresas españolas tienen menos de 500 trabajadores, lo que provoca que las inversiones en investigación y en modernización sean muchas veces insuficientes, y que sus productos sean más caros y menos competitivos. La única ventaja es la menor posibilidad de grandes conflictos laborales y la mejor adaptación a los cambios productivos. Con respecto a la innovación tecnológica, todavía la inversión pública en I+D en España sigue muy alejada de la de la media de la Unión Europea, incluso la distancia se agrava en los últimos años, situándose en 2011 en un 1,33% del PIB, mientras que en la UE está por encima del 2%. Esto provoca la excesiva dependencia tecnológica. Así, España es un país que crea poca tecnología, la mayoría de ella tiene que ser importada del exterior y eso significa mayores costes de producción y menor competitividad frente a la mayoría de las empresas extranjeras.

Impactos ambientales

Las actividades de producción y transformación de bienes, así como las actividades extractivas de minerales o recursos energéticos generan mucho impacto medioambiental. Aunque estas actividades contribuyen a la generación de riqueza del país, originan una disminución importante de la calidad de vida y un deterioro, a menudo irreversible, del medio natural. Los principales problemas medioambientales originados por la industria en España son:

  • Uso excesivo de los recursos naturales (materias primas y energía) por un consumo inapropiado, provocando la sobreexplotación y agotamiento de los mismos y la destrucción de grandes superficies de suelo.
  • Contaminación atmosférica debido a las emisiones de gases, especialmente por las industrias pesadas, las refinerías y las centrales térmicas.
  • Generación de residuos y vertidos. Almacenamiento de residuos y degradación del paisaje.

Políticas industriales recientes

Las políticas industriales actuales se caracterizan por:

  • El peso importante del cuidado medioambiental.
  • El intento de desarrollo de las industrias endógenas.
  • La importancia del empleo de las energías alternativas.
  • Menor intervencionismo del Estado.
  • Tendencia a solucionar los problemas estructurales, territoriales y medioambientales de la industria.

La política industrial está marcada por la política industrial de la UE, con cuatro líneas prioritarias:

  • Modernización del sector público empresarial, mediante tres actuaciones principales:
    1. Privatización de las empresas públicas más rentables.
    2. Creación de la SEPI.
    3. Puesta en marcha del Programa de Modernización del Sector Público Empresarial.
  • Apertura exterior creciente, debida a las exigencias de la UE de poner fin al proteccionismo de los productos industriales comunitarios y a las de la globalización económica, con gran entrada de capitales e inversiones extranjeras.
  • Liberalización del sector energético, también ocasionada por la entrada de España en la UE.
  • Apoyo a la competitividad industrial, creando diversos organismos y entidades cuyo objetivo fundamental es el apoyo a las PYMES y a las estrategias empresariales innovadoras, para superar la menor competitividad de los productos industriales españoles.

Repercusiones del turismo en el medio ambiente

El turismo es un factor básico de ordenación del territorio en las áreas donde se encuentra presente, y una actividad económica que modifica, a veces profundamente, el paisaje. Además genera una serie de impactos ambientales sobre el medio ambiente nada despreciables. El papel del turismo en la ordenación del territorio ha sido distinto en las zonas turísticas y en los puntos turísticos. En las zonas turísticas la actividad ha provocado cambios irreversibles e importantes transformaciones en el espacio. Entre ellas, merecen mencionarse las siguientes: alta densidad de edificación, aumento de la accesibilidad, una modificación notable en los usos del suelo del entorno, en el que se han instalado “espacios verdes”, parques de atracciones, parques acuáticos, campos de golf. En los puntos turísticos la actividad ha originado también cambios importantes. Entre ellos pueden citarse:

  • El reordenamiento de los centros históricos, que se han adaptado a los cambios económicos provocados por la actividad.
  • La mejora de la accesibilidad y de las vías de comunicación.
  • La urbanización de las periferias, que se han poblado de segundas residencias o de establecimientos hoteleros para satisfacer a una demanda de corta duración, pero de alta frecuencia.

El turismo masivo ha provocado efectos indeseables sobre el medio ambiente:

  • La urbanización incontrolada de espacios naturales, con la consiguiente destrucción de bosques y de ecosistemas y la desaparición de fauna y especies vegetales autóctonas.
  • La alteración del litoral, donde las actividades humanas (regeneración de playas, construcción de espigones, proliferación de puertos deportivos, etc.) amenazan el buen funcionamiento de los ecosistemas marino-costeros.
  • El aumento de la contaminación atmosférica, del agua, acústica,…, provocada por el incremento del tráfico rodado y de las obras, y por la proliferación de lugares de ocio y diversión situados al aire libre.
  • La generación de residuos, que se ha visto reforzada por la urbanización masiva y la falta de infraestructuras adecuadas, y ha provocado que en algunas zonas hayan proliferado los vertederos incontrolados.

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