En España, el panorama industrial se caracteriza por la presencia de tres sectores principales:
Sectores Industriales Maduros
Estos sectores, con baja intensidad tecnológica, han experimentado una reconversión industrial que ha llevado a una pérdida continua de empleo. La competencia de nuevos productos y países con menores costos ha afectado su competitividad y demanda. Algunos ejemplos destacados son:
- Metalurgia: La siderurgia del hierro, que produce acero, se localiza en Asturias, Cantabria, Navarra, País Vasco y Cataluña.
- Construcción Naval: Tras la reconversión, ha mejorado gracias a la innovación tecnológica y el diseño, especialmente en Cantabria, Canarias y Galicia.
- Industria Textil y de la Confección: Concentrada en Galicia, Valencia y Cataluña.
- Otros Sectores Maduros: Calzado, mueble y juguete.
Sectores Industriales Dinámicos
Estos sectores presentan altas expectativas de futuro, con alta productividad, demanda interna y externa, y presencia de capital extranjero y multinacionales. Entre ellos se encuentran:
- Transporte:
- Automoción: Orientada a la exportación, con un importante mercado interno. Sus retos incluyen la I+D+i en eficiencia energética, disminución de GEI y fabricación de automóviles eléctricos (Palencia, Valencia, Valladolid y Zaragoza).
- Material Ferroviario: Impulsado por el desarrollo de la red de alta velocidad, convirtiendo a España en referente mundial (Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía).
- Sector Químico: Abarca la petroquímica (refinerías) y la química de transformación, que produce productos como caucho, plásticos y pinturas (Madrid, Cataluña, Valencia y País Vasco).
- Alimentos, Bebidas y Tabaco: Con gran dinamismo exportador, su reto es aumentar las ventas ofreciendo productos más elaborados y de mayor calidad nutricional.
- Materiales y Equipo Electrónico:
- Minerales no Metálicos: Sobre todo materiales de construcción.
Sectores Industriales Punta o de Alta Tecnología
Impulsados por la Tercera y Cuarta Revolución Industrial, estos sectores se caracterizan por su alta intensidad tecnológica, elevada demanda y mano de obra cualificada. En España, su implantación ha sido más tardía y menor que en otros países europeos debido a la dependencia tecnológica del exterior, el predominio de pymes poco competitivas y la competencia externa. Algunos ejemplos son:
- Productos Farmacéuticos: Líder en producción y exportación en España.
- Construcción Aeronáutica y Aeroespacial: Producción completa o parcial de aviones y materiales aeronáuticos.
- Biotecnología: Aplicación de la ciencia y la tecnología a organismos vivos, aún incipiente en España.
- Electrónica y TIC: Ha experimentado una fuerte caída.
- Robótica: Empresas que producen robots humanoides para tareas de ayuda a las personas.
Los parques tecnológicos, ubicados principalmente en Cataluña, Madrid, País Vasco, Valencia y Andalucía, son los mayores exponentes de este sector.
Papel del Estado en el Desarrollo Industrial
La política sectorial del Estado busca potenciar la reindustrialización y la competitividad de los sectores industriales a través de:
- Ayudas a la Inversión: Préstamos a largo plazo canalizados a través del programa REINDUS para la regeneración y/o creación de tejido industrial en regiones afectadas por la reconversión y deslocalización, así como para potenciar la competitividad de cualquier sector industrial.
- Creación de Observatorios Industriales Sectoriales: Analizan las fortalezas y debilidades de cada sector y plantean medidas para mejorar su competitividad.