1. Historia de la Población Española
El crecimiento real de una población depende de dos variables fundamentales: el crecimiento natural (la diferencia entre los que nacen y los que mueren) y el saldo migratorio (diferencia entre los inmigrantes y los emigrantes).
Los primeros datos mínimamente fiables sobre la población española se remontan a 1712-1717 cuando se realiza el llamado Vecindario de Campoflorido que calculó 7.500.000 personas. Mayor importancia tiene el Catastro del Marqués de la Ensenada realizado en 1772 que calculó 9.400.000 habitantes en aquella época. Aunque las cifras no sean exactas, sí nos permiten valorar que hubo un importante crecimiento de la población española.
España tuvo tasas de crecimiento real relativamente elevadas durante todo el siglo XX.
- La fase 1900-1960 es el periodo de mayor crecimiento demográfico de la historia de la población española.
- En el último cuarto del siglo XX el crecimiento demográfico se debilitó debido a la caída de la natalidad.
- El cambio de milenio ha traído también un cambio muy potente. La llegada de inmigrantes ha dado un fuerte impulso a la población.
2. La Distribución Actual de la Población
La población posee diferencias de concentración muy fuertes entre unas zonas y otras del país. Solo cuatro comunidades (Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana) concentran la mitad de la población española.
La densidad media de España es de 91 hab/km². Pero como hemos dicho, las diferencias entre unas comunidades y otras son muy grandes. Madrid es la más densamente poblada con casi 800 hab/km², mientras que la menos densamente poblada es Soria.
Es importante señalar que el crecimiento demográfico se está incrementando.
3. Los Movimientos Naturales de la Población
Los movimientos naturales de población son aquellos que inciden en el crecimiento de un territorio y que dependen exclusivamente del comportamiento demográfico de sus habitantes. Este siempre está influido también por los saldos migratorios, es decir, por los movimientos espaciales de población.
Denominamos como crecimiento natural o crecimiento vegetativo a la diferencia entre el número de nacimientos y el de defunciones en un periodo determinado. Si el resultado de esta operación es positivo, la población crece y viceversa.
La Transición Demográfica en España (Factores que Inciden en la Natalidad)
- Económicos: la mortalidad disminuye si se dispone de un buen sistema sanitario y las crisis reducen el número de matrimonios.
- Culturales: la actitud y la voluntad de tener hijos en qué cuantía cambia de unas culturas a otras.
- Técnicos: por ejemplo, la existencia de métodos anticonceptivos fiables.
4. El Modelo Demográfico de Corte Antiguo
España pertenecía a un modelo demográfico de corte antiguo en el que tanto las tasas de natalidad como las de mortalidad se mantenían muy altas. La población crecía muy lentamente. Además, los reducidos incrementos demográficos quedaban absorbidos por las crisis de mortalidad que sucedían de vez en cuando. Por eso se dice que en el modelo demográfico de corte antiguo la mortalidad es la variable natural más importante. Solo uno de cada dos individuos alcanzaban los 70 años.
Los Cambios Introducidos por la Transición Demográfica
Durante las primeras etapas de la transición demográfica comienzan a reducirse primero las tasas de mortalidad por los avances sanitarios y, al cabo de un tiempo, también bajan las tasas de natalidad. Esto sucedió especialmente en las sociedades urbanas más que en el campo. Caen las tasas de natalidad en torno a la Guerra Civil. Las tasas de mortalidad también tienen un declive.
Tras la Guerra Civil, se produce un estancamiento e incluso un repunte de las tasas de natalidad que se mantendrán altas desde la segunda mitad de los años cincuenta hasta mediados de los años sesenta. Se trata del llamado»baby boo».
El Comportamiento Demográfico de Corte Moderno
Se caracteriza por las tasas de natalidad y mortalidad reducidas. La llegada de inmigrantes desde 1996, modificará estas tendencias. Este hecho ha provocado un rejuvenecimiento de la población española y un nuevo estancamiento y retroceso de las tasas de mortalidad.
Las Políticas Demográficas
Son las estrategias que desarrollan los estados y otras instituciones públicas para alcanzar un nivel de población óptimo; por ejemplo, fomentar la emigración en un momento de saturación demográfica o, al contrario, potenciar que las personas tengan más hijos para compensar las tasas de natalidad bajas.
5. La Natalidad
La natalidad es una variable demográfica que ha venido mostrando tasas progresivamente bajas durante el último siglo. Varios factores nos ayudan a explicar el porqué:
- La incidencia de los cambios sociales y culturales: en las sociedades tradicionales se suele tener una familia extensa, los hijos son una ayuda económica y cuidarán de los padres en su vejez. Pero en las sociedades desarrolladas como la española la situación es muy diferente: los hijos son una carga económica, por lo que se tiende a tener menos hijos. Además, el tener hijos ha dejado de ser un objetivo prioritario para muchas personas. También la modificación del papel de la mujer en la sociedad ha provocado un retraso en el momento de la maternidad. Otro factor es la legalización de métodos anticonceptivos.
- La incidencia del contexto económico: Las coyunturas económicas adversas y el alto coste en la obtención de bienes de primera necesidad han provocado que los jóvenes permanezcan más años en el domicilio de los padres y que se planteen aún más tarde la gestación de los hijos.
La natalidad se mantiene reducida a pesar de los distintos factores que intentan favorecerla, como las políticas demográficas, el apoyo a las familias o la oposición de las distintas confesiones religiosas a los métodos anticonceptivos.
6. La Mortalidad
Otro factor del que depende el crecimiento natural es la mortalidad. Como ya hemos dicho, las tasas de mortalidad han caído en España durante muchos decenios. Esta caída se explica por mejores condiciones alimentarias, sanitarias e higiénicas. A partir de esos años, y aunque el sistema sanitario español ha continuado mejorando, se ha producido un repunte, provocado por el envejecimiento de la población.
A partir de entonces, y motivado sobre todo por el relativo rejuvenecimiento que experimenta la sociedad española por la llegada de inmigrantes, las tasas han vuelto a caer levemente.
El Comportamiento ante la Mortalidad en las Diferentes Comunidades Autónomas
Hay una inevitable relación entre envejecimiento y tasas de mortalidad elevadas. Aunque el proceso descrito para el conjunto del país se repite casi en todas las Comunidades Autónomas, hay algunas diferencias destacables:
- El grupo con tasas de mortalidad más elevadas: Asturias, Galicia, Castilla y León, Aragón y Cantabria. Son territorios poco atractivos para los inmigrantes a causa de un menor dinamismo socioeconómico y, en consecuencia, no han experimentado el rejuvenecimiento de otras comunidades.
- Comunidades que han mejorado relativamente sus tasas: Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura y La Rioja. Pese a haber tenido tasas de mortalidad bastante elevadas en los años setenta, han tenido una mejora relativa respecto al conjunto del país.
- Las tasas más bajas se ubican en las comunidades con mayor presencia relativa de población joven: son territorios que ya arrojaban cifras bastante bajas en decenios anteriores: Canarias, Madrid, Andalucía, además de Ceuta y Melilla.
- El resto de las comunidades presenta una evolución más o menos cercana a la media nacional.
La Mortalidad Infantil
Es un buen indicador del grado de desarrollo de una sociedad. Se halla dividiendo el número de fallecidos menores de un año entre el número de nacidos vivos y todo ello multiplicado por mil.
Como en los países de nuestro entorno, la mortalidad infantil en España tiene una tendencia descendente en la época contemporánea.
7. La Esperanza de Vida en España
Se define como el número de años que se calcula que vivirá una persona que nace en un territorio y una fecha concretos.
A principios del siglo XX rozaban los 40 años. Durante la Segunda República se alcanzaron los 50 años y tras la crisis general del país que supusieron la Guerra Civil y la posguerra se calculaba en torno a los 60 años. A principios de los sesenta la cifra se acerca a los 70 años y desde entonces no ha dejado de incrementarse.
En la actualidad, al superar los 80 años de esperanza de vida, España se sitúa entre los países del mundo con población más longeva. Como suele suceder en todas las sociedades, las mujeres tienen una esperanza de vida mayor (casi 84 años las mujeres y 77 años los varones).
En la esperanza de vida de países como el nuestro influyen muchos factores: en primer lugar, un sistema sanitario eficaz, pero también son importantes los hábitos de comportamiento de la población (gastronómicos, deportivos, consumo de tabaco, etc.), la contaminación, el estrés urbano…