El subdesarrollo africano se manifiesta en los peores índices de desarrollo humano (esperanza de vida, mortalidad infantil, etc.) y alta exposición a enfermedades epidémicas (sida, ébola, etc.). Simultáneamente, presenta un alto crecimiento y mortalidad demográfica.
África sufrió una colonización tardía y perjudicial, siendo el principal escenario de la colonización impulsada por el hipernacionalismo europeo. Esto resultó en fronteras artificiales que no respetaron etnias ni historia, convirtiendo a África en una sociedad de estados fallidos y el continente con más conflictos armados.
África es un continente compacto, con alta continentalidad y tropicalidad (mayor extensión ecuatorial), y menor acceso al mar (exceptuando el Nilo).
Medio Físico
África es un gran zócalo precámbrico, un continente antiguo, de baja altitud, erosionado y compacto. Mide 8000 km de norte a sur y 7000 km de este a oeste.
Grandes Formaciones Geológicas
- Impacto de la orogenia alpina al sur y al norte (plegamiento o fractura).
- Desierto del Sáhara. Latitud tropical. Cuenca erosionada con dunas y rocas sedimentarias, ocupando el 18% del territorio.
- Grandes fracturas orientales. Rift Valley, que recorre de norte a sur. El zócalo se fracturó, dando lugar a los grandes lagos africanos.
El escudo africano sufre una erosión profunda (Ciclo de Davis), recubriéndose de rocas sedimentarias, como la arena del Sáhara.
En el Cenozoico se produjeron plegamientos, fracturas y hundimientos que elevaron montañas y formaron lagos, generando variaciones geomorfológicas en el Cuaternario.
La división geográfica de África se distingue entre Tierras Altas (este y sur, 1.200m) y Tierras Bajas (oeste y centro, relieve llano y erosionado, arenoso en zonas desérticas).
La división bioclimática se organiza en franjas al norte y sur del Ecuador, con temperaturas estables y cálidas, excepto en los desiertos, que presentan gran oscilación térmica. Las precipitaciones son el elemento diferencial del continente.
En los extremos norte y sur (orogenia alpina) hay climas templados o subtropicales, aptos para el cultivo de la vid.
El 80% del territorio se encuentra entre los trópicos, con un paisaje de tropicalidad. En torno a la línea ecuatorial, hay un clima de calor constante, pequeña oscilación térmica y altas precipitaciones (selvas, poca luz y mucha humedad, poco habitables).
Al alejarse del ecuador, aparecen estaciones secas y húmedas. La estación húmeda es más notable cerca del ecuador, mientras que la seca predomina en zonas más alejadas debido a los anticiclones.
La alternancia de estaciones secas y húmedas limita la aptitud agrícola de los suelos.
En general:
- Visión histórica de África: territorio inhóspito, poco adecuado para la civilización humana debido a las temperaturas y tropicalidad, lo que ha dificultado la industrialización.
- La desertificación africana: mala calidad de los suelos y mala gestión humana (deforestación), resultando en hambre estructural.
- Continente de baja aptitud agraria, excepto en las Tierras Altas.
La Colonización
África ha sido un continente poco globalizado, escasamente poblado y conocido externamente. Su inserción en el mundo se produjo tardíamente, a mediados del siglo XIX.
Antes de la colonización del siglo XIX, existían tres áreas principales de ocupación:
- El valle del Nilo, extendiéndose a Sudán y Etiopía.
- El Golfo de Guinea, con Nigeria como uno de los países más poblados.
- El Congo, hogar del imperio Bantú y los zulúes.
Estas áreas siguen siendo importantes centros de población.
La Colonización hasta el Siglo XIX
Desde el siglo XVI, se conocían las costas africanas en la búsqueda de rutas hacia las Indias Orientales. El interior era desconocido.
El tráfico de esclavos hasta 1870 (captura y venta de seres humanos) afectó principalmente al Golfo de Guinea. Los esclavos eran llevados a América del Norte y del Sur.
El nacionalismo europeo impulsó la expansión territorial hacia África, ya que no quedaban más territorios por colonizar. Fue la época de las grandes expediciones geográficas y la ocupación de estados sin reconocimiento (hasta la segunda mitad del siglo XIX no se penetró el interior de África).
En 1885, la Conferencia de Berlín, convocada por Bismark, repartió África entre las potencias europeas para buscar un equilibrio entre ellas (preludio de la I Guerra Mundial).
El reparto se basó en intereses comerciales y de expansión territorial, trazando líneas desde la costa hacia el interior, sin considerar aspectos étnicos, sociales, históricos o demográficos.
En 1885, se repartió la totalidad del territorio, con dos excepciones:
- Liberia, un estado fallido en el Golfo de Guinea, creado por Estados Unidos como consecuencia de la esclavitud.
- Etiopía, una monarquía imperial con raíces en el antiguo Egipto.
El resto del territorio se repartió entre las potencias europeas:
- Inglaterra: El Rift Valley, desde el sur de Etiopía hasta Sudáfrica, y enclaves mediterráneos.
- Portugal: Angola y Mozambique.
- España: Sahara Occidental, parte del norte de África y Guinea Ecuatorial.
- Alemania: Camerún y Tanzania.
- Francia: Gran parte del centro y oeste africano, incluyendo Mali, República Centroafricana, Sudán, Túnez, parte del Congo y Madagascar.
- Bélgica: Congo.
- Italia: Parte de Eritrea, Etiopía y Somalia.
El reparto artificial de África generó una alta dependencia de intereses comerciales, mercantiles, políticos y económicos europeos, lo que explica muchos de los conflictos africanos: estados fallidos, conflictos étnicos y el interés europeo por puntos estratégicos, dejando de lado el resto del territorio.
La geografía política africana y sus conflictos son consecuencia de esta colonización.
La independencia colonial comenzó masivamente después de 1945, tras la II Guerra Mundial.
África pasó de la independencia política a la dependencia económica. Las relaciones con las antiguas metrópolis son de sumisión, generando un círculo vicioso de extractividad, luchas étnicas, golpes de estado, corrupción y control de las ayudas internacionales por las élites africanas. La raíz colonial es indudable en el subdesarrollo, la conflictividad y la desconexión global de África.
Por estas razones, África se mantiene en focos de conflicto, algunos nuevos como el yihadismo. Persiste la colonización económica y la corrupción de los estados por las élites.
La solución sería transformar la extractividad de las élites locales hacia una mayor inclusividad. La lucha por extraer riquezas del estado para el consumo propio, con múltiples ejércitos, hace que la dinámica africana sea insoluble.
Además, se suma una dinámica demográfica de crecimiento acelerado en los últimos años.